martes, 28 de febrero de 2012

de la servidumbre moderna - 28-02-2012

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de la servidumbre moderna

Capítulo I: Epígrafe

“Mi optimismo está basado en la certeza de que esta civilización está por derrumbarse.

Mi pesimismo, en todo lo que hace por arrastrarnos en su caída.”

 Capítulo II: La servidumbre voluntaria

“Es el mal de estos tiempos, los locos guían a los ciegos.”
William Shakespeare

   La servidumbre moderna es una esclavitud voluntaria, consentida por la muchedumbre de esclavos que se arrastran por la faz de la tierra. Ellos mismos compran las mercancías que los esclavizan cada vez más. Ellos mismos procuran un trabajo cada vez más alienante que se les otorga si demuestran estar suficientemente amansados. Ellos mismos eligen los amos a quienes deberán servir. Para que esta tragedia absurda pueda tener lugar, ha sido necesario despojar a esa clase de la conciencia de su explotación y de su alienación. He ahí la extraña modernidad de nuestra época. Al igual que los esclavos de la antigüedad, que los siervos de la Edad Media y que los obreros de las primeras revoluciones industriales, estamos hoy en día frente a una clase totalmente esclavizada, solo que no lo sabe o más bien, no lo quiere saber. Ellos ignoran la rebelión, que debería ser la única reacción legitima de los explotados. Aceptan sin discutir la vida lamentable que se planeó para ellos. La renuncia y la resignación son la fuente de su desgracia.

    He ahí la pesadilla de los esclavos modernos que no aspiran sino a ser llevados por la danza macabra del sistema de la alienación.

La opresión se moderniza expandiendo por todas partes las formas de mistificación que permiten ocultar nuestra condición de esclavos.
Mostrar la realidad tal como es y no tal como la presenta el poder, constituye la subversión más genuina.
Sólo la verdad es revolucionaria.


 Capítulo III: La planeación territorial y la vivienda

“El urbanismo es esta toma de posesión del medio ambiente natural y humano por el capitalismo que, desarrollándose lógicamente como dominación absoluta, puede y debe ahora rehacer la totalidad del espacio como su propio decorado.”

Guy Debord, La Sociedad del Espectaculo.

    A medida que construyen su mundo con la fuerza alienada de su trabajo, el decorado de este mundo se vuelve la cárcel donde tendrán que vivir. Un mundo sórdido, sin sabor ni olor, que lleva en sí la miseria del modo de producción dominante. 
    Este decorado está en permanente construcción, nada en él es constante. La remodelación continua del espacio que nos rodea está justificada por la amnesia generalizada y la inseguridad con las que tienen que vivir sus habitantes. Se trata de cambiarlo todo a la imagen del sistema: el mundo se vuelve como una fábrica, cada vez más sucio y ruidoso.
    Cada parcela de este mundo es propiedad de un Estado o de un particular. Este robo social que es la apropiación exclusiva de la tierra se materializa en la omnipresencia de los muros, de las rejas, de las cercas, de las barreras y de las fronteras. Son las marcas visibles de esa separación que lo invade todo.
    Pero al mismo tiempo, la unificación del espacio, según los intereses de la cultura mercantil, es el gran objetivo de nuestra triste época. El mundo debe convertirse en una inmensa autopista, absolutamente eficiente, para facilitar el transporte de las mercancías. Todo obstáculo, natural o humano, debe ser destruido.
    La concentración inhumana de esa masa de esclavos es fiel reflejo de su vida: se asemeja a las jaulas, a las cárceles, a las cavernas. Pero a diferencia del esclavo o del prisionero, el explotado de la época moderna debe pagar por su jaula.

“Pues no es el hombre sino el mundo el que se ha vuelto anormal.”
Antonin Artaud

Capítulo IV: La mercancía

“A primera vista, una mercancía parece ser una cosa trivial, de comprensión inmediata. Su análisis demuestra que es un objeto endemoniado, rico en sutilezas metafísicas y reticencias teológicas.”
Carlos Marx, El Capital, capítulo I, libro 4.

    En este estrecho y lúgubre espacio en donde vive, el esclavo acumula las mercancías, que según los mensajes publicitarios omnipresentes, deberán traerle la felicidad y la plenitud. Pero entre más acumula mercancías, más se aleja de él la posibilidad de acceder un día a la felicidad.

“De qué le sirve al hombre poseerlo todo, si a cambio pierde su alma.”
                   El Evangelio según San Marcos 8, 36

    La mercancía, ideológica por esencia, despoja de su trabajo al que la produce y despoja de su vida al que la consume. En el sistema económico dominante, ya no es la demanda la que condiciona la oferta, sino la oferta la que determina la demanda. Es así como, de manera periódica, surgen nuevas necesidades consideradas vitales por la inmensa mayoría de la población: primero fue el radio, luego el carro, el televisor, el computador y ahora el celular.
    Todas estas mercancías, distribuidas masivamente en un corto lapso de tiempo, modifican en profundidad las relaciones humanas: sirven por un lado para aislar a los hombres un poco más de sus semejantes y por otro, para difundir los mensajes dominantes del sistema. “Las cosas que poseemos terminan por poseernos.”

 Capitulo V: La alimentación

“Lo que es comida para unos, es veneno para otros.”
Paracelso

    Pero es cuando se alimenta que el esclavo moderno ilustra mejor el estado de decadencia en que se encuentra. Disponiendo cada vez de menos tiempo para preparar la comida que ingiere, se ve reducido a consumir a la carrera lo que la industria agroquímica produce. Erra por los supermercados en busca de los ersatz que la sociedad  de la falsa abundancia consiente en darle. Su elección no es más que una ilusión. La abundancia de los productos alimentarios no disimula sino su degradación y su falsificación. No son otra cosa que organismos genéticamente modificados, una mezcla de colorantes y conservantes, de pesticidas, de hormonas y de otros tantos inventos de la modernidad. El placer inmediato es la regla del modo de alimentación dominante, así como la de todas las formas de consumo. Y las consecuencias que ilustran esta manera de alimentarse se ven por todas partes.
    Pero es frente a la indigencia de la mayoría que el hombre occidental se regocija de su posición y de su consumo frenético. Por tanto, la miseria está dondequiera que reine la sociedad mercantil totalitaria. La escasez es el revés de la moneda de la falsa abundancia. Aunque la producción agroquímica es suficiente para alimentar a la totalidad de la población, en un sistema que hace de la desigualdad un criterio de progreso, el hambre no deberá desaparecer jamás.

“Ellos están convencidos de que el hombre, especie pecadora por excelencia, domina la creación.  Como si todas las demás criaturas no hubieran sido creadas sino para servirles de comida, de pieles, para ser martirizadas y exterminadas.”
Isaac Bashevis Singer

    La otra consecuencia de la falsa abundancia alimentaria es la multiplicación de las fábricas de concentración y el exterminio bárbaro y a gran escala de las especies que sirven para alimentar a los esclavos. Esta es la esencia misma del modo de producción dominante. La vida y la humanidad no resisten más ante el afán de lucro de unos cuantos.

Capítulo VI: La destrucción del medio ambiente

“Qué triste es pensar que la naturaleza habla y que el género humano no la escucha.”
Victor Hugo

    El pillaje de los recursos del planeta, la abundante producción de energía o de mercancías, los residuos y los desechos del consumo ostentoso hipotecan las posibilidades de supervivencia de nuestra tierra y de las especies que la pueblan. Pero para darle paso al capitalismo salvaje, el crecimiento no deberá parar jamás. Hay que producir, producir y volver a producir cada vez más.

    Y son los mismos que contaminan quienes se presentan hoy en día como los salvadores del planeta. Esos imbéciles de la industria del espectáculo, patrocinados por las firmas multinacionales, intentan convencernos de que un simple cambio en nuestros hábitos bastará para salvar al planeta del desastre. Y mientras que nos culpan, continúan contaminando sin cesar el medio ambiente y nuestro espíritu. Esas pobres tesis seudo-ecológicas son repetidas por todos los políticos corruptos que necesitan eslóganes publicitarios. Pero se cuidan bien de no proponer un cambio radical en el sistema de producción. Se trata, como siempre, de cambiar algunos detalles para que lo esencial siga siendo igual.

 Capítulo VII: El trabajo

“Trabajo, del latín tri palium “tres palos”, instrumento de tortura.”

    Para entrar en la ronda del consumo frenético, hay que tener dinero y para tenerlo, hay que trabajar, es decir, venderse. El sistema dominante ha hecho del trabajo su principal valor, y los esclavos deben trabajar cada vez más para pagar a crédito su vida miserable. Se agotan en el trabajo, pierden con él la mayor parte de su fuerza vital y tienen que soportar las peores humillaciones. Pasan toda su vida haciendo una actividad extenuante y molesta para el beneficio de unos cuantos. La invención del desempleo moderno tiene como propósito asustarlos y hacerles agradecer sin cesar la generosidad del poder.
    ¿Qué harían sin esta tortura que es el trabajo? Son estas actividades alienantes las que nos presentan como una liberación. ¡Qué mezquindad y qué desdicha!

    Siempre apresurado por el cronómetro o el látigo, cada gesto de los esclavos está calculado a fin de aumentar la productividad. La organización científica del trabajo constituye la esencia misma de la desposesión de los trabajadores, del fruto de su trabajo y del tiempo que pasan en la producción automática de las mercancías o de los servicios. La actividad del trabajador se confunde con el de una máquina en las fábricas, o con el de un computador en las oficinas. El tiempo pagado no se recupera jamás.
    De esta manera, a cada empleado se le asigna un trabajo repetitivo, ya sea intelectual o físico. Él es un especialista en su área de producción. Esta especialización se reproduce a escala planetaria en el marco de la división internacional del trabajo. Se concibe en Occidente, se produce en Asía,  se muere en África.

Capítulo VIII: La colonización de todos los sectores de la vida

“El hombre entero está condicionado al comportamiento productivo por la organización del trabajo, y fuera de la fábrica, mantiene la misma piel y la misma cabeza.”

Christophe Dejours

    A medida que el sistema de producción coloniza todos los sectores de la vida, el esclavo moderno, no conforme con su servidumbre en el trabajo, sigue desperdiciando su tiempo en las actividades de esparcimiento y las vacaciones planificadas. Ningún momento de su vida escapa al dominio del sistema. Cada instante de su vida ha sido invadido. Es un esclavo de tiempo completo.

 Capítulo IX: la medicina mercantil

“La medicina hace morir más lentamente.”
Plutarco

    La degradación generalizada de su medio ambiente, del aire que respira, y de la comida que consume; el stress de sus condiciones laborales y de la totalidad de su vida social son el origen de las nuevas enfermedades del esclavo moderno. Su condición servil es una enfermedad para la cual no existirá jamás ninguna medicina. Sólo la completa liberación de la condición en la que se encuentra, puede permitirle al esclavo moderno reponerse de su sufrimiento.

    La medicina occidental no conoce sino un remedio contra los males que sufren los esclavos modernos: la mutilación. Es a base de cirugías, de antibióticos o de quimioterapia que se trata a los pacientes de la medicina mercantil. Nunca se ataca el origen del mal sino sus consecuencias, porque la búsqueda de las causas nos conduciría inevitablemente a la condenación implacable de la organización social en su totalidad.

    Así como el sistema actual ha convertido cada elemento de nuestro mundo en una simple mercancía, también ha hecho de nuestro cuerpo una mercancía, un objeto de estudio y experimentación para los seudo-sabios de la medicina mercantil y de la biología molecular. Los amos del mundo ya están a punto de patentar todo lo viviente. La secuencia completa del ADN del genoma humano es el punto de partida de una nueva estrategia puesta en marcha por el poder. La decodificación genética no tiene otra finalidad que la de ampliar considerablemente las formas de dominación y de control.

    Como tantas otras cosas, nuestro cuerpo ya no nos pertenece.

 Capitulo X: la obediencia como segunda naturaleza

“A fuerza de obedecer se obtienen reflejos de sumisión.”

Anónimo

    Lo mejor de su vida se le escurre por los dedos, pero él continúa porque tiene la costumbre de obedecer desde siempre. La obediencia se ha convertido en su segunda naturaleza. Obedece sin saber por qué, simplemente porque sabe que tiene que obedecer. Obedecer, producir y consumir, he ahí el tríptico que domina su vida. Obedece a sus padres, a sus profesores y a sus patrones, a sus propietarios y a sus mercaderes. Obedece a la ley y a las fuerzas del orden, obedece a todos los poderes porque no sabe hacer otra cosa. No hay nada que lo asuste más que la desobediencia, porque la desobediencia es el riesgo, la aventura, el cambio. Así como el niño entra en pánico apenas pierde de vista a sus padres, el esclavo moderno se siente desorientado sin el poder que lo ha creado. Por eso, continúa obedeciendo.

    El miedo ha hecho de nosotros unos esclavos y nos mantiene en esa condición.  Nos inclinamos ante los amos del mundo; aceptamos esta vida de humillaciones y de miseria, solamente por temor.
    Sin embargo, nosotros disponemos de la fuerza numérica frente a la minoría que gobierna. Su fuerza no la obtienen de su policía sino de nuestro consentimiento. Justificamos nuestra cobardía al enfrentamiento legítimo contra las fuerzas que nos oprimen con un discurso lleno de humanismo moralizador. El rechazo a la violencia revolucionaria está anclado en los espíritus de aquellos que se oponen al sistema defendiendo unos valores que el mismo sistema les ha enseñado.
    Pero cuando se trata de conservar su hegemonía, el poder no vacila nunca en utilizar la violencia.

 Capitulo XI: represión y vigilancia

“Bajo un gobierno que aprisiona injustamente, el lugar del hombre justo es también en prisión.”
Henry David Thoreau, La Desobediencia Civil.

    Sin embargo, existen algunos individuos que escapan al control de las conciencias, pero están bajo vigilancia. Todo acto de rebelión o de resistencia es asimilado como una actividad desviada o terrorista. La libertad no existe sino para aquellos que defienden los imperativos mercantiles. A partir de ahora, la verdadera oposición al sistema dominante es totalmente clandestina. Contra esos opositores, la represión es la regla vigente. Y el silencio de la mayoría de los esclavos frente a esta represión es justificada por el propósito mediático y político de negar el conflicto que existe en la sociedad real. 

 Capítulo XII: El dinero

“Y aquello que hicimos antes por el amor de Dios, lo hacemos ahora por el amor al dinero, es decir, por amor a aquello que da la sensación más elevada de poder y la buena conciencia.”

Aurora, Nietzsche

    Como todos los seres oprimidos de la historia, el esclavo moderno necesita de su mística y de su dios para anestesiar el mal que le atormenta y el sufrimiento que le agobia. Pero este nuevo dios, a quien entregó su alma, no es más que la nada. Un trozo de papel, un número que tiene sentido solo porque todos han decidido dárselo. Es por este nuevo dios que estudia, trabaja, riñe y se vende. Es por este nuevo dios que ha abandonado sus valores y está dispuesto a hacer lo que sea. Él cree que entre más plata posea más se librará de la coacción que lo sujeta. Como si la posesión fuera de la mano de la libertad. La liberación es una ascesis que proviene del dominio de sí mismo; un deseo y una voluntad de actuar. Está en el ser y no en el tener. Pero hay que decidirse a no servir ni obedecer más. Falta ser capaz de romper con unos hábitos que nadie, al parecer, osa poner en tela de juicio. 

Capitulo XIII: No hay alternativa a la organización social dominante

Acta est fabula
El juego terminó

    Ahora bien, el esclavo moderno está convencido de que no existe alternativa a la organización del mundo presente. Se ha resignado a esta vida porque piensa que no puede haber otra. Es ahí en donde reside la fuerza de la dominación presente: hacer creer que este sistema que ha colonizado toda la superficie de la Tierra es el fin de la historia. Ha convencido a la clase dominada que adaptarse a su ideología equivale a adaptarse al mundo tal como es y tal como ha sido siempre. Soñar con otro mundo se ha convertido en un crimen condenado al unísono por los medios y por todos los poderes. El criminal es en realidad aquel que contribuye, consciente o no, a la demencia de la organización social dominante. No hay locura más grande que la del sistema presente.  

 Capítulo XIV: La imagen

“Pero, sabed, oh rey, que no adoraremos a tus dioses ni nos arrodillaremos ante la imagen de oro.”

Antiguo Testamento, Daniel 3 :18

    Ante la devastación del mundo real, es necesario para el sistema colonizar la conciencia de los esclavos. Es por eso que el sistema dominante ha decidido enfocarse en la disuasión que, desde la más pequeña edad, cumple el papel preponderante en la formación de los esclavos. Ellos deben olvidar su condición servil, su prisión y su vida miserable. Basta con ver esa muchedumbre hipnótica, conectada a las pantallas que acompañan su vida cotidiana. Ellos disfrazan su insatisfacción permanente con el reflejo manipulado de una vida soñada, hecha de dinero, de gloria y de aventura. Pero sus sueños son tan lamentables como su vida miserable.

    Hay imágenes para todo y para todos. Esas imágenes llevan en sí el mensaje ideológico de la sociedad moderna y sirven de instrumento de unificación y de propaganda. Se multiplican a medida que el hombre es despojado de su mundo y de su vida. Es el niño el primer blanco de esas imágenes. Hay que volverlos estúpidos y extirparles toda forma de reflexión y de crítica. Todo ello se hace, claro está, con la desconcertante complicidad de sus padres, quienes han desistido ante el impacto de los medios modernos de comunicación. Ellos mismos compran todas las mercancías necesarias para la esclavización de su progenie. Se desentienden de la educación de sus hijos y se la dejan al sistema del embrutecimiento y de la mediocridad.

    Hay imágenes para todas las edades y para todas las clases sociales. Los esclavos modernos confunden esas imágenes con la cultura y, a veces, con el arte. Se recurre constantemente a los instintos más bajos para vender cualquier mercancía. Y es la mujer, doblemente esclava en la sociedad presente, la que paga el precio más alto.
Ella es presentada como simple objeto de consumo. La rebelión ha sido también reducida a una imagen desprovista de su potencial subversivo. La imagen sigue siendo la forma de comunicación más directa y más eficaz: crea modelos, embrutece a las masas, les miente, les infunde frustraciones y les insufla la ideología mercantil. Se trata, pues, una vez más y como siempre, del mismo objetivo: vender, modelos de vida o productos, comportamientos o mercancías, vender no importa qué, pero vender.

 Capitulo XV: El entretenimiento

“La televisión embrutece a los que la miran, no a los que la hacen.”

Patrick Poivre d’Arvor

    Esos pobres hombres se divierten, pero ese divertimiento no sirve más que para distraerlos del auténtico mal que los acosa. Han dejado que hicieran de su vida cualquier cosa y fingen sentirse orgullosos de ello. Intentan lucir satisfechos pero nadie les cree; ni ante al frío reflejo del espejo, alcanzan a engañarse. Pierden su tiempo delante de unos imbéciles que los hacen reír o cantar, soñar o llorar.
    A través del deporte mediático, se representa el éxito y el fracaso, el esfuerzo y  las victorias que el esclavo moderno ha dejado de vivir en carne propia. Su insatisfacción lo incita a vivir por encargo frente a su aparato de televisión. Mientras que los emperadores de la Antigua Roma compraban la sumisión del pueblo con pan y circo, hoy en día, es con divertimientos y consumo del vacío que se compra el silencio de los esclavos.

 Capitulo XVI: El lenguaje

 “Uno cree que domina las palabras, pero son las palabras las que lo dominan a uno.”

Alain Rey

    El control de las conciencias es el resultado de la utilización viciada del lenguaje por la clase económica y socialmente dominante. Siendo el dueño de todos los medios de comunicación, el poder difunde la ideología mercantil a través de la definición fija, parcial y amañada que le atribuye a las palabras.
    Las palabras son presentadas como si fueran neutras y su definición como evidente. Controladas por el poder, designan siempre una cosa muy distinta a la vida real.
    Es ante todo un lenguaje de la resignación y de la impotencia, el lenguaje de la aceptación pasiva de las cosas tal como son y tal como deben permanecer. Las palabras actúan por cuenta de la organización dominante de la vida y el hecho mismo de utilizar el lenguaje del poder, nos condena a la impotencia.
    El problema del lenguaje es el punto esencial de la lucha por la emancipación humana. No es una forma de dominación que se añada a otra sino que es el centro mismo del proyecto de sometimiento del sistema mercantil totalitario.

    Es a través de la reapropiación del lenguaje y, por tanto, de la comunicación real entre las personas, que surge de nuevo la posibilidad de un cambio radical. Es en este sentido que el proyecto revolucionario converge con el proyecto poético. En la efervescencia popular, la palabra hablada es re-aprendida y reinventada por extensos grupos. La espontaneidad creativa se encuentra en cada uno y nos une a todos.

 Capitulo XVII: La ilusión del voto y la democracia parlamentaria

“Votar es abdicar.”

Élisée Reclus

    No obstante, los esclavos modernos se sienten todavía ciudadanos. Creen votar y decidir libremente quién conducirá sus asuntos, como si aún pudieran elegir. Pero, cuando se trata de escoger la sociedad en la que queremos vivir, ¿creen ustedes que existe una diferencia fundamental, entre la socialdemocracia y la derecha populista  en Francia, entre demócratas y republicanos en Estados Unidos y entre laboristas y conservadores en el Reino Unido? No existe ninguna oposición, puesto que los partidos políticos dominantes están de acuerdo en lo esencial: la conservación de la presente sociedad mercantil. Ninguno de los partidos políticos que pueden acceder al poder pone en entre dicho el dogma del mercado. Y son esos mismos partidos los que, con la complicidad mediática, acaparan las pantallas; riñen por pequeños detalles con la esperanza de que todo siga igual; se disputan por saber quién ocupara los puestos que les ofrece el parlamentarismo mercantil. Esas pobres querellas son difundidas por todos los medios de comunicación con el fin de ocultar un verdadero debate sobre la elección de la sociedad en la que queremos vivir. La apariencia y la futilidad dominan sobre el profundo enfrentamiento de ideas. Todo esto no se parece en nada, ni de lejos, a una democracia.
    La democracia real se define en primer lugar y ante todo por la participación masiva de los ciudadanos en la gestión de los asuntos de la ciudad. Es directa y participativa. Encuentra su expresión más autentica en la asamblea popular y en el dialogo permanente sobre la organización de la vida en común. La forma representativa y parlamentaria que usurpa el nombre de democracia limita el poder de los ciudadanos al simple derecho de votar; es decir, a nada. Escoger entre gris claro y gris oscuro no es una elección verdadera.  Las sillas parlamentarias son ocupadas en su inmensa mayoría por la clase económicamente dominante, ya sea de derecha o de la pretendía izquierda social demócrata.
    No hay que conquistar el poder, hay que destruirlo. Es tiránico por naturaleza, sea ejercido por un rey, un dictador o un presidente electo. La única diferencia en el caso de la “democracia” parlamentaria es que los esclavos tienen la ilusión de elegir ellos mismos al amo que deberán servir. El voto los ha hecho cómplices de la tiranía que los oprime. Ellos no son esclavos porque existen amos, sino que los amos existen porque ellos han elegido mantenerse esclavos.

 Capitulo XVIII: El sistema mercantil totalitario

“La naturaleza no creó amos ni esclavos, yo no quiero dar ni recibir leyes.”
Denis Diderot

    El sistema dominante se define entonces por la omnipresencia de su ideología mercantil. Ocupa a la vez todos los espacios y todos los sectores de la vida. No profesa más que: produce, vende, consume, acumula. Ha reducido todas las relaciones humanas a unas parcas relaciones mercantiles, y considera que nuestro planeta es una simple mercancía. La función que nos asigna es el trabajo servil. El único derecho que reconoce es el derecho a la propiedad privada. Al único dios que rinde culto es al dinero.
    El monopolio de la apariencia es total. Solo aparecen los hombres y los discursos favorables a la ideología dominante. La crítica de este mundo se ahoga en el mar mediático que determina qué está bien y qué está mal, lo que se puede y lo que no se puede ver.

    Omnipresencia de la ideología, culto al dinero, monopolio de la apariencia, partido único disfrazado de pluralismo parlamentario, ausencia de una oposición visible, represión en todas sus formas, voluntad de transformar al hombre y al mundo: He ahí la verdadera cara del totalitarismo moderno que ellos llaman “democracia liberal”, pero que es hora de llamar por su verdadero nombre: el sistema mercantil totalitario.

    El hombre, la sociedad y todo nuestro planeta están al servicio de esta ideología. El sistema mercantil totalitario ha logrado lo que ningún otro totalitarismo había podido: ocupar cada resquicio del planeta. Hoy en día, ninguna forma de exilio es posible.

Capitulo XIX: Perspectivas

    A medida que la opresión se expande por todos los sectores de la vida, la rebelión toma el aspecto de una guerra social.  Los motines renacen y anuncian que la revolución está por llegar.

    La destrucción de la sociedad mercantil totalitaria no es un asunto de opinión,  es una necesidad absoluta en un mundo que se sabe condenado.  Ya que el poder está en todas partes, es por todas partes y por todo el tiempo que hay que combatirlo.

    La reinvención del lenguaje, el trastorno permanente de la vida cotidiana, la desobediencia y la resistencia son las palabras claves de la rebelión contra el orden establecido.  Pero para que de esta rebelión surja una revolución hay que encaminar las subjetividades a un frente común.

    Es en la unidad de todas las fuerzas revolucionarias que hay que obrar.  Esta no se puede conseguir más que siendo conscientes de nuestros fracasos pasados: ni el reformismo estéril ni la burocracia totalitaria pueden ser una solución para nuestra inconformidad.  Se trata de inventar nuevas formas de organización y de lucha.

    La autogestión en las empresas y la democracia directa a escala comunal constituyen las bases de esta nueva organización que debe ser anti-jerárquica, tanto en la forma como en el contenido.

    Al poder no hay que conquistarlo, hay que destruirlo.



Capitulo XX: Epílogo

“Caballeros, el tiempo de la vida es muy corto…
Si vivimos, vivimos para hollar cabezas de reyes.”


William Shakespeare
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Jean-François Brient - Traducción : Alfonso Echeverry
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lunes, 27 de febrero de 2012

Pleito a la luz - Anónimo hindú


He aquí que un día la oscuridad se percató de que la luz cada vez le estaba robando mayor espacio y decidió entonces ponerle un pleito.

Tiempo después, llegó el día marcado para el juicio.

La luz se personó en la sala antes de que lo hiciera la oscuridad.

Llegaron los respectivos abogados y el juez.

Transcurrió el tiempo, pero la oscuridad no se presentaba.

Todos esperaron pacientemente, pero la oscuridad no aparecía.

Finalmente, harto el juez y constatando que la parte demandante no acudía, falló a favor de la luz.

¿Qué había sucedido? ¿Cómo era posible que la oscuridad hubiera puesto un pleito y no se hubiera presentado?

Nadie salía de su asombro, aunque la explicación era sencilla:

la oscuridad estaba fuera de la sala, pero no se atrevió a entrar porque sabía que sería en el acto disipada por la luz.

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Extraído del muro de Gaby Flores en Facebook
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domingo, 26 de febrero de 2012

El principio de Peter - 26-02-2012

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El principio de Peter

El principio de Peter, también conocido como el principio de incompetencia de Peter, está basado en el «estudio de las jerarquías en las organizaciones modernas», o lo que Laurence J. Peter denomina «hierachiology» («jeraquiología»).

Afirma que las personas que realizan bien su trabajo son promocionadas a puestos de mayor responsabilidad, hasta que alcanzan su nivel de incompetencia.

Este principio, formulado por el catedrático de ciencias de la educación de la Universidad del Sur de California en su libro The Peter Principle, de 1969, afirma que:
"... En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia: la nata sube hasta cortarse...".
Laurence J. Peter
Según algunos fuentes, el primero en hacer referencia a este concepto fue José Ortega y Gasset quien en la década de 1910 dio forma al siguiente aforismo:

"... Todos los empleados públicos deberían descender a su grado inmediato inferior, porque han sido ascendidos hasta volverse incompetentes...".

Como corolario de su famoso principio, Lawrence J. Peter deduce los dos siguientes:
  1. Con el tiempo, todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones.
  2. El trabajo es realizado por aquellos empleados que no han alcanzado todavía su nivel de incompetencia.
El principio de Peter fue deducido del análisis de cientos de casos de incompetencia en las organizaciones y da explicación a los casos de acumulación de personal, según el cual el incremento de personal se hace para poner remedio a la incompetencia de los superiores jerárquicos y tiene como finalidad última mejorar la eficiencia de la organización, hasta que el proceso de ascenso eleve a los recién llegados a sus niveles de incompetencia.

Como última reflexión en su libro, Peter manifiesta su esperanza de que algún filántropo le facilitará una cátedra de «jeraquiología» en una universidad importante: «Al haber demostrado, en mis empeños actuales, estar capacitado, estoy preparado para el puesto».

El principio de Peter forma parte de la llamada «Literatura P», que abarca las obras de Peter, C. Northcote Parkinson, Potter y Putt, y que pretende explicar cómo funcionan las jerarquías sociales.

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Extraído de:  http://es.wikipedia.org/wiki/Principio_de_Peter
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miércoles, 22 de febrero de 2012

Maryam bt. Abi Ya´qub al-Faysulí al-Ansarí


“... Vine desde lo inmanifiesto, y establecí mi tienda

en el bosque de la existencia material.

Atravesé reinos minerales y vegetales,

y mis dotes mentales me llevaron hasta el reino animal;

cuando lo alcancé, cruce más allá.

En la concha cristalina del corazón humano

nutrí la gota del yo hasta que fue perla.

En compañía de personas buenas

recorrí la casa de oración,

y habiéndola experimentado, cruce más allá.

Emprendí el camino que a Él Conduce

Y en su puerta por fin fui dócil,

entonces se desvaneció la dualidad

y fui absorbido en Él...”.

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 Maryam bt. Abi Ya´qub al-Faysulí al-Ansarí, vivió en Sevilla en el paso del siglo IV H/ X-XI (de la Era Común). Su padre al igual que quizás ella misma, era originario de Silves, ciudad que junto al resto de las coras occidentales de al-Andalus, debió mantener al menos hasta el siglo XI  (de la Era Común), un intenso intercambio de personas con Sevilla. Su biografía nos indica que realizó la peregrinación, convertida de facto para los andalusíes en un requisito imprescindible para una completa formación intelectual, como puede desprenderse de un somero análisis de los diccionarios biográficos. Adíba y poetisa, fue profesora de mujeres, quizás en las primeras etapas de la enseñanza. Es pues un caso de maestra dedicada especialmente a la formación de las niñas.
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martes, 21 de febrero de 2012

Para… MAHMOUD DARWISH - Rénia Aouadene - 21-02-2012

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Para… MAHMOUD DARWISH - Rénia Aouadene

Al violín que llora

Al laúd que se lamenta
 
…..     Digo:
 
Se marchó  el Poeta
 
Y nos hemos quedados
 
Huérfanos de la vida,
 
Pues nos dejó
 
Cansado de llevar
 
Todos los daños  de la Tierra,
 
Perdido, sabiendo
 
Que Madre Palestina
 
Mira a sus hijos caer
 
Como condenados
 
En el campo de la Libertad.

 
Al violín que llora
 
Al laúd que se lamenta
 
….  El Poeta gritó:
 
Dejad de  llorarme!
 
Yo sólo era el hombre
 
Que desgranaba sus palabras
 
Que resuenan quizás
 
Para un día, una vida
 
En el corazón de todos los míos!

 
Atravesé los Mares
 
Atravesé las Tierras
 
Y superé las Fronteras,
 
Atravieso los Cielos
 
Que vienen a acogerme.
 
Me han dicho de una sola voz
 
-         ¿Mahmoud que haces ahí?
 
-         ¡No te esperábamos!
 
Solicité los Guardias,
 
Los Santos y los Apóstoles,
 
Mesías o Mensajeros
 
Y de pronto contesté:
 
-         Dejé de llorar
 
Esta tierra quemada.
 
Hubiera querido oír
 
Por la última vez,
 
Risas a carcajadas,
 
Canciones de alegrías.
 
Atravesé Gaza
 
He oído aquellos
 
Desde Hebrón hacia Ramallah,
 
Que escandían mi nombre:
 
…. Mahmoud!
 
Gritaban en voz alta
 
Este grito que saltaba
 
Desde el fondo de sus entrañas.

 
Y yo hubiera querido
 
Igual que un eco, contestar:
 
-         Vaya no llorad!
 
El Poeta es un Guía
 
Quizás un Mensajero
 
Que no hace la historia
 
Solo la dice
 
La grita, la aúlla.

 
Al violín que llora
 
Al laúd que se lamenta
 
Y tal como un vagabundo
 
Traje nuestros daños,
 
A través las fronteras
 
Porque sé que mis palabras
 
Aclararan la Tierra.

 
Hermanos, llegara el día
 
En que el campo de la Paz
 
Destruirá las fronteras,
 
Hará caer las paredes,
 
Erigirá el amor
 
Y bajo una bandera
 
Reunirá nuestros pueblos
 
Aclarados de Luz.

 
Decid al violín que llora
 
Y al laúd que se lamenta
 
Que paren sus sollozos,
 
Ya no quiero más lágrimas,
 
Sólo quiero Esperanza
 
¡Que se callen las Armas!

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lunes, 20 de febrero de 2012

El Amor - Ibn Al-Farid


Es el amor. Preserva tus entrañas,

que la pasión no es fácil,

y todo lo que elige se consume,

aunque tenga razón.

Vive libre de él,

que la calma de amor es la fatiga,

dolencia es su comienzo,

y muerte su final.


Para mí, sin embargo,

el morir por amor es un vivir,

y el favor se lo debo a aquel que amo.


Te doy estos consejos

conociendo muy bien qué es el amor,

pero si tú prefieres contradecirme,

elige por ti mismo lo que te plazca.

Si deseas vivir gozosamente,

muere mártir por él; s¡ no lo haces,

el amor tiene ya su propia gente.


Quien no muere de amor, por él no vive.

Y la miel no se puede cosechar

sin exponerse al daño de las abejas.

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Extraído de: http://noctambulario.blogspot.com/2007/01/ibn-al-farid.html ______________________________________________________________________ 
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domingo, 19 de febrero de 2012

Ateísmo y edificio - Ernesto H. De Casas - 19-02-2012

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Ateísmo y Edificio - Ernesto H. De Casas

Esto del ateísmo militante o practicante no deja de ser una novedad, quizás como reacción a siglos de excesos de las religiones hay quien propone el ‘derecho a ser ateo’ con plenos poderes.

La vez pasada fue aquello del autobús con el cartel que decía “quizás Dios no exista”, patrocinado por una asociación atea inglesa que defiende el pleno derecho a no creer.


Ahora es un escritor suizo, quien nos habla de ello. Alain de Botton (Zurich 1969); ha presentado un reciente libro titulado Religión para Ateos, que figura en la lista de los más vendidos en la clasificación de ensayos del Reino Unido y próximamente a editarse en España.

Bien, este autor no se conforma solo con escribir, quiere edificar. Asegura contar con la donación de medio millón de libras y un terreno cedido para erguir un templo destinado a los ‘no creyentes’. ¿Por qué no? ¿Por qué abrían de ser los templos siempre dispuestos para creyentes y a una cierta deidad?

De ninguna manera, ahora también habrá un lugar para no creer y no deidad. Además estaría en medio del centro financiero londinense (es decir, casi mundial), que me parece una zona de creyentes con mucha fe en la deidad universal de los ‘Business’.

No es mala idea hacer otro tipo de templo por aquí, que no será fácil - recordemos que en la zona 0 de Manhattan se quiso hacer una mezquita y surgieron no pocas resistencias - El edificio seria como una especie de torre muy alta, de casi 50 metros, hueca y sin techo, para que el que ingrese sienta su humanidad plena y experimente el rayo de luz que llegara desde lo alto… Visto de fuera es un monolito, símbolo de estudio y reflexión.


El autor concibe así las cosas, vive en esa ciudad y afirma que como “genuinamente ateo” necesita un espacio para meditar, agradecer a la vida o experimentar el asombro. Su perspectiva es más amplia, pues alega - declarando a The Guardian - que así como hay templos (edificios) dedicados a figuras religiosas, también podrían haberlos dedicado a cosas buenas, como el amor, la amistad, la quietud, la perspectiva…

Además se ubica como cítrico a otros ateismos, como el destructivo, de Chirstopher – Cristoforo – Hitchens (Dios no es bueno) o Richard Dawkins (El espejismo de Dios) ya que considera que hay mucha gente no creyente no tiene que ser agresiva con otras religiones o creencias (los ecos nietzscheanos siguen repercutiendo…)


Al respecto, este ultimo autor, científico darwinista, ya ha contestado aduciendo que ‘los ateos no necesitamos templos’. Y por supuesto el proyecto ha provocado reacciones enfrentadas en líderes religiosos, pero un importante reverendo anglicano se muestra muy a favor de la idea pues entiende que un templo así es admitir ‘que somos algo más que polvo’ aunque no sea por vía religiosa.

El reverendo Picher, que así se llama, propone además una denominación a esta corriente: “ateismo constructivo”. Pero el autor de la idea prefiere no usar etiquetados.

Entiende que las religiones, como formas organizadas, han tenido sus excesos pero también sus cosas positivas, en cambio el ateismo tiene ideas interesantes pero no ha sabido como difundirlas.


Hay carencias en la sociedad laica, cosas que se van perdiendo, asegura. Siguiendo la idea de los antiguos templos a la razón, o edificios de perfil humanista, el templo a la perspectiva es un intento de llenar un vacío en una megaciudad, como Londres, en donde hay miles de ateos y agnósticos que no tienen un sitio referente…

Es una muy buena observación. No hay referencias claras aún, a esta espiritualidad distinta que emerge ahora.

Su anhelo es poder empezar las obras a finales del 2013 con el permiso de la muy exigente autoridad municipal londinense. Sin duda es otro indicador de la nueva espiritualidad que brota en nuestro tiempo y va sumando riqueza al abanico de formas diversas que aparecen y se multiplican.

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Extraído de: http://pressenza.com/npermalink/ateismo-y-edificio
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Dos textos ateos:  

Manifiesto Ateo – Sam Harris - http://omarpal.blogspot.com/2011/04/manifiesto-ateo-sam-harris-24-04-2011.html

 ¿Ateísmo? Sí, gracias - Nazanín Amirian - http://omarpal.blogspot.com/2011/04/ateismo-si-gracias-nazanin-amirian-24.html

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El Sistema - Eduardo Galeano


Los funcionarios no funcionan.

Los políticos hablan pero no dicen.

Los votantes votan pero no eligen.

Los medios de información desinforman.

Los centros de enseñanza enseñan a ignorar.

Los jueces condenan a las víctimas.

Los militares están en guerra contra sus compatriotas.

Los policías no combaten los crímenes, porque están ocupados en cometerlos.

Las bancarrotas se socializan, las ganancias se privatizan.

Es mas libre el dinero que la gente.

La gente esta al servicio de las cosas.

Tiempo de los camaleones: nadie ha enseñado tanto a la humanidad como estos humildes animalitos.

Se considera culto a quien bien oculta, se rinde culto a la cultura del disfraz.

Se habla el doble lenguaje de los artistas del disimulo. Doble lenguaje, doble contabilidad, doble moral: una moral para decir, otra moral para hacer.

La moral para hacer se llama realismo.

La ley de la realidad es la ley del poder. Para que la realidad no sea irreal, nos dicen los que mandan, la moral ha de ser inmoral.

Quien no se hace el vivo, va muerto. Estás obligado a ser jodedor o jodido, mentidor o mentido.

Tiempo del qué me importa, del qué le vas a hacer, del no te metas, del sálvese quien pueda.

Tiempo de los tramposos: la producción no rinde, el trabajo no vale.

En el Río de la Plata, llamamos bobo al corazón. Y no porque se enamora: lo llamamos bobo por lo mucho que trabaja.

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Extraído del muro de Ambar Violeta en Facebook
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Y ahora, Neurorreligión - Ernesto H. De Casas - 19-02-2012

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Y ahora, Neurorreligión - Ernesto H. De Casas

El artículo (de La vanguardia 30/1/012) se titula ‘El despertar de la Neurorreligión’, nada menos.

Se refiere a esta disciplina en auge, la Neurociencia, aplicada a detectar lo que registra el cerebro durante actividades religiosas como orar, rezar y demás; pero también, al meditar, que no es algo necesariamente religioso, con lo cual hay un debate en la terminología.


Porque el cerebro se ‘enciende’ en zonas inhabituales con estas actividades, digamos, ‘espirituales’, no restringido a lo religioso, lo que es de mucho interés constatar. La articulista (María-Paz López) dice “…los científicos investigan que ocurre ahí dentro (del cerebro) en momentos de honda espiritualidad", dedicando no pocos esfuerzo y después publican sus observaciones, con todo del debate que eso conlleva.

El caso es que en los EEUU usan el término ‘Neuroteología’ para este campo, algo que en Europa no reciben con acuerdo.

Como se ve en libros de expertos, como ‘Dioses, creencias y neuronas’, del biólogo R.M. Nogués, que es de divulgación, y no ve atinada dicha denominación, porque quiere decir, etimológicamente, el estudio de dios, y sus derivados, así neuroteología seria como - y si acaso -, el cerebro capta a Dios… en cambio el campo neurológico de la ciencia sí puede ver la respuesta cerebral con la actividad religiosa, que es, una actividad humana, a lo que se aplica este campo del saber.

Otro estudioso, F. Mora habla de ‘neurocultura’, quien es fisiólogo y ha presentado en el 2007 el libro ‘Neurocultura, una cultura basada en el cerebro’, donde sostiene que “todas las culturas son un producto del funcionamiento cerebral y de sus códigos”. Y, sin duda, que desde que el cerebro fue aumentando de tamaño en los homínidos, éstos (nosotros) han (hemos) podido hacer más cosas que deambular buscando alimentos; es más, los especialistas afirman que cualquier actividad humana tiene su concomitancia en una conexión neuronal, en un nuevo enlace, en una actividad de alguna zona cerebral determinada. Y eso es lo que quiere captar la neurociencia.

Pero a la pregunta central de ¿Qué pasa en el cerebro cuando se medita o reza? especialistas como el Dr. A. Newberg, autor de Principios de la Neuroteología, de reciente publicación en EEUU, explica, durante esa tarea, se activa una amplia red de estructuras cerebrales implicadas, como el lóbulo frontal, el sistema límbico, los lóbulos parietales, con sus especificidades. Con una muy interesante aseveración: “Dependiendo de la experiencia concreta, esas áreas pueden encenderse o apagarse”. Conclusiones a las que llega el autor escaneando el cerebro de monjas rezando o monjes budistas meditando, durante años de investigaciones. Donde también encuentran que hay sustancias químicas que explican muchas cosas, como la dopamina y la serotonina.

En fin que el tema se hace muy específico; lo importante a destacar aquí es que el cerebro hace su parte sin que se crea o no en dioses, sino por hacer ciertas prácticas y que seguramente la intensidad de éstas da a quienes las hacen unos registros muy atrayentes, distintos a las actividades cotidianas, por ejemplo.

Así que hay sentimientos e ideas encontradas en estas denominaciones pero, como dicen, la ciencia ha entrado en la era de la post religión (el menos en Occidente) y puede investigar sin las ataduras de otros tiempos (menos mal). Hay observadores que ven que estos son indicadores de actividades espirituales, algo más amplio que lo meramente religioso. Y allí coincido puesto que es una manifestación más de la nueva espiritualidad que se expresa en esta época, ahora en el campo científico. Acuerdan que el místico experimenta bienestar paz, alegría, fervor, con la falta de palabras para expresar lo vivido y después se da lugar a cambios de conducta, algo de sumo interés, y que seguramente a lo que querrá tener acceso mucha gente que simplemente necesite de experiencias inspiradoras en sus vidas (más en esta época convulsa) y descubre, que no ha de buscar mas lejos de si mismo, mientras… los neuroinvestigadores lo constatan.

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Extraído de: http://pressenza.com/npermalink/y-ahorax-neurorreligionx?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+pressenza%2FEYhc+%28Noticias+de+Pressenza+IPA+en+espa%C3%B1ol%29
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Escrito al que hace alusión el texto anterior:

El despertar de la neurorreligión - María Paz López, para La Vanguardia 30/01/2012

Los científicos exploran la relación de cerebro y espiritualidad

Un equipo escaneó los cerebros de monjas rezando y budistas meditando | No se trata de "buscar a Dios en el cerebro", sino de indagar ahí la actividad espiritual.

Cada creyente vive su experiencia religiosa a su manera, y ese misterio personalísimo de relación con la divinidad permanece, las más de las veces, incomunicable para terceros, sobre todo si no comparten su fe. Como tantas actividades humanas, esa emoción acontece en el cerebro, y cada vez más aunque tímidamente, los científicos investigan qué ocurre ahí dentro en momentos de honda espiritualidad. Nace así una nueva disciplina, que los estadounidenses han bautizado como neuroteología, un vocablo que despierta escasas simpatías en Europa.

En España, el libro del biólogo Ramon M. Nogués Dioses, creencias y neuronas (ed. Fragmenta) intenta poner el tema al alcance del gran público. Nogués, defensor de este tipo de estudios, no ve sin embargo atinada la denominación neuroteología. Procedente de las voces griegas theos (Dios) y logos (estudio), la teología es la disciplina consagrada al estudio de Dios y de sus atributos y perfecciones. Por tanto, la neuroteología "equivaldría a investigar si el cerebro capta a Dios, cuando Dios no es captable –alerta Nogués–. En cambio, la ciencia neurológica sí es competente para el estudio de la religión, que es una actividad humana, pues su objetivo es ver qué ocurre en el cerebro en las actividades humanas".

Nogués juzga más acertado hablar de neurorreligión, "una más de las palabras que han entrado en lo que Francisco Mora llama neurocultura". Mora, fisiólogo de la Universidad Complutense y autor en el 2007 del libro Neurocultura, una cultura basada en el cerebro (ed. Alianza), sostiene que "todas las culturas son un producto del funcionamiento último de nuestro cerebro y de los códigos que lo gobiernan", y que "la neurocultura es una reevaluación crítica de las humanidades desde la perspectiva nueva de la neurociencia", según explica por correo electrónico desde la Universidad de Iowa (Estados Unidos), donde se halla como profesor visitante. Brotan así otros enfoques: neuroética, neuroestética, neuropolítica, neuroeconomía... y también neurorreligión.

Yendo al meollo, ¿qué pasa en el cerebro de una persona cuando reza o medita? "Hay una amplia red de estructuras implicadas –responde por e-mail desde Filadelfia el doctor Andrew Newberg, autor del libro Principles of Neurotheology, publicado en septiembre en Estados Unidos–. Están el lóbulo frontal, que nos ayuda a focalizar la mente en la oración; el sistema límbico, que permite experimentar emociones poderosas; y los lóbulos parietales, involucrados en nuestro sentido de nosotros, y en su orientación en el espacio y el tiempo".

Resultado de esa actividad cerebral: "Dependiendo de la experiencia concreta, esas áreas pueden encenderse o apagarse –aclara Newberg–. Así, los lóbulos parietales pueden apagarse cuando una persona experimenta una pérdida del sentido de sí misma, o experimenta un sentido de unicidad con Dios". Newberg llegó a esas conclusiones tras escanear cerebros de monjas rezando y de budistas meditando, y tras investigaciones realizadas años atrás junto al fallecido psiquiatra estadounidense Eugene D'Aquilli.

Las sustancias químicas explican muchas cosas. "La dopamina está implicada en lo agradable, y la serotonina inhibe algunas estructuras del lóbulo temporal –aclara el fisiólogo Francisco J. Rubia, autor de La conexión divina. La experiencia mística y la neurobiología, editado en el 2002 por Crítica–. Cuando la serotonina deja de inhibir la dopamina, se produce una liberación de dopamina, y eso da una sensación de placer y bienaventuranza".

Más aún, añade Rubia: las experiencias místicas suelen venir por estrés (ayuno prolongado, privaciones sensoriales, retiro al desierto...), y el estrés produce una liberación de endorfina, otra sustancia que contribuye al bienestar. Resultado: esa paz del alma que experimentan quienes tienen convicciones religiosas profundas y rezan con devoción. Hay, claro está, vivencias extremas, como las de algunos grandes personajes de la historia de las religiones, que muchos expertos vinculan a la epilepsia. Sería el caso de santa Teresa de Jesús, de san Pablo o de Mahoma.

Para Rubia, ahora profesor del Colegio Libre de Eméritos, la voz neuroteología no es correcta. "La neurociencia no puede aceptar como hipótesis la existencia o la no existencia de seres sobrenaturales, al ser una hipótesis que no se puede comprobar ni falsear –alerta–. La neuroteología implicaría buscar a Dios en el cerebro, cuando se trata de buscar la espiritualidad en el cerebro". Francisco Mora, también autor de El dios de cada uno (ed. Alianza, 2011), señala que en estos estudios "hay muchos sentimientos encontrados" y concluye: "De lo que cabe poca duda es de que nos hallamos en esos prolegómenos de la era de la posreligión, desde donde se avizora que la religiosidad será concebida con recogimiento, pero con un destierro, posiblemente, de lo sobrenatural".

También Newberg arguye que la naciente disciplina no debe considerarse "como una búsqueda de Dios en el cerebro, sino sobre cómo religión y cerebro interactúan". Según él, el lado neurológico debe incluir neurociencia, genética, medicina, antropología, psicología y ciencias sociales; y la parte teológica, espiritualidad, religión, teología y filosofía. Según los expertos consultados, la gente de fe suele interpretar esas estructuras cerebrales espirituales como un resorte colocado ahí por Dios, y los no creyentes tienden a sostener que la neurobiología explica emociones humanas, entre ellas la religiosa. Pero no siempre. Dice Mora: "Incluso ha llegado a compartir mi visión de la religiosidad, la religión y el cerebro un monje benedictino".

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Extraído de: http://www.universitaties.cat/cerebroyespiritualidad_lv
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