MN 22 {9M.3.2} Alagaddupama Sutta - Discurso con el símil de la serpiente
En un monje, de nombre Arittha,
apareció la perniciosa idea, según la cual la conducta prohibida por el
Buda, en realidad, no constituye una obstrucción. El Buda le dirige una
reprimenda y, con una serie de memorables símiles, subraya el peligro
del mal uso y mala interpretación del Dhamma. El sutta termina con una
impresionante disquisición sobre la ausencia del “yo”.
Los subtítulos corresponden a la edición Nanamoli-Bodhi
Tabla de contenidos:
[Escenario]
[El símil de la serpiente]
[El símil de la balsa]
[Los puntos de vista]
[Agitación]
[La transitoriedad y el no-yo]
[El Arahant]
[Tergiversando al Tataghata]
[No vuestro]
[En este Dhamma]
[Escenario]
[1] {234} Esto he escuchado. En una
ocasión el Bienaventurado estaba en Savatthi, en la Arboleda de Jeta, en
el Parque de Anathapindika.
[2] En esta ocasión, en un monje de
nombre Arittha, que anteriormente se dedicaba a matar buitres, surgió el
siguiente pernicioso punto de vista: “Aunque el Bienaventurado ha
enseñado acerca de las llamadas «obstrucciones», tal como yo entiendo
esta enseñanza, estas cosas no necesariamente tienen que ser obstáculos
para quienes se entreguen a ellas”.
[3] Y varios monjes, al escuchar acerca
de esto, se acercaron al monje Arittha, quien anteriormente se dedicaba a
matar buitres, y le preguntaron: “¿Es cierto, amigo Arittha, que surgió
en ti este pernicioso punto de vista: ‘Aunque el Bienaventurado ha
enseñado acerca de las llamadas «obstrucciones», tal como yo entiendo
esta enseñanza, estas cosas no necesariamente tienen que ser obstáculos
para quienes se entreguen a ellas’?”
“Así es, amigos. Efectivamente yo
mantengo el punto de vista, según el cual las obstrucciones, acerca de
las cuales hubo enseñado el Bienaventurado, en realidad no pueden ser
obstáculos para alguien que se entregue a ellas”.
Entonces, aquellos monjes, deseosos de
persuadir a Arittha para que abandonase este pernicioso punto de vista,
lo presionaban, cuestionaban y exhortaban de esta forma: “No digas esto,
amigo Arittha, no digas así.
No malinterpretes las palabras del Bienaventurado. No es correcto tergiversarlas de esta manera. Nunca el Bienaventurado hubiese podido decir semejante cosa. Por el contrario, el Bienaventurado enseñaba de diferentes maneras sobre las obstrucciones como cosas que necesariamente se convierten en obstáculos para alguien que se entrega a ellas. Él dijo también que los deseos sensoriales ofrecen muy poca gratificación, y causan gran insatisfacción y gran desilusión. El peligro que ellos representan es aún mayor.
Los deseos sensoriales, dijo además el Bienaventurado, son como huesos desnudos, como un bulto de carne, como una antorcha de paja, como un pozo con carbones ardientes, como un sueño, como un árbol con frutos amargos, como la cuchilla del carnicero, como la lanza y la espada, como la cabeza de una serpiente [1]. Todos estos símiles usó el Bienaventurado para enseñar que los deseos sensoriales ofrecen muy poca gratificación, y causan gran insatisfacción y gran desilusión. El peligro que ellos representan es aún mayor”.
No malinterpretes las palabras del Bienaventurado. No es correcto tergiversarlas de esta manera. Nunca el Bienaventurado hubiese podido decir semejante cosa. Por el contrario, el Bienaventurado enseñaba de diferentes maneras sobre las obstrucciones como cosas que necesariamente se convierten en obstáculos para alguien que se entrega a ellas. Él dijo también que los deseos sensoriales ofrecen muy poca gratificación, y causan gran insatisfacción y gran desilusión. El peligro que ellos representan es aún mayor.
Los deseos sensoriales, dijo además el Bienaventurado, son como huesos desnudos, como un bulto de carne, como una antorcha de paja, como un pozo con carbones ardientes, como un sueño, como un árbol con frutos amargos, como la cuchilla del carnicero, como la lanza y la espada, como la cabeza de una serpiente [1]. Todos estos símiles usó el Bienaventurado para enseñar que los deseos sensoriales ofrecen muy poca gratificación, y causan gran insatisfacción y gran desilusión. El peligro que ellos representan es aún mayor”.
Sin embargo, aunque el monje Arittha,
que anteriormente se dedicaba a matar los cuervos, fue así presionado,
cuestionado y exhortado, permaneció obstinadamente adherido a su
pernicioso punto de vista.
[4] {235} Cuando los monjes se dieron cuenta de que no iban a poder persuadir al monje Arittha, que anteriormente se dedicaba a matar cuervos, que abandonara este pernicioso punto de vista, se fueron junto al Bienaventurado, a quien saludaron respetuosamente y se sentaron a un lado. Estando sentados ahí, le relataron todo lo ocurrido agregando: “Venerable señor, ya que no pudimos persuadir al monje Arittha, que anteriormente se dedicaba a matar cuervos, que abandonara este pernicioso punto de vista, vinimos a reportar este hecho al Bienaventurado”.
[5] {236} Entonces, el Bienaventurado se
dirigió a un monje con estas palabras: “Ve, monje, y di al monje
Arittha, que anteriormente se dedicaba a matar cuervos, lo siguiente:
'Amigo, el Maestro te llama'. -“Sí, señor”, respondió el monje y fue
junto al monje Arittha, a quien dijo: “Ven, amigo Arittha, el Maestro te
llama”. -“Sí, amigo”, respondió el monje Arittha y fue a encontrarse
con el Bienaventurado. Al llegar ahí, lo saludó respetuosamente y se
sentó a un lado. Cuando ya estaba sentado ahí, el Bienaventurado se
dirigió a él con estas palabras:
“¿Es cierto, Arittha, que surgió en ti
este pernicioso punto de vista: ‘Aunque el Bienaventurado ha enseñado
acerca de las llamadas «obstrucciones», tal como yo entiendo esta
enseñanza, estas cosas no necesariamente tienen que ser obstáculos para
quien se entregue a ellas’?” - “Así es, venerable señor. Efectivamente
yo mantengo el punto de vista, según el cual las obstrucciones, acerca
de las cuales hubo enseñado el Bienaventurado, en realidad no pueden ser
obstáculos para alguien que se entregue a ellas”.
[6] “Oh hombre estúpido, ¿quién te habrá
dicho que yo enseñaba de semejante forma? ¿Acaso no había yo enseñado,
por el contrario, hombre estúpido, de diferentes maneras sobre las
obstrucciones como cosas que necesariamente se convierten en obstáculos
para alguien que se entregue a ellas? Los deseos sensoriales, así lo he
dicho, ofrecen muy poca gratificación, y causan mucho sufrimiento y gran
desilusión. El peligro que ellos representan es mayor. Los deseos
sensoriales, dije también, son como huesos desnudos, como un bulto de
carne, como una antorcha de paja, como un pozo con carbones ardientes,
como un sueño, como un árbol con frutos amargos, como la cuchilla del
carnicero, como la lanza y la espada, como la cabeza de la serpiente.
Todos estos símiles usé para enseñar que los deseos sensoriales ofrecen
muy poca gratificación, y causan mucho sufrimiento y gran desilusión. El
peligro que ellos representan es mayor. Pero tú, hombre estúpido, lo
has tergiversado mediante tu propia mala interpretación, por lo cual te
dañaste a ti mismo y debilitaste tu propio futuro, que será doloroso,
por la cantidad de acciones demeritorias que acumulaste”.
[7] Entonces, el Bienaventurado se
dirigió a los monjes con estas palabras:
“Monjes, ¿qué pensáis vosotros: existe, aunque sea tan pequeña como una chispa, algo de sabiduría en la enseñanza que sostiene Arittha, el que anteriormente se dedicaba a matar cuervos?”
“Monjes, ¿qué pensáis vosotros: existe, aunque sea tan pequeña como una chispa, algo de sabiduría en la enseñanza que sostiene Arittha, el que anteriormente se dedicaba a matar cuervos?”
“Ciertamente no, venerable señor. ¿Cómo podría existir, señor?”.
Al escuchar estas palabras, Arittha, que
anteriormente se dedicaba a matar cuervos, bajó los brazos, inclinó la
cabeza y permaneció en silencio, apesadumbrado y confundido.
Entonces el Bienaventurado, viendo que
Arittha bajó los brazos e inclinó la cabeza, permaneciendo silencioso,
apesadumbrado y confundido, se dirigió a él con estas palabras: “Hombre
estúpido, por tu propio pernicioso punto de vista serás reconocido. Y,
acerca de este tema, tengo una pregunta a los monjes”.
[8] {237} Acto seguido, el
Bienaventurado se dirigió a los monjes con estas palabras: “Monjes,
¿tenéis vosotros el mismo entendimiento del Dhamma por mí enseñado, que
tiene este monje Arittha, el que anteriormente se dedicaba a matar
cuervos y que, luego, ha tergiversado mis palabras mediante su propia
mala interpretación, por lo cual causó daño a sí mismo y debilitó su
propio futuro, que será doloroso, por la cantidad de acciones
demeritorias que acumuló?”.
- “Ciertamente, no, señor. De diferentes
maneras el Bienaventurado enseñaba sobre las obstrucciones como cosas
que necesariamente se convierten en obstáculos para alguien que se
entregue a ellas. Los deseos sensoriales, así él ha dicho, ofrecen muy
poca gratificación, y causan mucho sufrimiento y gran desilusión. El
peligro que ellos representan es mayor. Los deseos sensoriales, dijo
también el Bienaventurado, son como huesos desnudos, como un bulto de
carne, como una antorcha de paja, como el pozo con carbones ardientes,
como un sueño, como un árbol con frutos amargos, como la cuchilla del
carnicero, como la lanza y la espada, como la cabeza de una serpiente.
Todos estos símiles usó el Bienaventurado para enseñar que los deseos
sensoriales ofrecen muy poca gratificación, y causan mucho sufrimiento y
gran desilusión. El peligro que ellos representan es mayor”.
“Bien, monjes. Es bueno que entendáis el
Dhamma, por mí enseñado, de esta forma. En diferentes maneras yo
enseñaba sobre las obstrucciones... [se repite el contenido del párrafo anterior]
... El peligro que ellos representan es mayor. Pero, este monje
Arittha, el que anteriormente se dedicaba a matar cuervos y que, luego,
ha tergiversado mis palabras mediante su propia mala interpretación,
causó daño a sí mismo y debilitó su propio futuro, que será doloroso,
por la cantidad de acciones demeritorias que acumuló. Esto, por largo
tiempo, va a traer a este hombre estúpido mucho sufrimiento.
[9] “Monjes, ciertamente es imposible
que alguien que se entrega a los placeres sensuales, lo haga sin tener
deseos sensuales, sin tener las percepciones de los deseos sensuales y
sin tener los pensamientos sobre los deseos sensuales”.
[El símil de la serpiente]
[10] {238} “Monjes,
existen hombres estúpidos que estudian el Dhamma –los discursos, las
narraciones, las exposiciones, los versos, las exclamaciones, los
dichos, las historias de nacimientos, los eventos asombrosos, las
preguntas y respuestas- pero, habiendo estudiado el Dhamma, no examinan
con sabiduría el significado de estas enseñanzas. Para aquellos que no
examinan con sabiduría el significado de las enseñanzas, el Dhamma no
puede ser reflexivamente aceptado y, entonces, sólo les sirve para
criticar a otros o para ganar algún debate, pero no pueden realmente
experimentar el propósito por el cual este Dhamma ha sido enseñado.
Estas enseñanzas, siendo erróneamente aprehendidas por ellos, les
conducen al dolor y mucho sufrimiento por largo tiempo. ¿Por qué así?
Por la errónea aprehensión que tienen de estas enseñanzas.
“Imaginad, monjes, a
un hombre que necesita una serpiente, que requiere de una serpiente y va
en busca de una serpiente. Y cuando visualiza a una serpiente larga, la
agarra por su cuerpo o la cola, pero la serpiente, al darse la vuelta
lo muerde en su mano, en su brazo o en algún otro miembro del cuerpo. Y
así mordido, sufre la muerte o los dolores mortales. ¿Por qué así? Por
la mala aprehensión de la serpiente.
“De manera similar, monjes, los hombres estúpidos que estudian el Dhamma –los discursos, las narraciones, las exposiciones, los versos, las exclamaciones, los dichos, las historias de nacimientos, los eventos asombrosos, las preguntas y respuestas- habiendo estudiado el Dhamma, no examinan con sabiduría el significado de estas enseñanzas. Para aquellos que no examinan con sabiduría el significado de las enseñanzas, el Dhamma no puede ser reflexivamente aceptado y, entonces, sólo les sirve para criticar a otros o para ganar algún debate, pero no pueden realmente experimentar el propósito por el cual este Dhamma ha sido enseñado. Estas enseñanzas, siendo erróneamente aprehendidas por ellos, les conducen al dolor y mucho sufrimiento por largo tiempo. ¿Por qué así? Por la errónea aprehensión que tienen de estas enseñanzas.
[11] {239} “Pero, por
otro lado, monjes, existen miembros de clan, que estudian el Dhamma –los
discursos, las narraciones, las exposiciones, los versos, las
exclamaciones, los dichos, las historias de nacimientos, los eventos
asombrosos, las preguntas y respuestas- y, habiendo estudiado el Dhamma,
examinan con sabiduría el significado de estas enseñanzas. Para
aquellos que examinan con sabiduría el significado de las enseñanzas, el
Dhamma puede ser reflexivamente aceptado y, entonces, ellos no lo
estudian sólo para criticar a otros o para ganar algún debate, sino que
realmente experimentan el propósito por el cual este Dhamma ha sido
enseñado. Estas enseñanzas, siendo correctamente aprehendidas por ellos,
les conducen al bienestar y gran felicidad por largo tiempo. ¿Por qué
así? Por la correcta aprehensión que tienen de estas enseñanzas.
“Imaginad, monjes, a
otro hombre que necesita una serpiente, requiere de una serpiente y va
en busca de una serpiente. Y cuando visualiza a una serpiente larga, la
atrapa adecuadamente, sujetándola, primero, firmemente con un palo y,
luego, agarrándola correctamente por la nuca. Y aunque la serpiente
quiera darse la vuelta para morder su mano, su brazo o algún otro
miembro de su cuerpo, no puede hacerlo, de manera que él no sufre la
muerte ni los dolores mortales. ¿Por qué así? Por la correcta
aprehensión de la serpiente.
“De manera similar, los hijos de los nobles, que estudian el Dhamma –los discursos, las narraciones, las exposiciones, los versos, las exclamaciones, los dichos, las historias de nacimientos, los eventos asombrosos, las preguntas y respuestas- habiendo estudiado el Dhamma, examinan con sabiduría el significado de estas enseñanzas. Para aquellos que examinan con sabiduría el significado de las enseñanzas, el Dhamma puede ser reflexivamente aceptado y, entonces, ellos no lo estudian sólo para criticar a otros o para ganar algún debate, sino que realmente experimentan el propósito por el cual este Dhamma ha sido enseñado. Estas enseñanzas, siendo correctamente aprehendidas por ellos, les conducen al bienestar y gran felicidad por largo tiempo. ¿Por qué así? Por la correcta aprehensión que tienen de estas enseñanzas.
[12] “Por eso, monjes,
cuando vosotros entendéis el significado de mi discurso, interpretadlo
adecuadamente y, si no lo entendéis, preguntad pidiendo explicación a mí
o a aquellos monjes que son sabios”.
[El símil de la balsa]
[13] {240} “Monjes, voy a mostraros,
ahora, en qué sentido el Dhamma se parece a una balsa cuyo propósito es
cruzar las aguas y no ser poseída. Escuchad y prestad atención que voy a
hablar”.
- “Sí, venerable señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
- “Sí, venerable señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, imaginad a un hombre que estaba
de viaje y visualizó una gran extensión de agua, siendo la orilla
cercana un lugar peligroso y temible, mientras que la otra orilla,
segura y apacible. Sin embargo, no había barco alguno ni puente que
serviría para llegar a la otra orilla. Entonces, el hombre pensó lo
siguiente: ‘he aquí, una gran extensión de agua y esta orilla cercana es
un lugar peligroso y temible, mientras que la otra orilla es segura y
apacible. Sin embargo, no hay barco alguno ni puente que le serviera
para llegar a la otra orilla.
¿Qué tal, si recolecto la paja, las ramitas, los ramales y las hojas para hacer de ello una balsa, la cual me permitiría cruzar las aguas a salvo, haciendo sólo el esfuerzo con mis manos y pies?’
Entonces, el hombre reunió la paja, las ramitas, los ramales y las hojas e hizo una balsa con la cual cruzó las aguas y arribó a salvo a la otra orilla, haciendo sólo el esfuerzo con sus manos y pies.
Estando ya al otro lado, pensó: ‘¡Qué útil me fue esta balsa! Gracias a ella, solamente con el esfuerzo de mis manos y pies, pude cruzar las aguas y llegar a salvo a la otra orilla. ¿Por qué no la levanto, no la pongo sobre mis hombros y mi cabeza y la llevo por dondequiera que vaya?’
¿Qué pensáis monjes: haciendo esto, haría el hombre lo que corresponde hacer con una balsa?”.
¿Qué tal, si recolecto la paja, las ramitas, los ramales y las hojas para hacer de ello una balsa, la cual me permitiría cruzar las aguas a salvo, haciendo sólo el esfuerzo con mis manos y pies?’
Entonces, el hombre reunió la paja, las ramitas, los ramales y las hojas e hizo una balsa con la cual cruzó las aguas y arribó a salvo a la otra orilla, haciendo sólo el esfuerzo con sus manos y pies.
Estando ya al otro lado, pensó: ‘¡Qué útil me fue esta balsa! Gracias a ella, solamente con el esfuerzo de mis manos y pies, pude cruzar las aguas y llegar a salvo a la otra orilla. ¿Por qué no la levanto, no la pongo sobre mis hombros y mi cabeza y la llevo por dondequiera que vaya?’
¿Qué pensáis monjes: haciendo esto, haría el hombre lo que corresponde hacer con una balsa?”.
“Ciertamente no, señor”.
“Entonces, ¿qué debería hacer el hombre
con la balsa, para que esto correspondiese a lo que se debe hacer con
una balsa? Suponed, monjes, que un hombre al llegar a la otra orilla
dijera: ‘¡Qué útil me fue esta balsa!
Gracias a ella, solamente con el esfuerzo de mis manos y pies, pude cruzar las aguas y llegar a salvo a la otra orilla. ¿Por qué no la arrastro a la tierra firme o la sujeto a la deriva y voy a dondequiera?’ Haciendo esto, él realmente haría lo que corresponde hacer con una balsa.
Gracias a ella, solamente con el esfuerzo de mis manos y pies, pude cruzar las aguas y llegar a salvo a la otra orilla. ¿Por qué no la arrastro a la tierra firme o la sujeto a la deriva y voy a dondequiera?’ Haciendo esto, él realmente haría lo que corresponde hacer con una balsa.
[14] “De esta manera, monjes, el Dhamma
se parece a una balsa, cuyo propósito es cruzar las aguas y no ser
poseída.
Monjes, al saber que el Dhamma se parece a una balsa, debéis abandonar inclusive los dhammas [2] y, con más razón, las enseñanzas contrarias al Dhamma.
Monjes, al saber que el Dhamma se parece a una balsa, debéis abandonar inclusive los dhammas [2] y, con más razón, las enseñanzas contrarias al Dhamma.
[Los puntos de vista]
[15] {241} “Existen estos seis puntos de
vista.
¿Cuáles seis? He aquí, monjes, está el caso de una persona ordinaria y no instruida que no tiene en consideración a los nobles y tampoco es versada ni disciplinada en su enseñanza. No tiene en consideración a los hombres veraces y tampoco es versada ni disciplinada en su enseñanza.
Acerca de las formas asume lo siguiente: ‘Esto es mío, esto soy yo, este es mi yo’.
Acerca de las sensaciones asume lo siguiente: ‘Esto es mío, esto soy yo, este es mi yo’.
Acerca de las percepciones asume lo siguiente: ‘Esto es mío, esto soy yo, este es mi yo’.
Acerca de las formaciones asume lo siguiente: ‘Esto es mío, esto soy yo, este es mi yo’.
Acerca de lo visto, oído, sentido, conocido, encontrado, buscado, ponderado mentalmente asume lo siguiente: ‘Esto es mío, esto soy yo, este es mi yo’.
Asume este punto de vista: ‘Así como el mundo, es el ser, de manera tal que después de la muerte seré permanente, imperecedero, eterno y no sujeto a cambios. Voy a permanecer por toda la eternidad’. Con esto también asume que ‘esto es mío, esto soy yo, este es mi yo’.
¿Cuáles seis? He aquí, monjes, está el caso de una persona ordinaria y no instruida que no tiene en consideración a los nobles y tampoco es versada ni disciplinada en su enseñanza. No tiene en consideración a los hombres veraces y tampoco es versada ni disciplinada en su enseñanza.
Acerca de las formas asume lo siguiente: ‘Esto es mío, esto soy yo, este es mi yo’.
Acerca de las sensaciones asume lo siguiente: ‘Esto es mío, esto soy yo, este es mi yo’.
Acerca de las percepciones asume lo siguiente: ‘Esto es mío, esto soy yo, este es mi yo’.
Acerca de las formaciones asume lo siguiente: ‘Esto es mío, esto soy yo, este es mi yo’.
Acerca de lo visto, oído, sentido, conocido, encontrado, buscado, ponderado mentalmente asume lo siguiente: ‘Esto es mío, esto soy yo, este es mi yo’.
Asume este punto de vista: ‘Así como el mundo, es el ser, de manera tal que después de la muerte seré permanente, imperecedero, eterno y no sujeto a cambios. Voy a permanecer por toda la eternidad’. Con esto también asume que ‘esto es mío, esto soy yo, este es mi yo’.
[16] “Por otro lado, monjes, está el
caso de un noble discípulo bien instruido, que tiene en consideración a
los nobles y es versado y disciplinado en su enseñanza. Tiene en
consideración a los hombres veraces y es versado y disciplinado en su
enseñanza.
Acerca de las formas asume lo siguiente: ‘Esto no es mío, esto no soy yo, este no es mi yo’.
Acerca de las sensaciones asume lo siguiente: ‘Esto no es mío, esto no soy yo, este no es mi yo’.
Acerca de las percepciones asume lo siguiente: ‘Esto no es mío, esto no soy yo, este no es mi yo’.
Acerca de las formaciones asume lo siguiente: ‘Esto no es mío, esto no soy yo, este no es mi yo’.
Acerca de lo visto, oído, sentido, conocido, encontrado, buscado, ponderado mentalmente asume lo siguiente: ‘Esto no es mío, esto no soy yo, este no es mi yo’.
No asume este punto de vista: ‘Así como el mundo, es el ser, de manera que después de la muerte seré permanente, imperecedero, eterno y no sujeto a cambios. Voy a permanecer por toda la eternidad’.
Con esto también asume que ‘esto no es mío, esto no soy yo, este no es mi yo’.
Acerca de las formas asume lo siguiente: ‘Esto no es mío, esto no soy yo, este no es mi yo’.
Acerca de las sensaciones asume lo siguiente: ‘Esto no es mío, esto no soy yo, este no es mi yo’.
Acerca de las percepciones asume lo siguiente: ‘Esto no es mío, esto no soy yo, este no es mi yo’.
Acerca de las formaciones asume lo siguiente: ‘Esto no es mío, esto no soy yo, este no es mi yo’.
Acerca de lo visto, oído, sentido, conocido, encontrado, buscado, ponderado mentalmente asume lo siguiente: ‘Esto no es mío, esto no soy yo, este no es mi yo’.
No asume este punto de vista: ‘Así como el mundo, es el ser, de manera que después de la muerte seré permanente, imperecedero, eterno y no sujeto a cambios. Voy a permanecer por toda la eternidad’.
Con esto también asume que ‘esto no es mío, esto no soy yo, este no es mi yo’.
[17] “Considerando las cosas de esta manera, no experimenta agitación alguna acerca de las cosas no existentes”.
[Agitación]
[18] {242} Cuando esto fue dicho, cierto
monje preguntó al Bienaventurado: “Venerable señor, ¿podría existir
agitación acerca de lo que externamente es no-existente?”.
“Podría, monje –respondió el
Bienaventurado- Este es el caso de alguien que piensa lo siguiente:
‘¡Oh, esto era mío! ¡Oh, esto que era mío y ya no me pertenece! ¡Ojalá,
esto fuera mío! ¡Oh, no pude obtenerlo’. Entonces, él sufre, se
atormenta, se lamenta, llora y se golpea el pecho con una angustia
creciente. Es así como puede existir agitación acerca de lo que
externamente es no-existente”.
[19] “Venerable señor, y ¿podría existir la ausencia de agitación acerca de lo que externamente es no-existente?”.
“Podría, monje –respondió el
Bienaventurado- Este es el caso de alguien que no piensa lo siguiente:
‘¡Oh, esto era mío! ¡Oh, esto que era mío ya no me pertenece! ¡Ojalá,
esto fuera mío! ¡Oh, no pude obtenerlo’. Pero, él no sufre, no se
atormenta, no se lamenta, no llora, no se golpea el pecho ni tampoco
tiene una creciente angustia. Es así como puede existir la ausencia de
agitación acerca de lo que externamente es no-existstente”.
[20] “Señor, y ¿podría existir la agitación acerca de lo que internamente es no-existente?”.
“Podría, monje –respondió el
Bienaventurado- Este es el caso de alguien que piensa lo siguiente:
‘Así como el mundo, es el ser, de manera que después de la muerte seré permanente, imperecedero, eterno y no sujeto a cambios.
Voy a permanecer por toda la eternidad’. Luego, él escucha a Tathagata o al discípulo del Tathagata, que le enseña el Dhamma acerca de eliminar todos los puntos de vista, decisiones, obsesiones, adherencias y tendencias subyacentes.
Acerca de apaciguar todas las formaciones, renunciar a todos los apegos, destruir la avidez, llegar a la ausencia de la pasión, al cese, al Nibbana.
Entonces, él piensa lo siguiente: ‘¡Voy a ser aniquilado! ¡Voy a perecer! ¡No voy a existir más!’ De esta manera, sufre, se atormenta, se lamenta, llora y se golpea el pecho con una creciente angustia. Es así como puede existir agitación acerca de lo que internamente es no-existente”.
‘Así como el mundo, es el ser, de manera que después de la muerte seré permanente, imperecedero, eterno y no sujeto a cambios.
Voy a permanecer por toda la eternidad’. Luego, él escucha a Tathagata o al discípulo del Tathagata, que le enseña el Dhamma acerca de eliminar todos los puntos de vista, decisiones, obsesiones, adherencias y tendencias subyacentes.
Acerca de apaciguar todas las formaciones, renunciar a todos los apegos, destruir la avidez, llegar a la ausencia de la pasión, al cese, al Nibbana.
Entonces, él piensa lo siguiente: ‘¡Voy a ser aniquilado! ¡Voy a perecer! ¡No voy a existir más!’ De esta manera, sufre, se atormenta, se lamenta, llora y se golpea el pecho con una creciente angustia. Es así como puede existir agitación acerca de lo que internamente es no-existente”.
[21] “Señor, y ¿podría existir la ausencia de agitación acerca de lo que internamente es no-existente?”.
“Podría, monje –respondió el Bienaventurado- Este es el caso de alguien que no piensa lo siguiente: ‘Así como el mundo, es el ser, de manera que después de la muerte seré permanente, imperecedero, eterno y no sujeto a cambios. Voy a permanecer por toda la eternidad’.
Luego, él escucha a Tathagata o al discípulo del Tathagata, que le enseña el Dhamma acerca de eliminar todos los puntos de vista, decisiones, obsesiones, adherencias y tendencias subyacentes. Acerca de apaciguar todas las formaciones, renunciar a todos los apegos, destruir la avidez, llegar a ausencia de la pasión, al cese, al Nibbana.
Entonces, él no piensa lo siguiente: ‘¡Voy a ser aniquilado! ¡Voy a perecer! ¡No voy a existir más!’ De esta manera, él no sufre, no se atormenta, no se lamenta, no llora ni se golpea el pecho ni tampoco tiene una creciente angustia. Es así como puede existir la ausencia de agitación acerca de lo que internamente es no-existente”.
[La transitoriedad y el no-yo]
[22] {243} “Monjes,
vosotros bien podríais adquirir las posesiones si fueran permanentes,
imperecederas, eternas y no sujetas a cambios. Posesiones que durarían
toda la eternidad. Pero, monjes, ¿habéis visto vosotros semejantes
posesiones?”. -“Ciertamente no, venerable señor”. -“Muy bien, monjes. Yo
tampoco he visto posesiones permanentes, imperecederas, eternas y no
sujetas a cambios. Posesiones que durarían toda la eternidad.
[23] “Monjes, vosotros
bien podríais apegaros a la doctrina del yo que no atrajera dolor,
lamento, pena, sufrimiento y desesperación. Pero, monjes, ¿habéis visto
semejante doctrina del yo?”
-“Ciertamente no, venerable señor”.
-“Muy bien, monjes. Yo tampoco he visto una doctrina del yo que no atrajera dolor, lamento, pena, sufrimiento y desesperación para alguien que se apega a ella.
-“Ciertamente no, venerable señor”.
-“Muy bien, monjes. Yo tampoco he visto una doctrina del yo que no atrajera dolor, lamento, pena, sufrimiento y desesperación para alguien que se apega a ella.
[24] “Monjes, vosotros
bien podríais depender de algún punto de vista que no atrajera dolor,
lamento, pena, sufrimiento y desesperación. Pero, monjes, ¿habéis visto
semejante punto de vista?”
-“Ciertamente no, venerable señor”.
- “Muy bien, monjes. Yo tampoco he visto un punto de vista que no atrajera dolor, lamento, pena, sufrimiento y desesperación para alguien que depende de él.
-“Ciertamente no, venerable señor”.
- “Muy bien, monjes. Yo tampoco he visto un punto de vista que no atrajera dolor, lamento, pena, sufrimiento y desesperación para alguien que depende de él.
[25] {244} “Monjes, si
existiera un yo, ¿podría existir también el siguiente pensamiento:
‘esto pertenece a mi yo’?”
-“Sí, venerable señor”.
-“O, monjes, si existiera algo perteneciente al yo, ¿podría existir también el pensamiento: ‘mi yo’?”.
-“Sí, venerable señor”.
-“Pero, monjes, cuando el yo o lo perteneciente al yo no es más aprehendido como verdadero ni es establecido, aquel pensamiento que afirma. -‘Así es como el mundo, es el ser, de manera tal que después de la muerte seré permanente, imperecedero, eterno y no sujeto a cambios. Voy a permanecer por toda la eternidad’. -¿No representa una enseñanza completamente tonta?”
- “¿Qué más podría representar, venerable señor, sino una enseñanza completamente tonta?”.
-“Sí, venerable señor”.
-“O, monjes, si existiera algo perteneciente al yo, ¿podría existir también el pensamiento: ‘mi yo’?”.
-“Sí, venerable señor”.
-“Pero, monjes, cuando el yo o lo perteneciente al yo no es más aprehendido como verdadero ni es establecido, aquel pensamiento que afirma. -‘Así es como el mundo, es el ser, de manera tal que después de la muerte seré permanente, imperecedero, eterno y no sujeto a cambios. Voy a permanecer por toda la eternidad’. -¿No representa una enseñanza completamente tonta?”
- “¿Qué más podría representar, venerable señor, sino una enseñanza completamente tonta?”.
[26] “¿Qué pensáis,
monjes, es la forma material permanente o transitoria?”
-“Transitoria, venerable señor”.
-“Y, aquello que es transitorio, ¿es doloroso o placentero?”
-“Doloroso, venerable señor”.
-“¿Es posible, entonces, que aquello que es transitorio, doloroso y sujeto a cambios, sea considerado de la siguiente manera: ‘Esto es mío, esto soy yo, este es mi yo’?”
-“Ciertamente no, venerable señor”.
-“Transitoria, venerable señor”.
-“Y, aquello que es transitorio, ¿es doloroso o placentero?”
-“Doloroso, venerable señor”.
-“¿Es posible, entonces, que aquello que es transitorio, doloroso y sujeto a cambios, sea considerado de la siguiente manera: ‘Esto es mío, esto soy yo, este es mi yo’?”
-“Ciertamente no, venerable señor”.
“De la misma manera, ¿es la sensación permanente o transitoria?”
-“Transitoria, venerable señor”...
- ¿Es la percepción permanente o transitoria?”
-“Transitoria, venerable señor”...
- ¿Son las formaciones permanentes o transitorias?”
-“Transitorias, venerable señor”...
- ¿Y qué pensáis, monjes, es la conciencia permanente o transitoria?”
-“Transitoria, venerable señor”. -“Y aquello que es transitorio, ¿es doloroso o placentero?”
-“Doloroso, venerable señor”.
-“¿Es posible, entonces, que aquello que es transitorio, doloroso y sujeto a cambios, sea considerado de la siguiente manera: ‘Esto es mío, esto soy yo, este es mi yo’?”
-“Ciertamente no, venerable señor”.
[27] “Por eso, monjes,
cualquier tipo de forma, sea del pasado, del futuro o del presente,
interno o externo, burdo o sutil, inferior o superior, lejano o cercano,
todo tipo de forma debe ser vista tal como realmente es, a través del
recto discernimiento así: ‘Esto no es mío, esto no soy yo, este no es mi
yo’.
Cualquier tipo de sensación... Cualquier tipo de percepción... Cualquier tipo de formaciones... Cualquier tipo de consciencia, sea del pasado, del futuro o del presente, interna o externa, burda o sutil, inferior o superior, lejana o cercana, todo tipo de consciencia debe ser vista como realmente es, a través del recto discernimiento así: ‘Esto no es mío, esto no soy yo, este no es mi yo’.
Cualquier tipo de sensación... Cualquier tipo de percepción... Cualquier tipo de formaciones... Cualquier tipo de consciencia, sea del pasado, del futuro o del presente, interna o externa, burda o sutil, inferior o superior, lejana o cercana, todo tipo de consciencia debe ser vista como realmente es, a través del recto discernimiento así: ‘Esto no es mío, esto no soy yo, este no es mi yo’.
[28] “Viendo de esta forma, el bien
instruido noble discípulo llega a desencantarse con las formas
materiales, desencantarse con las sensaciones, desencantarse con las
percepciones, desencantarse con las formaciones y desencantarse con la
consciencia.
[29] "Desencantado de esta manera, llega
a ser desapasionado. A través de este desapasionamiento, es plenamente
liberado. Con la plena liberación, llega a este conocimiento: ‘Ésta es
la plena liberación’. Entonces, entiende esto: ‘El nacimiento está
vencido. La vida santa ha sido realizada. La tarea ha sido cumplida. He
aquí no hay nada más por delante en este mundo’.
[El Arahant]
[30] {245} “Monjes,
este monje es llamado aquel cuyo astil ha sido levantado, cuya trinchera
ha sido rellenada, cuyo pilar ha sido arrastrado fuera, aquel cuya
tranca ha sido retraída, el noble cuya bandera ha sido bajada, cuyas
cargas han sido dejadas, aquel que está desencadenado.
[31] “Monjes, ¿y cómo
es el monje, cuyo astil ha sido levantado? Este es el caso del monje que
ha abandonado la ignorancia, la ha cortado desde sus raíces, hizo de
ella como si fuera una palmera desarraigada, la sacó afuera de tal
manera que ya es imposible su futura aparición. Es así como el monje se
convierte en aquel cuyo astil ha sido levantado.
[32] “Monjes, ¿y cómo
es el monje, cuya trinchera ha sido rellenada? Este es el caso del monje
que ha abandonado la rueda de los nacimientos que lleva a las
interminables nuevas existencias, la ha cortado desde sus raíces, hizo
de ella como si fuera una palmera desarraigada, la sacó afuera de tal
manera que ya es imposible su futura aparición. Es así como el monje se
convierte en aquel cuya trinchera ha sido rellenada.
[33] “Monjes, ¿y cómo
es el monje, cuyo pilar ha sido arrastrado fuera? Este es el caso del
monje que ha abandonado la avidez, la ha cortado desde sus raíces, hizo
de ella como si fuera una palmera desarraigada, la sacó afuera de tal
manera que ya es imposible su futura aparición. Es así como el monje se
convierte en aquel cuyo pilar ha sido arrastrado fuera.
[34] “Monjes, ¿y cómo
es el monje, cuya tranca ha sido retraída? Este es el caso del monje que
ha abandonado las cinco cadenas menores, las ha cortado desde sus
raíces, hizo de ellas como si fueran unas palmeras desarraigadas, las
sacó afuera de tal manera que ya es imposible su futura aparición. Es
así como el monje se convierte en aquel, cuya tranca ha sido retraída.
[35] “Monjes, ¿y cómo
es el monje, cuya bandera ha sido bajada, cuyas cargas han sido dejadas y
que está desencadenado? Este es el caso del monje que ha abandonado el
concepto de ‘yo soy’, lo ha cortado desde sus raíces, hizo de él como si
fuera una palmera desarraigada, lo sacó afuera de tal manera que ya es
imposible su futura aparición. Es así como el monje se convierte en
aquel, cuya bandera ha sido bajada, cuyas cargas han sido colocadas
abajo y que está desencadenado.
[36] “Monjes, cuando
los devas, junto con Indra, Brahma y Pajapati buscan al monje cuya mente
haya sido liberada de esta forma, no encuentran nada de lo que pudiera
decirse: ‘la consciencia del que realmente se ha ido [3] no está apoyada
en esto’. ¿Por qué así? Porque aquel que realmente se ha ido, yo
declaro, es imperceptible aquí y ahora.
[Tergiversando al Tathagata]
[37] {246} “Hablando
de esta manera, monjes, enseñando esto, fui erróneamente, falsamente y
vanamente tergiversado por algunos brahmanes y ascetas, quienes decían:
‘El asceta Gotama es uno que induce al error. Él enseña aniquilamiento,
la destrucción y la exterminación de los seres existentes’. Pero como yo
no soy así y como nunca dije esto, he sido erróneamente, falsamente y
vanamente tergiversado por estos brahmanes y ascetas quienes decían de
mí: ‘El asceta Gotama es uno que induce al error. Él enseña
aniquilamiento, la destrucción y la exterminación de los seres
existentes’.
[38] “Monjes, al igual
que antes, así también ahora lo que yo enseño es la insatisfacción y el
cese de la insatisfacción. Cuando algunos insultan, abusan, provocan,
se burlan, molestan y hostigan al Tathagata, el Tathagata no siente
odio, resentimiento ni descontento en su corazón por causa de esto. Y
cuando otros honran, respetan, reverencian y veneran al Tathagata, el
Tathagata no siente deleite, alegría o elevación del corazón por eso.
Cuando algunos honran, respetan, reverencian y veneran al Tathagata, el
Tathagata tiene este pensamiento: ‘Ellos prestan este servicio a aquello
[4] que ha sido previamente plenamente comprendido’.
[39] “Por eso, monjes,
cuando algunos os insultan, abusan, provocan, se burlan de vosotros, os
molestan y hostigan, vosotros no debéis sentir odio, resentimiento ni
descontento en vuestro corazón por causa de esto. Y cuando otros os
honran, respetan, reverencian y veneran, tampoco debéis sentir deleite,
alegría o elevación del corazón por eso. Cuando algunos os honran,
respetan, reverencian y veneran debéis tener este pensamiento: ‘Ellos
prestan este servicio a aquello que ha sido previamente plenamente
comprendido’”.
[No vuestro]
[40] {247} “Por eso,
monjes, todo lo que no es vuestro, abandonadlo. Cuando lo habrais
abandonado, tendréis bienestar y felicidad por mucho tiempo. ¿Y qué es
lo que no es vuestro? La forma no es vuestra. Abandonadla. Cuando la
habréis abandonado, tendréis bienestar y felicidad por mucho tiempo. La
sensación no es vuestra. Abandonadla. Cuando la habréis abandonado,
tendréis bienestar y felicidad por mucho tiempo. La percepción no es
vuestra. Abandonadla. Cuando la habréis abandonado, tendréis bienestar y
felicidad por mucho tiempo. Las formaciones no son vuestras.
Abandonadlas. Cuando las habréis abandonado, tendréis bienestar y
felicidad por mucho tiempo. La conciencia no es vuestra. Abandonadla.
Cuando la habréis abandonado, tendréis bienestar y felicidad por mucho
tiempo [5].
[41] “¿Qué opináis,
monjes: si la gente juntara, en esta Arboleda Jeta, pasto, ramitas,
ramales y hojas, los quemara o hiciera con ellos lo que les plazca,
podríais pensar vosotros: ‘Es a nosotros que esta gente reúne, quema o
hace lo que quiere’?”
“Ciertamente, no, venerable señor. Porque estas cosas no son ‘nosotros’, no nos pertenecen ni son nuestro yo”.
“De la misma manera,
monjes, todo lo que no es vuestro, abandonadlo. Cuando lo habrais
abandonado, tendréis bienestar y felicidad por mucho tiempo. ¿Y qué es
lo que no es vuestro? La forma material no es vuestra.. La sensación no
es vuestra... La percepción no es vuestra... Las formaciones no son
vuestras... La conciencia no es vuestra. Abandonadla. Cuando la habréis
abandonado, tendréis bienestar y felicidad por mucho tiempo".
[En este Dhamma]
[42] {248} "Monjes, este Dhamma está
bien proclamado por mí, es claro, abierto, evidente y libre de parches.
En este Dhamma, bien proclamado por mí, que es claro, abierto, evidente y
libre de parches, hay monjes que son unos Arahants –cuyas
contaminaciones han sido destruidas, que han vivido la vida santa y
realizaron lo que había que hacer, que bajaron sus cargas, alcanzaron la
meta, destruyeron totalmente las cadenas, fueron liberados a través del
conocimiento final- para ellos, no hay un futuro ciclo de
manifestaciones. Este es el Dhamma bien proclamado por mí, que es claro,
abierto, evidente y libre de parches.
[43] “Monjes, este Dhamma está bien
proclamado por mí, es claro, abierto, evidente y libre de parches. En
este Dhamma, bien proclamado por mí, que es claro, abierto, evidente y
libre de parches, hay monjes que han abandonado las cinco cadenas
menores y que, mediante una sola reaparición espontánea [en las Moradas
Puras] alcanzan el Nibbana final, sin retornar a este mundo. Este es el
Dhamma bien proclamado por mí, que es claro, abierto, evidente y libre
de parches.
[44] “Monjes, este Dhamma está bien
proclamado por mí, es claro, abierto, evidente y libre de parches. En
este Dhamma, bien proclamado por mí, que es claro, abierto, evidente y
libre de parches, hay monjes que han abandonado las tres cadenas y
atenuaron su avidez, aversión y falsa ilusión y son ‘los que una vez
retornan’: renacen una vez más en este mundo, solamente para poner fin a
su insatisfacción. Este es el Dhamma bien proclamado por mí, que es
claro, abierto, evidente y libre de parches.
[45] “Monjes, este Dhamma está bien
proclamado por mí, es claro, abierto, evidente y libre de parches. En
este Dhamma, bien proclamado por mí, que es claro, abierto, evidente y
libre de parches, hay monjes que, habiendo abandonado las tres cadenas
menores son seguidores los que 'entraron en la corriente', los que no
están más sujetos a la perdición, encaminados hacia la iluminación. Este
es el Dhamma bien proclamado por mí, que claro, abierto, evidente y
libre de parches.
[46] “Monjes, este Dhamma está bien
proclamado por mí, es claro, abierto, evidente y libre de parches. En
este Dhamma, bien proclamado por mí, que es claro, abierto, evidente y
libre de parches, hay monjes que son seguidores del Dhamma o seguidores
por fe que están encaminados hacia la iluminación. Este es el Dhamma
bien proclamado por mí, que claro, abierto, evidente y libre de parches.
[47] “Monjes, este Dhamma está bien
proclamado por mí, es claro, abierto, evidente y libre de parches. En
este Dhamma, bien proclamado por mí, claro, abierto, evidente y libre de
parches, hay monjes que tienen tanta fe en mí y tanto amor, que van
encaminados hacia el cielo. Este es el Dhamma bien proclamado por mí,
que es claro, abierto, evidente y libre de parches”.
Esto es lo que el Bienaventurado dijo. Los monjes fueron complacidos y se deleitaron en las palabras del Bienaventurado.
NOTAS:
[1] Todas estas
imágenes son símiles que fueron ofrecidos por el Buda en diferentes
momentos y circunstancias, y se encuentran dispersos a lo largo de los
suttas. Así, los primeros siete están tratados con detalles en MN 54.
El símil sobre la cuchilla del carnicero, se puede leer en MN 23.
Mientras que el símil sobre la lanza y la espada, aparece en SN 5,1 y el
de la cabeza de la serpiente, en SN 4,1.
[3] Lit. Tathaagata,
el nombre que usualmente se aplica al Buda pero que en ocasiones, como
en este caso, se amplía también a los arahants.
[4] Los comentarios explican que por “esto” se debe entender a los cinco cúmulos sujetos al apego (khandas).
En otras palabras, el Buda dice que los honores y respetos apuntan a
estos cinco componentes. Desde que él no está más sujeto a las pasiones,
aversions o falsas ilusiones relacionados con los khandhas, ya no
rebosa de alegría cuando alguien le rinde honores.
[5] Los Comentarios aclaran que es el apego a los cinco cúmulos (khandas) lo que debe ser abandonado y no los cinco khandhas en sí.
FUENTES:
“Alagaddupamasutta” [en línea] en World Tipitaka Edition. http://studies.worldtipitaka.org/tipitaka/9M/3/3.2 (13/05/2008).
NYANAPONIKA THERA [en línea] Alagaddupama Sutta: The Snake Simile. (18/06/2006).
ÑANAMOLI BHIKKHU y BHIKKHU BODHI (2001)
“Alagaddupama Sutta: The Simile of the Snake” en The Middle Length
Discourses of the Buddha: A Translation of the Majjhima Nikaya. Boston,
Wisdom Publications. Págs. 224-236.
THANISSARO BHIKKHU [en línea] Alagaddupama Sutta: The Water-Snake Simile. (22/08/2006).
Traducido y editado para el Bosque Theravada: Isidatta, 2008
Corregido por. Upasika y Federico, 2011
Publicado de Bosque Theravada: 2008, 2011
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Extraído de: http://bosquetheravada.org/index.php?option=com_k2&view=item&layout=item&id=915&Itemid=211
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