viernes, 8 de enero de 2016

El Reino de lo Secundario - Silo


"... Es tal la situación actual que acusadores de todo signo y pelaje exigen explicaciones con tono de fiscal dando por supuesto que se les debe demostrar inocencia. 

Lo interesante de todo esto es que su táctica reside en la peraltación de lo secundario y, consecuentemente, en el ocultamiento de las cuestiones primarias. 

De algún modo, esa actitud hace recordar al funcionamiento de la democracia en las empresas. 

En efecto, los empleados discuten acerca de si, en la oficina, los escritorios deben estar lejos o cerca de las ventanas; de si hay que colocar flores o colores agradables, lo cual no está mal. 

Posteriormente votan y, por mayoría, se decide el destino de los muebles y del decorado, lo cual tampoco está mal. 

Pero a la hora de discutir y proponer una votación en torno a la dirección y las acciones de la empresa, se produce un silencio aterrador… inmediatamente la democracia se congela porque en realidad se está en el Reino de lo Secundario. No ocurre algo distinto con los fiscales del Sistema. 

De pronto un periodista se emplaza en ese rol, convirtiendo en sospechoso a nuestro gusto por ciertas comidas o exigiendo “compromiso” y discusión en cuestiones deportivas, astrológicas, o de catecismo. 

Desde luego, nunca falta alguna burda acusación a la que, se supone, debemos responder y no menudea el montaje de contextos, la utilización de palabras cargadas de doble sentido y la manipulación de imágenes contradictorias. 

Es bueno recordar que aquellos que se emplazan en un bando opuesto a nosotros tienen el derecho a que les expliquemos por qué ellos no están en condiciones de juzgarnos y por qué nosotros tenemos plena justificación al enjuiciarlos a ellos. Que, en todo caso, aquellos deben defender su postura de nuestras objeciones. 

Desde luego, que esto se pueda hacer dependerá de ciertas condiciones y de la habilidad personal de los contendientes, pero no deja de sublevar el ver cómo algunos que tienen todo el derecho en llevar la iniciativa, bajan su cabeza frente a tanta inconsistencia. 

También es patético observar en pantalla a ciertos líderes diciendo palabritas ingeniosas, bailando como osos con la conductora del programa o sometiéndose a todo tipo de vejaciones con tal de figurar en primer plano. 

Al seguir esos maravillosos ejemplos, mucha gente bienintencionada no alcanza a comprender cómo es que se deformó o sustituyó su mensaje a la hora de hacerlo llegar a públicos amplios a través de ciertos medios de comunicación. 

Lo comentado destaca aspectos del Reino de lo Secundario que operan desplazando a los temas importantes resultando de esto la desinformación de los públicos a los que se pretende esclarecer. 

Curiosamente, mucha gente progresista cae en ese lazo sin entender muy bien cómo la aparente publicidad que se le da produce el efecto contrario. 

Finalmente, no es el caso de dejar en el campo opuesto posiciones que a nosotros nos corresponde defender. 

Cualquiera puede terminar reduciendo nuestra postura a simple frivolidad al afirmar que él también es, por ejemplo, “humanista” porque se preocupa de lo humano; que es “no-violento” porque está contra la guerra; que es antidiscriminador porque tiene un amigo negro o comunista; que es ecologista, porque hay que cuidar a las focas y a las plazas. 

Pero si se lo apura no podrá justificar de raíz nada de lo que dice mostrando su verdadero rostro antihumanista, violento, discriminador y depredador.

Los comentarios anteriores respecto a algunas expresiones del Reino de lo Secundario no aportan nada nuevo, pero a veces vale la pena prevenir a militantes distraídos que tratando de comunicar sus ideas no advierten el extraño territorio en el que han sido recluidos....".

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Extraído de: http://www.elmayordelospoetas.net/?p=10487
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