El llamado desapego es un tipo de experiencia interna.
Veamos lo contrario al desapego: El ego pegado a los objetos (de conciencia).
Cuanto más identificado esté con objetos, personas, conceptos, imágenes, y creencias, más peso y tensión soportare en mi conciencia. Más y más energía consumiré en esa operación que este realizando.
Inversamente cuanto más distancia pueda poner entre el objeto y mi conciencia, más libre me sentiré, más flexible internamente, y feliz.
¿Más como llevar adelante esas operaciones mentales que me liberen de todo aquello que registro como negativo? Hay una respuesta a eso: herramientas.
Hay herramientas para la liberación de la mente.
Las hay antiguas (escuelas de autoconocimiento mezcladas en instituciones religiosas, distintas ordenes esotéricas, logias, y demás),
y también en la psicología más reciente, como por ejemplo la psicología humanista (donde los referentes como Carl Gustav Jung y Abraham Maslow no se pueden soslayar).
El trabajo sobre sí mismo tiene sus dificultades ya que en ese caso uno es sujeto y objeto simultaneamente de una intención propia (intención de liberación). Es un camino a recorrer en cada momento presente.
Y si ese camino de liberación uno lo proyecta recorrer, es que ha caído en cuenta que se encuentra en problemas. Si quiero liberarme, es que me registro como encadenado, como preso en situaciones que no quiero. Necesito herramientas, y necesito saber usarlas. Usar herramientas improvisando puede causar más daños que beneficios quizás. Necesito que alguien me enseñe como usarlas.
¿Como saber que escuelas y maestros en estos casos me pueden enseñar su uso?
No se puede saber de antemano. Es la intuición la que guía en estos casos.
"... Mientras el sediento busca agua el agua está también buscando al sediento..." dijo el maestro sufí Rumi. El que busca sinceramente encuentra, ya que si esta en búsqueda es que ha empezado a despertar a un nivel de conciencia más elevado (dicho en sentido técnico).
El desapego es un fruto del trabajo interno. Es liberación interna al descartar los pesos que la conciencia arrastraba.
Silo, el pensador humanista, expreso en una oportunidad que "...Tal vez debas tener en cuenta que elegir un camino implica des-elegir otros... Hay que des-elegir también muchas otras cosas... Hay que soltar cosas para emprender otras. Es a veces como los dirigibles, los zepelines, que "sueltan peso muerto" para volar más alto...".
El desapego se logra liberando a la mente de "peso muerto", con reconciliación con el pasado, orientación en el momento actual, y un proyecto trascendente a futuro con una dirección mental clara.
Trabajar es trabajar con quien conoce los problemas que se pueden presentar, con metas y métodos sistemáticos, y que ya ha pasado por un trabajo metódico organizado. De lo contrario, el trabajo con un mal maestro sólo produciría resultados negativos, y nefastos a veces.
El primer paso siempre es aprender a ver de forma consciente todo lo que experimentamos. Desde ahí se arranca.
Sin un buen trabajo atencional nada es posible en estos casos. Ya que desde ahí podemos "caer en cuenta de...", y esas caídas en cuenta nos permitirán ir avanzando en ese camino de liberación (a veces rápido, y otras veces lento). Un propósito claro de entrada, guiara a la mente hacia el destino proyectado.
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