sábado, 13 de abril de 2019
Las Tres Joyas - Tomar Refugio - Thích Nhất Hạnh
"... Tomo refugio en el Buda, el que me muestra la senda en esta vida.
Tomo refugio en el Dharma, el camino de la comprensión y el amor.
Tomo refugio en la Sangha, la comunidad que vive en armonía y plena consciencia.
En el budismo, la fe no significa aceptar una teoría que no hemos comprobado personalmente. Buda nos animó a ver las cosas con nuestros propios ojos. Tomar refugio en las Tres Joyas no es fruto de una fe ciega, sino de nuestra práctica.
Los teólogos hablan de un “salto de fe”, como un niño que desde la mesa salta a los brazos de su padre. En el budismo no hay tal salto al vacío, la fe está formada por nuestra propia visión y experiencia.
Cuando tomamos refugio en Buda expresamos que confiamos en nuestra capacidad de tomar la dirección que conduce a la belleza, la verdad y la profunda comprensión, basada en nuestra experiencia de la eficacia de la practica. Cuando tomamos refugio en el Dharma, entramos en la senda que conduce a la extinción del sufrimiento.
Cuando tomamos refugio en la Sangha, dirigimos nuestra energía a edificar una comunidad que viva en la plena consciencia, la armonía y la paz.
Las Tres Joyas no son conceptos, sino nuestra propia vida.
En sus últimos meses Buda enseñaba: “... Tomad refugio en vosotros mismos y en nada más. El Buda, la Dharma y la Sangha están en vuestro interior. No persigáis cosas que están lejos. Todo está en vuestro corazón. Sed una isla para vosotros mismos...”.
Si en algún viaje en avión el piloto me anuncia que vamos a estrellarnos, respiraré en forma conciente y intentaré refugiarme en mi interior. Pero no hay que esperar un momento crítico para regresar a la isla de tu interior. Regresa cada día a ella viviendo concientemente.
Tomar refugio en el Dharma es elegir las puertas más apropiadas para nosotros. El Dharma entraña una gran compasión, comprensión y amor; pero para alcanzar estás cualidades necesitamos de una sangha.
La Sangha es la comunidad formada por cuatro grupos: monjes, monjas, y hombres y mujeres laicos, además de otros elementos que apoyan nuestra práctica: el almohadón y el sendero de meditar, los árboles, el cielo y las flores.
Es esencial practicar con un sangha. Aunque aprecies profundamente la practica, puede ser difícil continuar sin el apoyo de amigos. Formar una sangha, apoyarla, estar con ella y recibir su apoyo y su guía es la práctica. En la sangha no caemos en patrones de conducta negativos.
Una sangha que no siga la práctica de ser consciente, que no sea libre, pacífica ni alegre, no puede llamarse una verdadera sangha.
Tomo refugio en el Buda, el que me muestra la senda en esta vida.
Tomo refugio en el Dharma, el camino de la comprensión y el amor.
Tomo refugio en la Sangha, la comunidad que vive en armonía y plena conciencia.
Permaneciendo en el refugio del Buda, veo con claridad la senda de la luz y la belleza del mundo.
Permaneciendo en el refugio del Dharma, aprendo a abrir las numerosas puertas de la senda de la transformación.
Permaneciendo en el refugio de la Sangha, recibo el apoyo de su brillante luz que mantiene mi práctica libre de obstáculos.
Tomando refugio en el Buda de mi interior, aspiro a ayudar a todos los seres a reconocer su naturaleza despierta y a alcanzar la mente del amor.
Tomando refugio en el Dharma de mi interior, aspiro a ayudar a todos los seres a comprender la senda de la práctica y a recorrer juntos el sendero de la liberación.
Tomando refugio en la Sangha de mi interior, aspiro a ayudar a todos a formar las cuatro clases de comunidades y a fomentar la transformación de todos los seres...".
Thich Nhat Hanh
El corazón de las enseñanzas de Buda
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Extraído de Sangha La Orilla de Thích Nhất Hạnh en Facebook
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