"... Creer y Pensar.
I . Las ideas se tienen ; en la creencia se esta
Cuando queremos entender a un hombre, la vida de un hombre, procuramos ante todo averiguar cuales son sus ideas. Sean pensamientos vulgares, sean rigurosas " teorias cientificas ", siempre se tratara de ocurrencias que en un hombre surgen , originales suyas o insufladas por el projimo.
Pero esto implica evidentemente que el hombre estaba ya ahi antes de que se le ocurriese o adoptase la idea. Ahora bien, no hay vida humana que no este constituida por ciertas creencias basicas y montada sobre ellas.
Vivir es tener que haberselas con algo -con el mundo y consigo mismo- .
Mas ese mundo y ese " si mismo " con el que el hombre se encuentra le aparecen ya bajo la especie de una interpretacion, de " ideas " sobre el mundo y sobre si mismo.
Estas " ideas " basicas que llamo "creencias " no surgen en tal dia y hora dentro de nuestra vida, no arribamos a ellas por un acto particular de pensar, no son en suma, pensamientos que tenemos , no son ocurrencias ni siquiera de aquella especie mas elevada por su perfeccion logica y que denominamos razonamientos .
Todo lo contrario: esas ideas que son , de verdad " creencias " constituyen el continente de nuestra vida y , por ello , no tienen el caracter de contenidos particulares dentro de esta.
Cabe decir que no son ideas que tenemos, sino ideas que somos.
Mas aun: precisamente porque son creencias radicalisimas se confunden para nosotros como la realidad misma - son nuestro mundo y nuestro ser - , pierden , por tanto , el caracter de ideas , de pensamientos nuestros que podian muy bien no habersenos ocurrido.
Las ideas se tienen y sostienen.
Pero la creencia es quien nos tiene y sostiene a nosotros.
Hay ideas con que nos encontramos e ideas (creencias) en que nos encontramos, y que parecen estar ahi ya antes de que nos ocupemos en pensar.
No llegamos a ellas tras una faena de entendimiento, sino que operan ya en nuestro fondo cuando nos ponemos a pensar sobre algo.
Por eso no solemos formularlas, sino que nos contentamos con aludir a ellas como solemos hacer con todo lo que nos es la realidad misma. Las teorias, en cambio , aun las mas veridicas, solo existen mientras son pensadas: de aqui que necesiten ser formuladas.
Esto revela que todo aquello en que nos ponemos a pensar ocupa un lugar secundario si se le compara con nuestras creencias.
En estas no pensamos ahora o luego: nuestra relacion con ellas consiste en algo mucho mas eficiente ; consiste en... contar con ellas , siempre , sin pausa. El intelectualismo tendia a considerar como lo mas eficiente en nuestra vida lo mas consciente. Ahora vemos que la verdad es lo contrario. La maxima eficacia sobre nuestro comportamiento reside en todo aquello con que contamos y en que, de puro contar con ello, no pensamos.
II . El azoramiento de nuestra epoca. Creemos en la razon y no en sus ideas. La ciencia casi poesia.
Resumo: cuando intentamos determinar cuales son las ideas de un hombre o de una epoca , solemos confundir dos cosas radicalmente distintas: sus creencias y sus pensamientos.
En rigor , solo estos ultimos deben llamarse " ideas ".
Toda nuestra conducta, incluso la intelectual, depende de cual sea el sistema de nuestras creencias.
En ella " vivimos, nos movemos y somos ".
Por lo mismo, no solemos tener conciencia expresa de ellas, no las pensamos, sino que actuan latentes, como implicaciones de cuanto expresamente hacemos o pensamos.
Cuando creemos de verdad en una cosa no tenemos la " idea " de esa cosa, sino que simplemente " contamos con ella ".
En cambio, las ideas, es decir, los pensamientos que tenemos sobre las cosas, sean originales o recibidos, no poseen en nuestra vida valor de realidad. Actuan en ella precisamente como pensamientos nuestros y solo como tales. Esto significa que toda nuestra " vida intelectual " es secundaria a nuestra vida real o autentica y representa a esta solo una dimension virtual o imaginaria. Se preguntara que significa entonces la verdad de las ideas , de las teorias .
Respondo: la verdad o falsedad de una idea es una cuestion de " politica interior " dentro del mundo imaginario de nuestras ideas.
Una idea es verdadera cuando corresponde a la idea que tenemos de la realidad. Pero nuestra idea de la realidad no es nuestra realidad. Esta consiste en todo aquello con que de hecho contamos al vivir. Ahora bien , de la mayor parte de las cosas con que de hecho contamos no tenemos la menor idea. Por eso importa mucho que, ante todo, aprendamos a separar con toda limpieza la " vida intelectual ", de la real , de la que somos. Es una equivocacion llamar creencia a la adhesion que en nuestra mente suscita una combinacion intelectual, cualquiera que esta sea .
El hombre tiene clara conciencia de que su intelecto se ejercita solo sobre materias cuestionables; que la verdad de las ideas se alimenta de su cuestionabilidad. Por eso, consiste esa verdad en la prueba que de ella pretendemos dar .
La idea necesita de la critica como el pulmon del oxigeno y se sostiene y afirma apoyandose en otras ideas que, a su vez , cabalgan sobre otras formando un todo o sistema. Arman, pues, un mundo aparte del mundo real, un mundo integrado exclusivamente por ideas de que el hombre se sabe fabricante y responsable. De suerte que la firmeza de la idea mas firme se reduce a la solidez con que aguanta ser referida a todas las demas ideas. Nada menos, pero tambien nada mas.
Entre nosotros y nuestras ideas hay siempre una distancia infranqueable: la que va de lo real a lo imaginario.
En cambio , con nuestras creencias estamos inseparablemente unidos.
Por eso cabe decir que las somos.
Frente a nuestras concepciones tenemos un margen, mayor o menor, de independencia. Por grande que sea su influencia sobre nuestra vida, podemos siempre suspenderlas, desconectarnos de nuestras teorias. Es mas, de hecho exige siempre de nosotros algun especial esfuerzo comportarnos conforme a lo que pensamos, es decir, tomarlo completamente en serio. Lo cual revela que no creemos en ello, que presentimos como un riesgo esencial fiarnos de nuestras ideas, hasta el punto de entregarles nuestra conducta tratandolas como si fueran creencias. De otro modo, no apreciariamos el ser " consecuente con sus ideas " como algo especialmente heroico.
Para hacerse bien cargo de lo que nos son las ideas , de su papel primario en la vida , es preciso tener el valor de acercar la ciencia a la poesia mucho mas de lo que hasta aqui se a osado . Yo diria , si despues de todo lo enunciado se me quiere comprender bien , que la ciencia esta mucho mas cerca de la poesia que de la realidad , que su funcion en nuestra vida se parece mucho a la del arte . Sin duda , en comparacion con una novela , la ciencia parece la realidad misma . Pero en comparacion con la realidad autentica se advierte lo que la ciencia tiene de novela , de fantasia , de construccion mental , de edificio imaginario .
III. La duda y la creencia. El " mar de dudas ". El lugar de las ideas.
El hombre , en el fondo , es credulo o , lo que es igual , el estrato mas profundo de nuestra vida , el que sostiene y porta todos los demas , esta formado por creencias . Pero en esas area basica de nuestras creencias se abren , aqui o alla , como escotillones , enormes agujeros de duda.
Este es el momento de decir que la duda, la verdadera, la que no es simplemente metodica ni intelectual, es un modo de la creencia y pertenece al mismo estrato que esta en la arquitectura de la vida. Tambien en la duda se esta. Solo que en este caso el estar tiene un caracter terrible.
En la duda se esta como se esta en un abismo, es decir, cayendo. Es la negacion de la estabilidad . De pronto sentimos que bajo nuestras pies falla la firmeza terrestre y nos parece caer , caer en el vacio , sin poder valernos , sin poder hacer nada para afirmarnos , para vivir . Sin embargo , la duda conserva de la creencia el caracter de ser algo en que se esta , es decir , que no lo hacemos o ponemos nosotros . No es una idea que podriamos pensar o no , sostener , criticar , formular , sino que , en absoluto , la somos . No se estime como paradoja , pero considero muy dificil describir lo que es la verdadera duda si no se dice que creemos nuestra duda . Si no fuese asi , si dudasemos de nuestra duda , seria esta innocua . La diferencia entre la fe y la duda no consiste en creer .
La duda no es un " no creer " frente al creer, ni es un "creer que no" frente a un "creer que si" . El elemento diferencial esta en lo que se cree . Lo que nos impide entender el papel de la duda en nuestra vida es presumir que no nos pone delante de una realidad. Y este error proviene de haber desconocido lo que la duda tiene de creencia . Seria muy comodo que bastase dudar de algo para que ante nosotros desapareciese como realidad. Pero no acontece tal cosa, sino que la duda nos arroja ante lo dudoso, ante una realidad tan realidad como la fundada en la creencia, pero ella es ambigua, bicefala, inestable, frente a la cual no sabemos a que atenernos ni que hacer.
La duda , en suma , es estar en lo inestable como tal. Lo dudoso es una realidad liquida donde el hombre no puede sostenerse, y cae. De aqui el " hallarse en un mar de dudas ". Es lo contrapuesto a la creencia: la tierra firme.
Se duda porque se esta en dos creencias antagonicas, que entrechocan y nos lanzan la una a la otra, dejandonos sin suelo bajo los pies. Al sentirse caer del firme solar de de sus creencias, el hombre reacciona energicamente. Se esfuerza en " salir de la duda ". Pero ¿ que hacer ?
La caracteristica de lo dudoso es que ante ello no sabemos que hacer.
¿Que haremos, pues, cuando lo que nos pasa es precisamente que no sabemos que hacer porque el mundo -se entiende, una porcion de el- se nos presenta como ambiguo?
Con el no hay nada que hacer. Pero en tal situacion es cuando el hombre ejercita un extraño hacer que casi no parece tal: el hombre se pone a pensar.
Pensar en una cosa es lo menos que podemos hacer con ella. No hay ni que tocarla. No tenemos ni que movernos. Cuando todo en torno nuestro falla, nos queda, sin embargo, esta posibilidad de meditar sobre lo que nos falla.
El intelecto es el aparato mas proximo con que el hombre cuenta. Lo tiene siempre a mano. Mientras cree no suele usar de el, porque es un esfuerzo penoso. Pero al caer en la duda se agarra a el como a un salvavidas .
Los huecos de nuestras creencias son el lugar vital donde insertan su intervencion las ideas. En ellas se trata siempre de sustituir el mundo inestable, ambiguo, de la duda, por un mundo en que la ambiguedad desaparece. ¿Como se logra esto? Fantaseando, inventando mundos. La idea es imaginacion .
Al hombre no le es dado ningun mundo determinado.
Solo le son dadas las penalidades y las alegrias de su vida.
Orientado por ellas, tiene que inventar el mundo.
La mayor porcion de el la ha heredado de sus mayores y actua en su vida como sistema de creencias firmes.
Pero cada cual tiene que haberselas por su cuenta con todo lo dudoso.
A este fin ensaya figuras imaginarias de mundos y de su posible conducta en ellos.
Entre ellas, una le parece idealmente mas firme, y a eso llama verdad.
Pero conste: lo verdadero , y aun lo cientificamente verdadero, no es sino un caso particular de lo fantastico.
Hay fantasias exactas.
Mas aun: solo puede ser exacto lo fantastico.
No hay modo de entender bien al hombre si no se repara en que la matematica brota de la misma raiz que la poesia, del don imaginativo..."
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