miércoles, 11 de marzo de 2015
La economía de la energía - George Gurdjieff
"... No podemos estudiar, comprender ni sentir nada, sin tener la energía que se requiere para esta comprensión, este sentimiento o este estudio…
es menester que con miras a un Trabajo útil aprenda a economizar la energía de la cual dispone, y que la mayor parte del tiempo disipa por completo.
La energía se gasta sobre todo en emociones inútiles y desagradables,
en la espera ansiosa de cosas desagradables, posibles o imposibles,
en malos humores, en prisas inútiles, nerviosismo, irritabilidad, imaginación, ensueño y así sucesivamente…
en la tensión inútil de los músculos fuera de toda proporción con el trabajo realizado;
en la perpetua habladuría que absorbe una enorme cantidad de energía;
en el «interés» que dedicamos sin cesar a las cosas que ocurren a nuestro alrededor;
en el constante desperdicio de la fuerza de «atención».
En general la energía se desperdicia en el trabajo equivocado, inadecuado y desordenado de los centros.
Al comenzar a luchar contra todos estos hábitos, un hombre ahorra una enorme cantidad de energía, y con la ayuda de esta energía puede emprender fácilmente el trabajo del estudio de sí y del perfeccionamiento de sí. Más adelante, sin embargo, el problema se vuelve más difícil.
Un hombre que ha balanceado su máquina hasta cierto punto y comprobado por sí mismo que produce mucho más energía de la que esperaba, llega a la conclusión, no obstante, de que ésta no es suficiente, y que debe aumentar la producción si quiere continuar su trabajo.
El estudio del funcionamiento del organismo humano muestra que esto es ciertamente posible...".
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Extraído del muro de Marcel Ossandón N en Facebook
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