martes, 14 de julio de 2009

Presidenta argentina asciende a coronel a Juana Azurduy, muerta en 1862. TeleSUR. 14-07-2009

La presidenta argentina, Cristina Fernández, ascendió este martes al grado de coronel a Juana Azurduy, la primera mujer en ingresar al Ejército argentino y quien fue parte de las luchas contra los españoles por la independencia.

Fuentes oficiales informaron que la presidenta firmó un decreto "de ascenso de grado post-mortem" a Juana Arzuduy, en una ceremonia en su despacho de la Casa de Gobierno.

Juana Azurduy nació el 12 de julio de 1780 en Toroca, que por entonces formaba parte del virreinato del Alto Perú y actualmente es territorio boliviano, y se educó en Chuquisaca (Bolivia), donde murió el 25 de mayo de 1862.

Junto a su esposo, Manuel Ascensio Padilla, se unió a las huestes contra los realistas españoles enviadas a Chuquisaca desde Buenos Aires, bajo el mando de Antonio González Balcarce, y combatió en el frente, incluso embarazada.

En 1813 Padilla y Juana Azurduy se pusieron a las órdenes de Manuel Belgrano, nuevo jefe del Ejército del Norte enviado desde Buenos Aires.

Azurduy organizó el "Batallón Leales", que participó en la batalla de Ayohuma el 9 de noviembre de 1813, donde las fuerzas de Belgrano fueron derrotadas por los españoles.

Juana lideró además la guerrilla que tomó el cerro de Potosí el 8 de marzo de 1816.

En agosto de ese año, luego de la declaración de la independencia argentina, Azurduy recibió el rango de teniente coronel y fue autorizada a usar el traje del Ejército argentino.

Más tarde se radicó en Salta (noroeste de Argentina), desde donde por años reclamó al gobierno ya independiente de Bolivia la restitución de los bienes que le habían sido confiscados por los realistas.

Azurduy, quien perdió cinco de sus seis hijos en las guerras por la independencia, murió en la indigencia en 1862, cuando estaba por cumplir 82 años, y sus restos fueron enterrados en una fosa común, de donde se exhumaron cerca de un siglo después para ser trasladados a un mausoleo en Sucre.

Su imagen es una de las que se destacan en el "Salón de las Mujeres" de la Casa de Gobierno de Argentina, sala creada por iniciativa de Cristina Fernández para homenajear a mujeres célebres del país.

TeleSUR. 14-07-2009


La gesta olvidada

" 25 de mayo. Aun cuando más de una biografía intente reparar de alguna manera el olvido al que se condenó la participación de las mujeres en las históricas luchas revolucionarias, ellas estuvieron allí no sólo como excepción, sino como motores de una línea de acción incluso más radical que la de sus compañeros.Por Veronica Engler.

”Dar la vida por la patria/ es hazaña de más fama/ que llevado del amor/ dar la vida por su dama”, rezaban los versos anónimos que circulaban por las calles de la Buenos Aires colonial los días previos a la Revolución de Mayo -que desembocaría en la formación del primer gobierno, independiente de la metrópoli española, del país que luego sería Argentina-.

Los varones, por supuesto, eran los abanderados indiscutibles de la gesta independentista. Las chicas, en todo caso, participaban sin nombre propio, cosiendo banderas o arrojando aceite caliente desde las azoteas cuando las tropas reales se abalanzaban contra la insurgencia criolla.

Sin embargo, aunque pocos lo vieran por ese entonces, el levantamiento del 25 de mayo de 1810 tuvo su inspiración más directa en la asonada chuquisaqueña que justo un año antes había comenzado a resquebrajar el poder virreinal en la región del Alto Perú (que correspondió aproximadamente al territorio de la actual República de Bolivia).

En esa insurrección primigenia de 1809 -precedida por decenas de levantamientos indígenas cruentamente reprimidos- tuvo su bautismo de fuego una de las más aguerridas luchadoras por la independencia latinoamericana: Juana Azurduy, una heroína que supo estar al frente de un ejército de indias, mestizas y criollas -apodadas las Amazonas- dispuestas a dar la vida por la liberación de sus pueblos del yugo español..." Articulo completo en: http://libresdelsur.org./spip.php?article1124


Juana de América. Por Alberto Lapolla

La Guerrillera de la Libertad

"...El Alto Perú tierra india Juana Azurduy -junto a su esposo- simbolizan lo mejor de la revolución americana, lo popular y lo indio de nuestra gesta emancipadora. Combatieron por la libertad del Alto Perú -por entonces parte del Virreinato del Río de la Plata primero y de las Provincias Unidas después- desde la revolución de Chuquisaca y la Paz en 1809 -que fueran ahogadas en sangre desde Lima y Buenos Aires. Y en particular guerrrearon sin descanso y sin cuartel desde el grito de libertad del 25 de mayo de 1810. Ellos y los 105 caudillos indios y gauchos como Vicente Camargo, el Cacique Buscay, el Coronel Warnes, el padre Muñecas, Francisco Uriondo, Angulo, Zelaya, el Marqués de Tojo, el Marqués de Yavi, José Miguel Lanza, Esquivel, Méndez, Jacinto Cueto, el indio Lira, Mendieta, Fuente Zerna, Mateo Ramírez y Avilés entre muchos otros, junto a Güemes en Salta, fueron quienes impidieron que luego de las sucesivas derrotas de los ejércitos porteños al Norte, los realistas pudieran avanzar sobre Buenos Aires y destruyeran la revolución. Juana y Padilla eran oriundos de Chuquisaca -también llamada La Plata o Charcas- sede de la universidad. Allí estudiaron -y conspiraron- Mariano Moreno, Juan José Castelli y Bernardo de Monteagudo. Castelli, ya jefe del ejército del Norte, se hospedó en la casa de Padilla en su marcha hacia La Paz. Moreno era abogado defensor de indios pobres y perseguidos en el estudio del doctor Gascón en Chuquisaca. Allí contactó con el movimiento revolucionario. Juana nació en 1780, el año en que Túpac Amaru lanzó su revolución indígena que casi liquida al poder español. Sería el mismo favorito -de la reina- Godoy, quien señalara que la rebelión de Túpac estuvo a punto de quitarle a España los virreinatos del Perú y del Plata. Esa rebelión ahogada en la sangre de los cien mil indios ajusticiados por la represión genocida española y en los gritos del suplicio del gran Túpac, su esposa Micaela Bastidas Puyucawa y sus hijos, abrió el camino de la libertad pese a su derrota. El ejemplo del Inca Condorcanqui no podía sino conmover hasta los tuétanos el corazón de la América del Sur, del cual el Alto Perú y el Perú eran su núcleo principal de población original, con culturas profundas y altivas. Nada sería igual después de la rebelión de Túpac: ni el dominio español ni la resistencia americana. La generación posterior a su derrota, sabría vengar su suplicio y expulsaría a los criminales españoles por mucho tiempo -por lo menos hasta la llegada del Traidor Carlos Saúl I, ya al final del siglo XX. Es así que el sol de nuestra bandera es el glorioso sol de los incas y de Túpac Amaru..."

Articulo completo en: http://www.elortiba.org/azurduy.html


Juana Azurduy

(Letra: Félix Luna - Música: Ariel Ramírez)

Juana Azurduy,
flor del Alto Perú:
no hay otro capitán
más valiente que tú.

Oigo tu voz
más allá de Jujuy
y tu galope audaz,
Doña Juana Azurduy.

Me enamora la patria en agraz,
desvelada, recorro su faz;
el español no pasará
con mujeres tendrá que pelear.

Juana Azurduy,
flor del Alto Perú,
no hay otro capitán
más valiente que tú.

Estribillo
Truena el cañón,
préstame tu fusil
que la revolución
viene oliendo a jazmín.

Tierra del sol
en el Alto Perú,
el eco nombra aún
a Tupac Amaru.

Tierra en armas que se hace mujer,
amazona de la libertad.
Quiero formar
en tu escuadrón
y al clarín de tu voz
atacar.