“... Al buscar la sabiduría,
el primer paso es el silencio;
el segundo, escuchar;
el tercero, recordar;
el cuarto, practicar;
el quinto enseñar...".
Salomon ibn Gabirol /
Avicebrón
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Arturo: Omar, ¿cuándo se regresa al silencio?...
Omar: "...¿cuándo se regresa al silencio?...". Buena pregunta Arturo. En principio es una búsqueda por oposición.
Si en la mente hay mucho ruido, si hay mucha tensión, el sufrimiento resultante, si se pasan ciertos límites, empuja a despejar la mente, a trabajar sobre uno mismo.
Ese trabajar sobre uno mismo podrá ser en forma artesanal o metódica.
Si es metódica puede ser con metodologías oficiales autollamadas científicas (por ejemplo, la psicología transpersonal),
o con metodologías no-oficiales (por ejemplo, escuelas buddhistas, disciplinas de trabajo interno llevadas adelante por maestros y aprendices).
¿Y que tiene que ver esto último en forma sustancial con el silencio?
Bueno todos los maestros de escuelas de autoconocimiento no-oficiales han dado referencias acerca de la importancia de acceder al silencio mental, a una mente en quietud, a la paz interna.
Bodhidharma -el primer patriarca del buddhismo zen- expreso con respecto a esto:
"... Cuando la mente deja de moverse, penetra en el nirvana. Nirvana es una mente vacía. / Cuando no existe la ignorancia, los Buddhas alcanzan el nirvana. / Cuando no existen las aflicciones, los bodhisattvas entran en el lugar del despertar...".
Otro ejemplo podríamos darlo con Rumi, el maestro sufí, que dijo en su momento:
"... Las palabras rompen el hilo, pero el secreto habla en el silencio...", y que "...Un guía llegó en silencio. Sólo en el silencio podrás oír su mensaje...".
Parece ser que hay un mensaje que se traduce desde ese silencio interno, que es muy significativo y vital, y que no es a través de palabras.
Lao Tse, por ejemplo, dijo:
"... El Tao que puede conocerse no es el Tao.
La sustancia del Mundo es solo un nombre para el Tao.
Tao es todo lo que existe y puede existir;
El Mundo es solo un mapa de lo que existe y puede existir.
Las experiencias externas sirven para sentir el Mundo,
Y las experiencias internas, para comprenderlo.
Los dos tipos de experiencia son lo mismo dentro del Tao...".
Arturo: Omar, desde siempre he estado en búsqueda; y siempre he preferido las preguntas a las respuestas; aunque sé que estas configuran el hilo conductor para salir del laberinto...
Es un contradicción que no puedo ni quiero resolver,...
En mi mente, a diario hay huracanes y tempestades; todo el tiempo, ocurren erupciones y terremotos...
No sé si el límite del sufrimiento lo he sobrepasado hace eones, pero he aprendido a trabajar y a moldear la materia prima del caos que mora en mí, al menos en cierta medida, de cierta forma.
A veces, cuando marcho al trabajo, en un estado de conciencia que no califico ni cercano al nirvana o a algo parecido, dejo que los cursos y torrentes de ideas avancen sin control sobre la superficie de mi mente...
Son como caballos salvajes, que corren desbocados uno tras otro hacia la nada, buscando un derrotero posible, uno entre millones y millones y millones; entre billones y billones y billones; entre trillones y trillones y trillones...de posibilidades...
Por ello, formulé mi pregunta sobre ¿cuándo se regresa al silencio?... tal vez, debí haber preguntado ¿cómo se regresa al silencio?... Aunque la pregunta no es lo esencial...
Yo sé que el silencio habita en mí como una potencia, como una semilla; sólo falta el agua para que eclosione...
Tao.
Antes, durante y después
de una posible existencia,
late en todo y en cada ser,
en todos los entes
y todos los cuerpos…
Desde lo micro a lo macro,
fluyendo como onda o partícula…
No nacido jamás desde el Big Bang,
pero ve el día y la noche…
No ha muerto, pero pertenece
a lo obscuro impenetrable…
Un nombre no roza su estela,
prótesis para la mente,
puente sobre un abismo.
La raíz de la sabiduría...
Lo imperceptible, lo invisible,
lo intangible, lo inaudible, lo inmóvil,
lo silente porque lo dice al callar,
cuando abarca y abraza la totalidad...
Los símbolos, sombra de un sol inextinguible...
El conocimiento, esquirla de la fricción de la mente...
El saber, fragmento del universo, rastro de un león.
La sabiduría, regresar el océano
y cada grano de arena de la playa
a la concha hallada por azar...
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Extraído de una charla entre Arturo Jaque Rojas y Omar Paladini en Facebook
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