miércoles, 10 de febrero de 2010

Auschwitz y la Filosofía. José Pablo Feinmann . 10-02-2010

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El siguiente texto es una transcripción literal de lo expuesto oralmente por J.P Feinmann en el programa de T.V "Filosofía Aquí y Ahora", Segunda Temporada.

Encuentro Nº 3: Auschwitz y la Filosofía


1- ¿Un nuevo género de barbarie?

El tema que vamos a tratar hoy es duro pero hay que tratarlo. Es Auschwitz y la Filosofía.

Nuestro punto de partida va a ser la Escuela de Frankfurt y, dos pensadores de la Escuela de Frankfurt que son:

Theodor Adorno y Max Horkheimer, que emigraron a Estados Unidos y, en California, a partir de 1940 empezaron a escribir un libro, que se trasformaría en un libro fundamental del pensamiento filosófico del siglo XX: "Dialéctica de la Ilustración".

Son charlas que tuvieron Adorno y Horkheimer en California y, se publica en 1947. El problema que se plantean Adorno y Horkheimer es: Cómo en 1940, después de esa esperanza excepcional que el Ilumismo, la Revolución Francesa, los Enciclopedistas:

Voltaire, Diderot, Dalambert, Rousseau... Kant, todos esos pensadores que confían en la razón humana, en el gran relato del Racionalismo de la Razón humana que dice:

"El hombre por medio de su Razón va a alcanzar la plenitud, va a alcanzar la felicidad, va llegar a una sociedad bien organizada, civilizada... La razón es el progreso, las luces de la razón van a curar todas las enfermedades, todos lo males sociales... van a ser la felicidad del hombre... cuando se llegue a una sociedad racional...

¿Cómo es posible, cómo es posible?, entonces se preguntan Adorno y Horkheimer, que hayamos llegado a esto, a una nueva forma de barbarie y a una nueva forma extrema de barbarie, como la que ellos ven en Europa en 1940.

Cuando Adorno y Horkheimer escriben "Dialéctica del Iluminismo" ya conocen un gran texto de Walter Benjamin que son Las "Tesis sobre filosofía de la Historia, que es un texto breve que Benjamin escribe y se lo deja a Bertolt Brecht.

Y Benjamin tenía que irse de Europa porque estaba siendo terriblemente perseguido por la Gestapo. Adorno le escribe desde su, en realidad, exilio de lujo en California y le dice que se exilie inmediatamente. Y Benjamin le contesta:

"Todavía hay causas que defender en Europa". Benjamin era un hombre sencillo, un hombre de pequeña estatura, tremendamente inteligente, judío, un hombre de fé, un hombre que tenía una teoría sobre el Mesías:

"Que el Mesías no iba a llegar al final sino que el Mesías aparecía por ciertas hendijas de la Historia en determinados momentos, muy especiales".

Bueno, ésto lo desarrolla en Las Tesis sobre filosofía de la Historia. Benjamin huye. Decide huir y decide cruzar la frontera Francesa hacia España, en Portbou. Cuando llega a la frontera, precisamente ese día, se cerró la frontera. Se cerró la frontera y Benjamin se desespera, entra en pánico, en terror, porque sabe, justamente, cómo es la Gestapo, cómo trata a los que atrapa. Y siente que esa frontera se cerró para él. Y si se cerró para él, se cerró su vida. Entonces se suicida. Se suicida mal, es decir, toma mucha morfina, pasa una noche atroz.

Finalmente muere. Y al día siguiente la frontera se abre. Esta muerte trágica de Benjamin es en realidad la muerte del pensamiento humanista, del pensamiento que defiende el derecho del hombre a vivir, a no ser torturado, a no ser avasallado, a no ser, digamos, confinado a un campo de concentración como una cosa que se termina arrastrando con una especie de tractor, como hemos visto en algunos documentales.


Benjamin, entonces, influye mucho en "Dialéctica del Iluminismo" de Adorno y Horkheimer, quienes no lo citan sin embargo.

Ahora, vamos un poco a "Dialéctica del Iluminismo". Lo que plantea "Dialéctica del Iluminismo" es el Iluminismo. El Iluminismo. La razón iluminsta. La diosa razón, comienza su despegue con la Revolución Francesa. ¿Qué esperábamos de la diosa Razón? Esperábamos la racionalidad en la Historia.

Una Historia racional. Una Historia sin barbarie. Ustedes observen que el colonialismo europeo del siglo XIX se hace en nombre a volores.

Por ejemplo, en el Imperio Romano, cuando tomaba un territorio lo tomaba considerando que era el Imperio Romano y que ese territorio tenía la gloria de pertenecer al Imperio Romano.

Pero los Ingleses, los Franceses, los Holandeses, los Belgas, cuando se expanden, con ellos se expande la civilización, el progreso, la razón, el derecho. Es decir, el Imperialismo del siglo XIX identifica su expansión con la expansión del progreso, de la civilización y de la razón. Eso lleva a Auschwitz ¿Por qué?.


2- ¿Qué significa que la razón sea divinizada?

Tengamos en cuenta que con la Revolución Francesa se produce esta divinización de la razón. ¿Qué razón es esta? Es la razón de la Burguesía Capitalista.

Es la racionalidad capitalista que se erige a si misma como divinidad. Es decir, la diosa razón. La diosa razón es la que va a solucionar todo. Incluso, a partir de 1831 con el "Curso de filosofía positiva" de Auguste Comte, aparece el Positivismo, que es la filosofía que la "Generación del 80" toma aquí, en la Argentina, para decir que:

"Aquí está. Estos son los hechos. Los hechos han obedecido a un orden racional"...

Acá en el 80, dicen, "Ha triunfado la civilización. Han triunfado las ideas. Ha trinunfado el progreso". Y a lo largo de todo el siglo XIX, ahí, donde entra Europa, entra el progreso, entran las ideas, entra la racionalidad.

Entonces, este culto a la razón, ¿Por qué a provocado tantas monstruosidades? ¿Cómo puede ser que la diosa Razón no haya hecho más que provocar atrocidades? Y sobre todo la atrocidad, para Adorno y Horkheimer que son los que analizan esto en la "Dialéctica del Iluminismo", la atrocidad de Auschwitz. ¿Por qué?. Atención. Porque Auschwitz es un "Hecho Racional".

Generalmente se usa un esquema absurdo con el análisis del Hitlerismo. Se dice que fue un hecho irracional... "Esa irracionalidad del Hitlerismo..." No. No. No. No. Ese no fue un hecho irracional. Fue un hecho de la razón humana. El Hitlerismo fue la aplicación de lo que Adorno y Horkheimer llaman: la "Razón Instrumental".

Es decir, una razón instrumento para dominar a los hombre. Incluso, cuando Eichman es juzgado en Jerusalem, Hannah Arendt escribe el mejor de sus ensayos que se llama "Eichman en Jerusalem: Un ensayo sobre la banalidad del mal". ¿Y qué es la banalidad del mal? La banalidad del mal es el mal burocrático, el mal racional.

En la película "Garage Olimpo", se vió que cuando los torturadores entraban a la ESMA, fichaban, ponían la tarjetita y fichaban. Es decir, era un trabajo burocrático como cualquier otro trabajo burocrático. Es decir, la tortura es burocrática. Es un empleo el de torturador.

Eichman, entonces... para él el mal era banal, no tienía importancia. Él solo cumplía su trabajo...

"Hay que matar hoy diez mil personas. Bueno, hay que matarlas y lo fundamental es cómo hacemos desaparecer los cuerpos".

Ahora, Auschwitz es también la expresión de la racionalidad alemana de la burguesía alemana que necesita expandirse. Y para expandirse necesita la exaltalción de su pueblo. Para exaltar a su pueblo señala como elemento demoníaco de la sociedad, al judío. Aquel que es apartado, como el Aparjeit en Sudáfrica los negros son apartados; acá los judíos sufren el apartjeit, y son los perseguidos porque son los que se van a devorar a Alemania.

El racismo alemán tiene una característica notable con respecto al judío. No lo mata, no lo desprecia por inferior, como se hace con el negro en Estados Unidos por ejemplo, sino por superior.

Es decir, "Los judíos son más inteligentes que nosotros, dicen los nazis, y nos van a robar nuestro país porque son muy inteligentes. Hay que matarlos".

Este es el razonamiento de un Nacionalsocialista... "Como el judío es tan inteligente se van a robar todo el país, van a manejar las finanzas".

El ario, y esto lo dice Nietzsche, el ario no tiene que ser inteligente, dice Nietzsche, tiene que ser un guerrero. Entonces, los guerreros de las SS, de las SA, los guerreros alemanes no quieren ser inteligentes, quieren ser aves de rapiña, quieren ser alcones. Entonces, el judío sí es inteligente.

Walter Benjamin era muy inteligente. Había que perseguirlo. Había que matarlo. Y así, llevan al campo de concentración... que es un fenómeno racional, manejado racionalmente, con pautas racionales. No se mata seis millones de personas sin un esquema racionalmente eficaz.

En la película "El Juicio en Nuremberg" le preguntan a alguien que estuvo en Auschwitz "si era posible matar diez mil personas por día". Y el hombre con gran serenidad dice: "Sí, claro que era posible. El problema era cómo deshacerse de los cadáveres".


Entonces, lo que va a decir otro gran pensador sobre estas cuestiones, que es Michel Foucault, es que la Razón de la Burguesía Capitalista necesita afirmarse negando a la locura. Y necesita afirmar la sociedad que construye negando a la delicuencia. Por eso construye cárceles y manicomios.

O sea, todo esto no es la irracionalidad del hombre. El hombre no es malo cuando es irracional. Es malo cuando es racional.


3- ¿El dominio de la razón?

Lo que marcan Adorno y Hokheimer en "Dialéctica del Iluminismo" es el dominio de la razón por sobre la totalidad del hombre. Lo que quieren decir es que el hombre es más que razón, pero que, para colmo, el uso que le ha dado a su razón es un uso para esclavizar, para dominar, para someter a la naturaleza y a los hombres.

Hay un ejemplo formidable que dan en "Dialéctica del Iluminismo" y es el ejemplo de Ulises en "La Odisea" -la continuación de "La Ilíada"- Ulises va volviendo a Itaca y no quiere oir el canto de las sirenas. Es decir, se niega al placer. Se niega al placer por miedo a perder la razón. Porque escuchar el canto de las sirenas es enloquecer. Entonces Ulises no quiere enloquecer pero quiere oir el canto de las sirenas. Entonces, como él es el patrón del barco, ordena que lo aten a un mástil. Lo atan a un mástil y todos los demás se tapan los oídos y siguen remando. Ulises pasa frente a la isla en donde están las sirenas. Escucha el canto de las sirenas y desesperadamente intenta liberarse de sus ataduras. Pero son tantas las ataduras que se puso que no puede liberarse.

Entonces ¿Esto que significa? Bueno, esto es Freud, esto es Nietzsche. El hombre de la civilización ata sus pulsiones de placer. La cultura existe porque nos maniatamos. Nos prohibimos nuestras pulsiones de placer. ¿Qué es lo que quiere Ulises? Quiere ir hacia las sirenas. Pero ir hacia las sirenas, que es lo que le pide su "goce" (para utilizar una terminología un poco Lacaniana) ...Su goce le pide ir hacia las sirenas, pero su razón le dice: "Si vas, enloquecerás". Entonces, quiere oir el canto pero se ata.

El hombre de la cultura es entonces, para Adorno y Horkheimer, un hombre maniatado. Todos nosotros somos hombres maniatados porque queremos la seguridad de la mediocridad cotidiana y no el riesgo de la locura ante el goce descontrolado. Este es un gran pasaje de Adorno y Horkheimer.

Ahora, esta dominación que se ejerce por medio de la razón, sofocando las pulsiones, los deseos, los instintos mas genuinos del hombre... forman una sociedad, que es para Adorno y Horkheimer, la sociedad capitalista (Nosotros acá no estamos hablando de los fracasos de las sociedades socialistas, que ya hemos oido hablar demasiado de eso, y en algún momento hablaremos, pero estamos tratando a estos filósofos) Adorno y Horkheimer hablan de esta racionalidad burguesa que, como razón instrumental que domina a los hombres, lleva a su instrumentalidad hacia el campo de exterminio de Auschwitz, donde son racionalmente exterminados seis millones de judíos, gitanos, homosexuales.


En el tema de Auschwitz está el tema de Dios. Es un tema muy, muy complejo y, más de un teólogo se pone de muy mal humor cuando se menciona el tema de Dios con respecto a Auschwitz. Pero más de un filósofo a preguntado: ¿Dónde estaba Dios en Auschwitz? E incluso, Primo Levi, que es el gran escritor judío, que escribe "Si esto es un hombre", "Los hundidos y los salvados", dice: "Existe Auschwitz, no existe Dios". Y Karl Löwith , que también es un gran pensador judío, discípulo de Heidegger, dice: "Luego de Auschwitz es imposible pensar un Dios totalmente bueno".

Es muy contundente todo esto,digamos.

Hay un tango genial que dice: ¿Dónde estaba Dios cuando te fuiste? O sea, nuestra tanguística es tan excepcional que puede ser comparada con los grandes filósofos del siglo XX... es lo mismo, ¿Dónde estaba Dios cuando te fuiste?


La Razón Instrumental, es decir, esa razón que se constituye para dominar a los hombres y para dominar la naturaleza, comienza por arrasar la naturaleza, por industrializarla, por volver a la naturaleza, digamos así: un arma de guerra. Al volver a la naturaleza un arma de guerra, un arma de consumo, un arma de mercancías, la Razón Instrumental llega, por supuesto, hasta hoy.

Hoy estamos viviendo sumidos en la Razón Instrumental. La instrumentalidad de la razón es hoy la racionalidad del imperio bélico comunicacional Estadounidense. Que ha decidido, digamos, una colonización casi generalizada del mundo para protegerse de él. Es decir, lo que hace Estados Unidos es:

"Para protegerme del terrorismo voy a conquistar todos los lugares que pueda y voy a declarar guerras preventivas si es necesario".

Ahora, lo que está ocurriendo en estos momentos en Irak (que es muy poco lo que sabemos de lo que ocurre verdaderamente en Irak, pero sabemos que ocurren horrores) es la Razón Instrumental bélica puesta al servicio del poder. El poder y la razón van de la mano. La razón está al servicio del poder.


4- ¿La Historia un paisaje de ruinas?

Las tesis que Walter Benjamin le deja a Bertolt Brecht son sorprendentes. El mismo Brecht dice se va a demorar muchísimo en entender estas tesis. De hecho constituyen una formidable crítica a la dialéctica Hegeliana y a la dialéctica Marxista.

Lo que dice Benjamin es que no hay una racionalidad en los hechos históricos. Que los hechos históricos no responden a una necesidad interna, dialéctica, inmanente, racional que los vaya sucediendo los unos a los otros. Que el "Ángel de la Historia" (Ángelus Novus), dice Benjamin, porque ha comprado un cuadro de Paul Klee donde se ve un ángel mirando hacia el pasado...

Y el "Ángel de la historia", dice Benjemin, mira hacia el pasado y no ve un encadenamiento lógico de categorías Hegelianas. Ve un paisaje de ruinas. Ve un paisaje de ruinas. Entonces no hay dialéctica, hay ruinas. Y Benjamin, entonces, nos entrega una concepción de la Historia como catástrofe. La Historia como catástrofe.

No la Historia como una dialéctica necesariamente encaminada hacia un un final de plenitud, hacia una sociedad sin clases, donde no habrá más explotadores ni explotados y donde el hombre será libre. No, dice Benjamin. La Historia no es eso. La Historia es un paisaje de ruinas. La Historia ha sido una catástrofe completa. Y la Historia lo que expresa es la ruina. El fracaso de la razón humana.


Pero hay un aspecto exquisito de Benjamin que responde a su profunda fé judía y que tiene que ver con el Mesías -yo algo mencioné, pero lo quiero mencionar más detalladamente-.

Benjamin dice que hay momentos muy especiales en la Historia. Que el Mesías no va a venir al final. Pero que en la Historia, en nuestras vidas, hay momentos en que sentimos la presencia, la plenitud de lo absoluto, de lo sagrado, de aquello que nos trasciende por completo, pero que sin embargo, se comunica con nosotros en ese momento. ¿Cómo se comunica?

Benjamin dice que el Mesías aparece por pequeñas hendijas, pequeñas hendijas. O sea, que la persencia del Mesías es constante. No es una presencia que cierra a la Historia, sino que es una presencia que acompaña a la Historia y que en algún momento se nos puede presentar. En algún momento podemos tener contacto con lo sagrado, con lo divino, con lo absoluto.

Este es un pensamiento muy judío. Pero Benjamin no podía sino elaborarlo. Y efectivamente, es un pensamiento que va contra esa idea finalista de la Razón ¿No?. Es decir... que la plenitud va a estar al final, que el reino de los cielos va a estar al fial, que el Mesías va a venir al final... No,no,no,no -dice Benjamin-.

Como también dice otro pensador judío, Martin Buber, en un libro que se llama "Yo y Tu": "No. Hay momentos". Y efectivamente, muchos de ustedes, muchos de nosotros hemos comprobado la existencia de esos momentos, que parecen fuera de la Historia...

Una mirada, una mirada en la cual nos miramos con alguien y sabemos que nos vamos a odiar para siempre... Nos miramos con una mujer y sabemos que la vamos a amar para siempre... Sentimos un día... en cualquier momento, podemos pasar frente a una iglesia o un templo vacío y entrar... y está vacío... y estamos solos... y nos pasa algo, nos pasa algo que no nos pasó núnca... Sentimos la plenitud de la presencia de lo absoluto, de lo sagrado, de algo que está más allá de nuestras vidas finitas y, tenemos, digamos, un momento de fé...

Pero no es la fé que da una certeza absoluta. Es un momento, es un momento. Pasa enseguida, dice Benjamin, pero por esa hendija hemos tomado contacto con el sentido de nuestra vida, de la historia y, con aquello que, en última instancia, podría redimir a la Historia humana.

No obstante esta esperanza de Benjamin, los que han pensado la realidad de Auschwitz... Y nosotros, nosotros, aquí, que tenemos la experiencia terrible de la ESMA como espacio de humillación, sometimiento y vejación del ser humano... Tenemos que reflexionar sobre esos espacios de tortura. Digamos, que a la tortura se le llame "Tarea de inteligencia"...es muy claro, ahí está la razón humana. Fíjense qué interesante cuando Adorno, Horkheimer dicen:

"Es la Razón la que comete las atrocidades"... Y la tortura es llamada "Trabajo de inteligencia" porque está destinada a obtener información.


En una película Norteamericana, muy reciente, Meryl Streep hace una jerárquica de la CIA y alguien le dice: "Doctora, en Irak se está torturando". Y ella le dice: "No. Estados Unidos no tortura. Obtiene información".


Entonces, ¿Cuál es nuestro imperativo categórico? (Imperativo categórico en el sentido de Kant) Aquello que tenemos que cotidianamente hacer para que no se repita...

Bueno, que no se repita Auschwitz, que no se repita la ESMA, que no se repita Camboya, que no se repita Irak.

Entonces, con respecto a Auschwitz, que ha sido nuestro tema, el imperativo categórico sería: "Actúa de tal modo que Auschwitz no pueda repetirse".

Extraido de:
http://www.taringa.net/posts/apuntes-y-monografias/4323759/Auschwitz-y-la-Filosofía-por-Feinmann.html