martes, 19 de julio de 2016
A Caminos Cerrados... Intención Abierta - Omar Paladini
A caminos internos que se cierran, a puertas que se traban y no nos dejan salir a la luz del día, a la llave de salida de esas encrucijadas internas la tenemos nosotros mismos.
Si bien las guías externas nos pueden ser muy útiles, es conectando con un yo más profundo y despierto que podemos abrir nuevas puertas hacia una vida plena de sentido.
Si nos quedamos pegados al yo de la periferia, si solo somos arrastrados de aquí para allá por el yo dominante, a poco podremos aspirar más que a vivir una vida a los tumbos y plagada de sufrimientos innecesarios.
El yo de la periferia es compensación, compensación, y más compensación. No se le puede pedir mucho más que eso.
No se puede ser demasiado condescendiente con ese yo periférico.
No se trata de violentarse contra uno mismo. para nada, eso nunca; más hay que tomar las riendas de nuestra intención desde un lugar interno más fuerte, porque sino ese yo periférico nos lleva para cualquier parte, no tiene destino.
A cualquiera que pretenda vivir una vida que se pueda llamar tal, con sentido y significado, con un propósito claro, le toca pasar por la noche oscura del alma. Es el desgarro, la caída de ensueños compensatorios que solo frustración dejaron a su paso.
Más no olvidemos que la noche oscura nunca pudo derrotar a la luz de la aurora en el horizonte del amanecer.
Fuimos criados por una cultura de lo "externo", vacía y sin sentido. o más bien diría con un sentido puesto en lo externo, sin centro de gravedad propio, y cuando el centro de gravedad esta puesto afuera de uno mismo uno esta a merced de lo que sucede. Según lo que ocurre afuera nos sentimos bien o mal. Terminamos siendo títeres patéticos manejados desde afuera de nosotros mismos. Eso no pude ser, no deberíamos permitirlo.
Hay que poner en juego la creatividad, sin estar atados a los resultados. Con convicción sin traicionarse a uno mismo.
Hay una brújula interna que nos puede guiar, y es la que nos marca si lo que hacemos nos deja un buen registro o un mal sabor interno. esa es la mejor guía,. Es como una intuición que nos dice "es por aquí". Más para eso hay que estar atentos.
La mente necesita en principio guía. Un propósito sentido y querido. Cuanto más profundo y sentido, mejor.
La vida se devela a cada instante. No podemos fijar un destino desde afuera, por lo que otros dicen.
Nuestra libertad se expresa en la incertidumbre de cada elección que hacemos.
Vivir en plena libertad es vivir en inestabilidad, y hay que aprender a tener equilibrio, si no nos caemos.
La intuición siempre suele ser la mejor brújula.
Cada persona tiene que encontrar las salidas a sus encrucijadas. Lo que a uno mismo le puede ser útil quizás a otros no. Eso no lo podemos saber de antemano.
"... Es difícil conquistarse a sí mismo; pero cuando esto se logra, todo queda conquistado...", dijo en su tiempo el maestro Mahavira, y todavía tiene vigencia.
La conquista de uno mismo no es una conquista dictatorial; es la conquista cotidiana de sentirse más libres, con más autonomía, más felices a pesar de los golpes de la vida.
Caminando tropezamos, cometemos errores, más los manuales de uso de la vida ya no son demasiado útiles en un proceso humano que se acelera junto con el proceso de superación de lo viejo por lo que nace en el horizonte de la nueva humanidad.
Dejamos de tropezar con las mismas piedras y vamos aprendiendo a ser mejores seres humanos lejos de la alienación mental del egoísmo estúpido del yo de la periferia cuando estamos atentos a cada paso que damos en el camino, y acertamos o cometemos errores distintos, más no los de siempre. Es hasta "aburrido" cometer siempre los mismos errores ¿No?...
Nuevos caminos podemos transitar y a cada paso lo vamos construyendo en nuestro andar si fijamos un destino que trascienda nuestra alienación mental fruto de ser criados en una sociedad enferma de egoísmo.
Los nuevos caminos se construyen entre todos ya que todos somos uno, no hay dos. Sera interesante no olvidarlo.
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