lunes, 20 de noviembre de 2017

Discurso sobre la servidumbre voluntaria o el Contra uno - Étienne De La Boétie - Citas


011. "... La primera causa de la servidumbre voluntaria es la costumbre...".


010. “... La primera razón por la que los hombres sirven voluntariamente es porque nacen siervos y son criados como tales...".

009. "... Resuelve no servir más y serás inmediatamente libre. No digo que levantes tu mano contra el tirano para derribarlo, sino simplemente que no le apoyes más; luego veras como, igual que un gran Coloso cuyo pedestal ha desaparecido, cae por su propio peso y se rompe en pedazos...".

008. “... Es verdad que al comienzo uno sirve obligado y vencido por la fuerza; pero los que vienen después sirven sin disgusto y hacen de buen grado lo que los precedían habían hecho por obligación...”.

007. “... ¿Habéis creído hasta hoy que había tiranos? Os habéis equivocado, no hay más que esclavos: allí donde nadie obedece, nadie comanda...”.


006. "... Los hombres, al nacer bajo el yugo y la ser luego criados y educados en la servidumbre, sin mirar ya hacia delante, se contentan con vivir como han nacido, no piensan tener otro bien ni otro derecho más que el que han encontrado, y consideran natural el estado de su nacimiento...".

004. "... Los mismos tiranos encuentran muy extraño que los hombres puedan tolerar a un individuo que les causa mal; se desempeñan mucho en ponerse por delante la religión, como guardia personal, y de ser posible, en tomar algunos destellos de la divinidad para conservar su perversa vida...".

005. "... Jamás ha sucedido que los tiranos, para asegurarse, no se hayan esforzado por habituar al pueblo no sólo a la obediencia y a la servidumbre sino también a la devoción hacia ellos. Lo que enseña, pues, a la gente a servir más a gusto...".

004. "... Por los favores o los sub-favores, por las ganancias o las re-ganancias que se logran con los tiranos, al fin son casi tantos aquellos a quienes la tiranía parece ser provechosa como aquellos a quienes la libertad sería agradable...".


003. "... Lo natural en el hombre es, por cierto, ser libre y querer serlo, pero su naturaleza es también tal que tiende espontáneamente a adoptar la forma que su naturaleza le confiere...".

002. "... El tirano jamás cree tener bien asegurado su poder sino cuando ha llegado al punto de no tener bajo su dominio hombre alguno que valga...".


001. “... Si estáis resueltos a no más servir, seréis libres...”.
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martes, 19 de septiembre de 2017

La Sagrada Fórmula y El Trabajo - Omar Paladini



Noche de Trabajo. El Venerable Maestro acarició con su rugosa mano la escuadra y el compás, y sobre el papel en blanco trazo la divina proporción.


Los aprendices observaron con atención y anotaron la sagrada fórmula:


Al levantar la vista, sobre la mesa vieron a la razón de oro transformada en imagen.


"Nunca olviden -dijo el Venerable Maestro-, que dos números a y b están en proporción áurea si se cumple la sagrada fórmula:
\frac{a+b}{a}=\frac ab
Si \varphi es igual a \frac ab entonces la ecuación queda:
1 +  \varphi^{-1} = \varphi
Multiplicando ambos miembros por \varphi, obtenemos:
\varphi + 1 = \varphi^2
Igualamos a cero:
\varphi^2 - \varphi - 1 = 0
La solución positiva de la ecuación de segundo grado es:
\frac{1+\sqrt{5}}{2}=1\textrm{.}61803398874989\ldots
que es el valor del número áureo, equivalente a la relación \frac ab...".

A lo cual agrego: "Recuerden siempre que es de necios pedirle al funcionamiento de la conciencia lo que no es de su nivel de trabajo. 

No le pidan al sueño o al semi-sueño lo que corresponde a la vigilia ordinaria; no le pidan a la vigilia ordinaria lo que corresponde a la conciencia de sí. 

En todo caso trabajen para acceder a un mejor nivel de conciencia donde en cada momento del aquí y ahora estén más despiertos, con una conciencia más clara y más tranquila.

A cada nivel lo suyo. 1+1=2, 1+2=3, 2+3=5, 3+5=8, 5+8=13, y así siguiendo,... es matemática inexorable, y la libertad interna cabalga intencionadamente sobre sus olas.




Así como en el mundo cuántico cualquier partícula lleva en sí todos sus posibles valores, en el mundo interno, en el mismo instante presente, tenemos la posibilidad de acceder a los distintos niveles de trabajo de la conciencia. 

Ese acceso, a los niveles más altos, a los niveles de conciencia de sí, y de conciencia objetiva, conciencia pura, o como a uno se le ocurra llamar a ese nivel de trabajo de la conciencia, requiere de un trabajo intencional para acceder a ellos.

Los niveles más bajos, la vigilia ordinaria cotidiana, por ejemplo, ya están consolidados en su funcionamiento en el ser humano, lo que no ocurre con los niveles más altos.


Se requiere de un trabajo interno sostenido para acceder a ellos y para hacerlo a voluntad.

Odin supo cabalgar las ramas del Yggdrasil por los diferentes mundos, y paso por ellos antes de obtener el secreto de las runas.

Tenemos que trabajar sostenidamente en el propósito de estar lo más despiertos posible. Un trabajo sostenido en este intento suele dar sus frutos. El árbol de la vida los da a quienes hacen el esfuerzo necesario para acceder a ellos.


2

El quid de la cuestión, el punto clave en estos temas, es que se trata de experiencias internas.

Desde lo teórico se puede decir muchas cosas, más hay que remitirse a experiencias internas para ir comprendiendo de que se trata.

Nós vemos a veces a nosotros mismos y a los demás como algo estático. No.

Si apelamos a nuestra intencionalidad podemos transitar hacia estados internos donde nos vayamos sintiendo cada vez mejor, y esto a su vez impacta también en la gente que nos rodea y en nuestros ámbitos de relación.

Según en que dirección canalicemos nuestra energía, así serán los estados internos que vayamos transitando.

Para eso, el primer paso es atender. ¿Como puedo elegir la dirección mental hacia mejores estados internos si no estoy atento?

Atiendo. Luego le hago vacío a las direcciones mentales que me dejan un mal registro interno, y adhiero y sigo adelante con las direcciones mentales y actos que me van dejando un buen registro interno y de crecimiento, de amplitud.

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 Si tomamos como referencia los distintos niveles de trabajo de la conciencia -sueño, semi-sueño, vigilia ordinaria, conciencia de sí, conciencia pura-,

según sea el nivel de trabajo de la conciencia en el momento presente, el yo se va configurando distinto y va teniendo las fluctuaciones del caso. 

Si estamos en vigilia ordinaria, el nivel común de nuestro día cotidiano, y si por efecto del cansancio ya en la noche vamos bajando al nivel de semi-sueño, en este nivel las imágenes y emociones nos afectan más, tienen más peso interno que si estamos más despiertos.

Y en sentido opuesto, a medida que el nivel de despierto aumenta, si de vigilia ordinaria pasamos a conciencia de sí, se amplia la perspectiva y distancia de las imágenes y emociones que en el nivel de vigilia ordinaria y semi-sueño nos afectaban más.

Claro que en conciencia de sí puedo elegir ser afectado por las emociones si estas son positivas, más no seré arrastrado por ellas. 

Y en todo caso si estoy muy expuesto emocionalmente, puedo equilibrarme conectando con la fuerza, con el potencial de la energía interna, con lo cual la balanza se va equilibrando.

Si prestamos atención podemos observar esas fluctuaciones del yo. 

Y si fluctúa, lo puede hacer de forma "natural", es decir, nos "sucede" que ese "yo" no es tan estático como parece sino que se va configurando en la conciencia según los estímulos que llegan desde el mundo externo a través de los sentidos y/o de los estímulos que le llegan desde el mundo interno.

O inversamente, podemos en cierta forma ir intencionado, prestando atención y direccionándonos hacia una mejor, a registro interno, hacia una mejor configuración del yo, hacia un yo más esencial, más profundo, más sí mismo, menos dependiente, más autónomo y libre".


4

Y agrego: "Desde la conciencia de sí se abre la puerta hacia lo esencial. 

Los poetas del espíritu en ascenso supieron expresarlo. 

Como agua de manantial que brota sin contención iluminaron la noche con el relato de lo que iban experimentando. 

No solo son bellas palabras que reconfortan el alma, sino que también guían al sentir profundo hacia la unión con la plena conciencia.

La complementación del sentir profundo y la conciencia pura, se traduce en el buen hacer, en el buen dar en cada acto lo mejor de uno mismo hacia el mundo. 

Es el momento de unión de la conciencia y el mundo. 

Conciencia-Mundo en fluida unidad en proceso expansivo, y ya No-Dos. 

5

"¿Como podemos hacer -dijo uno de los aprendices- para acceder a ese mejor nivel de trabajo de la conciencia?"

"Tú lo has dicho -dijo el Venerable Maestro-. Trabajo de la conciencia. 

El trabajo de los trabajos, aquel trabajo que en sí mismo da sus frutos y no depende de ningún objeto externo, sino de una voluntad de búsqueda inclaudicable en el tiempo, es el de trabajar para el despertar de la mente. 

Hay un momento en nuestra vida que es crucial, y es el momento de la duda.

Hay un punto en que una persona empieza a dudar de aquello que lo impulsa a ir en pos de un "objeto" que le va a dar no se que "felicidad",

Y buscamos en personas, en objetos, en situaciones, aquello que por cultura hemos incorporado en la sociedad en la cual vivimos y que nos impulsan como metas a futuro. 

Y como burros con una zanahoria adelante caminamos la vida gastando energía y tiempo en actos que nos van dejando un gusto amargo de frustración permanente. 

Imágenes hipnóticas nos movilizan hacia ellas y tarde o temprano nos desilusionamos, nos sentimos "estafados" por aquello que nos iba a dar no se que maravillosa felicidad. 

Y ese amargo momento, sin saberlo quizás, es un momento crucial que puede transformar la forma de experimentar nuestra vida y el sentido que le damos. Y ese momento  es el momento de la duda.

Ponemos en duda, ponemos en tela de juicio los valores que hemos ido ingenuamente incorporando en nuestra interacción con el mundo. 

La ilusión hipnótica se ha resquebrajado, se abre una grieta, cabizbajos levantamos la vista y,... 

¡O maravilla, por la grieta interna se filtra luz que ilumina!... 

Y la oportunidad de salir del sin sentido de vivir se hace presente. La puerta de El Camino se empieza a abrir".

6

"¿Y cuales son -dijo otro de los aprendices- los atributos que tenemos que llevar en ese viaje por El Camino?"

"Ansias de liberación -dijo con firme voz el V ... M ...-. 

Fue el aristócrata del espíritu Ernst Jünger quien dijo "La incursión en la anarquía es tan instructiva como la primera aventura amorosa o el primer combate, estos primeros contactos tienen en común la derrota, que suscita fuerzas nuevas y superiores"...”.

Y agrego el V ... M ..."Cuando en el ser humano falta espíritu anarquista, falta todo, y poco se puede hacer para escapar de la rueda del semi-sueño y de la vigilia ordinaria; 

muy ordinaria ella, ligada a los valores epocales, repitiendo siempre mecánicamente hasta el cansancio y sin reflexión los mismos errores y horrores. 


Y podría decir con palabras de Errico Malatesta que "... Con espíritu anarquista me refiero a aquel profundo sentimiento humano, que apunta al bien de todos, la libertad y justicia para todos, solidaridad y amor entre las personas; lo cual no es una característica exclusiva solo de los auto-declarados anarquistas, sino que inspira a todos quienes tienen un corazón generoso y una mente abierta...".

Una conciencia libre es peligrosa....... Es perturbadora, para el sistema, y si se extiende a muchas conciencias tendrá un poder devastador para el inhumano sistema de creencias actual.

Creencias donde la adoración del becerro de oro es el eje y sentido de la vida. Creencia en no se que felicidad que objetos externos nos darán. 


En ilusoria búsqueda sufrimiento y violencia generamos en nosotros y el mundo.

Es que los cimientos en que se apoya el sistema de creencias que anida en nuestras mentes es la violencia.

La violencia es funcional al sistema de creencias en el cual vivimos.

Y como Johan Galtung podemos decir que la violencia es como un iceberg, y que la violencia visible, la violencia directa, es solo una pequeña parte del conflicto.

En las sociedades en las cuales vivimos reina la violencia estructural, y su centro es el conjunto de estructuras que no permiten la satisfacción de las necesidades de la gente, y concretamente niega esas necesidades.


A su vez la violencia cultural crea un marco de legitimidad de esa violencia que se traduce en actos para la perpetuación de este sistema inhumano.

Es la contradictoria paradoja instaurada en el ejercicio de los grupos de poder que intentan manejar a su antojo los destinos de la sociedad y de los seres humanos que vivimos en ellas.

Vivimos en sociedades humanas donde los valores centrales no son el ser humano y la vida en general, sino la pura externalidad material, fantasía compensatoria que todo lo toma y nada da. La salida al sin sentido de vivir no es por allí.

Podemos decir como el gran Dante, en esta comedia no tan divina:

"... En medio del camino de nuestra vida / me encontré en un oscuro bosque, / ya que la vía recta estaba perdida...".

Y como Virgilio ante las tres bestias, las tres bestias de la violencia estructural, podemos preguntarnos:

"... ¿Porqué a tanta angustia te vuelves? ¿Porqué no trepas el deleitoso monte, que es principio y razón de toda alegría?...".

Trepar el deleitoso monte, nos dice Dante. Intención puesta en el despertar de la conciencia.

Ingenuas criaturas somos, alucinados por lo que no se puede comprar en ningún supermercado: conciencia de sí y conciencia plena.

Desde la conciencia de sí podremos ir reconstruyendo y construyendo un nuevo ser humano.

Mientras tanto tendremos que seguir viendo y sufriendo el ver esta mala y gastada película en lo personal y en lo social.

Un nuevo ser humano es posible si es que hacemos el trabajo consciente necesario para que surja.


7


Hagamos lo que hagamos en cada momento presente de nuestra vida no perdamos en el camino a los seres humanos que nos rodean y al ser humano que somos. 

No olvidemos que no hay dos. Somos No-Dos, unidad fluida en desarrollo expansivo evolutivo y transmutativo. 

Evolutivo desde lo antiguo de los tiempos, y transmutativo desde el despliegue de la intencionalidad de la conciencia en el mundo. 

La atención de fondo debería enfocarse en esto y en la dirección mental.

Sin una dirección mental clara no hay destino. "Destino es llegar al objetivo más allá de los desvíos", ya fue dicho.

Trabajar o Extinguirnos, esa es la opción.

Fue el discípulo de George Gurdjieff, el Maestro del Cuarto Camino, Maurice Nicoll, quien dijo acerca de El Trabajo: 

"... Este trabajo se enfoca en una cierta transformación del instante, del momento, del presente, a través de actos bien definidos...".

Trabajando internamente los caminos se abren, y la ilusión de los signos y símbolos se va diluyendo en el no-saber sabiendo.

En la sabiduría del no-saber se van sintetizando las experiencias del transitar la vía, hasta que solo queda silencio.


"Mi arma más poderosa es la plegaria en silencio", dijo Gandhi". 

"¿"Mi arma más poderosa" dice Ghandi?..." -recalco uno de los aprendices en forma de pregunta-.

"Y sí -dijo el V ... M ...-, la plegaria, la oración, y más en silencio mental, es la más integradora de las herramientas de trabajo interno, ya que sin palabras traduce significados profundos que direccionan la vida hacia espacios internos mucho más amplios y plenos.

"Y es que el silencio es el alma de la palabra. La palabra que no nace del silencio no vale nada." nos dice el maestro Rumi; e imperativamente nos señala el destino del viaje: "Vuelve a la raíz.
Conciencia pura es tu esencia".

Si nos perdimos en el camino, habrá que volver a retomarlo desde lo esencial, desde lo profundamente humano, desde esa conciencia pura límpida y cristalina. 

Como humanidad hemos perdido el rumbo; y si algo se ha perdido... puede ser reencontrado.

Ir al encuentro, ese es el tema. Ir al encuentro como intención desplegada.

El encuentro es reencontrarnos con lo mejor de nosotros mismos y con lo mejor de la humanidad, con uno mismo y con todos; y ya no hay dos, trascendimos la ilusoria dualidad.

8

"¿Y los seres humanos que somos?", pregunto uno de los aprendices.

"Como Rumi, conciencia pura podríamos decir que somos -dijo el V ... M ...-, el resto parece ser añadido. Desde este punto de vista somos conciencia, nada más. 

Claro que hay un cuerpo con sus condicionamientos como soporte de esa conciencia. Condiciones que imponen su funcionamiento en un mundo, y en un universo en que esta incluido.

Un mundo sometido a leyes en su funcionamiento. Vemos salir el sol en el este geográfico y no en el sur, el norte o el oeste a nuestro capricho. "Hoy quiero que el sol salga por el oeste". No, no funciona así.

En ese sentido, conciencia y mundo son unidad, aunque en la conciencia pura eso se desdibuja, ya que no parece estar condicionada por el mundo.

Hasta ahora todas las experiencias internas de que disponemos marcan los niveles de trabajo de la conciencia como: sueño, semi-sueño, vigilia ordinaria,

conciencia de sí, fluctuante por momentos o consolidada por un trabajo interno personal sostenido en el tiempo;

y del nivel de conciencia pura -nirvana, shamadi, kheter, cielo vacío, nube del no-saber, la voz del silencio, y otros nombres que se le da a ese nivel de trabajo de la conciencia-.

De este nivel de conciencia pocos hablan ya que su acceso parece ser muy restringido.

Según mi criterio, el menor ruido lo saca a uno de ese estado. Un trabajo con el silencio mental es necesario para acceder a el, ya que el silencio mental parece ser el filtro de acceso a la conciencia pura.


Hay que levantar el vuelo como humanidad, y trascender el momento presente hacia el futuro, con imágenes que guíen la dirección mental.

Gente para levantar el vuelo hay, más me parece que les falta fe.

Fe en que es posible pasar a otra etapa como seres humanos.

La oscuridad del entorno, el nihilismo imperante en todos los ámbitos sociales, nos contamina por más anticuerpos que uno tenga.

Hay que alivianarse bastante de peso para levantar el vuelo, despojarse de ideas preconcebidas, de creencias, de autodegradación de uno mismo y degradación del otro.

Esto ultimo es esencial. El camino de la degradación lleva hacia abajo. Esa puerta tiene que estar cerrada.

Y si en el camino conectamos con la bondad y la compasión, la energía en expansión liberada acelera el proceso de cambio de cualidades.


Desde la bondad y la compasión profunda se escucha, se registran como propios los lamentos del sufrimiento en el mundo.

El bon-dad, el buen dar lo mejor de uno mismo a los demás libera, re-concilia, vuelve a conciliarnos con quienes nos rodean y con la vida.

Si nos re-conciliamos con la vida, desde ese momento podemos amarla, y en toda su expresión. Desde ahí se levanta vuelo. Es el estado sin vuelta.

"Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?", ya fue dicho. La fe esta más allá de la duda y va camino a la certeza.

Se tiene que ir polarizando el psiquismo hacia lo alto. Levantemos el vuelo y extendamos la mano abierta a quienes quieran volar con nosotros. Es el mejor destino de nuestros actos.


Seguramente que habrá condiciones previas para acceder a ese punto donde la única dependencia para el acceso sea el vació a todo estímulo para que la entrada sin puerta sea trascendida.

Habrá que limpiar bastante a la mente de los estímulos que llegan a la conciencia para bajar al máximo los ruidos, las tensiones que llegan a ella.


Es como desnudarse al entrar a bañarnos, nos despojamos de todo antes de entrar en la ducha.".


"Maestro -dijo uno de los aprendices-, ¿en ese caso estaríamos en un estado de ataraxia?".

"Sí -dijo el V ... M ...-. El temor y los deseos compensatorios a nuestras carencias, o a lo que creemos carecer, podríamos más bien decir, bajan la carga hipnótica que tienen y ya no nos llevan de las narices de aquí para allá como títeres patéticos, sino que podemos tener cierto manejo de las respuestas que damos y no meros actos reflejos que graves problemas causan a veces.

Sí, estaríamos en la conciencia pura sin ser tironeados por bi-polaridades.

Estaríamos en el cielo vacío del 
samadhi, en la conciencia plena del nirvana."Nirvana es una mente vacía", dice Bodhidharma, el primer patriarca del buddhismo zen. Por algo lo dice, quizás valga la pena averiguarlo. 

Desde la polaridad en lo alto, como experiencia interna y no como teoría, bajamos por "el camino de la autonomía", por eso hablamos de liberación, y de experiencias internas liberadoras.

No son experiencias fáciles de describir. Ni palabras ni imágenes lo pueden hacer, y si lo hacemos solo son un esbozo, y a veces solo una caricatura de ellas.

Experiencias internas interesantes, más peligrosas también. Desde lo alto las caídas son más traumáticas. La actitud devocional ayuda, y la "puerta de la degradación" sí o sí tiene que estar herméticamente cerrada.


Los signos y símbolos, las palabras e imágenes, los conceptos y representaciones, las creencia e ideas nada son en la conciencia pura, ni siquiera una suave neblina.

Es necesario, para acceder a estados internos superadores de la conciencia biológica sumergida en el sueño, el semisueño, y la vigilia ordinaria, el contacto con la conciencia pura;

y para eso es necesario el trascender los yoes periféricos, el trascender signos y símbolos, palabras-conceptos, creencias e ideas, imágenes y representaciones,


desapegarse, des-pegarse, no estar pegados los actos de conciencia con los objetos mentales, solo conciencia e intencionalidad, suspensión del espacio-tiempo mental, vacío, silencio, conciencia pura. Voz del Silencio que guía.


En el proceso de ascenso hacia la plena conciencia las creencias e ideas tienen su peso y dependemos de ellas, más en el tramo final hay que despojarse de todo, absolutamente de todo, libre al fin, ya fue dicho.

Por el camino de la autonomía bajaremos luego hacia la vida diaria enamorados del vacío y del silencio, y en el pilar de la complementación nos apoyaremos,  y desde la compasión y bondad actuaremos.

Y ya desde el vamos, desde el inicio del trabajo de ascenso, la puerta de entrada hacia lo profundo la estaría abriendo el trabajo cotidiano con la atención.

¿Sin atención, como se guiaría la mente en dirección ascendente?" 
-dijo el V ... M ..., con una sonrisa en los labios y abriendo grande los ojos.


Y la pregunta resonó en la mente de los aprendices.


"La atención 
-dijo el V ... M ...-, el trabajo sostenido con ella desde que nos levantamos a la mañana hasta que nos acostamos a la noche, es fundamental para el ascenso hacia la consolidación del nivel de conciencia de sí y del acceso a la conciencia pura.

Si tomamos las cinco dimensiones de los niveles de trabajo de la conciencia en un determinado momento presente, habría que tener en cuenta de que mientras un nivel esta trabajando en primer plano en la conciencia, los otros niveles también lo están, por lo cual el nivel de conciencia de sí y el de conciencia pura también lo estarían haciendo;

dicho esto último con la salvedad de que los niveles de sueño, semi-sueño, y de vigilia ordinaria ya están consolidados en el proceso evolutivo humano;

la conciencia de sí parece ser errática y no consolidada; y la conciencia pura es solo nombrada por los grandes maestros del autoconocimiento profundo como Buddha, Gurdjieff, y otros maestros de diferentes escuelas, sean estas religiosas, filosóficas, logias, o de otro tipo.


Ya Nietzsche hace muchos años dijo que “Todos consideramos la conciencia como de una magnitud fija. Nos negamos a su crecimiento y a ver sus intermitencias. La aceptamos como la unidad del organismo.

Esta ridícula sobre-estimación y esta errónea concepción de la conciencia, tiene como resultado de que se ha impedido una maduración real de ella.

Como los hombres están creídos de que ya poseen una conciencia, se toman muy pocas molestias para adquirirla.”.


Estos planteos, estos temas pueden llegar a tener sentido en la medida en que tenemos interés en ellos y en experimentar con lo que se dice. De lo contrario no pasaran de ser un mero entretenimiento intelectual, muy agradable quizás ya que estimula bastante a la imaginación. Más en este caso no se trata de divagar acerca de estos temas sino de experimentar con ellos. 


Y si de experimentar con ellos se trata, es conveniente hacerlo con quienes tengan un mínimo de experiencia en estos temas. Suele ser desafortunado a veces improvisar con ellos. Tengamos en cuenta que no son experiencias muy comunes en principio, y pueden desestabilizarnos demasiado.

Equilibrio y Armonía, Medida y Proporción, y todas las herramientas que se deriven de estos conceptos serán necesarias en esta vía, en este camino de ascenso.

El Maestro George Gurdjieff ya nos había señalado que “Cada ser humano debe llegar a ser un artesano que haga de cada día de su vida una obra de arte, llevando constantemente una relación armónica entre sus pensamientos, sus sentimientos y sus acciones.”


Y ya en contacto con la conciencia pura, en ese orden secuencial de alineación del pensar, el sentir, y el hacer, esta señalado el rayo descendente de la energía desde la conciencia pura, que baja con autonomía con imágenes que van tomando cada vez más carga energética, y en su contacto emocional con el sentir profundo se direccionan con toda la carga hacia el mundo a través de actos. Mundo externo-interno ¿Se entiende? No hay dos.


9

Hay que tener en cuanta que desde cada nivel de conciencia surgen actos característicos hasta donde podemos experimentar y comprender.

Para aspirar a una mejor respuesta de no tropezar siempre con la misma piedra o caer en el mismo pozo,

es de importancia lo que una Escuela hace, y lo que vienen haciendo las distintas Escuelas a través del tiempo, para facilitar el acceso a esos niveles de conciencia por encima de la vigilia ordinaria cotidiana.


Es necesario sobrepasar el nivel de conciencia vigílica hacia la conciencia de sí, que es donde se van dando las "caídas en cuenta de..." y la retroalimentación que va consolidando la conciencia de sí, base para desarrollos de mas vuelo,

ya que desde ahí se abre la puerta a un nivel de trabajo que esta presente y al cual no tenemos acceso o lo tenemos en forma muy atenuada.


En ese trabajo interno en que se van dando las caídas en cuenta, el acto de darse cuenta, más allá de cual sea el objeto de conciencia en que recae ese acto consciente, cada persona va haciendo sus propias interpretaciones en el momento presente.

 Cada persona hace las propias. Nadie las puede hacer por nosotros. En ese caso de nada valen. Solo son un freno en el proceso de autotransformación.


10


La santísima trinidad del preguntar antes que nada tendrá en cuenta cual es el interés que mueve a ese preguntar, desde que punto de vista se esta enfocando la mirada interna.

En ese preguntar en principio veremos donde estamos parados internamente y que vemos en el horizonte mental.

En segundo lugar buscaremos el registro de lo que sentimos en relación al lugar interno en que estamos.

Y en tercer lugar nos preguntaremos que queremos hacer en relación a lo que vemos y sentimos.

Si podemos responder con claridad y unidad a lo que pensamos y sentimos, y lo unimos a un hacer coherente con las situaciones que vivimos, se abre la posibilidad de una vida nueva, de una vida que pueda ser llamada... Vida.


11

Somos aprendices, siempre y continuamente aprendices, y superando errores continuamente podemos superarnos y hacer con ello y en cada acto nuestro aporte en la transformación del mundo.

El camino de la intención es un caminar activo, es intencionalidad desplegada en cada acto del momento presente. 

No es divagación proyectada a futuro. 


Es proyección de posibilidades y selección de actos que más nos encajan en el aquí y ahora. Es libertad de elección desplegada generando a cada instante un mundo nuevo".

"Pero maestro -dijo uno de los aprendices-, nuestra intencionalidad tiene sus límites, que se contraponen con intenciones en otra dirección. Y esas otras direcciones están ocasionando mucho daño a la gente y a la sociedad en general. El poder de una minoría se impone sobre la gran mayoría de la población. ¿Como cambiar eso, como generar ese mundo nuevo, me pregunto?".

"Bueno -dijo el V ... M ...-,
 somos los seres humanos los que hemos y seguimos haciendo desastres en el mundo que nos rodea. 

Cuando el valor central en la cabeza de la gente es el dinero y el poder, y valores y prestigios de cartón pintado, cuando el valor central no es el ser humano y la vida en toda su expresión ¿que más que monstruosidad podemos ver a nuestro alrededor?

Hace unos años, el maestro Krishnamurti en charla con interesados en su pensamiento, les expreso al respecto:

"Yo veo lo que está ocurriendo en el mundo: guerras, nacionalidades, asesinatos, todas las cosas horribles que suceden, que suceden realmente. No lo estoy imaginando; veo que ocurren bajo mi nariz. Entonces, ¿quién creó eso?"

"Los seres humanos", dijo uno de los interlocutores.

Y Krishnamurti agrego: "¿Admiten ustedes que todos nosotros hemos creado eso?"

"Sí, por supuesto", contesto.

"Muy bien -dijo Krishnamurti-. Por lo tanto, si todos nosotros lo hemos creado, entonces podemos cambiarlo".

Por muy pequeño que parezca, por ínfimo que sea un cambio, por ese solo hecho todo cambia y se transforma, ya nada es lo que era, y las experiencias que vamos teniendo nos lo van demostrando: que nada es permanente y que  todo fluye. 

"... Una experiencia nunca es un fracaso, pues siempre viene a demostrar algo...”. dijo Thomas Alva Edison

La mayoría de las veces avanzamos no de éxito en éxito, como nuestras ingenuas creencias nos lo afirman, sino como Edison, de fracaso en fracaso caminamos hasta que, como Edison después de mil intentos fallidos, se nos prende la lamparíta, “caemos en cuenta de...”, corregimos el rumbo, y seguimos nuestro camino.

Matemática interna inexorable tiene en su funcionamiento nuestra mente, y si la forzamos en su funcionamiento surgen problemas".

"¿Y donde queda entonces la libertad en los seres humanos? -pregunto uno de los aprendices- ¿Somos solo marionetas de un destino predeterminado?".

"El tema es que estamos condicionados por leyes universales -dijo el 
V ... M ...-, esa es la condición, es el punto de partida que a cada instante se abre como posibilidad futura, y somos parte y uno con el todo universal. La separación es solo una ilusión. ¿Donde esta la separación? 


Más lo que condiciona no determina, y desde la intencionalidad expansiva de la conciencia se extiende y amplía esa libertad a cada instante. 


El margen de libertad lo da la intencionalidad de la conciencia tendida hacia el futuro e influyendo de esa forma en cada acto de conciencia del momento presente.


El futurizar, el imaginar el futuro cercano o lejano va configurando y reconstruyendo el presente.


12


Si los actos lanzados como arqueros lanzando sus flechas hacia el blanco se apoyan en un trabajo sostenido día a día, momento a momento, usando todas las herramientas de Escuela a nuestra disposición, seguramente las flechas llegaran a buen destino; y si no lo hacen, sera una buena oportunidad para autoobservarnos y ver en que fallamos, y poder corregir y pulir las aristas de la piedra en bruto que somos. 


Piedra en bruto pesada por la materialidad densa de lo vegetativo y emociones bipolares, más con destino de libertad si resolvemos intentar y generar mundos nuevos donde valga la pena vivir.


El mundo nuevo se vislumbra cuando se experimenta en nuestro interior el cambio, la renovación e integración creativa a cada instante, una construcción que va creciendo y se expande sin barreras a cada momento.


En ese sentido somos albañiles, somos arquitectos de nuestro destino, y en cada acto va surgiendo un nuevo ser humano más sensible y más libre. 

Y la libertad es una elección, que se expresa en cada acto del momento presente. La estamos ejerciendo cuando cruzamos el limite que las circunstancias parecen imponernos. Es un acto de rebelión. Es un ejercicio continuo y trascendente de liberación de las condiciones en que vivimos en el momento presente. Es apertura hacia posibilidades creativas futuras.


13



"Una pregunta, Maestro -dijo uno de los aprendices-. ¿Qué es lo que un Maestro debe saber para enseñar y guiar a los iniciados en los sagrados ritos?".

"Lo que un Maestro debe saber es que no sabe -dijo el V ... M ...-. 


Debe saber que todo es interpretación de una realidad.  


Debe saber que lo que se le presenta en el instante presente como "la realidad" es "su realidad".


Realidad que depende también del nivel de trabajo de su conciencia en ese momento, y que cambia con el fluir del nivel de trabajo de su conciencia.


Esto mismo aplica para "la verdad", para el "bien" o el "mal".


El Maestro Jiddu Krishnamurti nos enseño que "Cuando la mente está por completo atenta, alerta, vigilante, no existen cosas tales como el mal o el bien; sólo hay un estado lúcido, despierto".


Nuestras "verdades" van cambiando a través del tiempo. 


¿Como puede ser que "la realidad" y "la verdad" sean tan inconsistentes?


El fluir de la vida y la impermanencia implica vivir en equilibrio inestable.


Implica atención permanente a todo lo que se presenta ante nuestra conciencia.


No estar atentos implica tomar como "real" lo que es solo construcción mental. Y una construcción sin conciencia de ello y sin cimientos es probable que tarde o temprano se venga abajo.


Yendo al punto central de la pregunta, saber que no se sabe es el máximo saber. 


Mientras tanto, el resto de los saberes, muy útiles a veces en la vida diaria, son saberes provisorios. Son herramientas útiles y necesarias, más no son ni más ni menos que eso: herramientas.


14


A través del tiempo, por lo que hemos investigado, siempre hubo en el mundo en los distintos pueblos, y a través de la cultura y el tiempo, quienes han expresado comprensiones sutiles de cierta profundidad, mucho más amplias y universales que su propia cultura.

No es fácil conectar con comprensiones sutiles. Se nos escapan las definiciones globales, son como inapresables, ya que van más allá del intelecto, son comprensiones totales, totalizadoras.

Una foto apresa un instante ya pasado, vivido, más el movimiento y fluir de la vida es experimentado más se nos escapa como agua entre las manos.

Son las comprensiones sutiles fluidas como la vida misma.

Cuando detenemos el fluir de las comprensiones, mueren. ya en ese momento son letra muerta, pierden su poder transformador del mundo externo-interno -no hay dos-.

El fluir de la vida no lo puede detener una idea-herramienta.

Una idea en si misma no es mucho más que eso.

Si esta integrada en nosotros con nuestras emociones, acciones, y hasta hecha carne en nuestro cuerpo, ya pasa a ser parte de algo mayor, mucho más que letra muerta.


En cuanto a la diferencia en que se nos presenta la realidad según el nivel de trabajo de nuestra conciencia, en el nivel de la conciencia pura, trascendido el funcionamiento del intelecto, el saber, la realidad, la verdad, el bien o el mal, son solo humo, neblina mental. 


"¿Como sería eso", pregunto uno de los aprendices.


"No lo se", -dijo el V ... M ...-. 


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Y prosiguiendo con la charla, expreso: "Desde su bondad y compasión, extendiendo su mano abierta, el Maestro Keiji Nishitani nos dijo:


"... Hay que despertar al vacío radical que abre el horizonte hacia algo más grande que nuestra existencia efímera. 

Al entender este “vacío”, esta interdependencia universal, desaparece nuestro “yo”, encerrado en el egoísmo de sus intereses y deseos privados y asimilamos un corazón compasivo universal...".


Entrar en contacto con el corazón compasivo es el primer paso consciente que damos en nuestro tránsito hacia la libertad.

Ese transito es un camino continuo extendiéndose en el horizonte y bajo nuestros pies, un proceso que nunca se detiene, y en ese proceso de aprendizaje continuo tenemos que ir atentamente tomando decisiones de cuales vías recorrer, y elegir conscientemente la dirección de cada uno de nuestros actos.


Somos uno con todos los seres humanos que nos han precedido, y a los cuales hay que estar agradecido. 

Hace bien agradecer; agradecer lo que la vida nos brinda. 

Agradecer las herramientas que nos han brindado quienes prendieron el fuego que da calor y luz en la oscura noche.

Agradecer lo que nos han regalado, herramientas que han viajado de ser humano en ser humano a través del tiempo, y que nosotros recreamos con nuestra experiencia viva, esa continuidad en la liberación del ser humano, liberación que toma vuelo en la bondad y la compasión, y desde ahí se expande.

Somos los Guardianes del Tesoro, los portadores de las Sagradas Herramientas de Escuela, y sin bondad y compasión poco se puede hacer con ellas.

Desde la bondad y la compasión conectamos con la sagrada energía, y desde ahí con la conciencia pura.

Las Sagradas Herramientas de Escuela, que hoy, como siempre, la gente necesita. ¿Que mejor que brindar el tesoro que nos fue dado?


Tenemos que tener cada vez más clara la intención de El Trabajo, el propósito y el sentido que el tiene. Nos va la vida en ese intento trascendente. Es un salto al vació. Es un salto hacia el futuro.

En estos casos no hay esquemas que nos salven de ir haciéndonos responsables internamente de las caídas en cuenta, ya que en ellas nos vamos apoyando en cada paso del camino transitado.


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Hay que tener en cuenta también que tenemos operando en nuestra mente un fondo de creencias que no vemos ni ponemos en tela de juicio ya que para nosotros son "la realidad misma".

Y convivimos con millones de seres humanos que también van teniendo "su realidad".


En esa pluralidad de "realidades" trabajan las Escuelas. No para imponer una "realidad" por encima de otras, sino que se trabaja tanto para el desarrollo del potencial humano en lo particular como para el destino de la humanidad toda, ya que cada acto de esclarecimiento personal ilumina el mundo que nos rodea. De una u otra forma se expande a nuestro alrededor. 

Si nuestra conciencia se oscurece y densifica, se oscurece el mundo. Si nos esclarecemos, si nos iluminamos, iluminamos el mundo.

Es necesaria la determinación interna puesta en juego con fe en ser posibilidad abierta hacia el futuro, y no mera hoja arrastrada por el viento. Sin esa fe en nosotros mismos y en quienes nos rodean ¿como dar siquiera el próximo paso? 


Todavía resuenan como un eco las palabras de Iesus Hominum Salvator: "... Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?...", 

Fue él quien nos enseño que amemos a nuestros prójimos como a nosotros mismos, 

no solamente en el acto del momento presente de tratarlos como nos gusta ser tratados, 


sino en el amor a su alma, a su espíritu, a su esencia de fondo que no puede ser salpicada por la oscuridad de una conciencia en fuga -y señalo la lamina puesta en el pizarrón-
conciencia que esta siempre latente para abrirse paso ante la densa oscuridad y confusión de las contradicciones del momento presente.

En los confusos momentos actuales, en los momentos sociales más turbios e inhumanos, el ser humano busca una respuesta a tanta monstruosidad. Es el momento en que nos replegamos sobre nosotros mismos.

Y en ese repliegue interno conectamos con lo profundo, con lo que siempre estuvo allí, como a la espera, para expresar lo mejor de la humanidad: la bondad, la compasión, la comprensión de que somos uno con todo lo que nos rodea, que no hay dos.


En ese recodo personal en que nos detenemos a reflexionar acerca del camino a seguir en nuestra vital vida, surge la posibilidad y voluntad de decidir y ordenar la propia conducta en una dirección querida y no ser un mero reflejo y títere patético de una sociedad y sus valores decadentes y enfermos. 

¿Podemos estar bien adaptados a una sociedad contradictoria que se cae a pedazos? Adaptados a s
ociedades humanas donde sus cimientos, sus bases, son absurdas. Absurdidad de poner como centro de la vida valores que no son sí mismo, que no ponen al ser humano y a la vida en general como centro.

Descentrados, sin centro de gravedad interno, con un centro proyectado afuera, somos manejados por valores, por imágenes, por prestigios sociales de un mundo deshumanizado, buscando afuera de nosotros mismos aquello que de sentido a nuestra existencia, y terminamos siendo manejados por la proyección que de esos valores hacemos en el mundo.

Confiamos, apoyamos nuestra fe, en líderes de diferente calaña, de que ellos nos salven de no se que, que transformen nuestra vida y destino.

Y me pregunto ¿es que no tenemos conciencia ni capacidad para usarla en forma autónoma dándole sentido y destino a nuestra existencia?

¿estamos obligados a que desde afuera de nosotros mismos nos digan que es lo que tiene sentido y que no, y cual es la dirección a seguir en cada acto de nuestra vida?.".

"Pero maestro -dijo uno de los aprendices-, según lo que usted esta diciendo ¿no es entonces un contrasentido de que nosotros, por ejemplo, estemos aquí en este momento tratando de aprender de usted algo que aclare nuestro sentido de vida y destino?".

"Buena pregunta -dijo con una sonrisa en los labios el V ... M ...-. ¿Que mejor aspiración puede tener un maestro que a no ser necesario ya que los aprendices pueden desplegar sus alas y emprender su propio vuelo?".

"¿Y como puedo saber cuando es el momento para desplegar las alas? -dijo uno de los aprendices-".

"Cada instante del momento presente lo es -dijo el V ... M ...-".

"¿Y como sabre si estoy en el camino correcto? -volvio a preguntar-".

"Solo tu lo puedes saber -el V ... M ..dijo-. Según que dirección tomes en el camino tendrás un tipo de registros. 

Si tus actos van en dirección evolutiva transmutativa, las experiencias que iras teniendo te irán dejando un registro positivo, y si opuestamente tus actos van en dirección regresiva, el registro que vayas teniendo sera negativo. 

En ese sentido es como la siembra, ya fue dicho, de acuerdo a lo que siembres sera lo que coseches. 

Hay que tener en cuenta que nacemos en una determinada condición. Condición accidental, no elegida.

Vamos creciendo condicionados por la cultura en que hemos nacido y en que nos hemos criado.

Para cuando empezamos a poner en tela de juicio a nuestra cultura, ya la hemos incorporado y arraigado en nosotros mismos.

Podemos aceptar o negar la condición de nuestra vida personal y social, podemos estar atados a situaciones no elegidas,

y por más nudos que haya, si día a día ponemos nuestra intención en desatarlos, iremos ganando en libertad.

Vivimos en una determinada condición, más lo que condiciona no determina.

Desde las épocas de las cavernas los seres humanos nos hemos destacado por ir más allá siempre de la condición impuesta por las circunstancias.

Hoy no sera la excepción ni mañana lo sera. La intención esta a la base de todo lo que hacemos.

Se va ganando en libertad si uno lo intenta.

Es el camino del intento por ser cada día y a cada instante más libres.

Es una decisión interna de poner cuerpo y corazón en esa dirección mental, destino de libertad.


Hay direcciones mentales y sus actos correspondientes que apuntan hacia adaptaciones evolutivas y transmutativas superadoras de etapas anteriores.

 Y hay direcciones mentales y actos que van en dirección contraria, son regresivos, y un callejón sin salida.

¿Cuales serán los frutos de esa adaptación involutiva? ¿Puedo aceptar los valores de una sociedad enferma de inhumanidad? Me parece que sería una pésima elección. 
Los resultados negativos día a día están cada vez más a la vista y poco y nada se puede hacer para taparlos. Lo que es, es ¿que más se puede decir? 

Poco se puede decir, más mucho se puede hacer en pos de cambios profundos no cosméticos. El salto al vacío es necesario..

Más no es caída en el vacío del sin sentido. Es elevación hacia la conciencia pura, autónoma y vital.


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Hay que tener en cuenta que así como tenemos claro los caminos y senderos que nos guían hacia el sol del amanecer de la vida, también hay caminos que nos llevan hacia la oscuridad del sin sentido de vivir.

Hay portones a cerrar a caminos que llevan hacia el sin sentido, y tres abismos a traspasar en dirección hacia el despertar de la plena conciencia.

El primer camino que hay que evitar y cerrar es el que lleva hacia y el odio y el resentimiento. Nada interesante ocurre allí y sí muchas monstruosidades.

El segundo camino al cual tenemos que hacerle vacío y cerrar es al que lleva hacia la degradación en cualquiera de sus formas. A estas formas las podemos esquematizar como el emplazamiento mental desde la soberbia, que es degradación de los otros; como también la del emplazamiento desde la autodegradación, que es desvalorización de uno mismo ante los demás; o la tercera que es la del nihilismo pleno de degradación de la vida en toda su amplitud.

Y el tercer abismo, aquel que de cruzarlo nos habilita el camino hacia la conciencia pura, es el de la noche oscura, donde quedamos hipnotizados por un cielo estrellado de ensueños compensatorios, y continuos fracasos ilusorios de divagaciones sin sentido, energía tirada a la basura en su persecución, fantasmas del sueño, fruto de una mala digestión de contenidos internos.

Si en la noche oscura podemos a través de la purificación del fuego del corazón eliminar la escoria de lo no ya útil, daremos un paso más en el amanecer de la conciencia que empieza a despertar de su largo sueño rumbo al cenit del mediodía de la conciencia pura.


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"Maestro -dijo uno de los aprendices-, ¿cual seria la relación entre esa elevación de conciencia y la religión?".


"Bueno
-dijo el V ... M ...-. Si bien hay críticas como las de Mijail Bakunin de que "La religión es demencia colectiva", y las de Karl Marx de que “la religión es el opio del pueblo”, hay que tener en cuenta de que las religiones formales cuando se han institucionalizado han perdido el espíritu que les dio origen. 

Y ese espíritu original tiene que ver, creo yo, con preguntas fundamentales de fondo acerca de si mismos, del universo, y fundamentalmente acerca del sentido de la vida. 

Religión significa re-ligar, re-conectar. Y esa religión no es la religión de los fariseos socios del poder en todas las latitudes y culturas, 

Decía que, religión es re-ligar, es re-conectar los distintos mundos, es reconectar el mundo interno con el mundo externo. y es fundamental esta tarea ya que no hay dos. Somos No-Dos. Fluida Forma y No-Forma complementada en unidad expansiva.

Si mal no recuerdo fue Platón quien hablo de la Locura Divina. 

Es decir, tenemos la demencia crepuscular de la que habla Mijail Bakunín, mas también hay una "Locura Divina" que re-liga, que re-conecta el mundo interno y complementa con la unidad mayor universal. 

Es decir, conciencia y mundo no divididos sino complementados, No-Dos sino Tao.

En relación al tema de la religión y la religiosidad, Feuerbach habla de alienación, y menciona que la religión es una invención de los seres humanos, que duplican trascendentemente este mundo terrenal, y lo ve justificable para los hombres primitivos y su pensamiento mágico, pero absurdo y alienante para el hombre actual.


Karl Marx a su ves dijo que "la religión es el opio del pueblo", y que de la alienación económica, estructural y radical en la sociedad capitalista, 
derivan otras formas de alienación, como la social a través de la división en clases, la alienación política con la división entre la sociedad civil y el Estado de las que, a su vez,  derivan otras formas de alienación ideológica, donde estaría la alienación religiosa como opio de los pueblos insertos en un régimen capitalista, que buscaría justificar la situación de miseria de la mayoría de la población y confundir y mistificar la realidad para que todo siga igual y nada cambie. 

Y Bakunin expreso que "Basta un amo en el cielo para que haya mil en la tierra.".

Claro que Bakunin también tenia en cuenta de que el conocimiento de sí mismo es fundamental al decir que "Todo lo que vive tiende a realizarse en la plenitud de su ser. El hombre, ser vivo y pensante al mismo tiempo, para realizarse debe ante todo conocerse."

Y esa concepción de la comprensión de si mismo como microcosmos re-liga, re-conecta en comprensión del macrocosmos del que somos parte y con el cual estamos ligados en fluida unidad. 

Re-ligación que poéticamente expresa la inscripción en el pronao del Templo de Apollo en Delphos, Grecia:

"... Te advierto, quien quiera que fueres, Oh! Tu que deseas sondear los arcanos de la Naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo, aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tu ignoras las excelencias de tu propia casa ¿Cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el tesoro de los tesoros. Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los Dioses...".

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Si bien hay una conciencia en fuga, alienada, inconsciente de ella misma, demencialmente patética y marioneta de sus carencias y compensaciones, también existe una demencia sagrada, la locura infinita de los caminantes en viaje hacia la conciencia pura.


La Locura Divina la llamaron los antiguos Maestros, y Erasmo de Róterdam supo dedicarle algunos elogios.

Sagrada demencia es desarrollar virtudes, es amar el conocimiento que ilumina el alma, y volar hacia el sol sin quemar las alas.


La sagrada demencia es la que va más allá de las convenciones del momento. La que no se conforma con estreches de formas, la que se levanta de su cómodo sillón de confort e intenta crear mundos nuevos.

La sagrada demencia abre los antiguos caminos hacia horizontes de futuro abierto a múltiples e infinitas posibilidades de ser. 

La sagrada demencia a cada instante del momento presente tiende sus pasos hacia los demás, contagiando la sagrada demencia de vivir más allá de los condicionamientos en plena libertad creativa.

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Objetos en su fluir del momento presente llegan a nuestra conciencia. Actos lanzamos en respuesta a ellos.

¿Somos conscientes de ellos, de los objetos de conciencia o solo respuestas reflejas son dadas ante su presencia? 

Seguramente habrá cierta conciencia de los objetos y de los actos de conciencia que se relacionan con ellos.

 ¿En que medida lo es, en que medida estamos conscientes de como se relacionan en cada momento presente cada objeto con cada acto de conciencia? ¿Que propósito e intención los guía? ¿En que dirección van esos actos?

¿Estamos lo suficientemente despiertos como para direccionarnos hacia aquellos actos que nos van dejando a través del tiempo un registro positivo en nuestras vidas?

¿Podemos hacerle vacío a lo negativo, a aquello que en este mismo momento presente nos tira hacia abajo llevándonos hacia estados internos negativos, sin salida, y en ultima raíz destructivos?

Ramana Maharshi nos enseño que que hay que estar en forma permanente conectado con la polaridad en lo alto, con el Sí mismo, con la conciencia pura.

El nos expreso que "... Si uno recurre a la contemplación del Sí mismo ininterrumpidamente, hasta que el Sí mismo es obtenido, eso sólo bastará. Mientras haya enemigos dentro de una fortaleza, continuarán saliendo; si son destruidos a medida que emergen, la fortaleza caerá en nuestras manos...".

Y el Maestro Bankei también nos guió en esa dirección: 

"... Yo sólo le digo a la gente que permanezcan en su estado mental original y que no lo transformen en pensamiento.

No pretendo que hagan nada especial ni les doy reglas ni prácticas concretas. Sólo que permanezcan en su hogar y no busquen nada más.

Que se sienten, se pongan de pie, duerman, se despierten y lo hagan todo en este estado mental original sin dejar que se transforme en nada más. Eso es todo...".

Lógicamente que esto sera posible si en cada momento del aquí y ahora estamos atentos, estamos presentes.

La presencia es fundamental. Sin atención al momento presente trabajar internamente es solo una fantasía más de nuestra mente.

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Hace un tiempo ya, el Maestro Sri Aurobindo nos señalo que 
"... La libertad progresiva y el imperio sobre la propia mente están perfectamente dentro de las posibilidades de todo aquel que tenga la fe y la voluntad de emprender esta conquista...". 

¿Que mejor acto, que mejor aporte podemos hacer en nuestro paso por este mundo? 


Por pequeño que nos pueda parecer ese aporte, es nuestro, es lo que podemos dar, lo que podemos ofrecer. Ofrecer. Es ofrenda sagrada. Es dar lo mejor de nosotros mismos.


¿Y que mejor acto podemos llevar adelante en nuestra vida que el desterrar la oscura densidad que sobre nuestras mentes como neblina avanza?

La oscura densidad a su vez, poco puede hacer ante una conciencia atenta y consciente de ella misma".

"¿Desde donde somos conscientes de esa neblina oscura que avanza?", pregunto uno de los aprendices.

"Lo somos desde otro acto mental de reconocimiento -contesto el V ... M ...-, desde otro acto mental posterior inmediato al acto de conciencia lanzado que por el registro interno suscitado nos marca que hemos errado el camino y que hay que corregir el rumbo, corregir la dirección mental sin demora. 

Es en ese corregir el rumbo en cada acto presente en que aplicamos la reversibilidad de nuestra conciencia con actos intencionales superadores de la inercia de actos mecánicos y reflejos.

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Para entender mejor lo anterior, antes que nada tengamos en cuenta los siete principios expresados por el Venerable Maestro Hermes Trismegisto en El Kybalión.


El primer principio es el Mentalismo: El Todo es mente; el universo es mental.

El segundo principio es el de Correspondencia: Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba; y este principio se manifiesta en los tres Grandes Planos: El Físico, El Mental y El Espiritual.

El tercer principio es el de Vibración: Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra.

El cuarto principio es de Polaridad: Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.

El quinto principio es de Ritmo: Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.

El sexto principio es de Causa y Efecto: Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte o azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley.

Y el séptimo principio es el de Generación: La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos; y en el plano físico es la sexualidad".


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Prosiguiendo con el tema, expresó: "Sobresta mesa de trabajo yacla caparazón de un Nautilus, la más clara expresión de la divina proporción en un ser vivo, aunque la podemos tambiéencontrar en los pétalos de las flores, en la distribución de las hojas en un tallo, en la disposición de las hojas de las alcachofas, o en la relación entre la distancia entre las espiras del interior espiralado de un  molusco cefalópodo como este nautilus. 

El Maestro Fibonacci, en su Libro de los Ábacos, uso esta sucesión para calcular este acertijo matemático. Acertijo matemático que intuitivamente hasta los pájaros furnarius, los horneros, conocen cuando como buenos constructores hacen sus nidos, realizan sus casas.

Los horneros trabajan como el mejor de los arquitectos en respuesta a una necesidad específica construyendo una estructura precisa, justa, firme y duradera, usando la materia prima que está a su disposición y que cumple su función en forma perfecta. Perfecta y precisa como la sagrada formula que usan para construirla.

En el "Tao Te King", Lao Tse, dice: "... El Tao dio a luz al Uno, el Uno dio a luz al Dos, el Dos dio a luz al Tres, el Tres dio a luz a las innumerables cosas...",

y René Guénon comenta al respecto: 


"... el cuatro, producido inmediatamente por el tres, equivale en cierto modo a todo el conjunto de los números,

y esto porque, desde que se tiene el cuaternario, se tiene también, por la adición de los cuatro primeros números, el denario, que representa un ciclo numérico completo: 1 + 2 + 3 + 4 = 10, 

que es, como lo hemos dicho ya en otras ocasiones, la fórmula numérica de la Tetraktys pitagórica...".


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El número cuatro representa la separación aparente de los seres humanos y humanas con la unidad de la que forma un todo indivisible y dinámico.

1-2-3 son manifestaciones no fácilmente visibles; el 4, coagula y cristaliza lo no-manifestado en visible ante nuestra conciencia. 

Lo que es conciencia universal se nos manifiesta, como consciencia: como comprensión, como "caída en cuenta de...", como conciencia de sí ante nosotros mismos y de lo que nos rodea.

Y para que lo no-manifestado se haga presente ante nuestra conciencia tenemos que estar atentos en todo momento,


ya que es en este atender intencional que la puerta del aprender a ver se abre teniendo conciencia de nosotros mismos y de todo lo que nos rodea.

Es el momento del renacimiento, del comienzo del despertar profundo.

La puerta de una nueva clara transparente realidad se abre y el camino de las posibilidades se ensancha ante nuestros pies.

Es conveniente para esto recordar las palabras del maestro Pitágoras y ponerlas en práctica: 

"... Purifica tu corazón antes de permitir que el amor se asiente en él, ya que la miel más dulce se agria en un recipiente sucio...".

y "... Haz pues lo que no te dañe, y reflexiona antes de actuar.

Y no dejes que el dulce sueño se apodere de tus lánguidos ojos
sin antes haber repasado lo que has hecho en el día:

"¿En qué he fallado? ¿Qué he hecho?¿Qué deber he dejado de cumplir?"

Comienza del comienzo y recórrelo todo, y repróchate los errores y alégrente los aciertos.

Esto es lo que hay que hacer. Estas cosas que hay que empeñarse en practicar.

Estas cosas hay que amar. Por ellas ingresarás en la divina senda de la perfección.

¡Por quien trasmitió a nuestro entendimiento la Tetratkis, la fuente de la perenne naturaleza!...", 

y nos manifestó "... Por encima de todo, respétate a ti mismo...".


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Unir lo no-manifestado con lo que se presenta ante nuestros ojos como "la realidad", es un trabajo vital a realizar día a día en cada instante del fluido presente.

El número cuatro es la base donde estamos parados, es el símbolo de la vida.

Y sin olvidar el origen ancestral desde donde venimos, y teniendo en cuenta donde estamos actualmente, tengamos en cuenta siempre hacia donde nos dirigimos,

ya que nuestro trabajo y destino es la nueva humanidad que se esta gestando y a la cual hay que ayudar a parir, ayudar a renacer transformada y transmutada, unida entre si y el todo universal.

Es un elemento esencial para todo iniciado no perder nunca el emplazamiento interno de aprendiz. El venerable maestro Paulo Freire lo expreso con su luz habitual:   

"... Nadie ignora todo, nadie sabe todo. Todos sabemos algo. Todos ignoramos algo. Por eso, siempre aprendemos...”. 

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¿Y que es lo que aprendemos en nuestro trabajo diario instante tras instante, momento a momento presente? Aprendemos a trabajar la piedra en bruto que somos.

Las herramientas del autoconocimiento profundo van a ser fundamentales para llevar adelante ese delicado, sutil, y necesario trabajo.

En nuestras vidas en cada momento presente estamos condenados a elegir la dirección de nuestros actos.

Siempre hay guías útiles que nos marcan el camino, más el que tiene que estar atento y ver que vía seguir es uno mismo, eso no se puede delegar.

Hay personas que lo hacen, delegan en otros su libertad de elección y su destino.

Bueno, cada uno ve hasta donde puede ir extendiendo su libertad interna. Eso es cosa de todos los días, en cada momento, ahora mismo.


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Nuestro trabajo es trabajo de albañil. 

Es necesario estudiar, reflexionar y poner en practica, tener mucho pensamiento crítico, poner a todo, absolutamente a todo, a critica y autocrítica, y luego, más estudio y reflexión, acción creativa y heroica sin ser suicida, y así siguiendo.

Nada viene de la nada en estos casos. Es trabajo pesado a veces, que nadie lo puede hacer por nosotros. 

En su momento, el Maestro Nilo el Asceta nos dijo: "... No evites a las lavanderas. Si al batir y tironear, golpean y friegan, tus vestiduras se tornarán resplandecientes...".

Es que si nos esclarecemos, si nos iluminamos, iluminamos el mundo. 

No podemos eludir nuestro propósito en la vida, 

y toda acción termina y sigue su camino en los otros y hacia el futuro.

Las herramientas del autoconocimiento profundo son como el hierro: 

fuertes por un lado; y por el otro, si no se usan se oxidan en la mente del practicante.


Una escuela puede tener muchas herramientas o pocas para trabajar internamente.


Si tiene muchas herramientas y se trabaja mucho, sera mejor.


De lo contrario, más vale pocas herramientas y que se trabaje mucho, y no muchas herramientas y que se trabaje poco.


Y en esto no hay que olvidar nunca lo dicho por Swami Sivananda: 


“... Un gramo de práctica vale más que una tonelada de teoría...".


Sabiduría, Fuerza, y Belleza, son herramientas, son virtudes vitales, que todo aprendiz en su trabajo interno va incorporando. 


In-Corporando. In Corpore. En el cuerpo. Haciendo carne a esas virtudes que en su alma van surgiendo como agua de un manantial de agua cristalina purificada por el fuego de los grandes volcanes internos.


Podemos tener sabiduría para aplicar toda nuestra energía en cada acto intencional voluntario, más sin la belleza de la bondad y compasión de una conciencia de sí atenta y sensible al dolor ajeno poco podremos hacer que tenga sentido.

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La belleza de la bondad y la compasión son grandes océanos, y el yo dominante de la periferia no ve más que oscuridad y no sabe nadar.

Solo un yo más consciente y sensible puede nadar en ellos, y sumergirse en las profundidades transparentes del ser.

La belleza es bondad y compasión del corazón purificado de odio y resentimiento.

La bondad, el bon-dar, el buen dar lo mejor de uno mismo hacia los demás; y la compasión. 


La com-pasión. Com-padecer. Padecer con el otro. Ponerse en el lugar del otro con todo nuestro ser.

"Yo soy tu. Tu eres yo" dijeron los Maestros sufíes. Sentir y comprender esto, es ciencia, ciencia de la conciencia.

Es entrar al corazón profundo y sensible del "todos somos uno, no hay dos", donde la separación es solo ilusión.


Si yo soy tu, y tu eres yo, no hay tu ni yo, y somos uno, no dos. La realidad de las realidades es unidad, no dos. Y nada se puede decir de ella.


Sin unidad interna, solo es ilusión buscar más allá. La unidad interna nos pone en resonancia con el universo".

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"¿Y como hacemos para lograr estar en resonancia con todo lo que nos rodea?", pregunto uno de los aprendices.

"El Maestro Goethe hace tiempo nos aconsejo -dijo el 
V ... M ...-“... Si quieres formar parte de la casa que construimos es preciso, piedra, que aceptes que nosotros te tallemos...”.


Como piedras en bruto que somos, imperativamente nos señalo la senda del trabajar sin descanso en la tarea de reconstruirnos a nosotros mismos, de seguir los pasos de nuestros guías internos en cada acto de nuestra vida cotidiana, y en valorar y usar las sagradas Herramientas de Escuela.


"Ora et labora", ya fue dicho. Atentos siempre al trabajo interno y externo a un tiempo.


Lo que es es, en uno y en todos. Los dioses moran en nos, en nosotros, y si apagamos el ruido y hacemos silencio, ellos hablan y actúan a través nuestro. 

Dioses encadenados somos, y martillo y cincel son necesarios para cortar las cadenas que nos atan a la oscuridad y al sufrimiento, a la contradicción y la violencia, a la deshumanización y la muerte. Destino incierto para una mente y una sociedad en caída libre hacia el abismo oscuro del sin sentido.

"Vuelve a cincelar tu vieja forma  y crea un nuevo ser". nos  expreso imperativamente Allamah Muhammad Iqbal. Y agrego: "Este ser es un ser real; si no tu ego no es más que humo"

Y no olvidemos que el uso, la practica con las herramientas hace al artesano.

Piedra bruta somos en el trabajo interno que nadie puede hacer por nosotros; acto y objeto a la vez; acto y objeto de liberación.

Somos piedra bruta que merece ser tallada.

Piedras que en su choque producimos el fuego transmutativo que aporta la energía para el viaje hacia la conciencia pura.

Pedernal es “piedra de fuego”, ese es su significado desde antiguo, desde que aprendimos a producir, conservar, y dominar el fuego.

Fuego externo, más también fuego interno, energía que direccionada hacia lo alto y trascendente, retorna en luz iluminando el mundo.

Esas chispas que encienden el sagrado fuego impulsan el intento, impulsan hacia la transformación de las condiciones dadas, dignidad que no acepta ninguna esclavitud ni natural ni social.


Fue el gran maestro Jiddu Krishnamurti quien poéticamente nos dijo:

"... Como la chispa que ha de dar lumbre està escondida en la ceniza gris.

Así !Oh¡ Amigo, la luz que ha de guiarte, está oculta bajo el polvo de tu propia existencia...".


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La materia prima con la cual trabajamos es piedra bruta que hay que desbastar

y ese trabajo se hace con el martillo de la fuerza de voluntad y con el cincel de la inteligencia que ilumina golpe a golpe el mundo interno 

y lo va despojando de prejuicios, de creencias, opiniones y valores que hemos aprendido en un mundo enfermo y que hemos asumido como propios a través de la educación, las costumbres y los distintos ámbitos del sistema social en el cual nacimos y vivimos. 

Ese mundo enfermo es al que debemos morir para renacer como hombres nuevos. Es un viaje iniciático, un transitar por el camino de la intención hacia la generación de mundos nuevos.

El maestro Rumi, hace muchos siglos ya, nos regalo esa enseñanza: "En cada momento le doy forma a mi destino con un cincel, soy el carpintero de mi propia alma"...".


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"El Trabajo de un Maestro con los Aprendices tiene dos vías -dijo el Venerable Maestro-.


Uno es el camino de la fe, el dogma. la doctrina; donde el maestro dice: "La salida es para allá".


Y el otro es el camino de la propia experiencia: del trabajo sobre sí mismo con las herramientas del autoconocimiento profundo,

donde uno va teniendo sus experiencias, las va interpretando y sigue avanzando hacia su destino de libertad.

El camino de la fe es una gran barca de compasión y amor, y el camino de la propia experiencia interna profunda es la pequeña barca con que nos elevamos hacia lo alto".

"-¿Y cual camino es mejor?", pregunto uno de los aprendices.

"No hay mejor ni peor en definitiva -dijo el V
 ... M ... -. No se contraponen la pequeña y la gran barca, sino que se complementan.

Dependerá tanto de los Maestros, como de lo que estén dispuestos o no a llevar adelante los Aprendices,

y de lo que la época que nos toque vivir con sus creencias del momento pongan como condición.


Ninguna condición determina resultados. Todo dependerá de lo que ponemos en juego atentamente en cada acto del momento presente.

Como abeja hacia el néctar de las flores va el caminante peregrino en búsqueda hacia su destino. "...el que busca, halla...", dijo San Mateo, y "... la paciencia todo lo alcanza...", nos dejo escrito en una bella poesía Santa Teresa de Ávila.

El maestro Ajahn Chah nos aconsejo trabajar en todo momento y circunstancias cuando dijo:

"Practica cuando te sientas perezoso y practica cuando te sientas diligente. Practica cuando estés sentado y practica cuando estés caminando. Cuando te acuestes, céntrate en tu respiración y dite a ti mismo, 'no seré indulgente en el placer de acostarme'. Enseña a tu corazón de esta forma, levántate tan pronto como despiertes y sigue esforzándote"...".


32


Mientras el Venerable Maestro desenrollaba un viejo pergamino, dijo:

"Los hermanos construyeron los grados de la Logia Masónica de acuerdo con las contribuciones de los conocimientos cabalísticos.


El Árbol de la Vida es el arquetipo del Templo Masónico, y podemos establecer analogías entre la disposición de las moradas y caminos internos y el lugar interno en que nos encontramos en el momento presente.

El Árbol de la Vida nos enseña que nuestro cuerpo es el Templo del Espíritu en Ascenso, y nos guía desde Malkhut, desde la tierra, desde la materialidad en que emanamos, para poder recorrer los caminos que llevan a la luz de Kether.

Desde la materia a través de la forma creativamente nos elevamos hacia Kheter, hacia la polaridad de los cielos internos. Y desde los cielos internos creativamente damos forma a la materia. De esta manera la materia se espiritualiza y el espíritu se materializa.

El obrero de la tierra, para ser convertido en constructor social, no puede perder su contacto con el mundo ni con la luz de Kheter, y debe estar atento y conectado con las virtudes que el cultiva dentro de su templo interior.

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Una de las virtudes a incorporar en el inicio del camino es la limpieza, la pulcritud en cada acto consciente.

Rabí Yehuda Ashlag, llamado Baal HaSulam, el Propietario de la Escalera, por su comentario Sulam, por su comentario Escalera, sobre El Libro del Zohar, nos expreso que 

"... La persona más desarrollada reconoce en sí misma una mayor cantidad de mal, y por lo tanto rechaza y separa el mal desde dentro, en mayor medida.

La menos desarrollada siente en sí misma sólo una pequeña cantidad de mal, y por lo tanto, rechaza sólo una pequeña cantidad del mal.

Como resultado, deja por dentro toda su suciedad, porque no la reconoce como suciedad..."
;

y que "... si usted tiene un ático lleno de bienes, entonces todo lo que necesita es una escalera para subir hasta él, y entonces todo el bienestar del mundo estará en sus manos...".

Para obtener el resultado adecuado hay que hacer el esfuerzo adecuado; y si grande y amplio es el proyecto lanzado hacia el futuro como posibilidad querida, la energía y el trabajo aplicado en el momento presente en el aquí y ahora tiene que estar a la par de ese proyecto.

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"... Las medias tintas jamás alcanzan la majestuosidad..." dijo nuestro Maestro Rumi.

El trabajo justo para el resultado justo. No hay justicia más plena en cuanto a los frutos recogidos en el trabajo que aplicando la  sagrada formula de la divina proporción. En este caso, lo que es, es".

"A veces caigo en cuenta -dijo uno de los aprendices- de que mis pensamientos se disparan solos, y que eso me deja un sabor amargo, de haber estado perdiendo el tiempo. ¿Es que pensar no es positivo?".

El 
V ... M ..dijo: "La continua charla mental, esa radio prendida en la cabeza todo el tiempo que nos habla, es un punto importante para atender en nuestra vida diaria. Fuente de un gran gasto de energía es esa divagación sin sentido. 


Divagar, vagar por las ideas, los conceptos, las imágenes, las representaciones internas, no es un problema en tanto y en cuanto seamos conscientes de ello.

De lo contrario, si divagamos sin sentido desperdiciaremos grandes cantidades de energía que podríamos haberla usado en el ascenso hacia un estado más elevado de conciencia, lo cual no es poca cosa.


No desperdiciaremos esa vital energía si es que hemos elegido vivir intencionadamente y con un propósito claro de vida.

Buddha ya hace tiempo nos enseño que "... Así como el arquero talla y pone sus flechas rectas, el maestro dirige sus pensamientos descarriados...".

Estar atentos es una buena herramienta para que las imágenes internas no nos lleven de las narices de aquí para allá sin una dirección clara. Es muy sano estar atentos, y tranquilos en lo posible también. 

Después de todo, la atención, y la tranquilidad son dos de los siete factores de la iluminación, según el mismo Maestro Buddha".

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Otro aprendiz, continuando la charla, dijo: "A veces no se con claridad que es lo que busco en El Trabajo ¿Cuales son los frutos de El Trabajo?".

Una leve sonrisa surco los labios del V ... M ..mientras expresó: 

"De acuerdo a lo que sembremos, el árbol dará sus frutos.

En cada sendero, en cada surco del Árbol de la Vida sembramos actos de conciencia.

Si en los surcos sembramos odio y resentimiento, cosecharemos odio y resentimiento.

Y si en sus surcos sembramos el limpio amor de la bondad y la compasión, cosecharemos el limpio amor de la bondad y la compasión.

Si atentamente sembramos actos de conciencia de sí, con mente atenta cosecharemos conciencia de sí.

Y si soltamos el lastre de objetos de conciencia que nos pesan y atraen como fuerza de gravedad hacia abajo, y en ese mismo acto con toda nuestra energía libre nos proyectamos en viaje hacia las alturas, se abrirá el camino hacia la conciencia pura.

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"Venerable Maestro -dijo otro de los aprendices- ¿que es la conciencia pura?".

"No sabría decirte con exactitud que es la conciencia pura -dijo el 
V ... M ...-, más solo un leve toque de ella, unos pocos segundos o minutos de su contacto, y ya nada vuelve a ser lo que era antes.  Cada cual luego de esa experiencia  hará las  interpretaciones del caso, si es que las desea hacer. 

Lo que sí puedo decir en base a mi experiencia, es que da como una sensación de intemporal, de que está fuera del tiempo, y que el yo se diluye. 

Probablemente esto último, la sensación de que el yo se diluye, ocurra por el hecho de que la memoria y el intelecto son trascendidos en su funcionamiento y eso lo desconfigura, la falta de estímulos; y solo queda funcionando la atención plena. 

Y bien plena que es esa atención, ya que no hay signos ni símbolos, ni palabras ni imágenes que perturben su funcionamiento. 

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El niño interno juega y se enamora de la conciencia pura. Para él es un juego entrar y salir a voluntad de ella. El cielo vacío de la conciencia pura lo hace rebosar de alegría.

Quizás algo tiene que ver con esto lo dicho por IHS de que "si no se convierten y se hacen como niños, no entrarán en el reino de los cielos".

En cuanto a la conciencia pura... -hizo una pausa y un gesto con ambos brazos en expansión hacia ambos lados de su persona- parece ser solo presencia, presenciación pura. Nada más... ni nada menos. 

Cuando al Maestro Nisargadatta Maharaj un interlocutor le dijo que para estar aquí y ahora, necesitaba su cuerpo y sus sentidos, y que para comprender, necesitaba una mente, Maharaj le contesto que "El cuerpo y la mente son solo síntomas de ignorancia, de incomprensión. 

Compórtese como si usted fuera presenciación pura, sin cuerpo y sin mente, aespacial y atemporal, más allá del «donde», del «cuando» y del «cómo». 

More en ella, piense en ella, aprenda a aceptar su realidad. No se oponga a ella y no la niegue todo el tiempo. Mantenga una mente abierta al menos.".

Y en su duda por lo dicho, el visitante le pregunto: "¿Cómo se origina el error de ser una persona?"

"Lo absoluto precede al tiempo -dijo Maharaj-. 

La presenciación viene primero. Un paquete de recuerdos y de hábitos mentales atrae la atención, la presenciación se focaliza y repentinamente aparece una persona. 

Retire la luz de la presenciación, vaya a dormir o desvanézcase y la persona desaparece. La persona fluctúa, la presenciación contiene todo el espacio y el tiempo, lo absoluto Es.".

La memoria y la  imaginación, el acceso a lo que en el momento presente se nos manifiesta como pasado, y lo que imaginamos como posibilidades futuras, si bien son herramientas del funcionamiento habitual psíquico fruto de la evolución del proceso humano y de la vida en su conjunto, pueden también ser un veneno para el acceso a la conciencia plena, al cielo vacío de la conciencia objetiva libre de contradicciones que todo lo abarca sin retener nada, libre, completa y contundentemente libre.

Lo podría expresar en palabras de Thomas Stearns Eliot: "...El tiempo pasado y el tiempo futuro sólo permiten mínima conciencia. Ser consciente es no ser en el tiempo...".

Quizás valga la pena hacer el trabajo adecuado para estar en contacto con ella, con la conciencia plena. Todos los grandes maestros de la conciencia en ascenso nos han guiado hacia esa meta. 

En ese camino hacia la conciencia pura seguramente que habrá que ir depurando a la mente de impurezas para ir liberándola de contradicciones y ruidos. 

La superación de estados internos que registramos como negativos nos van marcando un camino, una mejor dirección mental que aquellas que nos llevaban a la contradicción y al sufrimiento. 

El camino se abre y amplía a cada paso que vamos dando hacia estados internos más luminosos y formas más puras.

De esas formas puras, Antonio Rueda nos dice: ."... ¿Qué mejor manera de ver las sombras y los claros que en las formas puras? En las formas puras no hay atajos ni malentendidos, no hay mentiras...".

Si tomamos como referencia los doce trabajos de Hércules, podemos en forma simbólica, tomando a esa narración alegórica como referencia, podemos visualizar los estados de conciencia que a lo largo de nuestra vida hemos transitado.

El trabajo de los trabajos esta representado en este mito, el trabajo de transitar desde la densa oscuridad hacia la sutil luz de la conciencia pura.


Y lo más importante es que en este mismo instante presente, si estamos atentos a lo que vamos experimentando, podemos aprender a ver en que parte de la geografía interna nos encontramos y elegir en cada acto consciente la dirección a seguir. 

Sin dirección ni sentido que trascienda las necesidades de lo cotidiano la vida se torna laberíntica y confusa 

Si bien los extremos se tocan. la diferencia quizás esta en que en Malkut, en lo vegetativo-sexual, la autonomía es mínima;  


y en la polaridad más allá del intelecto, en la conciencia plena, la autonomía es máxima, ya que la dependencia es solo del vacío, del silencio mental necesario para que se manifieste la luz de Kheter, de la plena conciencia.".

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"¿Y si no encontramos la salida a la confusión interna, Maestro", pregunto uno de los aprendices.

"Hay dos vías para salir del laberinto de la confusa conciencia de la vigilia ordinaria -dijo el V ... M ...-, ya que sin conciencia de sí mismos no se llega al umbral del inicio de El Camino.

La puerta del camino para dar el primer paso y tener destino es empezar a experimentar la conciencia de nosotros mismos. Tenemos habitualmente más inconciencia de sí, que conciencia de sí.

Es en la conciencia de sí que aprendemos a ver de un modo nuevo y transparente; es desde ahí que la niebla que cubre nuestros ojos se va disipando. 

Estar atentos es el primer paso. Sin dar ese primer paso descendemos hacia la difusa vida que solo lleva a la disolución sin sentido.

Una vía de salida de la vitalidad difusa es el uso de todas las Herramientas de Escuela que estén a nuestra disposición, y su uso en cada acto del aquí y ahora.

Serán útiles las herramientas que nos ayuden a estar más en paz con nosotros mismos y con quienes convivimos a diario.

También las que nos ayuden a comprender nuestro funcionamiento interno, las que  sirvan para descargar mejor nuestras tensiones, y las que nos sean útiles para integrar nuestro mundo interno.

La otra vía, el acceso más directo hacia la conciencia de sí en la vida diaria, es la de utilizar las herramientas atencionales con casi exclusividad. En ese caso sera porque su uso nos permite estar más despiertos que lo habitual. 

Si es que estamos atentos y nuestra dirección mental es hacia las altas cumbres, con los cuidados del caso, como Ulises en viaje de retorno a Ítaca, no perderemos el rumbo. 

El buen mapa del Árbol de la Vida dibujado por los Maestros de la conciencia en ascenso, seguramente nos sera de utilidad en cada paso del camino, por más que no reemplace a los guías baqueanos, a los conocedores por experiencia de los senderos internos.

Estas son en definitiva las dos opciones: la del uso de todas las Herramientas de Escuela, o la del uso exclusivo de las herramientas atencionales.

Cada cual debe ir viendo cual forma de trabajo le resulta más efectiva, y elegir una de ellas. 

En cualquiera de las dos opciones, lógicamente, la atención no puede faltar, aunque varíe la forma de trabajo.

Si estamos atentos,  y más allá de los actos reflejos podemos tomar las riendas de nuestra vida y dejar de ser una hoja al viento sin propósito ni sentido, la dirección mental debe estar orientada hacia la limpia y cristalina fuente de las altas cumbres de la conciencia pura.

Parece ser que hay una intención que guía hacia ella, y que hay guías internos, referencias internas que nos ayudan a no perdernos en ese viaje, y en cada paso que damos nos marcan el camino a seguir. 

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Rabí Yehuda Ashlag en Los Pasos de la Escalera, nos orienta hacia el esfuerzo adecuado para con el trabajo del caminante, del peregrino interno en búsqueda hacia su destino:


“… si alguien te dice: ‘trabajé afanosamente y no encontré’, 

no lo creas. 

‘No trabaje afanosamente y encontré’, 

no lo creas.

‘Trabaje afanosamente y encontré’, créelo...".

La justicia de las justicias son los frutos de El Trabajo.

Hay injusticia en el mundo podemos decir; más en el trabajo de los trabajos, el Trabajo de Escuela, se recoge lo que se siembra.

"... Ármate de valor y trabaja. Ármate de paciencia y sigue trabajando. Este es el único camino..." nos dijo Swami Vivekananda.

El trabajo interno sostenido da sus frutos. Y los frutos de las experiencias internas cuando son lanzadas al mundo con claridad, ruedan y se expanden más allá del tiempo y el espacio.

Poéticamente en sus cantos místicos, la poetisa Lalla desde su inspiración nos hablo de la unión entre el mundo tangible y el mundo intangible, de la unidad de todo lo existente, y de la necesidad de trabajar internamente:

"...Un único precepto mi Maestro me ha dado: "de lo exterior, me dijo, entra en lo interior"...".


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Desde el yo inspirado se abren las puertas del futuro y la transformación del mundo externo e interno, que son lo mismo, no hay dos.


El Maestro poeta Yunus Emre nos marco el límite del umbral hacia los espacios sagrados cuando entrando a los espacios abiertos de la libre energía, inspirada y poéticamente nos expreso su experiencia vital:

"... La luz de mi luna borra las tinieblas

E ilumina las celdas oscuras en los corazones.

¿Pueden vivir juntos en una misma celda

El rayo penetrante y la sombra?...".

Si estamos atentos, muy atentos, en los primeros pasos en las alturas de los espacios abiertos de la energía no tropezaremos y caeremos hacia el abismo de los errores y horrores de la disolución sin sentido.

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Desde el yo de la periferia dominante poco se puede hacer más que repetir día a día los mismos errores sin aprender de ellos.

Ya fue dicho por los guías de la humanidad bondadosa y compasiva que cometamos errores distintos y no los de siempre.

La repetición y repetición de los mismos actos sin reflexión ni reversibilidad nos llevan hacia los bajos caminos de la extinción.

El acceso al yo inspirado por el amor a la vida abre la entrada hacia la vida plena

Las puertas del mensaje profundo que guía se abren con el yo consciente,

más solo estamos en el límite del portal y todavía afuera de nosotros mismos.

Los pies como agua que fluye transitan el camino poéticamente; las manos sueltan lo no ya útil, y desde la generación creativa van construyendo mundos nuevos.


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Desde la Tierra al Cielo, y desde el Cielo a la Tierra, lo simbólico nos guía en los Caminos y Moradas del Árbol de la Vida.

La luz del sol nos ilumina, y la luz reflejada de la luna ilumina la oscura noche si en calma esperamos el amanecer de la conciencia en ascenso.

Cuenta la leyenda, que hubo gente que, en momentos de crisis general y desorientación, buscaban afuera de ellos mismos una referencia que les marque el camino a seguir;

y que en esos lugares oscuros sin salida, en esas búsquedas de sentido, hubo quienes encontraron sendas entre los matorrales, y vieron que en las montañas con sus curvas y contracurvas fueron emergiendo valles, y que en los picos de las montañas el sol brillaba.


Y con ese brillo se iluminaron, y el fuego del sol en su pecho ardió, Y brillaron con luz propia. "Lux fero": sacaron la luz interna que en lo profundo estaba dormida en su sueño de humanidad vital y difusa.

Y prendieron antorchas, y armaron arcos y flechas, Y flechas de luz surcaron los cielos de la noche oscura del alma.

Fogatas ardieron en los campos abiertos y la luz se expandió.

Quien prende una luz en la oscuridad no solo se ilumina a sí mismo sino que ilumina a su alrededor. 
Y aun más, como luz en la lejanía sirve como referencia de que no todo es sin sentido y oscuridad.

Y tocados por ese resplandor, como luciferes benévolos portando luz desde el amor compasivo, desandaron pasos y marcaron a quienes se cruzaban en su camino la dirección de salida que habían visto y experimentado; y dibujaron mapas con tiza en el suelo donde los niños jugaron para ese viaje desde la Tierra al Cielo, como guías del camino hacia la plena vida.

Ese camino no esta lejano, ese camino de ascenso y de descenso esta siempre ante nuestros pies.

Si estamos atentos, si atendemos a los caminos que se abren en cada momento presente, podemos elegir la mejor senda a seguir y descartar aquellas que ya no llevan a ninguna parte".

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Luego de lo cual, señalando una gran lámina colgada en la pared, les dijo: "Las diez moradas y los ventidós senderos, y su correlación interna, son las siguientes:

1. Kether - Corona

2. Chokmah - Sabiduría, Sapiencia

3. Binah - Inteligencia, Entendimiento

4. Chesed - Gracia, Amor, Misericordia

5. Geburah - Fuerza, Justicia, Severidad

6. Tiphareth - Belleza

7. Netzach - Victoria, Triunfo

8. Hod - Gloria, Esplendor

9. Yesod - Fundamento, Base

10. Malkuth - Reino, Realeza

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Estos son los diez nombres del árbol de la vida, que presenta 32 vías, representados por los 32 grados de la iniciación masónica y cuyo grado 33 es el coronamiento máximo, cuando el iniciado ha llegado a transmutar de Malkuth a Kheter, desde la materialidad vegetativa condicionáda a la propia esencia, atemporal y libre. 


Kheter es la génesis de todas las emanaciones canalizadas por las otras sefirot y la luz superior generadora de todo el movimiento de la creación. 

Desde Kheter emana la bondad compasiva a través de manos y frentes luminosas apoyadas en una intención que trasciende el ego individual periférico hacia el océano humano y universal del cual somos unidad inseparable.

Desde la emanación creativa de Kheter damos intencionadamente forma a la materia, y la materia con sus formas se conecta creativamente con la emanación de Kheter en espirales crecientes de evolución y transmutación.

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En contacto con la emanación de la conciencia pura, el Maestro Rumi nos expreso que


“El mundo fenoménico está fundado sobre lo imaginario, y tú a eso le llamas el mundo de la realidad, sólo porque es visible y tangible.

En cambio, calificas de imaginarias las realidades espirituales a las cuales el mundo de aquí está subordinado. Pero, es justo lo contrario. 


Este mundo, tu mundo, es irreal e imaginario, y el de las realidades espirituales es lo único real y lo que reduce a nada todos tus mundos"

y que "todo lo que ahora ves se desvanecerá como un sueño".

Después de la purificación por el fuego que nunca se apaga, y ya alumbrados con las luces tenues del amanecer, sus palabras resonarán como un eco guiándonos:

“No ser nada es la condición requerida para ser”
 y "El silencio es la raíz de todo. Si caes en espiral hacia su vacío, un centenar de voces en estruendo te darán los mensajes que deseas escuchar".


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Proyectados hacia el sol que va surgiendo en el horizonte, en el camino vamos dejando atrás signos y símbolos que empiezan a ser una carga molesta que nos va frenando, y seleccionamos lo más básico para continuar la marcha hacia la claridad de la conciencia en ascenso.

Y ya en el tramo final de nuestro viaje, despejada la conciencia de pesos, solo de algo dependeremos: del vacío.

La mas tenue partícula o ruido en este estado, nos hará descender al mundo de la forma, con sus creencias y realidades fantasmagóricas, con sus contradicciones duales, hacia el sin sentido de un yo encerrado en si mismo y su mundo de ensueños compensatorios de míseras carencias. Compensaciones necesarias para la vida, más un gran gasto de energía quitada a la conciencia en ascenso hacia su destino.

En ese paso trascendente de lo único que dependeremos es del vacío, del silencio, que como una nube de no-saber sabiendo, de no ser siendo, de conciencia pura ante si misma, sin palabras ni símbolos que la empañen, de conciencia clara, esclarecida, limpia, que se guía iluminada por el sol de la certeza.


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El sol de la certeza siempre nos ilumina si hacemos el superesfuerzo adecuado. No es suficiente el esfuerzo o el sobreesfuerzo, es necesario algo superior a ello. Es un esfuerzo y dedicación sin límites, es un trabajo constante y pleno en cada instante presente.

El maestro Bodhidharma, primer patriarca de buddhismo zen, estuvo años meditando sentado frente a una pared en una cueva de las montañas Songshan, en China, donde a sus pies se encuentra el monasterio buddhista de Shaolin,

Nueve  años estuvo meditando frente a  una pared, dicen. 

Parece que no miraba solo lo pared, ya que cuando bajo de la montaña expreso lo que tenia que expresar y oriento a quienes tenia que orientar, fundando una escuela que sigue su curso hace unos 1500 años.

Despues que Boddidharma bajo de la montaña, dijo estas palabras:

"... Cuando la mente deja de moverse, penetra en el nirvana. Nirvana es una mente vacía. Cuando no exis­te la ignorancia, los Buddhas alcanzan el nirvana. Cuando no existen las aflicciones, los bodhisattvas entran en el lugar del despertar...". 

Palabras, sí. Más palabras que guían en una dirección las experiencias que vamos teniendo en el momento presente. 

Palabras que te van diciendo: "El camino sigue por aquí" o "No, por ahí no es, es por allá". 

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Y llega el momento en que las palabras están de más y hay que dejar en suspenso a los conceptos e imágenes, a los signos y símbolos. 

El Maestro Shams Tabrizi ilumino y guió nuestros pasos en esta senda del camino cuando nos dijo que "El Intelecto te lleva hasta la puerta, pero no te ingresa a la casa".

En ese caminar en las alturas, vemos hasta donde nos da la vista.

Comprendemos hasta donde podemos aprender de nuestra experiencia vital.

Lo que queda flotando en el vacío como pregunta, ingenuamente lo solemos rellenar con creencias, con respuestas sin base. Con bonitas respuestas que ya no encajan con la experiencia del momento actual.

Si en este punto no nos despojamos, no dejamos al costado del camino lo no ya útil, el camino empinado hacia la cumbre de la montaña sagrada sera a cada paso más difícil.

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Más allá de la forma se abre paso la conciencia hacia la liberación de las condiciones y la dependencia.

En el final de su novela "El Nombre de la Rosa", Umberto Eco lo expresa así:

"... Me internare de prisa en ese desierto vastísimo,

perfectamente llano e inconmensurable,

donde el corazón piadoso sucumbe colmado de beatitud.

Me hundiré en la tiniebla divina,

en un silencio mudo y en una unión inefable,

y en ese hundimiento se perderá toda igualdad y toda desigualdad,

y en ese abismo mi espíritu se perderá a si mismo,

y ya no conocerá lo igual ni lo desigual, ni ninguna otra cosa:

y se olvidaran todas las diferencias,

estaré en el fundamento simple, en el desierto simple,

en el desierto silencioso donde nunca ha existido la diversidad,

en la intimidad donde nadie se encuentra en su propio sitio.

Caeré en la divinidad silenciosa y deshabitada

donde no hay obra ni imagen...”.


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La carga de conceptos, imágenes, creencias, como un lastre tendremos que ir dejando de lado en el ascenso.

A la vuelta de la cumbre los podremos retomar si los necesitamos.

Más ya no como verdades eternas, sino como herramientas útiles en tanto y en cuanto las necesitemos.

Más allá de las creencias, de las formas que limitan los procesos de cambio, la experiencia da respuestas, subjetivas, sí, intangibles, sí, más respuestas de gran peso interno que ninguna creencia nos podrá brindar.

Algunas creencias hasta cierto punto nos serán de utilidad en la vida diaria, más la experiencia es de una cualidad superior. No se pueden ni siquiera comparar.

Seleccionaremos en ese momento crucial las experiencias que nos guíen e iluminen el camino, y que estén en vibración con lo que sentimos y hacemos.

Y en esa selección iremos liberando de pesos la conciencia.


El Maestro Ramana Maharshi guiándonos en este paso de El Camino, desde su experiencia profunda en su momento nos expreso que "el que quiere conocer al Sí mismo no tiene ninguna necesidad de contar el número de las categorías o de indagar sus características; lo que tiene que hacer es rechazar enteramente las categorías que ocultan al Sí mismo".

Y a esto agrego: "La liberación es el cese de todos los pensamientos y de la actividad mental. Los pensamientos son como burbujas sobre la superficie del mar".


Más allá del intelecto, ya en el umbral de la conciencia pura, en el Árbol de la Vida de la conciencia en ascenso, esta escrito en su rama la palabra "dependencia".

¿Dependencia de que?

 Dependencia de la forma, de creencias, de conceptos e imágenes, que vamos poniendo en suspenso, y direccionados hacia el vacío, hacia el silencio mental, y en el camino habernos despojado, como al entrar al agua a bañarnos, de todo ropaje.

Despojados de creencias, de apegos. Desapegados, despegados. No pegados nuestros actos con los objetos que se presentan ante nuestra conciencia.

Despegados y despejados de expectativas, sumergidos a pleno en la vida más allá de toda dualidad. Uno en el todo, y todos en el Uno.

En el portal del contacto con la pura esencia en su en-sí, el Maestro Shabestârî aconsejo el soltar todo objeto que se presente ante nuestra conciencia: "... Renuncia a ver, pues aquí no es de ver de lo que se trata".


Y luego de ese toque de vacío, en silencio total y sin palabras, al volver al mundo de la vida diaria, liberados de las cadenas en la búsqueda de resultados, traducimos lo experimentado en  palabras y actos libres hacia el mundo y la gente que nos rodea.

El Maestro Swami Prabhavananda en su momento nos enseño que "... En el estado de consciencia trascendental, esa perfecta unión divina que los hindúes llaman samadhi, el alma iluminada no tiene ego; su ego está fundido en la Deidad.

Cuando él retorna a un plano inferior de consciencia, es nuevamente consciente de su individualidad; pero ahora tiene un sentido “maduro” del ego que no crea para él ni para los demás esclavitud alguna....".


En la polaridad de lo alto, si tocamos el cielo de la conciencia profunda, volvemos hacia la tierra por el camino de la autonomía con la mente limpia, 

Autonomía sujeta a las condiciones que nos toca vivir, más con apertura a múltiples posibilidades a escoger en el sentido de vida proyectado. 

Proyección apoyados en el pilar del propósito que nos da dirección. 

Dirección mental apoyada en una actitud reconciliatoria e integradora, superadora de la fría inhumanidad nihilista sin sentido.

Con la conciencia despejada de ruidos y de niebla, en ese retorno a la vida diaria, las funciones cotidianas como el intelecto con sus signos y símbolos, con sus palabras y conceptos, con sus imágenes y representaciones, ya dejan de tener la carga ilusoria de ser verdades, sino la de ser herramientas de la mirada interna que usamos al interpretar lo que se nos presenta ante nuestra conciencia proveniente de los dos mundos, el interno y el externo. 

Y con esas herramientas construimos nuestra visión de la realidad sabiendo que es construcción de realidad hecha por nosotros mismos y no la realidad en sí misma. 

La realidad es lo que es y no necesita interpretación. Cuando la interpretamos pasa a ser interpretación desde un punto de interés y no la realidad en si misma.

El Maestro Jiddu Krishnamurti puso luz al respecto cuando dijo que "... Un hecho es un hecho: no es falso ni verdadero.

Sólo cuando deseo traducir un hecho conforme a mi sensación, a mi ideación, es que entro en el engaño.

Cuando estoy enojado, ello es un echo; no es cuestión de autoengaño.

Cuando soy lujurioso, codicioso, cuando estoy irritado, ello es un hecho; sólo cuando empiezo a justificarlo, a buscarle explicaciones, a evitarlo, a traducirlo conforme a mi prejuicio en mi favor, únicamente entonces tengo que preguntar: “¿que es la verdad?”

Es decir, no bien abordamos un hecho emocionalmente, sentimentalmente, a base de ideación, entramos en el mundo de la ilusión y del autoengaño...".

"¿Podemos vivir en el mundo sin interpretarlo? -pregunto uno de los aprendices- ¿Como dar una respuesta eficaz entonces a lo que  vivimos cotidianamente?".

"Hay que tener en cuenta -dijo el V.M.- que los estímulos que llegan  a nuestra conciencia son signos que hacen referencia a algo para nosotros mismos, y que somos nosotros quienes los interpretamos de acuerdo a convenciones sociales, a lo que creemos que ellos representan, y al interés que para nosotros tienen.

También hay que tener en cuenta que la característica que tienen los signos es que nos remiten a otra cosa. 

Un mapa, por ejemplo, no es el territorio, el nos remite al lugar geográfico que representa; una nota musical nos remite a un cierto sonido; un color en un semáforo si estamos manejando un vehículo nos remite a avanzar o detenernos. Esa es la función que cumple la interpretación de signos. 

Sí bien para la conciencia pura todo lo que no sea plena y libre atención sin nada que la enturbie es su ser mismo, ya en retorno a la vida diaria y bajando el nivel de trabajo de la conciencia hacia la conciencia de sí, la vigilia ordinaria y el semisueño, esa interpretación que vamos haciendo en nuestro paso por los estados internos sera de vital importancia, ya que a cada paso que damos por los caminos y moradas del Árbol de la Vida, tendremos que atender a las bifurcaciones que se presentan en las encrucijadas de El Camino. 

Tendremos que atender y elegir el sendero correcto, ya que un camino nos lleva hacia la cumbre de la montaña sagrada y el otro camino nos lleva hacia el abismo. 

El abismo donde en el portal de la puerta del infierno dice "... Por mi se va a la ciudad del llanto; por mi se va al dolor eterno; por mi se va a la raza condenada..."; según lo escrito por Dante Alighieri en "La Divina Comedia”.

Hacia la montaña sagrada vamos, cerrando las puertas del infierno del odio y el resentimiento, y también cerrando las puertas de la degradación y de la soberbia que es estupidez concentrada.

Por el camino de la resolución y el intento avanzaremos surfeando sobre las olas de la divina proporción.

La sagrada energía tomaremos con bondad y compasión por todo lo existente, y ante la Luna Negra nos detendremos y no caeremos en el desvío de nuestra intención y propósito.

Ya nos ha dicho el Maestro Rumi que "... el ser humano ha venido a este mundo para realizar una tarea específica, y ese es su propósito; si no la realiza, no habrá hecho nada en absoluto...". 

Ya liberados de la caída en las trampas de la burda compensación a las carencias, y purificados por el santo fuego que nunca se apaga, seleccionaremos lo esencial que necesitamos para continuar el viaje, y suave, y con mente tranquila y limpia, se abrirá la entrada sin puerta en el horizonte de la conciencia pura.

51

Somos parte de un proceso evolutivo. un proceso que va más allá de lo natural.

Un proceso donde una parte de ese todo toma conciencia de si misma;

y existen altas probabilidades que de una forma o de otra todo lo que nos rodea este ligado a una intención universal que se expresa en lo particular".

"¿Como sería eso?", pregunto uno de los aprendices.

"No lo se -dijo el V ... M ...-. Que desde lo particular se pueda comprender lo universal es todo un tema. 

Más el macrocosmos y el microcosmos que somos nosotros mismos están ligados el uno en el otro y somos no-dos, fluida unidad en dirección evolutiva y transmutativa en expansión".

Dicho esto, uno de los aprendices dijo: "Esa dirección evolutiva y transmutativa que se expande ¿sigue su camino más allá del proceso de surgimiento y extinción de los seres particulares?"

El 
V ... M ..reflexionando unos instantes mientras se tocaba la barbilla, le respondió: "Si somos inmigrantes o refugiados de otro lugar en nuestro paso por la vida, no lo se.

Lo único que se es que somos conciencia, y que el resto es añadido, nada más.

Es en esta vida y en este momento del presente, en este fluido aquí y ahora en que puedo clarificar el sentido de mi vida y actuar en consecuencia.

Si la reflexión del propio proceso se clarifica, como microcosmos que somos, podremos estar en resonancia con el proceso macrocósmico;

y desde esos registros de resonancia interna, podemos visualizar el propósito de nuestra vida;

y en cada acto del momento presente llevar a cabo nuestra tarea, nuestro trabajo en esta vida y en esta tierra;

y que el sentido de nuestra vida se despliegue en toda su amplitud.


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A lo cual agrego: "En el plano de nuestra logia esta representada la divina proporción del Árbol de la Vida. 

En el local no debe entrar la luz del día, ni los ruidos exteriores, y por eso es que sólo hay una puerta de dos hojas, situada en el Occidente, en el eje medio del local. 


Aquí se puede veque los Hermanos se colocan en los bancos dispuestos longitudinalmente y que constituyen lo que, simbólicamente, se llama Las Columnas, y se sitúan de la siguiente manera:

los Aprendices en las filas de atrás, al Norte, ya que la luz que les alumbra es débil todavía. 

Los Compañeros en las filas de atrás del Sur, porque ya han hecho progresos en el Trabajo.

Los Maestros en las primeras filas del Sur y del Norte, ya que sus conocimientos les confieren una cierta autonomía en la Logia.

Es absolutamente indispensable que los Obreros se agrupen por categorías porque el buen trabajo en la Obra no puede realizarse sin este Orden riguroso. 


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Hay en la Logia Tres Grandes Luces y Tres Pequeñas Luces.

Estas últimas son las tres estrellas que simbolizan las virtudes que permiten la construcción del Templo: la Sabiduría, la Fuerza, y la Belleza.

La Estrella encendida en el ángulo sudeste del cuadro corresponde a la Sabiduría, la del noroeste a la Fuerza, y la del sudeste a la Belleza.

La Sabiduría, la Fuerza, y la Belleza de la Bondad y la Compasión iluminan el camino desde la subterranea oscuridad de la contradictoria dualidad hasta la luz etérea de la emanación primordial en unidad con todo lo que existe.

La luz mayor, la luz de las luces, nos ilumina en cada paso que damos y evita que tropecemos con las piedras del camino.

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Lo podemos decir en palabras del hermano Goethe:

 "... Para empezar y para concluir, Compás, Plomo y Nivel. Todo se entorpece y paraliza en las manos, si la estrella no ilumina el día...".

Recorriendo senderos desde la subterranea oscuridad hasta el cielo vacío de toda contradicción, la dirección de nuestra mente atenderá a cada acto del momento presente, ya que todo proyecto personal y social se entorpece y paraliza si nuestra mente no esta despierta y alerta. 

Acerca de la atención a todos los estímulos que llegan a nuestra conciencia tanto del mundo externo como del mundo interno, Buddha en el discurso sobre los establecimientos de la atención consciente, expresa los indicadores a tener en cuenta acerca del nivel de trabajo de la conciencia en el monje en el momento presente. 

Entre otras cosas, dice que el monje:

"... cuando la consciencia está disminuida, sabe que está disminuida;

cuando la consciencia está distraída, sabe que está distraída;

cuando la consciencia está desarrollada, sabe que está desarrollada;

cuando la consciencia está en un estado con otro estado superior a ella, sabe que hay un estado mentalmente superior...".


El monje sabe, dice Buddha.

Y claro, sabe, ya que desde que abre sus ojos al amanecer hasta que al anochecer se acuesta a reposar y renovar energías, hace en todo momento y lugar el superesfuerzo adecuado para mantenerse lo más despierto posible.

Si estamos despiertos, si estamos atentos, todo cambia. Nada queda oculto ante nuestra mirada si prestamos atención.

Si estamos atentos sabemos que estamos atentos.

Y si no estamos atentos, sabemos que no lo estamos, ya que se nos presentan los indicadores de la desatensión junto con el rechazo visceral al andar dormidos por la vida llevados de las narices por las imágenes disparadas por la compensación a nuestras carencias.

Decía que, nada queda oculto si prestamos atención, si en todo momento y lugar que nos encontramos hacemos el suave y constante esfuerzo por mantenernos lo más despiertos posible.



Ese constante y sostenido trabajo atencional tarde o temprano suele dar sus frutos. 

Nos enseño el Maestro Rumi hace tiempo que "... Si deseas tener un corazón puro, sé observador, porque como consecuencia de cada una de tus acciones, algo nace..." 

Si estamos atentos en el momento presente un mundo nuevo creativo se abre y extiende a nuestros pies en cada acto.

Si tomamos atentamente y sin distraernos el camino de la resolución, conectaremos con la intención profunda que guía hacia la bondad y la compasión.

El Dalai Lama nos dijo: "... Si quieres que otros sean felices, practica la compasión. Si quieres ser feliz, practica la compasión...".

La mano abierta da con alegría y recibe sin pedir; y desde la bondad y la compasión se abre el camino amplio e inestable, brillante y creativo, de la libre energía".

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"Ahora bien -dijo el  V ... M ...-. Si nuestra meta es el destino de libertad de la conciencia pura, si conectamos con el gran reactor que es la emoción superior no bipolar; si la energía de la que vamos disponiendo nos desborda, es el momento de máxima alerta.

Y es de máxima alerta ya que a este estado interno lo  registramos como positivo Y sí, claro. Es como disponer de golpe de un coche de alta competición que anda al triple de velocidad al cual estamos acostumbrados a manejar.

En este caso ¿podemos de golpe y sin experiencia previa manejar tal caudal de energía? ¿y en que la vamos a usar?

Es en este punto en que las estrellas fijas y sus ensueños compensatorios nos atraen como las sirenas a Ulises, nos atraen hacia los arrecifes del accidente y nos pueden hacer naufragar. 

Si nos dejamos seducir por las imágenes compensatorias improvisaremos infinidad de actos para consumarlos desperdiciando el  vital caudal de energía que necesitamos para seguir nuestro viaje hacia las alturas de la conciencia plena.

La improvisación en estos casos provoca el descenso interno, que en el mejor de los casos sera una regresión hacia estados internos anteriores.

No se puede tomar el cielo por asalto y, si se insiste en esa actitud, la caída hacia estados internos negativos es inevitable. ya que el funcionamiento interno es inexorablemente matemático.

Es un funcionamiento psicológico. Es decir, lógica psíquica. Es lógica del funcionamiento psíquico. No se puede forzar el funcionamiento de la mente sin pagar el precio de las consecuencias de ello.

"En la casa de mi Padre muchas moradas hay" dijo Jesús de Nazaret. En el paso de una morada interna a otra algo hay que dejar en el camino para poder entrar a ella.

Las seductoras imágenes compensatorias hipnóticas a las cuales estamos pegados nos frenan en el avance hacia nuevas posibilidades de ser. Hay que des-pegarse, hay que des-apegarse.

Hay que tomar distancia, dejar de girar en círculos y de repetir los mismos errores.

Básicamente y en todo momento para ello, sera necesario hacer el esfuerzo para estar lo más atentos y despiertos posible.

La atención y la intención no solo tienen que estar puestas en el paso que se está dando, sino también en trascender siempre el momento presente hacia un horizonte de futuro. Y más en este delicado paso donde hemos conectado con el gran reactor energético.

Tendremos que esperar con paciencia y entereza que la luz del nuevo amanecer despunte al alba, mientras nos purificamos con el fuego de la energía acumulada antes de seguir el viaje.

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"... Todo se entorpece y paraliza en las manos, si la estrella no ilumina el día... ". dice el hermano Goethe.

Si la estrella ilumina el día, si el sol de la conciencia profunda nos ilumina, nos esclarecemos, y la conciencia empieza a estar despejada de objetos que se le presentan y le generan tensión y ruido.

Empieza a haber distancia entre el acto y el objeto de conciencia. empieza el desapego, el no estar pegados a los objetos que se presentan ante nuestra conciencia.

Conciencia que bien definió Maharaj cuando dijo:

"Eso que te hace pensar que eres humano no es humano, es un punto de consciencia sin dimensiones.

Eres ser puro, presenciación, felicidad. Darte cuenta de esto es el fin de toda búsqueda.

Llegas a ello cuando ves que todo lo que piensas ser es solo imaginación, y permaneces en la presenciación pura de lo transitorio como transitorio, de lo imaginario como imaginario, de lo irreal como irreal.

No es difícil, pero se necesita desapego. Aferrarte a lo falso hace muy difícil ver lo verdadero".


En este desapego, en este no estar pegados a signos y símbolos, a palabras y conceptos, a imágenes y representaciones, a creencias y dogmas; en este desapego empieza la liberación interna, se hace presente como 
vivencia cotidiana del estado sin vuelta.

"Desapego es soltar lo viejo cuando lo nuevo no ha llegado aún", dijo el maestro Nisargadatta Maharaj.

El desapego, el despegar el vuelo, es ir hacia un mundo nuevo, es abrir posibilidades hacia el futuro, y sobre todo es un acto de fe. 

Acto de fe en que la oscuridad mental no existe como tal, sino que es ausencia de luz, ausencia de energía.

Es desde las profundidades que se eleva la energía si despejamos el camino a su paso para que la estrella de nuestro sol interno ilumine el día en cada acto de nuestra vida.


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El mantenerse despiertos es el superesfuerzo que los iniciados en los sagrados ritos han de llevar adelante en cada instante presente. 

Los profanos y profanadores de la enseñanza no tienen ni noción de lo que esto significa. 

Ciegos son en su pereza mental, estacionados y petrificados en su zona de confort sin sentido ni dirección.

Los aprendices que han purificado sus deseos más allá de penas y lamentaciones y han devastado con el martillo de la fuerza de voluntad y con el cincel de su inteligencia el dolor y la aflicción, 

ellos y ellas han alcanzado el recto sendero, han cruzado el umbral del no retorno, han traspasado el umbral hacia el estado sin vuelta, 


donde la mirada interna es multifocal, sincrónica y tendida hacia el mundo interno y externo a un tiempo. 


Mirada interna como una esfera con múltiples e infinitos ojos flotando en el vacío de la conciencia pura iluminando la desértica noche de la luna negra hacia la luz del amanecer.


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Terminada la clase del día, un aprendiz pregunto al Venerable Maestro:  

"Si los Obreros se agrupan por categorías porque el buen trabajo en la Obra no puede realizarse sin este Orden riguroso, ¿donde queda la libertad anhelada como meta de todo iniciado en los sagrados ritos?"

El Venerable Maestro sonrió levemente, y dijo:

"Desde hace siglos ya, el maestro Hafez nos decía:

"... No viajes a través de las moradas sin la guía del maestro verdadero, en ellas hay tinieblas y hay riesgo de perderse...".


Y el maestro Rumi agrego a esto que "... Si no tienes ojos, no camines a ciegas, toma un bastón en la mano. Si no dispones de introspección, no camines sin un guía...", y que "... Quien viaja sin guía necesita doscientos años para un viaje de dos días...".


Esa es la principal razón por la cual el trabajo debe ser organizado por quien conoce sus problemas, sus metas, sus métodos, y que ha pasado por un trabajo metódico organizado. 

El patriarca de la tariqa sufí Naqshbandiyya, el maestro Bahauddin Naqshband, nos aconsejo acerca de la disposición para comprender y el trabajo en equipo entre maestros y aprendices:

"No estes pensando si vas a ponerte o no en las manos de un maestro. Siempre estas en sus manos.

Es mas bien una cuestión de si el puede ayudarte a que te ayudes a ti mismo, ya que tu tienes pocos medios para hacerlo"...".

Y con tono firme, enfatizo:  "Es desde el inicio mismo del trabajo, que maestros y  aprendices deben evitar caer en la dependencia psicológica mutua, que en principio puede ser de ayuda como referencia para el inicio de un proceso de cambio, más a posteriori resulta un problema que frena el proceso de expansión y despertar consciente de la mente. 

Maestros y aprendices forman una sola unidad y nada son el uno sin el otro, y todos aprendices eternos más allá de tiempo y espacio.

Es de máxima responsabilidad el estar muy despiertos para así poder ayudar a guiar en la dirección del despertar a quienes duermen en la árida y lúgubre cama del desorientador sin sentido, y el de ayudar hermanados a no volver a dormirse a quienes ya han despertado y están a mitad de camino en la caravana hacia su destino.

Se puede rastrear a través del tiempo ese intento de trabajo interno de escuela para ayudar en el despertar del hombre hacia un nivel mas alto de conciencia.

Intento siempre fracasado masivamente, más que sigue resonando a través del tiempo.

Cuando esa carencia 
se hace presentela del caer en cuenta de que andamos dormidos por la vida con los ojos abiertos, surge la búsqueda

El esfuerzo por mantenerse despierto, es ir a contramano del funcionamiento mecánico.

Para despertar es necesario primero que uno caiga en cuenta de que anda dormido por la vida.


Es como suele ocurrir a veces. duermo y sueño, más hay un momento paradojal: se que estoy durmiendo y soñando. Ese es el principio del despertar.

Si hacemos el esfuerzo por estar un poco más despiertos contribuimos a ese despertar de la conciencia, que de por si es un trabajo y esfuerzo constante, ya que la mente sin guía toma cualquier dirección.

Caer en la oscuridad y lo denso es lo fácil, y hacer el esfuerzo por estar más atentos, más esclarecidos, no suele serlo en principio.

No suele serlo, más la fe en uno mismo y en lo mejor del ser humano siempre ayuda.

Somos posibilidades abiertas hacia el futuro. La vida ha tenido fe en nosotros, por eso estamos aquí. Y si un propósito profundo nos guía todo se estabiliza y empieza a andar bien.

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La intención de un maestro es tomar hombres y mujeres con buena materia prima y dispuestos a trabajar con ella, para que con cada acto de su vida influyan positivamente en la sociedad y el mundo.

El trabajo de un grupo no es posible sin un maestro que tenga experiencia con lo que sesta trabajando, ya quel trabajo grupal con un mal maestro sólo produciría resultados negativos. 

Un guía con experiencia en el transitar El Camino y un buen mapa de los senderos y moradas internas es siempre necesario para no perdernos internamente. 

Un Maestro solo guía, marca una dirección, y nos pone en situación de ver en que lugar interno estamos.

Nos preguntara "¿donde estas? ¿que ves internamente?".

Nos preguntara "¿que sentís?", que sentimos internamente en relación a lo que vemos.

Y finalmente nos pondrá en situación de elegir la senda hacia el futuro preguntándonos "¿que quieres hacer?". 


Ese querer hacer tendrá que ver con un destino querido, con un anhelo profundo, con una meta por encima de metas menores y transitorias,

Una meta quizás no definida con precisión, más guiada por una intuición que nos marca su validez.

La meta de un aprendiz, es más intuida que conocida. 

Un aprendiz va hacia un mundo nuevo, es un salto al vacío, va hacia lo desconocido, soltando lo viejo hacia lo nuevo sin saber con claridad su destino. Y es la intuición la que le marca el camino del "es para allá". Y ahí va, con el vértigo de su salto hacia la libertad.

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Al empezar el trabajo, el primer paso es aprender a ver de forma consciente todo lo quexperimentamos. 

Es el primer paso, y es un paso que a cada instante presente tenemos que dar: el ser conscientes de nosotros mismos aquí y ahora. 

Estes el cimiento de la Gran Obra, y su cúspide también, la conciencia limpia y clara del despertar a la libertad anhelada, que eel camino diario y la meta de todo iniciado en los sagrados ritos,

que 
haciendo un esfuerzo superior al habitual, guía a la difusa vitalidad sobrepasando los limites oscuros y grises del condicionamiento interno hacia la conciencia pura.


"... Donde esté tu pensamiento es precisamente donde tu estás, todo tu ser está allí...", nos decía el Maestro Shem Tov.

Si eso es así, si accedemos al silencio mental, trascendido el intelecto, si nos hemos liberado del pensamiento, con su carga de signos y símbolos, de palabras, conceptos, e imágenes, accederemos a la conciencia plena, pura conciencia sin agregados, conciencia pura, y 
estará allí todo nuestro ser liberado.


En este caso sería: Donde esté nuestro no-pensamiento todo nuestro ser liberado estará allí, en el cielo vacío infinito y eterno de la conciencia plena.

Y luego de ese toque de conciencia plena, en el camino de regreso a la vida diaria, más allá de toda dualidad, traduciremos con bondad y compasión en cada acto su mensaje.

Haremos en todo momento el esfuerzo por ser conscientes de nosotros mismos, ya que sin esa conciencia de nosotros mismos, sin ese recuerdo de si mismos en todo momento presente, estamos a merced de ser llevados como hojas por el viento hacia cualquier parte por los estímulos provenientes tanto del mundo externo como del mundo interno, respondiendo a estímulos sin intencionalidad, propósito, ni sentido. 

Sin intencionalidad, propósito, ni sentido ¿que más que víctimas de las circunstancias podemos ser? ¿simplemente vivir de acuerdo a los valores impuestos por una cultura enferma y decadente que pone como equivalentes al Ser y al Tener? 

Y en ese tener, en ese acumular, estamos acostumbrados a agarrar, somos solo garras, aves de rapiña acostumbrados a tomar y no a soltar.

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Soltar. Dar. Dar lo mejor de uno mismo hacia los demás.

¿Donde estarán los profetas, los guías de los nuevos tiempos, los tiempos de la conciencia sin tiempo ni espacio, conciencia pura que todo lo ve sin juzgar, conciencia de sí misma y del todo universal, no-dos, no ilusoria dualidad, sino unidad? 

¿Donde estará la luz que alumbre y se difunda disolviendo la oscuridad del sin sentido? 

¿Donde estarán los que con arcos y flechas de luz iluminen la oscura noche del alma? 

¿Despertaran los guías de los nuevos tiempos? 

El alba esta despuntando, los reflejos de luz asoman en el horizonte, velemos "las armas", las Sagradas Herramientas de Escuela, ya que las vamos a necesitar para transmutar en luz la oscuridad. 

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El tema es que si no soltamos lastre no nos elevamos hacia las alturas.

En este caso necesidad y posibilidad no son antagónicas.

Si no soltamos y nos soltamos, las posibilidades se cierran, y nos quedamos encerrados en la necesidad sin más sentido que sobrevivir hasta que el accidente o el cuerpo diga "basta, hasta aquí llegue".

Abrir posibilidades es abrir el futuro, es permitirnos ser un proceso en continua transformación, generación creativa que todo lo expande en cada acto y que trasciende hacia el mundo que nos rodea y viaja más allá de nuestra limitada existencia.

Atención, intencionalidad, propósito y sentido, van de la mano, y desde ahí una nueva vida surge, brotando y floreciendo el amor por la  vida y todo lo que late con ella. 

La atención la aplicamos en el  aquí y ahora ¿sino cuando?; la intención se aplica en el acto de conciencia aquí y ahora; el propósito y el sentido de nuestra vida se aplica en el aquí y ahora. El resto es fuga. 

Fuga hacia la intrascendente y nihilista nada del dejar pasar todo para mañana. 

Un mañana que no existe como tal sino solo en nuestra imaginación, y que solo ahí quedara en ella si esas imágenes no las lanzamos como actos en este mismo instante presente. 

Ahí sí, se puede producir aquí y ahora mismo la explosión creativa que tan bien expreso el maestro Paramahansa Yogananda: “Las imágenes son como bombas de gran onda expansiva, que, cuando explotan hacen pedazos las dificultades y crean el cambio deseado”.

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El propósito y el sentido profundo nos van liberando del yo intrascendente de la periferia con sus compensaciones del momento, con imágenes que se desvanecen con los cambios de etapa de nuestra existencia vital

El propósito y sentido trascendente y profundo permanece como destino en cada acto intencional y atento en todo el proceso de nuestra vida como dirección mental, como arqueros que trabajan disparando flechas de luz que iluminan el camino.

Séneca nos guió cuando dijo: "Si no sabes a qué puerto te diriges, ningún viento será favorable".

La meta fija la dirección mental de fondo. La dirección mental de fondo se expresa en cada acto del momento presente. El proceso y cada uno de los actos son uno con la meta. En si misma la meta es nada, sino un todo con los actos que se orientan hacia ella.

Tenemos una meta y tenemos un camino, En ese caminar, la meta es el camino y el camino es la meta; y el proceso en el fluido y cambiante aquí y ahora es el destino que se reactualiza en el permanente cambio intencional de su propósito sin piso y sin techo. Sin piso en el vuelo. Sin techo a la vista más que el infinito cielo.

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Lama Ole Nidahl nos oriento en el camino de no caer en los recuerdos de imágenes fijas de experiencias pasadas y en la no divagación de hipotéticas experiencias por venir. Él nos expreso que "Nadie ha alcanzado la iluminación ayer, y nadie la alcanzará mañana. La iluminación es siempre aquí y ahora".
El Maestro Maharishi Patanjali nos enseño que la disciplina física y mental nos direcciona hacia el Shamadi, nos va abriendo camino hacia la conciencia pura, y nos dijo que esta se alcanza por medio del control de los movimientos de la conciencia. y que logrado esto, el observador queda asentado en su naturaleza esencial.

Y como lo enseñara Patanjali en el Árbol de la Vida de las 8 ramas de de la práctica de yoga, en esas practicas y en la vida diaria , atenderemos a la actitud que en cada momento presente tenemos hacia nosotros mismos y hacia los otros.

Atenderemos a nuestro cuerpo y nuestra respiración, 
y desde ahí partiremos.


Atenderemos a los estímulos provenientes de los sentidos tanto del mundo externo como interno.

Nos concentraremos y meditaremos, sin signos ni símbolos que perturben y empañen la mirada, y en las puertas del umbral de la luz brillante se hará presente la conciencia pura. Ella sin palabras hablara y guiara nuestro destino."

Y ya estando en el final de la reunión, uno de los aprendices le dijo al Venerable Maestro:

"Gracias por las Sagradas Herramientas de Escuela que nos ha transmitido hoy".

El  V ... M ... reflexiono un instante, respiró hondo, y dijo:

"Sí, las herramientas de escuela son sagradas, esa es la actitud adecuada de todo maestro, y de todo aprendiz. Más una herramienta nada es sin alguien que la use, y poco alcance tiene si no se transfiere su uso a otros; y más importancia todavía ya que son herramientas para la liberación de la mente.

Herramienta de Escuela es toda herramienta útil que permita acceder a niveles de conciencia de sí y de conciencia pura, de conciencia objetiva, niveles deseables para el surgimiento de una nueva humanidad, humanidad que se pueda llamar tal.

Maestro y Aprendiz a su vez son dos caras de la misma moneda. Maestro es quien transfiere el uso de las herramientas de escuela al aprendiz, al operador, a quien realiza las operaciones mentales con las herramientas.

Es maestro quien tiene maestría, es quien sabe usar las herramientas de escuela y tiene capacidad para transferir su uso a quienes tienen actitud de aprendizaje básico, de interés primario por ese trabajo de escuela; por eso es que son aprendices, a-prenden, prenden, toman y usan las herramientas, las hacen suyas por su uso continuo.

Ambos, maestro y aprendiz, deberán tener en cuenta que aprendices somos todos, que los títulos honoríficos solo palabras son; que el aprendizaje es continuo siempre, que uno aprende enseñando, y aprendiendo enseña.

Las herramientas de escuela, el maestro y el aprendiz, son parte de una misma estructura, de un mismo sistema, y nada son diferenciados, sino complementados entre sí.

Y maestros y aprendices no debemos nunca olvidar que alta tecnología para el despertar de la mente son las herramientas de escuela, y que no es conveniente tomarlas con liviandad, ya que el costo interno de ello puede ser muy alto.

Será en este caso conveniente en el portal del templo, sacarnos los zapatos y limpiar toda suciedad mental antes de entrar."


Ya en el final del trabajo de taller, a modo de cierre, expresó las palabras de nunca olvidar del buddhismo zen:

"... El verdadero respeto y reverencia a un maestro, es poner en práctica lo que de él se aprende...".

Dicha estas palabras, el Venerable Maestro dio por terminada la clase, con los rituales de rigor en la despedida, con los cinco puntos del compañerazgo, mano con mano, pie con pie, mejilla con mejilla, rodilla con rodilla, y mano en la espalda, y el Primer Vigilante se dispuso para cerrar la Logia. 

El Trabajo del día había sido realizado.



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Texto ampliado el día 07-04-2018 - 09:30 Hs.
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