La hibris o hybris (en griego antiguo ὕϐρις hýbris) es un concepto griego que puede traducirse como ‘desmesura’ y que en la actualidad alude a un orgullo o confianza en sí mismo muy exagerada, especialmente cuando se ostenta poder.
En la Antigua Grecia aludía a un desprecio temerario hacia el espacio personal ajeno unido a la falta de control sobre los propios impulsos, siendo un sentimiento violento inspirado por las pasiones exageradas, consideradas enfermedades por su carácter irracional y desequilibrado, y más concretamente por Ate (la furia o el orgullo). Como reza el famoso proverbio antiguo, erróneamente atribuido a Eurípides: «Aquel a quien los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco.»
Índice
La hibris en la antigüedad
La religión griega ignoraba el concepto de pecado tal como lo concibe el cristianismo, lo que no es óbice para que la hibris parezca la principal falta en esta civilización. Se relaciona con el concepto de moira,
que en griego significa ‘destino’, ‘parte’, ‘lote’ y ‘porción’
simultáneamente.
El destino es el lote, la parte de felicidad o
desgracia, de fortuna o desgracia, de vida o muerte, que corresponde a
cada uno en función de su posición social y de su relación con los
dioses y los hombres (véase en el artículo moira la división del mundo realizada por los tres grandes Crónidas,
que determina el destino de cada uno).
Ahora bien, la persona que
comete hibris es culpable de querer más que la parte que le fue asignada
en la división del destino. La desmesura designa el hecho de desear más
que la justa medida que el destino nos asigna.
El castigo a la hibris
es la némesis, el castigo de los dioses que tiene como efecto devolver al individuo dentro de los límites que cruzó. Heródoto lo expresa claramente en un significativo pasaje:
Puedes observar cómo la divinidad fulmina con sus rayos a los seres que sobresalen demasiado, sin permitir que se jacten de su condición; en cambio, los pequeños no despiertan sus iras. Puedes observar también cómo siempre lanza sus dardos desde el cielo contra los mayores edificios y los árboles más altos, pues la divinidad tiende a abatir todo lo que descuella en demasía.1
La concepción de la hibris como falta determina la moral griega como una moral de la mesura, la moderación y la sobriedad, obedeciendo al proverbio pan metron,
que significa literalmente ‘la medida en todas las cosas’, o mejor aún
‘nunca demasiado’ o ‘siempre bastante’. El hombre debe seguir siendo
consciente de su lugar en el universo, es decir, a la vez de su posición
social en una sociedad jerarquizada y de su mortalidad ante los
inmortales dioses.
La hibris es un tema común en la mitología, las tragedias griegas
y el pensamiento presocrático, cuyas historias incluían a menudo a
protagonistas que sufrían de hibris y terminaban por ello siendo
castigados por los dioses. En la Teogonía de Hesíodo,
las distintas razas de hombres (de bronce, de hierro, etcétera) que se
suceden unas tras otras se condenaron por su hibris.
En cierto modo, la
falta de Agamenón en el primer libro de la Ilíada se relaciona con la hibris al desposeer a Aquiles de la parte del botín que debería corresponderle en justicia. Por su parte, Heráclito muestra la hibris como el señalamiento de una falta hacia el Nous o dios legal:
No obstante, Heráclito piensa que mientras haya discordia, se podrá
fundir las partes en el Uno. Por lo tanto aquí la hibris es un fluir de
opuestos, haciendo posible la vida.
Había también una diosa llamada Hibris (o Hybris), la personificación
del anterior concepto: insolencia y falta de moderación e instinto.
Hibris pasaba la mayor parte del tiempo entre los mortales. Según Higinio era hija de Érebo y la Noche3 , atribuyéndole otros autores la maternidad de Coros, el daimon del desdén.
En el derecho griego,
la hibris se refiere con mayor frecuencia a la violencia ebria de los
poderosos hacia los débiles. En la poesía y la mitología, el término fue
aplicado a aquellos individuos que se consideran iguales o superiores a
los dioses. El hibris era a menudo el ‘trágico error’ o hamartia de los personajes de los dramas griegos.
Ejemplos de hibris
Personajes mitológicos griegos y romanos castigados por sus hibris:
El castigo por arrogancia también aparece como un tema en la Biblia:
- Adán y Eva son tentados a ser como Dios y por ello expulsados del Jardín del Edén.
- La Torre de Babel fue erigida para llegar al cielo, pero Dios la destruyó.
La hibris en la actualidad
Las consecuencias negativas modernas de las acciones provocadas por
la hibris parecen estar asociadas a una falta de conocimiento, interés y
estudio de la historia, combinada con un exceso de confianza y una carencia de humildad.
Hibris es a menudo aplicado como término peyorativo en
política. Como la hibris está relacionada con el poder, suele ser usado
por personas relacionadas con partidos políticos de la oposición contra
aquellos que ostentan el poder.
El historiador británico Arnold J. Toynbee, en su voluminoso Estudio de la Historia, utiliza el concepto de hibris para explicar una posible causa del colapso de las civilizaciones, como variante activa de la némesis de la creatividad.
Se ha sugerido que la hibris es una de las tres cualidades de los programadores de éxito, según Larry Wall.
Sería «la cualidad que te hace escribir (y mantener) programas sobre
los que otra gente no querrá hablar mal». Las otras dos serían la pereza y la impaciencia.
Véase también
- Impiedad
- Síndrome del vencedor
- Vanidad
- Frónesis (como un pensamiento y conducta prudentes contrapuestos a la desmesura o hybris)
Notas
Bibliografía
- Fisher, Nick (1992). Hybris: a study in the values of honour and shame in ancient Greece. Warmister, Reino Unido: Aris & Phillips. ISBN 9780856681448.
- Este artículo incorpora texto de la Encyclopædia Britannica de 1911 cuyo contenido se encuentra en el dominio público.
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Extraído de: http://es.wikipedia.org/wiki/Hibris
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