Yo llore mucho por la horrible muerte que los oscuros degradadores de la vida
te propinaron en la hoguera en Campo dei Fiori, con ramas verdes para que sufras mas.
Lo que me causa una gran alegría es saber que has resucitado en el pensamiento,
el sentimiento y la acción de tantos humanistas como vos que por el mundo andamos.
Me causo una gran alegría y emoción cuando los alumnos de la Universidad de Roma
pusieron una placa en Campo dei Fiori que reza: " Sus alumnos al maestro ",
y no pude evitar dejar caer una lágrima y sentirme reconciliado y en paz.
Anoche, caminando bajo el cielo nocturno no pude mas que acordarme de vos
viendo las estrellas del infinito universo que tu supiste tan bien observar.
Te mando un cálido abrazo y seguimos en contacto desde aquí hasta la eternidad.