Por estos días, tras el explícito apoyo que le diera la Sra. Presidente de la Nación al gobernador de la provincia de Formosa Gildo Insfrán a través de la pública descalificación que hiciera sobre la Comunidad Potae Napocna Navogoh y sus justos reclamos (en sus dichos “la Comunidad Quomde la Primavera”); algunos canallas, calculo que los de siempre, volvieron a envalentonarse y comenzaron con nuevas y cobardes amenazas y descalificaciones varias.
Esta carta no está dirigida a ellos, quienes sin duda alguna no guardan ni la más mínima ética como para dedicarle algo de mi tiempo pensando que tal vez puedan alguna vez rever semejante accionar violento y deshumanizado en toda su expresión. La cobardía de actuar en las sombras del anonimato como lo hicieran muchos en las peores épocas de nuestro país es repudiable desde todo punto de vista. Mucho más si la acción tiene como destino acallar voces bajo amenazas sobre la familia de uno y todo aquello que debería estar garantizado desde el el propio Estado, o sea la seguridad de todos los individuos. Pero vivimos en una democracia débil, donde no hemos logrado frenar las desapariciones de personas ni el des-trato para quienes denunciamos todo tipo de presiones por hablar de temas que se pretenden silenciar, por caso la situación del Pueblo Q’om; por eso se hace urgente dar a conocer esta situación quesiendo hoy personal, sabemos que está sucediéndole a otros colegas y actores sociales varios.
Es menester contar aquí para aquellas personas de buen corazón, que mi segundo libro sobre la temática, “Algunos Registros de la LUCHA Q’OM”, no fue escrito como algún distraído puede pensar en una habitación relajada y mirando latelevisión en una casa burguesa con todas las necesidades básicas satisfechas. ¡No señor, bien distinta es la situación de quienes nos ocupamos de estos temas! Llevo más de 14 años trabajando y denunciandolo mismo que trajo a Félix Díaz y su Comunidad (como empezaron a llegar otras por suerte y por lucha) a la Av. 9 de julio para ser escuchado. Dicho libro fue escrito entre viajes, marchas y asesinatos. Fue terminado y corregido entre terapias intensivas y pasillos de hospitales, durante días enteros sin dormir y sosteniendo mi estructura humana en pie aguantando vientos emocionales cruzados de una envergadura no conocida para mí. Ese libro salió a la luz a pesar de la partida final de mi madre y gracias a quienes creyeron que era valioso poner en conocimiento de muchos más esos documentos necesarios para comprender la causa Q’om. No hubo una editorial que respalde el proyecto pensando ni en un posible “negocio” ni una “especulación política anti-gubernamental” como algunos pretendieron poner bajo sospecha. Es un libro militante y así fue concebido. Se hizo entre platos de arroz con agua y amigos rondando la casa. Se editó gracias a la generosidad de unos pocos militantes sociales que pudieron darle luz sin ningún cálculo económico ni de otra índole. Gente que le puso corazón, como uno. No nos apoyaron organizaciones de ninguna índole para “pretender debilitar a nadie” como insinuaron algunos malintencionados sin información, probablemente “militantes” a sueldo y con tiempo suficiente para descalificar a mansalva por las redes sociales a personas de bien, como ya lo hicieran con Félix Díaz y con otros. Por estas razones me acompañaron en la impronta personas de una ética y una moral impoluta como Osvaldo Bayer y Nora Cortiñas, aportándole al trabajo un valor extraordinario y a quienes estaré eternamente agradecido por su respaldo permanente para con mi persona y mi acción en el mundo.
Por lo canallas de siempre fue escrita este breve carta, con la necesidad de esclarecer aspectos detestables de un accionar coercitivo que pretende acallar la verdad y poner bajo la alfombra a miles de personas que son víctimas de un sistema inhumano y un poder político hipócrita que borra con el brazo lo que escribe con la mano. Enla Argentina de hoy hemos avanzado mucho en la ampliación de derechos y el cumplimiento de los Derechos Humanos, pero debemos reconocer que aún no son Universales o al menos algunos “universos” no están contemplados, por caso NUESTROS PUEBLOS PRE-EXISTENTES u ORIGINARIOS. Allí se violan sistemáticamente todos sus Derechos Humanos en la Argentina de hoy. En la vida hay que elegir…yo elijo seguir viviendo con verdad, aunque me sigan amenazando. Seguiremos presentando el libro por todos los rincones del país donde nos inviten, hablando de lo que debemos hablar...
Néstor Elias
Escritor/Periodista/Militante de DDHH.
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Extraído del muro de Nèstor Elias en Facebook
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