En la conceptualización perteneciente a Freud, el aparato síquico humano consta de 2 basamentos claves :
Por una parte Eros, el instinto de la vida, cuya energía emana de la líbido, que a su vez es la energía sexual que impulsa a los hombres y a las mujeres a actuar.
Como contrapartida
de Eros, se ubica Tanatos (Represión Básica), el instinto de muerte y
destrucción que equilibra al vital Eros.
Ahora bien. Eros está ligado a
la líbido, y se traduce en expresión de aquella, y por tanto, del
denominado "Principio del Placer", que asimismo esta relacionado a una
serie de valores tales como :
1- La satisfacción inmediata de las
necesidades. 2- Gozo (Juego). 3- Receptividad. 4- Ausencia de
Represión.
Debido a su conexión con el "Principio del Placer", Eros
aspira a covertirse en el dominador de la vida mental, para así
conseguir un estado de gratificación permanente.
Sin embargo, tal estado
de gratificación continua no puede ser permitida por la Cultura,
esencialmente por motivaciones económicas.
Si las personas fueran
guiadas sólo por Eros ("Principio del Placer"), sus energías (Líbido), estarían dirigidas en gran medida hacia la actividad sexual, la que
tendría como resultado un aumento de la población, por una parte, y el
descenso de la productividad laboral, por otra parte; ambas
consecuencias provocadas por el uso del tiempo y energía en otras
actividades distintas del trabajo.
Por lo anterior, y conducida por la
eterna lucha de la Humanidad contra la escasez (Lebensnot, Ananke) y
la necesidad, la Cultura prohíbe la acción de Eros incontrolado, usando
para ello al instinto opositor de la vida, es decir, Tanatos.
Mediante
la influencia de Tanatos, los valores adscritos a Eros sufren cambios de
forma, fondo, y duración; transformándose en valores útiles económica y
socialmente.
La enumeración anterior quedaría así :
1- Satisfacción de
las necesidades retardada. 2- Fatiga (Trabajo). 3- Productividad. 4-
Seguridad.
Este proceso de restricción de Eros por parte de Tanatos, se
denomina también como el remplazo del "Principio del Placer" por el
"Principio de la Realidad".
En palabras de Marcuse :
"La sustitución del
Principio del Placer por el Principio de la Realidad, es el gran suceso
traumático en el desarrollo del hombre; en el desarrollo del Género (Filogénesis), tanto como en el Individuo (Ontogénesis).
De acuerdo
con Freud, este suceso no es único, sino que se repite a través de la
Historia de la Humanidad y en cada individuo.
Filogenéticamente, ocurrió
primero en la "Horda Original", cuando el padre original monopolizaba
el poder y el placer, y obligaba a la renunciación a sus hijos.
Ontogenéticamente, ocurre durante el periodo de la primera infancia,
cuando la sumisión al Principio de la Realidad es impuesta por los
padres y otros educadores.
Pero tanto en el nivel genérico como en el
individual, la sumisión se reproduce continuamente (...) El Principio
de la Realidad se materializa en un Sistema de Instituciones.
Y el
individuo, creciendo dentro de tal sistema, aprende los requerimientos
del Principio de la Realidad, como los de la Ley y el Orden, y los
transmite a la siguiente generación". (Herbert Marcuse : "Eros y
Civilización", 1955. .
Como vemos, la distinción entre sicología
individual y social es inexistente, ambas caminan de la mano, en forma
paralela. El sicologismo freudiano nos muestra que la subyugación de los
instintos es llevada a cabo por la Humanidad, no por la Naturaleza :
"...La Represión desde afuera ha sido sostenida por la Represión desde
dentro.
El individuo sin libertad, introyecta a sus dominadores y sus
mandamientos dentro de su propio aparato mental.
La lucha contra la
libertad se reproduce a si misma en la psique del hombre, como la propia
Represión del individuo reprimido, y a su vez, su propia Represión
sostiene a sus dominadores y sus instituciones.
Es esta Dinámica Mental
la que Freud revela como la Dinámica de la Civilización". (Herbert
Marcuse : Op. Cit. 1955).
La represión ejercida por el Sistema Social
sobre las personas, y la represión dirigida contra si mismos por los
individuos, es una represión impuesta por el sector dominante de la
sociedad para sostenerse en una posición privilegiada. Este sector
fundamenta la utilidad de la represión con el argumento de la escasez.
Sin esta represión, la Humanidad quedaría a la deriva, en una
inseguridad económica y social completa, la que no le permitiría
desarrollarse ni proyectarse en el futuro.
No obstante, el argumento se
convierte en falacia cuando analizamos la distribución de la escasez y
las formas del trabajo. Ambas han variado formalmente en los distintos
Sistemas Sociales, pero en lo fundamental, coinciden en estar
organizados de manera tal, que favorezcan a un sector social determinado
:
"La pobreza que prevalece todavía en vastas áreas del Mundo, ya no
se debe principalmente a la pobreza de los recursos humanos y naturales,
sino a la manera en que éstos son distribuídos y utilizados (...)
Mientras más cercana está la posibilidad de liberar al individuo de las
restricciones justificadas en otra época por la escasez y la falta de
madurez, mayor es la necesidad de mantener y extremar estas
restricciones; para que no se disuelva el orden de dominación
establecido. La Civilización tiene que defenderse a si misma del
fantasma de un Mundo que pueda ser libre.
Si la sociedad no puede usar
su creciente productividad para reducir la Represión (porque tal cosa
destruiría la Jerarquía del Statu Quo), la productividad debe ser
vuelta contra los individuos; llega a ser en si misma un instrumento de
control universal". (Herbert Marcuse : Ibidem 1955).
El término de la
represión representa el objetivo más sobresaliente en el pensamiento de
Marcuse, pero no lo mal interpretemos. La Civilización realmente no
sería una posibilidad sin la acción de Tanatos, esto es, la represión
básica, ya que sin esta influencia la Cultura se sumiría en un hedonismo
carente de sentido y en la subsiguiente falta de recursos.
Por esta
razón, Herbert Marcuse específicamente apunta a la eliminación de la
llamada Represión Excedente ("Surplus Repression", distinta de la
Represión Básica o Tanatos); fruto de las restricciones provocadas e
intensificadas por la dominación social.
Consecuentemente, el fin de la
Represión Excedente no acabaría con la Civilización, ni tampoco con la
Cultura; sino que pondría final a la organización de toda la existencia
humana como un instrumento de trabajo.
Para realizar esto, el gran
pensador judío-germano de la Escuela de Frankfurt, experto en dialéctica
hegeliana, y cuya tesis hizo junto a Martin Heidegger; propone 3 puntos
:
1-Una transformación que debe ser la transformación de la Fatiga (El
Trabajo) en Juego, y de la Productividad Represiva en Despliegue,
precedida por la Conquista de la Necesidad (La Escasez), como el
factor determinante de la Civilización.
2- La Autosublimación de la
Sensualidad (del Impulso Sensual), y la Desublimación de la Razón (del Impulso de la Forma); para Reconciliar a los dos impulsos
antagónicos básicos.
3- La Conquista del Tiempo, en tanto que el tiempo
destruye la gratificación duradera. En síntesis, el primer objetivo a
conseguir es derribar la columna principal que sostiene a la Represión
Excedente, es decir, terminar con la necesidad económica, lo cual desde
ese momento (1955), ya era completamente posible, dados los recursos
humanos y materiales de los que dispone la Civilización.
Recordemos que
la necesidad, la escasez, y en definitiva la pobreza; son el resultado
de la distribución de los recursos motivada por el tipo de organización
social, la cual está hecha deliberadamente para favorecer al sector
dominante de la sociedad.
Luego de dominar a la necesidad, la
Civilización entera podría dedicarse a convertir al Trabajo en Juego. De
esta forma, la productividad represiva pasaría a ser despliegue.
¿ Cómo
se transforma al Trabajo en Juego ?. Aquí Marcuse se refiere al
concepto de Sublimación.
Para Freud, la sublimación es el mecanismo
mental mediante el cual, Tanatos ejerce su acción sobre Eros. La
sublimación permite que la Humanidad modifique y desvíe su líbido hacia
los valores que constituyen el "Principio de la Realidad".
En
consecuencia, en el instante en que Marcuse indica como camino posible
para transformar al Trabajo en Juego a la Autosublimación de la
Sensualidad (sensualidad que tendería según el modelo freudiano a no
resistir control alguno), y a la Desublimación de la Razón (razón que
tendería a no soportar el descontrol); está poniendo la discusión en
el centro mismo de la dinámica mental sicológica humana, ya que por
medio de esta variación, llegaría a su fin la oposición básica del
funcionamiento síquico individual y social, vale decir, la contradicción
total existente entre el "Principio del Placer" y el "Principio de la
Realidad"; contradicción causante del malestar en la Cultura y la
Humanidad.
Al eliminar tal contradicción, el Trabajo podría convertirse
en Juego, y al convertirse en Juego, la Humanidad podría disponer de
mayor cantidad y calidad de tiempo y energía, que le son arrebatados en
nombre de la productividad; para de esta manera quedar en condiciones de
desplegar todas sus potencialidades libremente, sin miedo a la
necesidad económica y sin sufrir los efectos de la represión excedente.
Habría sublimación, y por tanto, Cultura; pero tal sublimación
modificaría al instinto libidinal sin desviarlo de sus objetivos, por lo
cual, Eros se expandería autosublimándose en relaciones duraderas que
aumentarían la gratificación instintiva. Sin embargo, este aumento de la
gratificación instintiva todavía sería presa del tiempo.
Para terminar
con la angustia causada por la brevedad del goce, Marcuse declara que :
"La restauración de los derechos de la memoria es un vehículo de
liberación (...)
Sin la liberación del contenido reprimido de la
memoria, sin la liberación de su poder liberador; la sublimación no
represiva es inimaginable (...) El Tiempo pierde su poder cuando el
recuerdo redime al pasado". (Herbert Marcuse : Op. Cit. 1955).
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