"... ¡Efímera violencia yo os disuelvo!
¡Efímera tristeza, con todo mi Amor yo os disuelvo!
¡Efímero sufrimiento de la humanidad, efímero sufrimiento en mi persona, yo os disuelvo!
¡Efímeros miedos que vienen a hacer oscilar el cuerpo, yo os disuelvo!
¡Efímera belleza desplegada sobre este mundo, yo os disuelvo!
¡Efímero placer, efímera alegría, dejadme disolverlas!
¡Efímera vastedad de los océanos, yo os disuelvo!
¡Efímeras danzas de cada una de las células, yo os disuelvo!
¡Efímera grandeza del universo, yo os disuelvo!
¡Y ahí, Bien Amado, fuente de todo efímero, en ti yo me disuelvo!
Gracias, Bien Amado, por acogerme en vuestro seno, y ahí en la Eternidad reencontrada, yo dejo desplegarse la Tranquilidad, la Gracia del Bien Amado.
[Silencio]
Habéis construido mucho, ya sea en el seno de la materia, o aún más en tus pensamientos y en tus conceptos.
Dejad lo efímero disolverse con el fin de que emerja la Joya en el Centro del Centro.
[Silencio]
Disolverse uno mismo y los otros a fin de reunirlos en el Uno, disolver el interior y el exterior a fin de tener una sola Morada.
[Silencio]
Bien Amado en humanidad, fundiros en el Silencio, es la invitación que yo vengo a haceros...
[Silencio]
Bien-Amado en humanidad, yo os saludo.
Mi nombre es Rumi, y regreso a cantar vuestra Eternidad.
Hasta pronto...".
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