Cambio de época - James D. Cockcroft
Es acertada la frase del presidente ecuatoriano Rafael Correa "Estamos viviendo no en una época de cambios sino en un Cambio de Época". Ciertamente, hay un declive mundial de los imperialismos y cambios históricos en la correlación de fuerzas sociales, de clase y de naciones. Han surgido nuevos movimientos populares liderados por “las y los de abajo”, que hoy incluyen los desempleados, el llamado “precariado” (o el proletariado del trabajo “flexible” e inestable), elementos de las clases intermedias educadas que tienen poco futuro económico bajo el capitalismo y, los Pueblos Originarios.
El neoliberalismo capitalista se está sumiendo vertiginosamente en una crisis económica mundial y un abismo de sufrimiento humano que él mismo ha ayudado a generar. Mientras la crisis climática, los terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, y desastres nucleares amenazan a todos, los grandes capitalistas y banqueros siguen engordándose de las riquezas producidas por otra gente. Se sirven de los “rescates estatales.”
Es más. Según Antonio María Costa, Jefe de la Oficina de Drogas y Crimen de la ONU, miles de millones de dólares del narcotráfico limpiados por las mayores instituciones financieras las salvaron durante la cúspide de la crisis económica global y siguen salvándolas. Aún así, en muchos países del norte (Grecia, Portugal, Irlanda, etc.) hay “crisis de la deuda” más fuerte que las mismas crisis anteriores en el Sur. Por tanto, de la misma manera que los movimientos sociales forzaron en Ecuador, Argentina, Bolivia y otros países a rechazar el pago de tales deudas ilegítimas, corruptas e ilegales, debemos insistir en el Norte: Nosotros, los pueblos, no pagaremos ni un centavo por los fracasos de las instituciones especulativas e irresponsables.
Los banqueros y los gobiernos que ellos dominan desestiman el satisfacer las necesidades humanas y, en vez de ello, eliminan Programas Sociales y “privatizan” hasta la vida misma, convirtiendo todo en mercancías para su ganancia. A la vez, los gobiernos imperialistas contribuyen a la represión militar de los Movimientos Sociales o renuevan los intentos de Golpes “civil” y militar, intervenciones militares y guerras destinadas a la destrucción de culturas enteras en nefasto etnocidio, genocidio y ecocidio. Lo que está a riesgo es la soberanía de las naciones, incluso su soberanía alimentaria, y la sobrevivencia de la Humanidad y del Planeta.
Declive de la hegemonía estadounidense
El imperio de Estados Unidos está inundado de problemas que él mismo se crea. Unos Polos de Poder múltiples y el ascenso de nuevas alianzas económicas y geopolíticas están sustituyendo al dominio de un único Súper Poder. El poder económico del llamado “BRIC” (Brasil, Rusia, India, China) crece. Desde hace tiempo el euro y otras monedas han debilitado el dominio del dólar estadounidense. La gigantesca economía estadounidense se ha vuelto dependiente de inversiones y préstamos de China, Japón, la Unión Europea y varias petromonarquías.
Los fracasos militares y diplomáticos de Estados Unidos en Irak, Afganistán, Pakistán, el Medio Oriente, y otras partes del mundo, unido a la crisis financiera global desencadenada por las bancarrotas de las instituciones financieras estadounidenses en 2007-2008, han extendido la pérdida por parte de Estados Unidos de hegemonía mundial. Washington ha perdido su control tradicional de Nuestra América Indo-Afro-Latina, Irán, y partes del Medio Oriente.
Mientras tanto, el consumismo del capitalismo amenaza a toda la humanidad. En relativamente poco tiempo no habrá suficiente agua potable, comida o petróleo para mantener el actual nivel de vida, ni siquiera en las naciones más industrializadas.
El capitalismo neoliberal, “liderado” por Estados Unidos, el mayor contaminador del mundo, se enfrenta tanto a una profunda crisis económica como a una pérdida de credibilidad a escala mundial. Y de ahí vienen las olas revolucionarias en el Medio Oriente y las protestas populares en Wisconsin y otras partes del mundo en defensa de la vida y la dignidad humana, precedidas por los cambios radicales en América Indo-Afro-Latina que sigue en lucha por las mismas metas y ha demostrado que “otro mundo alternativo,” o sea otras formas de organizar sociedades, es posible e imprescindible.
El Cambio de Época en América Indo-Afro-Latina
Desde el levantamiento Zapatista en México de 1994, la elección presidencial de Hugo Chávez en Venezuela en 1998 y la histórica “Segunda Cumbre de los Pueblos” realizada en Quebec, 2001, un cambio profundo ha sacudido “el patio trasero” del imperio. En realidad, las raíces de este cambio están en la Revolución Cubana de 1959, blanco del terrorismo del gobierno estadounidense contra el cual lucharon pacíficamente los “Cinco Héroes Cubanos” injustamente encarcelados en Estados Unidos desde 1999.
Bolivia y Ecuador, lo mismo que Venezuela, han celebrado elecciones democráticas, incluso Referéndums populares, y en los casos de Bolivia y Venezuela, revocatorios. Sus presidentes han ganado estas elecciones por unas mayorías impresionantes. Llaman a poner fin al sistema capitalista. Han defendido “un nuevo Socialismo para el siglo XXI”. Evo Morales evoca un “socialismo comunitario basado en la reciprocidad y la solidaridad” de tipo aymará.
Basta ver algunas de las muchas instituciones nuevas:
- La CEALC (Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe) que se inaugura en Julio de 2011 sin Estados Unidos y Canadá (¡adios OEA!).
- Banco del Sur y un Fondo Monetario del Sur que introducen una nueva moneda (Sistema Único de Compensación Regional SUCRE), como alternativa al dólar sin respaldo y al Fondo Monetario Internacional.
- Confederación Parlamentaria de las Américas
- ALBA-TCP (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos) una alternativa socialmente responsable en vez de guiada por la búsqueda de lucro de la ahora derrotada iniciativa estadounidense ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas)
- Banco del ALBA
- ALBA Medicina
- Consejo de Movimientos Sociales del ALBA y países amigos.
- Consejo de Seguridad Suramericano (una Alianza militar de 12 naciones en la que se excluye a Estados Unidos).
- UNASUR (Unión de Naciones del Sur)
- TeleSUR, RadioSUR, PetroSUR y PetroCARIBE
- Mercado Común del Sur MERCOSUR
Las metas y los logros de estos procesos reformistas y revolucionarios -a pesar de sus limitaciones debidas a errores inevitables de cualquier proceso y al contexto mundial capitalista/imperialista- reflejan el “Cambio de Época”:
- Nuevas formas de Estado: unitario, independiente, plurinacional, comunitario, corresponsable, celebrando la diversidad humana e impulsando la verdadera democracia.
- Prohibición de Bases Militares extranjeras
- El agua potable como un derecho humano
- Derechos de la mujer, incluido la valoración del trabajo en el hogar.
- Derechos humanos y derechos de la naturaleza como dos caras de la misma lucha popular por la liberación humana.
- Desarrollo de energías limpias
- Rechazo del imperialismo y colonialismo.
- Renuncia a las guerras: ALBA ha acordado conformar una Comisión Internacional Humanitaria para la paz y la unión del pueblo de Libia
- Reemplazar la meta del crecimiento económico con la de vida equilibrada (sumak kawsay o el bien vivir), en vez de vivir mejor a expensas de los demás.
- Derecho a tener acceso a los medios de comunicación de masas y a establecer unos medios de comunicación comunitarios
El imperio contraataca, los pueblos resisten
El contraataque del imperio representa una nueva fase del imperialismo contemporáneo: el uso la fuerza militar y la correspondiente militarización de sociedades, junto con la desestabilización de países -en el caso mexicano un gobierno que sirve bien los intereses del imperio con un estado de de derecho fallido- para justificar misiones militares “humanitarias.”
El imperio ha enviado su modernizada Cuarta Flota a patrullar los océanos y aguas marrones de la región y trata de establecer o preservar nuevas Bases Militares en Colombia, Panamá, Honduras, Aruba y Curaçao. Ha aumentado el presupuesto para las “fuerzas especiales” que ya tienen libertad de actuar como escuadrones de muerte en más de sesenta naciones. También el imperialismo conduce más guerra cibernética y dominación por los medios masivos de desinformación. Parece que Bolívar tenía razón en 1829 cuando observó: “Estados Unidos parece estar destinado por la Providencia a asediar América con miseria en nombre de la libertad”.
Pero los pueblos resisten. Cuanto más se unan los movimientos sociales y laborales de todo el mundo, mayor será el desafío al imperialismo estadounidense y las esperanzas de la Humanidad. Para mí, esto significa pensar, imaginar y construir -a través de Congresos y Asambleas Populares, diálogo y respeto para la diferencia-- nuevos Socialismos libertarios, pluralistas, internacionalistas y democráticamente participativos. Tal es el proceso ya iniciado en un creciente número de países a niveles desiguales pero cada vez más combinados.
Ejemplo de ello lo constituye la positiva e histórica experiencia geopolítica derivada de la Batalla Social de Quebec 2001. La marcha de millares de trabajadores, estudiantes, indígenas y mujeres en rechazo a los Tratados de Libre Comercio TLC; la Declaración política de la Segunda Cumbre de los Pueblos Quebec 2001 que convocó a la lucha continental contra el ALCA y la voz rebelde del Presidente Hugo Chávez denunciando dicho plan imperialista y anexionista en el propio seno de la III Cumbre Presidencial de las Américas, evidenciaron entonces el inicio de un verdadero Cambio de Época.
Sabemos que aquella jornada favoreció las condiciones subjetivas para la movilización continental de los pueblos de las Américas que finalmente condujo a la derrota del ALCA en Mar del Plata, Argentina en 2005.
Reiteramos, una década después de Quebec, la existencia de iniciativas regionales de impacto Continental como ALBA-TCP, UNASUR, el SUCRE, el desarrollo de Misiones Sociales de gran espíritu humanista y el nacimiento de la CEALC, confirman el signo positivo característico de la primera década del Siglo XXI a partir de los eventos pioneros de Quebec 2001.
La historia reafirma que quienes concurrimos a la Batalla Social de Quebec, Teníamos razón. Hoy coincidimos nuevamente en que se impone seguir desarrollando democráticamente un programa de cambios antineoliberal, anticapitalista, antiimperialista, proindígena y antipatriarcal dentro de un marco internacionalista y Humanista. A ello queremos contribuir los Movimientos Sociales en la Cumbre de Pueblos Quebec 10 Años Después prevista del 19 al 21 de agosto en Montreal, Canadá. Desde allí los pueblos de las Américas movilizados y concientes marcaremos rumbo en la Época otra vez.
DR. JAMES D. COCKCROFT, Ph.D., Universidad de Stanford, Profesor de la Universidad Estatal de Nueva York. Tres veces becario Fullbright. Es autor de 48 libros sobre América Latina, Estados Unidos, y Derechos Humanos. También poeta. Como inmigrante canadiense, el Dr. Cockcroft es miembro del Consejo Mundial del Proyecto José Martí de Solidaridad Mundial patrocinado por la UNESCO; Coordinadora Internacional en Defensa de la Humanidad; Comité Internacional por la Libertad de los Cinco Héroes Cubanos; Table de Concertation de Solidarité Québec-Cuba; Tribunal Internacional de Libertad Sindical (2009), Tribunal Internacional de Conciencia de los Pueblos en Movimiento (2010) y del Colectivo Coordinador del Comité de Ciudadanía Quebec 10 Años Después (2011)
Su página multilingüe es www.jamescockcroft.com .
Extraído de: http://aporrea.org/internacionales/a122888.html
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