- El agua es suave y dócil. Pero mina y corroe lo duro. En el vencimiento de lo duro, ella no tiene iguales. Lo suave y lo tierno vencen a lo duro y lo grosero.
- La violencia, aunque bien intencionada, siempre rebota sobre uno mismo.
- El que camina a grandes zancadas no irá muy lejos.
- Aquel que puede conquistar a los enemigos es fuerte. Aquel que se ha conquistado a sí mismo es poderoso.
- Si eres flexible, te mantendrás recto.
- Quien interfiere en asuntos ajenos y encima habla demasiado se vuelve insoportable para los demás.
- Anticipa lo difícil gestionando lo fácil.
- El hombre vulgar cuando emprende una cosa, la echa a perder por tener prisa en terminarla.
- Da y tendrás en abundancia.
- Diferentes en la vida, los hombres son semejantes en la muerte.
- En el centro de tu ser tienes la respuesta; sabes quién eres y sabes lo que quieres.
- El conocimiento es un tesoro, pero la práctica es la clave para ello.
- Deja de pensar, y termina con tus problemas.
- Toda acción provoca reacciones.
- La amabilidad en palabras crea confianza. La amabilidad en el pensamiento crea profundidad. La bondad de dar crea amor.
- El que todo lo juzga fácil encontrará la vida difícil.
- El que sabe atar no usa cuerdas ni nudos, y, sin embargo, nadie puede desatar lo que él ha unido.
- Un viaje de mil millas comienza con el primer paso.
- La persona sabia no ambiciona el poder y evita la opulencia, el lujo y la prodigalidad.
- Que tu cuerpo y tu alma vital estén unidos en un abrazo sin separación.
- Observa todo lo blanco que hay en torno tuyo, pero recuerda todo lo negro que existe.
- El que está satisfecho con su parte es rico.
- La perfección del que imparte órdenes es ser pacífico; del que combate, carecer de cólera; del que quiere vencer, no luchar; del que se sirve de los hombres, ponerse por debajo de ellos.
- Para conducir la gente, camina detrás de ellos.
- Y el respeto conlleva el bienestar. El bienestar contribuye al proceso creativo.
- El hombre corriente, cuando emprende una cosa, la echa a perder por tener prisa en terminarla.
- El silencio es una fuente de gran fuerza.
- Dominar a otros es fortaleza. El dominio de sí mismo es el verdadero poder.
- El buen hombre es el maestro del malo, y el mal hombre es la lección del bueno.
- Si no puedes avanzar una pulgada, retrocede un pie.
- Lo que le da su valor a una taza de barro es el espacio vacío que hay entre sus paredes.
- No hay mayor peligro que subestimar a tu oponente.
- Todo lo difícil debe intentarse mientras es fácil.
- Aquel que conoce a las personas es razonable. Aquel que se conoce a sí mismo es iluminado.
- El que mucho promete rara vez cumple su palabra.
- ¡No busques exhibirte! La persona sabia que ha conocido su esencia superior no se entrega al narcisismo ni se enaltece.
- Cuanto más lejos se va, menos se sabe.
- Haz las cosas difíciles mientras son fáciles y haz las grandes cosas mientras son pequeñas. Una jornada de mil millas debe comenzar con un solo paso.
- La vida en el país debe ser tal que las personas no quieran dejarlo.
- Los diferentes sonidos, uniéndose, crean la armonía.
- El amor es de todas las pasiones la más fuerte, ya que ataca al mismo tiempo la cabeza, el corazón y los sentidos.
- Los caminos pueden ser guías, pero no senderos trazados.
- Las palabras elegantes no son sinceras; las palabras sinceras no son elegantes.
- No hay que verter agua en un vaso lleno. Y no tiene ningún sentido afilar demasiado la hoja del cuchillo.
- Sólo zarpas y espinos nacen en el lugar donde acampan los ejércitos.
- No te quejes de sufrir, que así aprendes a socorrer.
- De esta manera, existencia e inexistencia, lo difícil y lo fácil, lo largo y lo corto, lo alto y lo bajo permiten conocer lo uno y lo otro.
- Grandes actos se componen de pequeñas obras.
- Las palabras de la verdad son siempre paradójicas.
- Con buenas palabras se puede negociar, pero para engrandecerse se requieren buenas obras.
- El que sabe que suficiente es suficiente siempre tendrá suficiente.
- Saber que no se sabe, eso es humildad. Pensar que uno sabe lo que no sabe, eso es enfermedad.
- El mejor luchador nunca se enfada.
- Ser profundamente querido por alguien te da fortaleza, y querer profundamente a alguien te da valor.
- Si no cambias la dirección, puedes terminar donde has comenzado.
- Una hormiga en marcha hace más que un buey durmiendo.
- El hombre sabio no acumula. Cuanto más ayuda a los otros, más se beneficia él mismo. Cuanto más da a los otros, más obtiene él mismo.
- El sabio no enseña con palabras, sino con actos.
- Un buen guardián no necesita rejas ni cerrojos, y, sin embargo, es imposible abrir lo que él cerró.
- El que sabe no habla, el que habla no sabe.
- No vayas contra lo que es justo para conseguir el elogio de los demás.
- Un buen caminante no deja huellas.
- Si das pescado a un hombre hambriento, le nutres una jornada. Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda la vida.
- La palabra adornada no es sincera.
- Cuando dejo de ser lo que soy, me convierto en lo que podría ser.
- La manera de hacer es ser.
- He aquí mis tres tesoros. Guárdalos bien. El primero es la piedad; el segundo, la frugalidad; el tercero, la negativa a ser la primera de todas las cosas bajo el cielo.
- El valor de un acto se juzga por su oportunidad.
- Cuando estas contento con ser simplemente tú mismo y no te comparas o compites, todo el mundo te respetará.
- Debido a un gran amor, uno es valiente.
- Gobierna mejor quien gobierna menos.
- Quien pretende el dominio del mundo y mejorar éste, se encamina al fracaso. El mundo es tan sagrado y vasto que no puede ser dominado. Quien lo domina lo empeora, quien lo tiene lo pierde.
- Si practicas la equidad, aunque mueras no perecerás.
- Poca fe se otorga a los que tienen poca fe.
- Un hombre con coraje externo se atreve a morir; un hombre con coraje interior se atreve a vivir.
Extraído de: http://www.psicoactiva.com/blog/las-75-mejores-frases-celebres-de-lao-tse/
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