jueves, 26 de noviembre de 2015

Encrucijadas y Destino Común - Omar Paladini


La incompetencia y costo de mantener lacras parásitas políticas que defiendan sus intereses -los intereses del capital mundial- con extrema eficacia, esta llevando a los dueños del mundo -dicho en sentido material-, decía que, esta llevando a los dueños del capital a tener que defender el lucro de sus intereses inhumanos por sí mismos.

Este cambio en la forma de actuar les baja costos -que como buenos neoliberales aprecian en extremo y son la base de su accionar impiadoso- y les permite actuar en forma directa no intermediada en defensa de sus intereses económicos y de poder.

Por contrapartida los expone en forma directa, por más que hablen bonito, a tarde o temprano ir mostrando en sus actos sus verdaderos intereses y no lo que declaman.

A su vez, la falta de solidaridad entre las personas, en la mayoría de los casos, en los distintos ámbitos personales y sociales, les despeja el camino para llevar adelante sus proyectos.

Sin la formación de cuadros políticos desde la base social,

sin un aprendizaje del significado de la palabra "trabajo en equipo",

sin compasión y solidaridad con el sufrimiento de quienes nos rodean,

sin la comprensión de como somos manipulados por una cultura vacía de contenido, pura forma sin sustancia,

sin la reflexión de como somos llevados de las narices como títeres patéticos de aquí para allá defendiendo y trabajando por los intereses de quienes en forma directa o indirecta nos perjudican, y llegado el caso hasta nos matan si es necesario para defender sus intereses económicos y de poder;

decía que, sin la formación de cuadros políticos desde la base social, sin un aprendizaje teórico y practico de para que y como accionar para transformar este mundo social,

sin la transferencia de valores que despejen y barran los intereses estúpidos de una cultura materialista sin sentido ni dirección más que a un destino de disolución y muerte;

decía que, sin la formación de cuadros políticos desde la base social, poco y casi nada podremos hacer para transformar la sociedad en la cual vivimos.

Sin una revolución múltiple, interna y externa, poco podremos hacer para que los cambios anhelados se produzcan, y no quedara más que soportar las consecuencias de la estupidez propia y ajena.

Todos somos uno, no hay dos. Sera interesante no olvidarlo.