Modo para venir al Todo .
Para venir a lo que no sabes, has de ir por donde no sabes.
Para venir a lo que no gustas, has de ir por donde no gustas.
Para venir a lo que no posees, has de ir por donde no posees.
Para venir a lo que no eres, has de ir por donde no eres.
Modo de tener al Todo .
Para venir a saberlo Todo, no quieras saber algo en nada.
Para venir a gustarlo todo, no quieras gustar algo en nada.
Para venir a poseer algo de todo, no quieras poseer algo de nada.
Para venir a serlo todo, no quieras ser algo en nada.
Modo para no impedir al Todo .
Cuando reparas en algo, dejas de arrojarte al todo.
Porque para venir del todo al todo, has de dejar del todo al todo.
Y cuando lo vengas todo a tener, has de tenerlo sin nada querer.
Porque si quieres tener algo en todo, no tienes puro en Dios tu tesoro.
Indicio de que se tiene Todo .
En esta desnudez halla el espíritu quietud y descanso, porque
como nada codicia, nada le impele hacia arriba y nada le oprime hacia abajo, que está en el centro de su humildad. Que cuando algo codicia, en eso mismo se fatiga
Obras Completas, de San Juan de la Cruz. Editorial Porrúa, 1989, México.
Subida al Monte Carmelo
Su alma relata al autor en un poema, el procedimiento para llegar a su destino y luego el autor explica el poema.
“Toda la doctrina que entiendo tratar en esta Subida al Monte Carmelo, está incluida en las siguientes canciones, y en ellas se contiene el modo de subir hasta la cumbre del monte, que es el alto estado de la perfección que aquí llamamos unión del alma con Dios...”
Trata de cómo podrá un alma disponerse para llegar en breve a la divina unión. Da avisos y doctrina, así a los principiantes como a los aprovechados, muy provechosa, para que sepan desembarazarse de todo lo temporal, y quedar en la suma desnudez y libertad de espíritu, cual se requiere para la divina unión.
Poema :
“ En una noche oscura, con ansias, en amores inflamada, ¡oh dichosa ventura!, salí sin ser notada, estando ya mi casa sosegada”.
A oscuras y segura por la secreta escala, disfrazada, ¡oh dichosa ventura!, a oscuras y en celada, estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa, en secreto, que nadie me veía ni yo miraba cosa, sin otra luz y guía, sino la que en el corazón ardía.
Aquésta me guiaba, mas cierto que la luz del mediodía adonde me esperaba quien yo bien me sabía, en parte donde nadie parecía.
¡oh noche que guiaste! ¡oh noche amable mas que la alborada!; ¡oh noche que juntaste Amado con amada, amada en el Amado transformada.
En mi pecho florido, que entero para el solo se guardaba, allí quedó dormido y yo le regalaba, y ventalle de cedros aire daba.
El aire de la almena, cuando yo sus cabellos esparcía, con su mano serena en mi cuello hería, y todos mis sentidos suspendía.
Quédeme y olvídeme, el rostro recliné sobre el Amado; cesó todo y déjeme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado”
_______________________________________________________________________________
Extraído de: Investigación sobre el Contacto – Parte teórica - Juan José Pescio - http://omarpal.blogspot.com.ar/2009/08/investigacion-sobre-el-contacto-parte.html
_______________________________________________________________________________
.