Divagaciones - Arturo Jaque Rojas
Amar.
Anhelo de diseminar la imperfección,
la finitud, el límite, la soledad, el dolor,
tallar la piedra con las manos calladas,
rostro reflejado en la gota de rocío.
A una mujer o a un hombre,
ingresar a otro universo imposible;
nunca será nuestro hogar definitivo,
una estación hacia la propia alma.
A la progenie engendrada en la sangre;
pero ha de despojarse de ella.
Debe encarnar en rostros perdidos,
pero concretos en su sufrimiento.
A una hermana o hermano,
eco de la matriz, la tierra, el cielo;
mas no abrazamos ni sujetamos
a quien cae hacia su abismo.
Quien busca Amor evita santuarios;
¡silencia el corazón, aquieta el alma!.
Lloran los ojos del orfebre desterrado,
vuelan esquirlas de lo intangible.
El sendero son los pasos de la luz
que danza sola en el lampo;
montañas siderales, enjoyan la noche;
todo vive y muere dentro del pecho.
En cada una de sus expansiones,
en cada resonancia de su corazón,
en cada pálpito de su sangre,
en el hálito que vaga al infinito.
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Extraído del muro de Arturo Jaque Rojas en Facebook
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