sábado, 22 de noviembre de 2014

El testamento espiritual de Rûmî - Once consejos mevlevíes - Halil Bárcena

 
Shams al-Dîn Ahmad-i Aflâkî, tal vez el biógrafo más importante de Mawlânâ Rûmî (m. 1273), narra en su Manâqib al-'ârifîn (Hazañas de los Gnósticos), escrito entre los años 1318 y 1353, las últimas horas de la vida del maestro sufí de Konya. Dirigiéndose a su fiel secretario Husâm al-Dîn Chelebi y un grupo de discípulos y amigos, Mawlânâ pronunció las siguientes palabras que bien podrían considerarse como su verdadero testamento espiritual. 

 Se trata de once breves consejos -el número once juega un importante papel en su cosmovisión y filosofía espiritual-, que dicen mucho del talante humano y espiritual de Mawlânâ. Durante siglos, dichos consejos han servido de guía a los derviches mevlevíes, herederos directos del mirífico legado espiritual del maestro sufí de Konya. Dicen así:

1. Permaneced siempre en estado de temor reverencial hacia la divinidad [taqwa], tanto en público como en privado.

2. Comed lo justo.

3. Dormid lo justo.

4. Hablad lo justo.

5. Evitad las faltas y corregid los errores.

6. Ayunad con esmero y asiduidad.

7. Sed rectos y manteneos constantemente en estado de plegaria.

8. Renunciad a todo deseo que no sea el deseo de la divinidad.

9. Soportad con paciencia el mal proveniente de los otros.

10. Abandonad la compañía de las gentes ignorantes y vulgares ['awâm].

11. Frecuentad a las personas sabias, nobles y generosas.

Y concluye Mawlânâ estos once consejos citando en árabe, lengua que conocía perfectamente, dos viejos proverbios que dicen así: 

"El mejor de los hombres es quien es útil a los demás" 

(Jayr al-nâs man yanfa'u al-nâs) 

"El mejor discurso es siempre breve y guía" 

(Jayr al-kalâm mâ qal·la wa dal·la).