martes, 9 de noviembre de 2010

A veces - Arturo Jaque Rojas


A veces, las montañas guardan tercos y ominosos

silencios minerales;

a veces, vomitan ígnea rabia...


¿Podemos subir hasta donde reina la soledad y el silencio?...

¿acaso no hay un cima dentro de cada uno, cada una,

que a veces, contra nuestra arrogancia de aire y polvo,

deviene sima?...


¿Qué barreras podemos destrozar sin romper nuestro corazón,

en in- finitas astillas;

nuestra alma, como un- a copa de cristal invisible?...


¿Cuál es el frío que mata: el que

congela la carne, los huesos,

la sangre?...

¿o el que tiende una mortaja nívea sobre el ser-ahí?...


¿Qué susurros se desprenden de

los labios y comisuras de las estrellas?;

...y caen como restos de cadáveres fosforescentes

que alguna vez fueron, amaron,

se reprodujeron y estiraron la pata sidérea, en los extramuros del universo...


La noche negra, densa, tupida,

espesa como selva ecuatorial,

me aplasta como una pared,

formada con las partículas más pesadas;

y, no me permite respirar,

con sus amantes zarpas atenaza mi cuello,

y corta el oxígeno...


No hay hitos, ni mojones, ni piedras

que señalen el camino en la vastedad...

Me pierdo; avanzo a tientas; o ¿es la noche que descarga una y otra vez

golpes que machacan mi alma;

y la licuan y la hacen escurrirse hacia

un zanjón de aguas servidas cósmicas?...

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Extraído del muro de Arturo Jaque Rojas en Facebook
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