No tenemos derecho
a decir de una persona que es inteligente si no tiene un corazón
inteligente,
un corazón que sea un instrumento de comprensión, un
"cerebro" capaz de percibir los datos sin deformarlos;
capaz de
tratarlos a través de su especialidad, la del sentimiento, y capaz de
saber con toda certeza la respuesta que hay que dar.
He aquí por qué la sociedad humana funciona tan mal:
en las familias, en los grupos, en
las sociedades, entre naciones, en los sindicatos obreros, en las
administraciones, en los ministerios en la ONU, la UNESCO;
por qué hay
por doquier tanta locura, tanto sufrimiento que unos y otros denuncian,
sin dejar de ser cómplices en sus respectivas esferas.
Los hombres que
tienen en sus manos el destino de la humanidad, en todas partes, en todo
nivel, carecen de inteligencia de corazón.
Al grado de deterioro en que se encuentra esta función de conocimiento, el hombre ya no es un ser tricerebral.
¿Cómo pueden vivir, cómo pueden conocer, cómo pueden
percibir, como pueden apreciar las situaciones, cómo pueden tomar
decisiones, actuar, si están amputados de uno de los tres cerebros?
"Cerebro" ha de tener para ustedes un sentido muy sencillo, una función
particular que les permita comunicar desde el exterior hacia ustedes:
"Yo
recibo, yo percibo las informaciones",
y de ustedes hacia el exterior:
"Yo respondo a lo que exige la situación."
No hay respuesta que sólo
pueda ser dada a través del cuerpo, sólo a través de la cabeza o incluso
sólo a través del cuerpo y la cabeza a la vez.
No se pueden saltar un
largo y perseverante trabajo de purificación del corazón.
De cada uno de
ustedes depende comprometerse o no comprometerse.
_______________________________________________________________________________
Extraído de Despertar a la esencia - Danzas de Gurdjieff en Facebook
_______________________________________________________________________________
.