"Cuando te extingues, Le conoces..."
(Tratado de la Unidad, atribuido a
Muhayydin ibn el Arabi )
Muhayydin ibn el Arabi )
Daat דעת (Conocimiento) se encuentra a la altura del Abismo, en el Pilar Central, separando la Triada Divina del resto del Árbol.
El Abismo es la barrera en la percepción del mundo como dualidad, el límite de lo que puede ser conocido.
La caída en la materia deja un hueco justo en el Abismo: Daat.
De modo que esta sefirá no se representa como las diez restantes.
De hecho, en algunos árboles ni siquiera se representa, y si lo hace, se encuentra en otro plano, y es por ello que se conoce como la sefirá oculta.
Daat representa la “manzana del Árbol” que tienta a Eva pues, el Conocimiento que obtendría al comerla, la haría igual a Dios.
Claramente, si puedes traspasar la frontera del Abismo entras en la Triada Divina.
Y esto es algo que conocen bien todos aquellos Maestros que han podido trascenderla.
La dualidad desaparece para dar paso a la Unidad.
La dualidad desaparece para dar paso a la Unidad.
Aleister Crowley describe así el Abismo:
“... El nombre del Morador en el Abismo es Choronzon, pero no es realmente un individuo.
El Abismo está vacío de ser; está lleno de todas las formas posibles, cada una igualmente vacía, cada una entonces mal en el único verdadero sentido de la palabra – eso es, carente de significado, pero maligno, en cuanto a que ruega por convertirse en real.
Estas formas garabatean sin sentido en montones azarosos como demonios de polvo y cada conjunto de cambios asegura ser un individuo y grita ‘¡Yo soy yo!’ a pesar de estar consciente todo el tiempo de que sus elementos no tienen unión verdadera;
de modo que la perturbación más pequeña disipa la ilusión igual que un jinete encontrando un demonio de polvo, lo lleva en lluvias de arena a la tierra...”
de modo que la perturbación más pequeña disipa la ilusión igual que un jinete encontrando un demonio de polvo, lo lleva en lluvias de arena a la tierra...”
Estas formas que carecen de integridad, de vida, son los Qlippoth, asimilados a los demonios y archidemonios como contrapartes negativas de angeles y arcángeles.
Sin embargo tal polaridad es incorrecta, pues no se trata de verdaderas entidades, sino de pedazos sin sustancia.
Issac Luria considera que en la primera Creación se produjo un desequilibrio energético al descender el “Rayo Relampagueante” cuya luz era excesiva para las sefirot que debían contenerla, a partir de la cuarta sefirá, Jesed, lo cual produjo su rotura.
La consecuencia fue que los trozos rotos de estos recipientes -los qlippoth-, cayeron al abismo, donde quedaron atrapados.
La consecuencia fue que los trozos rotos de estos recipientes -los qlippoth-, cayeron al abismo, donde quedaron atrapados.
Daat se considera el fruto de la unión de Jokmah (Sabiduría) y Binah (Inteligencia), y su nombre Conocimiento, hace referencia a la unión sexual, pues esta palabra se utiliza en la Torá para referirse al coito.
Teniendo en cuenta que Jokmah y Binah representan los dos hemisferios cerebrales, su perfecta sincronía da lugar indudablemente a un conocimiento más pleno y holístico, y si la unión entre ambos se hace efectiva, posiblemente caiga el velo de la dualidad y pueda trascenderse el Abismo.
Y, hablando a nivel mundano, sin duda la sabiduría no sirve de nada sin entendimiento, y solo al entender podemos obtener el fruto del conocimiento.
Se dice que Daat es, además de una esfera oculta, una esfera móvil, pues no ocupa un lugar fijo en el Árbol como las demás, y realmente puede “desplazarse” de dimensión.
Es interesante observar que la ciencia habla actualmente de 11 posibles dimensiones, y que Daat sería en el 'Árbol la undécima esfera, ya que las sefirot manifiestas son 10.
Realmente hay una clave esencial para el conocimiento, y ésta es la atención.
Y la atención es móvil, puede fijarse en el fondo o en la forma, en un único punto o de un modo que abarque un mayor campo.
En todo caso, el cómo percibimos el universo que nos rodea depende siempre de nuestra atención.
Castaneda habla del “punto de encaje” para referirse a un tipo determinado de atención que posibilita una percepción distinta de lo que nos rodea, de forma que vemos energía en movimiento en vez de “cosas” fijas y delimitadas. Y de esta forma somos conscientes de otros universos posibles.
No en vano Daat se encuentra en el Pilar Central, llamado del Equilibrio y también de la Consciencia. Justo antes de la Unidad, representada por Kether.
Volviendo a lo que significa Daat en medio del Abismo, el Conocimiento requiere dos polos: sujeto conocedor y objeto conocido.
La necesaria división creada al comer del fruto del Arbol del Conocimiento se considera el origen de la caída del Paraíso.
La Triada Divina se separa del resto de su manifestación por la barrera del Abismo.
Este abismo separa el Pensamiento Divino en sí de sus contenidos singularizados, creándose la ilusión de entidades separadas e independientes, tal y como en el Abismo descrito por Crowley los pedazos rotos de una unidad mayor pugnan por ser entidades únicas e independientes.
Nisargadatta Maharaj afirma que es Mahamaya, la Luz de la Consciencia, la que a partir del pensamiento “Yo Soy”, genera la dualidad como expresión del amor de su “Yo-soy-dad.
Y, en ilusión magnífica, se ve a sí mismo como entidad separada… los seres sensibles se perciben unos a otros como objetos, asumiendo la subjetividad como propia”.
Y, en ilusión magnífica, se ve a sí mismo como entidad separada… los seres sensibles se perciben unos a otros como objetos, asumiendo la subjetividad como propia”.
Y así el conocimiento solo es posible objetivando, que es lo que hacemos constantemente, al menos en un determinado estado de conciencia.
Toda la manifestación es objetivación, pero cuando la consciencia reposa en estado de sueño profundo, la objetivación cesa, y con ella, sujeto y objeto desaparecen.
En palabras de Maharaj: “No hay yo, ni mundo, ni Dios”.
Lo que en las tradiciones espirituales es el objetivo más elevado: fusionarse con la Unidad, requiere atravesar este abismo, conociendo realmente que hay un Unico Sujeto, representado en el Arbol de la Vida por la sefirá de Kether.
SEFIRA: Daat, דּעת, Conocimiento
POSICION EN EL ARBOL: Oculta en el punto de cruce entre el sendero 2 y el Abismo, en el Pilar Central.
NOMBRES DIVINOS: אַלהּים יהוה, Jehová Elohim, Eterno de los Dioses
ARCANGEL: Arcángeles de los Puntos Cardinales
ORDEN ANGELICO: נחשׁים, Najashim, Serpientes, regentes de la no-esfera en el Mundo de la Formación. La serpiente enroscada en el Arbol de la Ciencia del Bien y del Mal, que ofrece a Eva (Binah) la manzana del Conocimiento (Daat). Tras comerla se produce la Expulsión del Paraíso, es decir; la pérdida del estado original de Unidad, para entrar en la manifestación, donde reina la Dualidad: vida-muerte, bien-mal… La guematria de Najashim (valor 408) significa “reír, hacer travesuras”. Tal como el Lila hindú, que significa “pasatiempo, juego o diversión”, nos remite a un significado lúdico. Es un Juego, parece decirnos.
CHAKRA MUNDANO: Shotis o Sirio, regente de la no-esfera en el Mundo de la Acción. Según otras concepciones, sería Plutón, símbolo de la transmutación.
CHAKRA HUMANO: Suele asignársele el chakra Vishuda o chakra laríngeo.
SIMBOLOS: La Montaña Sagrada de todas las tradiciones. La habitación vacía. La celda del condenado. El prisma. La ausencia de cualquier símbolo.
IMAGEN: Una cabeza con dos caras, mirando a ambos lados.
EXPERIENCIA ESPIRITUAL: Visión de Dios.
VIRTUD: Desapego. Confianza en el futuro.
VICIO: Apatía. Inercia. Inmovilismo. Aislamiento.
COLORES: Lila en Atziluth, gris plateado en Briah, violeta puro en Yetzirah, gris moteado de oro en Assiyah.
TAROT: El respaldo o parte de atrás de todas las cartas.
ELEMENTO: Fuego, agua y aire como potencialidad y como expresión.
POLARIDAD: Positiva y Negativa a la vez.
La sefirá Daat, que preside el Abismo como barrera infranqueable entre la Divinidad, el Sujeto o Noumeno, y su Manifestación, la multiplicidad de objetos, representada claramente en el Arbol de la Vida por el Gran Rostro y el Pequeño Rostro, representa el punto más alto alcanzable por el individuo en su evolución hacia el Origen.
Y esto es así porque, más allá de esta barrera, no puede existir una entidad individual.
Cruzar el Abismo significa el fin del Juego. La pretendida entidad independiente conoce entonces que, como dice Alan Watts:
“Todo el asunto al completo es una ilusión, en el sentido de la antigua palabra latina luderi, que significa jugar”.
Y, al finalizar este juego del escondite, nos encontramos por fin con la Verdad, bellamente descrita por ibn Arabi:
"... Cuando tu ignorancia se extingue
y llegas a El
y llegas a El
descubres que siempre fuiste El
y nunca dejaste de ser El...".
Extraído de: http://merkabbahcabala.blogspot.com.ar/2012/08/daat-la-sefira-oculta.html
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