viernes, 18 de noviembre de 2011

Cumpleaños Feliz - Luis Ammann - 18-11-2011

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Cumpleaños Feliz - Luis Ammann

“Mi nacimiento es un hecho totalmente ajeno a mi decisión. No veo por qué celebrarlo” (LAA)

No elegimos nacer. No elegimos a nuestros padres, a nuestros hermanos. No elegimos el lugar ni el tiempo para hacerlo. No elegimos ninguna de nuestras circunstancias. ¿Por qué deberíamos celebrar algo que es tan ajeno?

Tampoco vamos a elegir el momento de nuestra muerte. Aunque esta vez sí tengamos la posibilidad de intervenir, tal vez sea mejor aceptar lo que nos toque, aunque solo sea por la curiosidad de ver la película completa. También para mostrar el desdén que nos provoca la naturaleza en su mecanicidad.

No obstante esas dos condiciones no elegidas, creemos en la libertad y en la intencionalidad humana en el plano existencial frente a otras existencias igualmente condicionadas. También en el amor.

Las servidumbres biológicas y las miserias fisiológicas, acentuadas con el transcurso del tiempo, son ajenas a nuestra intención. Es absurdo festejar el avance de una caducidad progresiva. No hay nada que celebrar en algo que nos es ajeno.

Descartado el plano mayor que nos incluye y nos influencia mecánicamente, la tarea mayor en dignidad es darle un sentido a ese tiempo encarnado que llamamos vida.

Celebremos entonces cada día que nos permite expresar la intención aunque que sea en aspectos menores, en pequeñas acciones que nos dejan el registro de que algo propio crece en nosotros mismos. Un algo que nos sugiere la posibilidad de crear vida consciente dentro de esa contingencia que se desenvuelve hacia la nada.

Hay un cuerpo que es naturaleza predeterminada -una torpe mecanicidad- que puede albergar a un centro de gravedad que se crea desde la conciencia de si mismo.

El demiurgo humano bucea en sí mismo para descubrir -tras el velo de las ilusiones- la materia esencial y caótica desde la cual crear condiciones para que aparezca lo que es perdurable y trascendente. Hacerlo es una empresa que reivindica de tanto condicionamiento y exalta nuestra humanidad.

El nacimiento ¿es una flagrante negación de libertad o una decisión tomada en otro plano? En realidad, no habiendo nacido no hay ser que pueda ejercer atributo alguno y es esa decisión -para la cual no fuimos consultados- la que nos permite elaborar todas las disquisiciones posteriores. Más lógico y amoroso es, entonces, celebrar la decisión de nuestros padres por un acto consciente de amor más que el aniversario de un hecho natural. En el día de mi nacimiento te saludo, madre, por el esfuerzo y les agradezco padre y madre la oportunidad de un tiempo para recorrer el camino en búsqueda de la verdad.

Celebrar aquello que es ajeno es sólo un hábito social. Celebrar y celebrarnos en nuestros actos conscientes es un placer cotidiano y un motivo para agradecer que podamos cuestionar todo “lo dado” en el paisaje de formación y construir algo nuevo y trascendente. Más que humano.

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Extraído de: www.luisammann.com.ar/2011/11/17/cumpleanos-feliz/
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