Vivimos en democracias formales y no reales.
"Reales" en el supuesto de que "la realidad" en si misma exista y no sea más que alucinación del observador.
Las palabras "democracias" y "formales" es una contradicción en los términos si lo analizamos en profundidad.
Lo que tenemos es una fachada de democracia formal, y el poder real es ejercido por los dueños del capital, la dictadura del dinero. Claro ¿como no podría ser así si el dinero es fuente de felicidad? Los que más lo tienen son los más felices.
¿Sera tan así? Tenemos necesidades. Lógico. ¿Quien puede negarlas?
Más ¿donde termina la necesidad y empieza el deseo encadenante?
que como un barril sin fondo que nunca se llena nos encadena a actos y desperdicio de energía sin límites que solo frustración tras frustración van sumando en nuestro interior.
¿Ponemos en tela de juicio las creencias que hemos asumido como propias en una sociedad decadente y enferma?
Creencias que para nosotros mismos son "la realidad indiscutible". ¿Como osas poner en tela de juicio verdades tan evidentes ¡sacrílego, hereje!...
Sí, sí, navegante de los mares, no viajes más allá de las columnas de Hércules que los dragones marinos te atacaran, y en el caso de que los logres sortear, en el Mare Tenebrosum la tierra se acaba y te caeras de ella.
Poner en tela de juicio las creencias de fondo de la sociedad siempre fue exponerse en el mejor de los casos a la exclusión, al repudio masivo, y hasta a la muerte.
Más los herejes en las creencias sociales epocales tienen la posibilidad de abrir nuevos rumbos en su vida y en el mundo, y no ser un mero reflejo de las condiciones sociales, culturales, y psíquicas de una sociedad contradictoria, decadente, y sobre todo inhumana en su centro.
Poner en tela de juicio los valores de una época como la actual, implica hacer algo distinto a los actos gastados por el uso que ya han demostrado su inutilidad en el pasado, y que lo demuestran también en el presente.
Abrir posibilidades es estar dispuesto a transformar y a transformarnos. Somos la materia prima en bruto de la nueva humanidad si es que hacemos nuestro trabajo en cada instante del momento presente.
Las grandes obras, y las pequeñas también -¿como medirlas-, se construyeron no solo con planos, sino con los actos de todos los que trabajaron en ellas.
Si hacemos lo que sabemos y queremos hacer contribuiremos en el proceso de expansión de la vida. cumpliremos con nuestro propósito ¿sino para que hemos venido aquí? Démosle sentido a este viaje.
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