¿Porqué tememos?
Preguntarse es siempre un ejercicio necesario y saludable;
aunque muchos hayan perdido la facultad de formular interrogantes y a otros tanto se les haya atrofiado, por circunstancias tales como la post-moderna bolsa de gatos de información que con su magnitud inabarcable sepulta con montañas de datos a un simple mortal;
o lo que es peor, el eclipsamiento del pensamiento que interroga y dialoga,primordial para poner en evidencia las falacias, los sofismas, los espejismos, las manipulaciones y toda clase de truco y engañifa que caracterizan esta época de aceleración sin norte, cuyo telón de fondo y marco de referencia es la globalización;
pero respecto de la que la masa anónima y acrítica, no sabe a ciencia cierta de que se habla..
Cualquier afán de remover la pátina que se va acumulando por la falta de cuestionamientos,dudas y perplejidades, choca contra una costra durísima que se fortalece cada vez más;
y se debe luchar con la costumbre nefasta, arraigada para evitar los vértigos que genera abandonar el minúsculo espacio donde nos sentimos a salvo, de dar por sentado y validado todo con lo que se pretende preservar a todo trance el orden establecido, donde las fuerzas de la ignorancia, la necedad, el fanatismo, la idiotez, la mediocridad, la banalidad señorean y se mueven a sus anchas.
¿Podemos destellar en medio de la obscuridad impenetrable?
¿O hemos perdidos la capacidad humana de pregunta-nos y preguntar, pero especialmente escuchar?...
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Extraído del muro de Arturo Jaque Rojas en Facebook
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