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I - INTRODUCCION:
En el año 1972, poco antes de radicarme (GBL) en Colombia, tuve el privilegio de participar en la producción de un documental para la televisión estadounidense sobre la vida social del lobo gris. Durante ese año y en forma intensiva durante el invierno, con sus temperaturas llegado a los 40 grados bajo cero, viajamos a la Isla Royal en el Lago Superior para filmar los ciclos de la vida de esta magnífica criatura: su nacimiento, sus juegos de cachorro para aprender las "reglas sociales" de la manada, su "adolescencia" en la cual aprende su papel en el majestuoso y complejo arte de la cacería en equipo del venado y del arce, sus bellos rituales de emparejamiento, merecedores de la letra del más conmovedor bolero, la inimaginable ternura en la crianza de la próxima generación y, finalmente, su noblemente triste suicidio cuando ya no puede cumplir sus responsabilidades en la manada.
Lo que más me impactó y provocó un estudio posterior sobre los ritmos y los ciclos vitales en la naturaleza, fue la forma en que cualquier lobo que no siga las establecidas etapas y sub-etapas de desarrollo individual y social dentro de la manada, termina rechazado por su misma familia, su grupo de cacería y el resto de su manada y relegado a la vida del "lobo solitario" que rápidamente cae víctima de las trampas o las balas del cazador humano o del granjero que busca proteger su gallinero o sus ovejas de este animal ya reducido a un desesperado depredador.
La naturaleza nos enseña que cada fin es un nuevo comienzo, cada muerte un nacimiento, cada ciclo una preparación para el siguiente ciclo. Cada ciclo es una etapa de la evolución psicosocial (como de cualquier evolución) y está caracterizada por una serie de "tareas existenciales", pasos de crecimiento personal, conyugal, familiar o grupal que pueden elaborarse mejor durante este "período crítico", o sea durante la etapa propicia para ellas. Intentar elaborar dichas tareas antes del período crítico generalmente es un fracaso, porque la persona no está adecuadamente dotada o preparada para hacerlo. Elaborarlas posterior al período crítico trae consigo una disminución de la capacidad para hacerlo y las consecuencias que surgen al no elaborarlas en su debido tiempo.
Un ejemplo sencillo de este fenómeno se ve cuando enseñas a tu hija a montar en bicicleta. Si lo haces prematuramente, ella no tiene el suficiente desarrollo neuromuscular para coordinar los movimientos. Se cae repetidamente, se frustra y se traumatiza. Enseñarselo durante el período crítico (5-7 años) es aprovechar al máximo su disponibilidad y capacidad para aprender y asegurar un buen aprendizaje. Esperar hasta más tarde dificulta mucho el proceso, crea mucha presión innecesaria y puede llegar al punto en que el aprendizaje ya no puede realizarse. Mi (GBL) querida esposa, la Mechunguina, todavía no puede montar una bicicleta y me temo que ya haya pasado el período crítico...hace unos cuantos lustros.
En nuestro modelo, el concepto de evolución psicosocial es fundamental. Utilizamos como marco de referencia diagnóstico y de intervención, sea terapéutica o de facilitación, las distintas etapas de desarrollo psicosocial (ciclos vitales) del ser humano y de sus sistemas sociales. Es nuestra hipótesis que igual a los lobos grises y a los demás organismos de la naturaleza, el ser humano y sus sistemas sociales deben elaborar una serie de etapas y sub-etapas biológica y culturalmente determinadas. Opinamos que en la medida en que una persona u otro sistema no elabore determinada etapa evolutiva durante el período crítico, o sea en la edad cronológicamente apropiada, comienza a presentar síntomas de malestar.
Hemos desarrollado varios modelos de esta evolución psicosocial, aplicándola al desarrollo individual, conyugal, familiar, grupal, organizacional y comunitario (Brenson-Sarmiento, 1968-1997), con base en nuestras investigaciones y experiencias en Colombia y en otros países latinoamericanos, y en la integración de las conclusiones de varios otros autores. Consideramos que las etapas básicas (reactiva, receptiva, proactiva, interactiva) son comunes entre todos los organismos vivos, inclusive los sistemas sociales, mientras las sub-etapas tienen fuertes influencias culturales y sub-culturales.
En esta monografía, se encuentra un desglose de estas etapas y sub-etapas para el individuo, la pareja, la familia y el grupo/comunidad, junto con las vivencias que consideremos necesarias para elaborar una natural, normal y necesaria evolución psicosocial en nuestro entorno latinoamericano. Cabe anotar que aunque estos modelos tienen una aplicación bastante universal, los del individuo, pareja y familia han sido desarrollados para una población primordialmente urbana, andina, mestiza y de clase socioeconómica media y alta.
Para un entendimiento óptimo del siguiente material, nos conviene recordar algunos de los preceptos más importantes acerca de sistemas y de su evolución:
1. Un sistema es un conjunto de elementos que se relacionan entre sí de tal manera que lo que afecta a uno afecta a todos y lo que afecta a la totalidad afecta a cada uno.
2. Cada ser humano, pareja, familia y grupo social es un sistema que se comporta según las leyes de este.
3. Si un sistema no evoluciona, se estanca y tarde o temprano comienza a involucionar.
4. Cuando un sistema se estanca, comienzan a "brotar" síntomas de malestar individual y colectivo.
II - EVOLUCION PSICOSOCIAL INDIVIDUAL:
A continuación se encuentra una recopilación y síntesis de las vivencias y experiencias que consideramos que idealmente debe tener una persona durante cada etapa y sub-etapa de su vida, para asegurar una adecuada evolución psicosocial. Estas vivencias, mientras contribuyen a la evolución psicosocial del individuo, no deben considerarse como prerrequisitos absolutos. En primer lugar, deben ser contextualizadas a la realidad socioeconómica y cultural. En segundo lugar, no todas son necesarias en todos los casos. Sin embargo, nuestra experiencia ha sido que se presentan dos categorías generales de "patología evolutiva" al no elaborar oportunamente una o varias de estas vivencias: estancamiento y omisión. En cualquiera de ellas, en la persona comienzan a brotar síntomas de malestar ante el impedimento de su evolución normal, natural y necesaria.
En la primera, la persona se estanca en una etapa o sub-etapa sin "terminarla" pero comienza a elaborar las conductas de la(s) siguiente(s). Esto es especialmente crítico cuando se trata de la transición entre etapas y no sólo entre sub-etapas. Un ejemplo de esto sería la muchacha que sin terminar su Subetapa de Individualización ante sus padres (se mantienen conductas de dependencia, pasividad, sumisión, etc.), adelanta la Subetapa de Emparejamiento y aun la Etapa de Adultez: se desenchufa el cordón umbilical emocional de los padres y lo enchufa de nuevo en el novio/profesor/jefe. Tarde o temprano, brotarán los síntomas personales e interpersonales de este estancamiento parcial en la sub-etapa de individualización y de una adolescencia nunca terminada.
En el otro caso, la persona "salta" una sub-etapa (y ocasionalmente una etapa entera) para adelantar a las siguientes. Tal es el caso del "hijo parental" que, por las razones que sean, no realiza su Subetapa de Extroversión y de gallada, asumiendo, en su lugar, responsabilidades de trabajo y/o de la crianza de los hermanitos. Tarde o temprano, este individuo va a tener que recuperar esa experiencia (aunque sea en forma simbólica) o se verán afectadas todas sus relaciones interpersonales subsecuentes.
Presentamos esta síntesis de vivencias con tres fines. Primero, la consideramos útil para padres y otros educadores en el establecimiento de parámetros y normas para la crianza y la educación. Segundo, sirve como un "menú" de posibles intervenciones para el psicoterapeuta o consejero. Finalmente, ha sido muy útil para lograr un "auto-diagnóstico" del mismo profesional y de otros: identificar unas vivencias "perdidas" en una o varias etapas, con el fin de "rellenar la laguna" en forma simbólica o literal y "cerrar el capítulo" de una etapa saltada o una no completada, mediante una "revisión de vida" , la auto-reflexión - acción, un taller de crecimiento personal o un apoyo terapéutico.
Las vivencias están presentadas en orden de necesidad sentida (sobrevivencia-seguridad-autonomía-trascendencia), aunque determinada vivencia muchas veces satisface o puede satisfacer necesidades de diferentes niveles.
1. ETAPA - INTRAUTERINA (-9 - 0 meses):
1. Tener un ambiente intrauterino propicio para el óptimo estado de salud y crecimiento, el cual depende directamente del estado de salud y de los hábitos de la madre: alimentarse bien, hacer ejercicio, gozar una relación conyugal estable, abstenerse de fumar, beber o tomar drogas no controladas por el médico, etc.
2. Recibir (a través de la madre) una adecuada preparación psicoprofiláctica.
3. Ser aceptado y deseado desde antes de nacer, cualquiera que sea su sexo, percibiendo (neuroquímicamente) actitudes positivas de ambos padres acerca del embarazo y el nacimiento--su significado y sus consecuencias--a pesar de la incomodidad y del dolor.
4. Recibir de los padres caricias físicas (a través del abdomen de la mamá), conversación, canto, etc.
5. Terminar el desarrollo intrauterino antes del parto.
6. Nacer sin violencia.
1. ETAPA - INFANCIA:
1. SUBETAPA DE DIFERENCIACIÓN ( O – 18 meses):
1. Recibir del entorno:
1. comida nutricionalmente adecuada;
1. tiempo y condiciones adecuadas para el sueño;
1. protección contra los extremos de temperatura;
1. caricias físicas y contacto corporal;
1. estímulos visuales de contraste y seguimiento;
1. estímulos auditivos de repetición de sus sonidos;
1. oportunidad de movimiento (mecerse, gimnasia, succión, etc.);
1. actividades al aire libre;
1. limpieza e higiene;
1. vacunas adecuadas.
1. Sentir aceptación incondicional como recién nacido, a través de los elogios verbales y caricias físicas abundantes.
2. Recibir la mayoría de su alimentación de una o dos personas.
3. Comer cuando tenga hambre y dormir cuando tenga sueño, a pesar de la posible inconveniencia para los padres. A partir de los dos meses (más o menos), tener horarios establecidos más no rígidos de alimentación y sueño, tomando en cuenta el patrón establecido por el niño.
4. Tener en su entorno quiénes le sonrían, conversen, hagan muecas, asienten la cabeza y arremeden sus balbuceos.
5. Tener claridad sobre la figura maternal (comparada con la abuela, hermana mayor u otra persona con funciones maternales).
6. Recibir una estimulación temprana con gimnasia apropiada a la edad.
1. SUBETAPA DE JERARQUIZACIÓN (18 – 36 meses): Además de lo relevante de lo anterior:
1. Recibir mayor variedad en la dieta.
2. Vivir en un ambiente que permita, sin peligros, desplazarse físicamente y correr.
3. Recibir estímulos auditivos de órdenes, charla y música con volumen bajo.
4. Recibir enseñanza sobre control de los esfínteres cuando físicamente sea capaz, sin violencia física o verbal.
5. Auto-alimentarse y vestirse parcialmente.
6. Tener pequeñas responsabilidades caseras según capacidad.
7. Recibir normas unificadas (entre las figuras de autoridad) y constantes (a través del tiempo).
8. Quedar excluido de los disgustos y las riñas matrimoniales.
9. Percibir estabilidad emocional y realización personal y de pareja en los padres.
10. Recibir muchos elogios por el ser (no sólo el hacer): su esencia y sus cualidades personales.
11. Ser corregido por la conducta (no el ser), en forma adecuada y relacionada con la ofensa y con un castigo adecuado a la edad.
12. Tener espacios, tiempo, actividades y objetos, tanto privados como compartidos.
13. Ser respetado en su privacidad y ser educado para respetar la privacidad de otros especialmente de los padres y hermanos.
n) Participar en algunas decisiones y actividades familiares.
1. Recibir afecto físico y verbal de ambos padres.
2. Percibir en los padres igualdad de derechos y deberes, sin discriminación por sexo.
3. Recibir de los adultos, ante peleas con otros niños por juguetes compartidos, instrucción y manejo de turnos de muy corto tiempo.
4. Estar con otros niños sin ser obligado a jugar con ellos.
5. Recibir respuestas directas, sencillas y concretas a sus preguntas.
6. Ser tomado en serio, especialmente sus emociones legítimas (no rebuscadas o manipulativas) de miedo, rabia, tristeza, etc., sin que se diferencie entre ellas según sexo.
7. Recibir indiferencia de las figuras paternales ante sus pataletas, rabietas y otros rebusques emocionales.
8. Tener personas en su entorno que le hablen claro y despacio, sin remedarlo o hablarle a media lengua.
9. Tener un muñeco de felpa fácil de manejar.
10. Sentirse valorado y amado como hijo, con una aceptación incondicional, a pesar de su ambivalencia afectiva infantil (amor y rabia).
11. Participar en juegos activos según capacidad.
12. Recibir reconocimiento y valorarse por la importancia de su rol familiar, sin sentir que los demás se hayan sacrificado por él.
13. Vivenciar y gozar el contacto co la naturaleza: el sol, el viento, las flores, el agua, los animales, etc.
14. Gozar las sensaciones corporales de excreción.
15. Realizar juegos de imitación.
16. Recibir enseñanzas sobre normas sociales básicas: saludar, dar las gracias, no interrumpir cuando otros hablan, comer con cubiertos, etc.
17. Percibir en Dios un Papá que nos ama, nos protege y nos enseña a amarnos y a respetarnos.
1. SUBETAPA DE INDIVIDUACIÓN (3 - 6 años): Además de lo relevante de lo anterior:
1. Explorar y gozar su cuerpo, sin castigo, incluyendo sus genitales.
2. Comparar su cuerpo con el de otros.
3. Jugar con movimientos gruesos ("patanería" , deportes, etc.).
4. Tener actividades de estimulación de movimientos finos (picando, rasgando, etc.).
5. Recibir estimulación en todos los diferentes canales sensoriales: auditivo, visual, olfativo, gustativo y quinético-corporal.
6. Ser reconocido por su masculinidad o femineidad.
7. Escoger, dentro de límites razonables, sus propios juguetes, ropa, comida, etc.
8. Tener contacto con "héroes" y otros modelos de los valores socioculturales positivos que los padres deseen trasmitir.
9. Asumir responsabilidades caseras definidas según capacidad (y no según sexo u otro criterio que refleje un prejuicio).
10. Tener voz y voto en ciertas decisiones sobre recreación y actividades sociales familiares.
11. Tener el derecho de "estrenar" rebeldía con el "No!, sin que los padres se sometan a lo ilógico o se nieguen a lo lógico.
12. Tener una satisfactoria experiencia preescolar, que incluye la resolución de temores de separación (sin recurrir a la sobreprotección) y que estimula sus aptitudes mediante los "pre-" (pre-matemáticas, pre-idiomas), sin ser obligado a aprender, prematuramente, los contenidos de esas materias.
13. Tener privacidad y espacios propios.
14. Poder contar con que lo que le dicen los padres es la verdad.
15. Recibir una mayor cantidad y calidad de tiempo del padre del mismo sexo.
16. Sentir la aceptación de otras figuras de autoridad.
17. Oír cuentos, relatos y programas de cine, TV y radio que sean aptos para su edad.
18. Ser atendido (sin exageración) en sus preguntas de "Por qué?".
19. Participar en juegos de imitación de padres y otros héroes.
20. Recibir reconocimientos y valorarse como buen hijo, hermano y ser humano único.
21. Recibir reconocimiento y valorarse por llevar a cabo, solo, ciertas tareas como vestirse, comer, etc.).
22. Gozar el aprender algo nuevo.
23. Descubrir formas recreativas personales satisfactorias.
24. Percibir a sus padres felices y realizados como personas y como pareja.
25. Percibir en Dios un Padre que lo ama y lo premia cuando actúa bien.
1. SUBETAPA DE EXTROVERSIÓN (6 - 11 años) : Además de lo relevante de lo anterior:
1. Recibir aceptación y comprensión por su aumentada necesidad de actividad física.
2. Tener actividades con patines, patineta, bicicleta y de contacto físico con personas de la misma edad y sexo.
3. Recibir una educación sexual básica adecuada.
4. Establecer relaciones afectivas con algunos profesores de ambos
5. Comenzar a recibir y manejar su propio dinero o mesada.
6. Poder equivocarse sin recibir burla o crítica destructiva.
7. Recibir aceptación de los padres y de otras figuras de autoridad por conformarse a sus normas.
8. Tener actividades y responsabilidades personales, fuera de casa.
9. Pertenecer a una "gallada" o grupo de amigos del mismo sexo.
10. Enfrentar las consecuencias de sus errores y "embarradas", sin que alguien lo sobreproteja de ellas.
11. Resolver sus propias peleas y disgustos con hermanos y amigos, sin la intervención innecesaria de los adultos.
12. Escoger sus propios amigos, sin que los padres y otras figuras de autoridad dejen de opinar sobre ellos (sin cantaletear).
13. Recibir razones lógicas y funcionales (no abstractas) acerca de las normas (mas allá de "Soy tu padre y aquí mando yo!").
14. Recibir respuestas funcionales y específicas a sus preguntas.
15. Tener un animal o una mascota para cuidar.
16. Hacer mandados y otras diligencias solo en la calle.
17. Recibir reconocimiento y, por ende, valorarse por inteligente, buen amigo, ágil, creativo y buen estudiante.
18. Recibir reconocimiento y valorarse por su aumentada independencia y por su interés en investigar y conocer el mundo.
19. Gozar el proceso de conocer el mundo que lo rodea.
20. Coleccionar, sin críticas o imposiciones, objetos como piedras, tapas, estampillas, "monas" de álbum, etc.
21. Aprender a practicar la cooperación y el trabajo en equipo como una manera de relacionarse con sus hermanos, sus amigos y sus compañeros de colegio.
22. Recibir de su entorno la oportunidad de integrar y sintetizar ciertas teorías y conceptos intelectuales, mediante la integración de materias escolares y extracurriculares.
23. Desarrollar diferentes formas de recreación personal y grupal.
24. Asistir a un colegio cuyos valores, filosofía y normas están consistentes con los de los padres.
25. Realizar sus propias tareas escolares sin la intervención innecesaria de los padres u otras personas.
26. Percibir en Dios un Maestro Creador de un mundo bello, que desea que conozcamos, cuidemos y gocemos ese mundo.
1. ETAPA - ADOLESCENCIA:
1. SUBETAPA DE PUBERTAD: Además de lo relevante de lo anterior:
1. Haber recibido con anticipación a la etapa, información sobre las características sexuales corporales de la pubertad: desarrollo púbico, excitación sexual, eyaculación, menstruación, masturbación, cambio de voz, barros, desmedido crecimiento y torpeza, etc.
2. Poder aumentar el ejercicio físico, la cantidad de comida y el dormir.
3. Recibir aceptación y comprensión (no crítica o burla) de:
1. la torpeza inherente de esta edad ;
1. su nueva sexualidad y sensualidad ;
1. la inestabilidad emocional resultante del cambio hormonal ;
1. su temporal disminución de motivación en las responsabilidades caseras y escolares ;
1. su normal y natural atracción a personas de su misma edad y sexo.
1. su críticas y rechazo de personas de edad menor o muy mayor a la de el ;
1. sus nuevos "héroes" ;
1. su introversión temporal ;
1. sus amores platónicos y sus "tragas pecuecas" ;
1. los problemas dermatológicos de la edad ;
1. su mayor deseo de "libertad" ;
1. sus frecuentes deseos de aislarse y estar solo, especialmente de sus padres y hermanos ;
1. sus constantes cambios de intereses
1. recibir continuado respaldo y expresión afectiva, de ambos padres, por su nueva sexualidad y por (o a pesar de ) los cambios emocionales y corporales resultantes.
2. Recibir un aumentado respeto por su privacidad.
3. Continuar su valoración y auto-valoración como ser humano, a pesar de los cambios físicos psicológicos, emocionales y sociales.
4. Percibir en Dios un Ser que lo ama y lo acepta tal como es.
1. SUBETAPA DE INDEPENDIZACIÓN (14-18): Además de lo relevante de lo anterior:
1. Tener ejercicio físico y dieta propios del adulto.
2. Tener el derecho y los espacios para criticar y rebelarse contra normas impuestas y, a pesar de ello, recibir respeto, aceptación, comprensión y afecto como un valioso ser humano y miembro de familia.
3. Tener el tiempo y la libertad, sin presiones externas prematuras, para desarrollar criterios propios de recreación, vestido expresión sexual, la carrera, el trabajo, ética y moralidad, la amistad, etc.
4. Acordar o concertar con las figuras de autoridad (padres, profesores, etc.), la gran mayoría de las normas y reglas que tiene que cumplir.
5. Entender la lógica o la necesidad de aquellas normas y reglas no concertadas, sino impuestas.
6. Recibir información adecuada y correcta sobre el control de natalidad, las enfermedades venéreas y el SIDA.
7. Tener el derecho de cumplir con las normas de los grupos de sus pares.
8. Tener "héroes" que reflejen normas distintas y a veces opuestas a las establecidas.
9. Recibir reconocimiento y valorarse por la nueva independencia y por sus criterios propios diferentes a los de los demás.
10. Aceptar y sentir la aceptación de los demás en cuanto a su cuerpo y a su sexualidad, sensualidad y genitalidad adultas.
11. Participar en un grupo heterosexual de compañerismo y de amistad (independiente de lo físico-sexual).
12. Desarrollar una relación de interdependencia con los padres y hermanos, en la cual se siente la amistad, presencia y disponibilidad de ellos, más no su imposición, constante crítica u omnipresencia.
13. Recibir comprensión y aceptación de su deseo de no participar en actividades familiares.
14. Comenzar a recibir respuestas y a manejar conceptos más abstractos.
15. Tener relaciones afectivas con el sexo opuesto.
16. Conocerse a sí mismo y desarrollar la habilidad de auto-reflexión.
17. Encontrar cierta congruencia y consistencia en el mundo y sentido en su propia vida.
18. Recibir reconocimiento y, por ende, valorarse física, sexual, estética y socialmente.
19. Recibir comprensión ante los cambios (a veces frecuentes) de pareja.
20. Tener acceso a un profesional que pueda responder a sus inquietudes respecto a la salud física y mental, incluyendo la vida sexual.
21. Desarrollar la auto-disciplina y el autodominio.
22. Desarrollar una conciencia social y las acciones que esta implica.
23. Pertenecer a grupos grandes y a "causas".
24. Percibir a Dios como un Amigo y como una fuente disponible (más no impuesta) de recursos para la realización individual y social, y recibir comprensión y tolerancia familiar y eclesial ante su rebeldía con Dios y con la religión.
1. SUBETAPA DE EMPAREJAMIENTO (18-23): Además de continuar lo anterior:
1. Comprender su aumentado deseo sexual, aprendiendo a distinguir entre sensualidad, sexualidad y genitalidad.
2. Aceptar a la pareja como sujeto (un "tu") y no como objeto sexual o de satisfacción egocéntrica (una parte del "yo").
3. Tener una relación amorosa con un miembro del sexo opuesto, llegando a la unión e integración de lo afectivo y lo físico-sexual.
4. Vivir una relación de noviazgo, con acuerdos explícitos y concertados sobre temas como exclusividad, "fidelidad", manejo de sexualidad y genitalidad, responsabilidades, normas acordadas, individualidad de cada uno, etc.
5. Sentir seguridad en sí mismo por su continuado crecimiento personal.
6. Aceptar y gozar su sensualidad y su masculinidad o femineidad, independientes de la pareja o de la "conquista".
7. Escoger sus propias actividades individuales, de pareja y grupales.
8. Recibir reconocimiento y valorarse como pareja en todas las dimensiones.
9. Recibir reconocimiento y valorarse por sus logros, creatividad, productividad y capacidad de auto-determinación.
10. Desarrollar una auto-imagen personal y una auto-imagen de pareja de "adulto" (en lugar de "niño jugando al adulto).
11. Desarrollar normas morales propias y proactivas.
12. Seguir desarrollando con sus padres una relación de amistad y no de autoridad absoluta, recibiendo opiniones y apoyo más no críticas e imposiciones.
13. Reconocer autoridad y aceptarla con criterios relevantes.
14. Concertar todas las normas de la convivencia familiar.
15. Desarrollar una cosmovisión personal y coherente.
16. Lograr una integración congruente entre lo cognoscitivo, lo afectivo y lo conductual.
17. Gozar los logros personales y colectivos.
18. Apoyar el concepto de una sociedad justa.
19. Fortalecer la conciencia de las cosas y la voluntad.
20. Renovar la prioridad del saber.
21. Valorar lo artístico y lo filosófico.
22. Desarrollar formas recreativas y sociales de pareja, sin abandonar las individuales.
23. Desarrollar una relación viva y personal con Dios, en la cual se siente el derecho de discernir sobre normas y valores.
1. ETAPA - ADULTA
1. SUBETAPA DE ADULTEZ INICIAL (24-31): Elaborar o terminar lo que no se haya terminado de la etapa anterior y...
1. Desarrollar la autonomía individual y una identificación profesional o laboral.
2. Vivir (como soltero) fuera de la casa paterna o, al menos, en total independencia de la familia de origen, con todos los derechos y las responsabilidades que esto conlleva.
3. Establecer con los padres una relación de amistad entre iguales.
4. Recibir comprensión de otros por el manejo del dinero y del tiempo como bienes ilimitados y sin fin.
5. Decidir sobre compromisos conyugales y laborales.
6. Comprender y recibir comprensión de un posible deseo de no relacionarse con Dios, sino una independencia con actitudes de auto-abastecimiento.
1. SUBETAPA DE ADULTEZ PLENA (32-42): Elaborar o terminar lo que no se haya terminado durante la etapa anterior y...
1. Hacer compromisos profesionales, conyugales, familiares y económicos más profundos.
2. Fijarse metas a mediano y largo plazo.
3. Encuadrar las aspiraciones y las ambiciones con las responsabilidades personales (recursos, aptitudes, etc.) y ambientes (oportunidades) reales.
4. Ajustar las percepciones del "futuro", ya que este deja de ser un concepto abstracto y sin límite y se convierte en una realidad a mediano plazo.
5. Revaluar los valores personales ante las confrontaciones del cónyuge, de los hijos y de otros sistemas sociales.
6. Actualizar y revalorar la nueva auto-imagen física.
7. Comprender su mayor interés en el tener y en el hacer, que en el ser o el trascender.
8. Elaborar la soltería como alternativa escogida libremente (no reactivamente) y compensar las carencias que ésta genera.
9. Establecer con Dios una relación de colaboración: "A Dios rogando y con el mazo dando."
1. SUBETAPA DE EDAD MEDIA (43-59): Elaborar o terminar lo que no se haya terminado de la etapa anterior y...
1. Actualizar, reestablecer, reordenar o reafirmar valores y prioridades personales;
2. Desarrollar un mayor interés en el ser y en el trascender, que en el hacer y el tener.
3. Establecer una base para la seguridad económica después de la jubilación.
4. Continuar, después de la jubilación, con una vida llena de sentido y con una estructuración de tiempo que de cabida a actividades propias de todas las dimensiones humanas.
5. Percibir y desarrollar una relación de "unidad" integral con Dios y con el cosmos.
1. ETAPA - RENOVACION Y SENECTUD (60-110): Elaborar o terminar lo que no se haya terminado de la etapa anterior, más...
1. Prepararse para enfrentar de manera realista y afectiva la vejez, la enfermedad, la incapacidad y la muerte, sin perder el amor y el entusiasmo por la vida y la capacidad de sentirse realizado;
2. Hacer buen uso de la sabiduría y la renovada visión espiritual que da la vejez;
3. Comprender que la vida es un ciclo y que todo fin es un comienzo.
4. Encontrar nuevas formas de definir y lograr la productividad.
5. Gozar la vivencia de unificación del trascender con el ser, con el hacer y con el tener.
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RESUMEN DE ETAPAS Y SUBETAPAS
III - EVOLUCIÓN CONYUGAL:
El mismo proceso de evolución psicosocial que elabora el individuo, también opera en la relación de pareja. Requiere la elaboración de las siguientes vivencias de pareja en cada etapa, paralelamente con las de la evolución individual:
1. ETAPA DE ACOPLAMIENTO: (primeros dos años de matrimonio):
1. Reafirmar el compromiso a una relación conyugal o de convivencia.
2. Vivir fuera de la casa paterna y formar una nueva "cultura" conyugal basada en la integración sinérgica de las culturas individuales.
3. Resolver los siguientes conflictos conyugales:
1. manejo del dinero y oficios ;
2. satisfacción y acople sexual ;
3. alianzas entre las familias de origen de cada uno y la pareja ;
4. incertidumbre sobre el compañero escogido ;
5. paternidad y roles paternales ;
6. divergencias o disparidad en el crecimiento personal de los cónyuges;
7. manejo de la individualidad de cada uno.
1. Comprender los siguientes patrones de intimidad:
1. la intimidad es más profunda, pero a veces genera ambivalencia, cuando deja de ocupar el primer lugar entre prioridades ;
2. puede surgir un distanciamiento u otro tipo de crisis durante la transición después de los primeros dos años de matrimonio; luego se aumenta la intimidad cuando estas crisis se resuelven satisfactoriamente.
1. Acordar un adecuado manejo de poder con:
1. Ensayos de límites de poder durante los primeros siete meses de matrimonio;
2. competencia posterior por poder y dominación durante el establecimiento de patrones de toma de decisiones y resolución de conflictos.
1. Establecer las siguientes fronteras matrimoniales:
1. entre lo mío, lo tuyo y lo nuestro ;
2. con suegros y cuñados ;
3. entre el trabajo y la vida de pareja y familia ;
4. en cuanto el encapsulamiento, la dependencia, la rebeldía, la independencia y la competencia entre cónyuges.
1. ETAPA DE ESTABILIDAD CONYUGAL (durante la crianza): Elaborar o terminar lo que no se haya terminado en la etapa anterior, más...
1. Lograr seguridad económica.
2. Sentir éxito en cuanto al matrimonio, los hijos, el trabajo y la vida social.
3. Evaluar los éxitos y los fracasos con el fin de ajustar metas en común.
4. Resolver los siguientes conflictos conyugales:
1. diferentes percepciones y definiciones de "éxito";
2. diferentes maneras de lograr productividad;
3. la posible contraposición o confrontación entre el éxito personal y el matrimonial o familiar;
4. manejo de tiempo y de actividades de pareja sin los hijos.
1. Comprender los siguientes patrones de intimidad:
1. la intimidad sexual se profundiza con el aumento de sinergia y armonía conyugal y se reduce con la disminución de ella;
2. la intimidad sexual puede bajar durante la crisis individual de los cuarenta por las fantasías acerca de otros posibles compañeros pasados, presentes o futuros.
1. Acordar un adecuado manejo de poder con:
1. establecimiento de patrones más permanentes de toma de decisiones y resolución de conflictos,
2. comparación de los patrones de poder en la relación conyugal y familiar con los de otras relaciones y contextos (familia de origen, trabajo, vida social, etc.).
1. Establecer las siguientes fronteras matrimoniales:
1. la pareja sin los hijos;
2. la familia nuclear como unidad básica e independiente;
3. relaciones después de nuevas decisiones personales sobre prioridades y valores ante la crisis de los cuarenta;
4. ante el aparente conflicto entre ambición y estabilidad.
1. ETAPA DE "NIDO VACIO" (la salida de casa de los hijos): Elaborar o terminar lo que no se haya terminado en la etapa anterior, más...
1. Hablar abiertamente de los conflictos latentes y no resueltos, tales como la exclusividad sexual, otros vínculos afectivos, el manejo del dinero, los familiares políticos sobreinvolucrados con la pareja, etc.
2. Invertir en la realización conyugal e individual, la energía antes dedicada a los hijos pequeños.
3. Comprender los abruptos cambios anímicos del cónyuge.
4. Resolver los siguientes conflictos:
1. diferentes direcciones o intensidades de crecimiento personal físico, mental, social y espiritual;
2. conductas que perjudican la relación debidas a la crisis de los cuarenta y la perdida de la "juventud": la depresión, los excesos machistas, los cambios radicales o impulsivos, etc. ;
3. formas de reacoplamiento de la pareja como pareja ante la independización de los hijos;
4. la opción de terminar (o mejorar) una relación insatisfactoria mantenida "por los hijos".
1. Comprender los siguientes patrones de intimidad:
1. la posible amenaza a la intimidad por el "aburrimiento" de la rutina de una relación estable y segura;
2. cambios de intimidad ante la independización de los hijos, según la sinergia desarrollada;
3. Estabilizar la relación para el largo plazo.
1. Acordar un adecuado manejo del poder ante disminución de la seguridad, identidad o auto-valoración personal, por la independización de los hijos y/o jubilación venidera.
2. Establecer las siguientes fronteras matrimoniales:
1. entre el hogar propio y el hogar de los hijos;
2. el nuevo rol de pareja por la salida de los hijos;
3. por las crisis de enfermedad, muerte de parientes, cambio laboral o cambio repentino de roles.
1. ETAPA DE RENOVACION Y SENECTUD CONYUGAL: Elaborar o terminar lo que no se ha terminado de la etapa anterior, más...
1. Redefinir las prioridades conyugales durante la renovación: viajes, vida social, estudios, sexualidad, etc.
2. Apoyarse mutuamente en la búsqueda de la productividad y de la realización personal y conyugal.
3. Resolver los conflictos que resultan de las conductas negativas (la "desbocada machista", los celos, las "chocheras", el malgenio, etc.) debidas al miedo a la soledad, a la improductividad, a la disfunción sexual y a la incapacidad.
4. Comprender la ambivalencia hacia la intimidad debida a la inevitable separación venidera.
5. Acordar un adecuado manejo del poder en cuanto:
1. una posible pérdida de autoridad y de dominio después de la jubilación, por la pérdida de control económico y familiar;
2. los temores relacionados con la sobrevivencia que provocan nuevas necesidades de control y poder.
1. Establecer las fronteras matrimoniales ante:
1. la pérdida de amigos y familiares, la cual puede provocar un cierre excesivo de fronteras y una peligrosa reducción de contacto social.
2. la separación de los hijos, la cual puede dar lugar a una apertura de fronteras para incluir hermanos y otros parientes.
IV - INVOLUCIÓN CONYUGAL: De igual manera como una relación puede evolucionar, también puede involucionar Generalmente existen seis etapas en este proceso (Wayne Oates, 1.986), cada una con intervenciones indicadas:
1. ETAPA DEL CONFLICTO NORMAL: Estos son los conflictos arriba mencionados que son normales, naturales y necesarios en cualquier relación conyugal. Cada conflicto es una crisis y, como tal, una oportunidad de crecer, de madurar y de profundizar la intimidad. Son pocas las intervenciones terapéuticas necesarias y cuando lo sean, se limitan a la proactivización de la comunicación.
2. ETAPA DE PACTO ROTO: En la medida en que una relación se desarrolla, se van formando pactos o acuerdos que son la base de la confianza mutua. Cuando uno o ambos rompen los compromisos en que se basan los pactos, la relación involuciona especialmente si el pacto roto ha sido explícito y no sólo táctico. Como resultado, los dos inician un proceso de riñas, amenazas e insultos como armas en la guerra por el poder. El consejero o terapeuta generalmente recurre, en esta etapa involutiva, a las técnicas de Terapia de Pacto y otras técnicas comunicacionales.
3. ETAPA DE LA EVIDENCIA ESCONDIDA: Ahora, la pareja guarda una apariencia de bienestar conyugal mientras también guarda rencores y resentimientos. A veces los dos, para aparentar, tienen otro hijo o hacen otros planes o compras a largo plazo, pero la relación está caracterizada por la resignación de los dos a una comunicación muy pobre y superficial. A veces ni siquiera pelean los dos. Cada uno experimenta aislamiento, soledad y ansiedad que a veces contribuye a que uno o ambos busquen o se sientan atraídos por otra persona del sexo opuesto. También son comunes, en esta etapa, los excesos de alcohol, drogas, compras exorbitantes y relaciones sexuales extra-matrimoniales pasajeras, como medios de "consolación". Las intervenciones en esta etapa deben ser netamente reestructurantes, sin apresurar ni la separación ni el permanecer juntos.
4. ETAPA DE CONOCIMIENTO PUBLICO: En esta etapa la pareja reconoce abiertamente su problema y comienza a buscar consejos de familiares o amistades. Sin embargo, tienden a llegar donde un profesional sólo cuando la relación ya está muy deteriorada y el nivel de resentimiento mutuo está muy alto. En esta etapa es posible una reconciliación y una reestructuración cuando existen la buena voluntad, la sinceridad y el deseo de mejorar las cosas. Es muy frecuente, en este momento, que uno de los dos (o ambos) busquen abiertamente a otra pareja para llenar su vacío. Frecuentemente esto se convierte en la "gota de agua que hace rebosar la copa".
5. ETAPA DE PSEUDO-SEPARACIONES: Esta etapa está marcada por las amenazas y/o intentos de separación. A veces tiene la forma de "visitas" prolongadas de la esposa a su familia paterna o de "trabajo" adicional de cualquiera de los dos, en el cual tiene que ausentarse mucho de la casa. Tarde o temprano estos pretextos se revientan y los dos inician una o varias separaciones más completas, frecuentemente interrumpidas por breves períodos de "reconquista" o sumisión a presiones profesionales (inclusive de consejeros y terapeutas bien intencionados), sociales o familiares que generalmente duran poco. Nuestra experiencia indica que en esta etapa lo más indicado es una separación "oficial" de ensayo para permitir que cada uno reflexione y reduzca su nivel de ansiedad y agresividad, antes de renegociar la relación.
6. ETAPA DE SEPARACIÓN LEGALIZADA O DE HECHO: Si a raíz de lo anterior no se logra un acuerdo y una buena experiencia en las etapas de reestructuración, el terapeuta puede ayudar a la pareja a separarse definitivamente sin lastimar, innecesariamente, a ellos mismos o a los hijos. Deben existir acuerdos sobre dinero, los hijos y otros asuntos y los dos deben iniciar el proceso de elaborar su duelo.
IV - EVOLUCIÓN FAMILIAR:
De la misma manera como el individuo y la pareja siguen una evolución por etapas y transiciones, la familia también requiere la oportuna elaboración de etapas paralelas a las de los individuos y de la pareja:
1. TODAS LAS ETAPAS: En todas las etapas se requiere:
1. Estimular la salud y la buena condición física de cada integrante de la familia.
2. Relacionarse con otras personas y sistemas sociales en la comunidad.
3. Cumplir los roles conyugales y familiares.
4. Compartir entre todos la responsabilidad de la vida familiar.
5. Desarrollar y mantener comunicaciones generativas.
6. Profundizar sobre los sentimientos de aceptación, respeto mutuo y amor.
7. Internalizar los valores trascendentales dentro de la individualidad y la autonomía.
1. ETAPA FAMILIAR INICIAL: Específicamente, en la etapa familiar inicial, con los niños pequeños, se requiere:
1. Establecer una cultura familiar con valores y creencias propias de la familia.
2. Invertir tiempo, energía y dinero para los nuevos miembros del sistema.
3. Asumir nuevos roles paternales y filiales.
4. Reajustar la relación con la familia extendida (abuelos, tíos, primos, etc.).
1. ETAPA FAMILIAR INTERMEDIA: En la siguiente etapa, cuando uno o más de los hijos son pre-adolescentes o adolescentes, se adiciona:
1. Co-crear valores relevantes a la cultura familiar en evolución.
2. Aumentar la flexibilidad de las fronteras familiares para permitir la creciente autonomía de los hijos, la satisfacción de sus necesidades y la mayor entrada a casa de sus amigos.
1. LA ETAPA DEL NIDO VACIO: En la etapa denominada el "Nido Vacío", cuando comienzan a irse los hijos de la casa, se requiere:
1. Aceptar la independencia de los hijos y su salida de la casa paterna o del dominio de ella.
2. Adaptarse a la entrada, por visitas de otras personas, en el sistema familiar: novios, yernos, nueras, nietos, consuegros, etc.
3. Adaptarse a la salida, por muerte, de algunas personas del sistema familiar nuclear o extendido.
4. Establecer una relación sinérgica adulto-adulto con los hijos adultos y sus parejas.
1. RENOVACION Y SENECTUD: En esta etapa se debe:
1. Aceptar el cambio de mando generacional, con la pérdida de importancia de los progenitores y con su rol periférico.
2. Manejar la vejez y la viudez sin dependencia innecesaria o sobreinvolucramiento con los hijos.
3. Evitar compromisos paternales prolongados con los nietos.
4. Ofrecer a la familia extendida la "hoguera generacional", un punto de encuentro entre familias
y generaciones.
Extraido de:
http://amauta-international.com/BIBVIRT/