domingo, 9 de octubre de 2011

Acerca de la atención y la conciencia de sí - Arturo Jaque Rojas . Omar Paladini


Charla entre el monje de la montaña y el monje de la llanura

El sol del mediodía avanza sobre la tarde, y después de almorzar y lavar sus cuencos de mendigar, el monje de la montaña y el monje de la llanura se dirigen hacia la sombra del árbol mas cercano.

Bajo la protección de su frondoso follaje, recordaron la pregunta de Buddha dirigida a los monjes: "... Monjes, ¿como vive un monje contemplando la conciencia en la conciencia?..."(1).

El monje de la llanura dijo: __ En este caso Buddha habla de contemplar, es decir, de atender. La atención es la base del despertar, del acceso a la conciencia de sí.

Veamos. Tenemos los distintos niveles de trabajo de la conciencia: sueño, semi-sueño, vigilia ordinaria, y conciencia de sí. En la vigilia ordinaria son los estímulos los que llaman mi atención. En la conciencia de sí, hay registro de los estímulos y de donde ellos provienen.

De ahí que Buddha, dice "... cuando hay pasión en la conciencia, sabe que hay pasión y cuando no hay pasión en la conciencia, sabe que no la hay; cuando hay odio en la conciencia, sabe que hay odio, y cuando no hay odio en la conciencia, sabe que no la hay...". Y "sabe" ya que esta atento.

En todas las disciplinas, en todos los trabajos que tienen a la mente y al desarrollo de sus potencialidades, como eje, el incorporar un tono atencional alto es la base desde la cual se parte, es el "aprender a ver". La conciencia de sí no es un punto de llegada, sino que es mas bien un punto de partida.

Los sufíes lo explican de esta manera, en lo que ellos llaman "Las siete etapas del "Yo": 1. Yo compulsivo o dominante / 2. Yo consciente / 3. Yo inspirado / 4. Yo apaciguado / 5. Yo satisfecho / 6. Yo entregado / 7. Yo perfeccionado o afinado.(2).

En el "Yo compulsivo o dominante" estamos en "vigilia ordinaria", "bastante ordinaria" mas bien diría. En el "Yo consciente", estamos ya en conciencia de sí.

Y ¿como acceden los sufies al "Yo consciente". Acceden con lo que ellos llaman la "presencia", es decir, con la atención.Y es desde ahí, como punto de partida, que se puede tener acceso a otros estados y experiencias internas mas interesantes.

Monje de la montaña: __ Sigue flotando ante mis ojos el carácter "a-lógico" de la interrogante que se formula respecto de como contemplar la conciencia en la conciencia.

Monje de la llanura: __ Bien, eso se puede comprender si tenemos en cuenta la "temporalidad" de la conciencia. Es decir, esta el "acto de conciencia", y en el paso posterior este "acto" se convierte en "objeto de conciencia".

Es ahí donde entra en juego la "memoria", ya que cuando lanzo un acto este ya ingresa a memoria, ya es "objeto de conciencia" este "acto", en el mismo momento casi, después que es lanzado.

Monje de la montaña: __ Sobre lo que planteas, se puede decir que del atender, se transita al despertar; y a la conciencia de sí; para poder liberarse de los sueños, del mundo onírico, y de la miríada de estímulos que proceden de los fenómenos que ocurren, y de los cuales me percato cuando estoy en estado de vigilia.

Monje de la llanura: __ De acuerdo a mi experiencia, no se trata de liberarse de los sueños, del mundo onírico, y de la miríada de estímulos. Si somos conscientes de ese mundo onírico y de esa miriada de estímulos, aumenta nuestra libertad de respuesta en relación a ellos, y ya no les sera fácil llevarnos de las narices de un lado para otro compulsivamente.

Monje de la montaña: __ Si he comprendido bien, la conciencia de sí, permite darse cuenta no solamente de los estímulos, sino también de la fuente de su origen y procedencia.

¿Entrañable hermano, es factible afirmar que hay conciencia de sí cuando recibo el estímulo, lo tamizo, lo decodifico; pero a la vez nunca olvido que ha partido de un punto determinado?. Aunque me cuesta articular ello con que es un punto de partida; por ende, me pregunto si: ¿no podría quizás ser, también o a parte de un punto de partida de la interpretación de la realidad, un derrotero a través del cual fluyen las energías y las percepciones?

Monje de la llanura: __ Bueno, tamizar y decodificar ya entra el campo del razonamiento intelectual y de síntesis emotivas en relación a esos estímulos registrados como objetos de conciencia.

Hay que tener en cuenta que la relación entre actos y objetos de conciencia es casi instantánea.

Te doy un ejemplo: Lanzo un acto y este ya ingresa a memoria, ya es "objeto de conciencia" este "acto", en el mismo momento casi después que es lanzado, a su vez estoy registrando la tensión o distensión que me produce, y si es contradictorio o unitivo para mi conciencia. También registro emociones agradables o desagradables.

Y si estoy atento, en ese feedback, en ese "ida y vuelta" entre actos y objetos de conciencia, opera el "caer en cuenta de...", puedo al caer en cuenta, seguir por el mismo camino, con los mismos actos, o puedo variarlos, lanzar otro tipo de actos.

Desde el "caer en cuenta de..." se abren nuevas posibilidades. Y esto es lo que permite la evolución y transformación del proceso humano particular y social, ya que no existimos aislados, sino en relación dinámica con los seres humanos y el medio que nos rodea.

Monje de la montaña: __ Ahora bien, la conciencia de sí ¿no podría quizás ser, también o parte de un punto de partida de la interpretación de la realidad, un derrotero a través del cual fluyen las energías y las percepciones?

Monje de la llanura: __ Si, ya desde conciencia de sí tenemos la posibilidad de no estar atados a esquemas predeterminados, es decir, de creencias, y aumenta la fluidez en que percibimos los estímulos y la rapidez de las respuestas. Por lo tanto hay ahorro energético que retroalimenta positivamente el proceso.

Y si hablamos de proceso, estamos hablando de un fluir constante, donde la meta no es un lugar fijo , sino que, como en el río de Heráclito, hay ser en el fluir. Somos en la medida en que fluimos con el latir expansivo de la vida.

Monje de la montaña: __ Si. Una cosa es reconocer la conciencia, y su arquitectura, y otra muy diferente, potenciar el trabajo interno, para liberar esa misma conciencia.

Como un atleta que hace un salto mortal, y en el momento de desplegarse sobre el cielo se percata que no hay ni red ni cuerda que lo recoja, ni que pueda amortiguar el impacto. La conciencia es el funámbulo; el acto de conciencia y el objeto de conciencia, el salto; y la conciencia de sí, el vacío.


La oscuridad del atardecer llego a la comunidad de monjes, mientras la conciencia iluminaba la noche.

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Notas

1. El Sutra de los Fundamentos de la Atención - Satipatthana Sutta, Majjhima Nikaya, Sutta Nº 10 - Buddha - Fragmentos - http://omarpal.blogspot.com.ar/2007/05/acerca-de-la-atencion-4.html

2. El cultivo de la cualidad humana profunda a través del sufismo - Fragmentos - Halil Bárcena - http://omarpal.blogspot.com/2011/08/el-cultivo-de-la-cualidad-humana.html 
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Relato armado en base a una charla entre el monje de la montaña (Arturo Jaque Rojas) y el monje de la llanura (Omar Paladini) en Facebook
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