viernes, 13 de mayo de 2011
El libro del camino y la virtud - Lao Tse
1
El camino que se puede definir no es un camino invariable. El nombre que se puede designar tampoco es un nombre invariable. El principio del cielo y de la Tierra es indefinible; lo que se puede definir es madre de lo que existe. El que sabe renunciar para siempre a sus deseos alcanza la quinta esencia de la vida; el que no renuncia, obtiene solamente lo superficial. Ambos conceptos son idénticos, pero tienen nombre diferente. A eso le llamaremos misterio, o mejor aun, más oscuro que el misterio, la puerta de la Quinta Esencia.
2
Debido a que bajo el cielo todos conocen la idea de belleza, existe también la idea de fealdad. Asimismo, si todos conocen la idea de bondad, existe la idea de maldad. La noción de la que existe y la de lo que no existe se confunden; la fácil y lo difícil se complementan; la apreciación de lo largo y de la corto es relativa; altura y profundidad son terminos comparativos; sonido y voz se armonizan; lo anterior precede a lo posterior. Por eso el Hombre Justo (el Sabio) trabaja aun cuando está inactivo, y su enseñanza no necesita palabras. Lo lleva a cabo todo, sin olvidar los mínimos detalles; produce y no posee; sigue su camino sin depender de nadie; cumple con su misión con éxito y no exige honores; en consecuencia, su mérito es patente.
3
Si no se premiara a la sabiduria los hombres dejarían de instruirse; si no se diera valor a objetos difíciles de admirar los hombres cesarían de robar; si no se mostraran los objetos del deseo cesaría la obsesión en la mente de los hombres. Por lo tanto el gobierno del Hombre Justo vaciará la mente de los hombres y llenará sus estómagos; disminuirá sus ambiciones y fortalecerá su estructura, prescindiendo de su sabiduría y de su voluntad, pues el intelectual tiende a la quietud.
4
El Camino es amorfo; se marcha por él, pero nunca se llega a su fin. Es un abismo que está en el origen de todo. El camino elimina escabrosidades y soluciona complicaciones, armoniza la luz y asimila tumultos. El mismo Camino no sabe de quién desciende. Probablemente precedió al Creador.
5
¿Es que el cielo y la Tierra son tan inhumanos que tratan a todas las cosas como objetos sin valor? ¿Es que el Hombre Justo es tan inhumano que trata a todos los seres como si fueran títeres? Entre el cielo y la Tierra el espacio es como un fuelle colosal, vacío pero inagotable; cuanto más se agita más sopla. Hablar en demasía puede perjudicar; es mejor conservar para sí los pensamientos.
6
El Espíritu del Valle nunca muere; se dice que es una mujer misteriosa. La puerta de la mujer misteriosa es la base del cielo y de la Tierra. Empléala sin llegar al agotamiento.
7
El cielo y la Tierra son eternos. ¿Cómo pueden ser eternos? Porque el mundo no se creó espontáneamente, pero puede durar indefinidamente.
El Hombre Justo, sin pretenderlo, se encuentra siempre en primer lugar; ignorándose se manifiesta. ¿No es tal muestra de altruismo que llena su vida plenamente?
8
El Hombre Justo es como el agua; hace bien y luego se retira a lugares desdeñados por otros hombres. Procediendo así el Hombre Justo se halla cerca del Camino. Sus bienes provienen de la Tierra; su mentalidad es profunda como el abismo; se comporta como un filántropo; sus palabras demuestran honradez; en política es buen gobernante; es capaz en sus empresas; actúa en tiempo oportuno. Aun así no exige nada y su conducta es irreprochable.
9
Cuando la vasija está llena se ha de cesar de verter agua. Al querer afilar un cuchillo que ya está aguzado se estropea el filo. No se puede guardar una casa que esté repleta de oro y de joyas. El que habla con jactancia de sus riquezas y de su alto rango se disminuye considerablemente. Cuando el éxito y la fama te colmen, retírate. Este es el verdadero Camino.
10
¿Puedes controlar tu imaginación y mantener la Unidad constantemente?
¿Puedes conservar la mente suave como la de un niño?
¿Puedes purificar tu deseo y dejarlo inmaculado?
¿Puedes amar al pueblo y gobernar el país anónimamente?
¿Puedes abrir tu corazón discretamente?
Produce y haz reservas, pero no te conviertas en un poseedor.
Actúa con independencia; sé jefe pero no un tirano. Esta es la virtud bien comprendida.
11
Treinta radios convergen en el eje de una rueda, pero la utilidad de la misma se halla en su cubo o parte hueca. Con arcilla se moldea una vasija, pero la parte verdaderamente útil está en el hueco que forma. Al construir una habitación se hacen puertas y ventanas cuya utilidad encontramos en su parte inmaterial. En consecuencia, el material empleado es necesario, pero es el vacío que crea lo que nos es de verdadera utilidad.
12
Colores atractivos ciegan los ojos; sonidos musicales ensordecen; sabores exquisitos engañan al paladar; la caza y la busca trastornan al hombre; la lucha por la adquisición de riquezas envilece las acciones humanas. Por eso el Hombre Justo no solamente educa sus ojos, sino que también educa su mente, y así, libre de la sensación de color, sonido y gusto puede elegir su camino.
13
Favor y ofensa son engañosos. La alta jerarquía es como una enfermedad? ¿Qué significa que favor y ofensa son engañosos? El favor es una buena calidad; la ofensa, una mala cualidad, pero cuando uno los recibe se engaña. Por eso favor y ofensa son engañosos.
¿Qué significa que la alta jerarquía es como una enfermedad? La alta jerarquía tiene un cuerpo, pues sin cuerpo, ¿qué enfermedad podría tener?
El que sabe tomar cuidado de su cuerpo puede tomar cuidado del mundo. El que puede tomar cuidado del mundo con amor es digno de confianza.
14
Si miras el Camino y no lo ves, llámale inmaterial.
Si lo escuchas y no lo oyes, llámale afónico.
Si lo tocas y no lo coges, llámale infinitesimal.
Estas tres cualidades forman una sola cosa, confusa en tiempos pasados, inexplicable en el presente. Se halla en un estado indescriptible, sin forma, vago, confuso. Sí vas a su encuentro no le ves la frente, si lo sigues no le ves la espalda. Sigue el antiguo sendero que conduce al presente; sólo así conocerás su origen, que es la esencia del camino.
15
El Hombre Justo de la antigüedad poseía profundos conocimientos, era virtuoso, delicado y perspicaz. Si se le hubiera de describir diríamos de él:
Cauteloso como el que atraviesa un río en pleno invierno;
vigilante como si temiera la actitud de los que le rodean;
ceremonioso como si estuviera de visita;
discreto como el hielo que se disuelve;
sincero como la madera virgen;
acogedor como un valle;
turbulento como las aguas turbias de un río caudaloso.
¿Quién puede ser como el agua turbia que se torna en agua calma y cristalina?
¿Quién; siendo inerte, puede volverse lleno de vida?
Sólo el que, comprendiendo el Camino, nunca se sacia completamente.
16
No acudas a los extremos y persiste con calma, pues aunque todo es paralelo, todo regresa al punto de partida. Las plantas florecen pero vuelven a las raíces de donde han salido. El retorno a las raíces se llama inmovilidad, la inmovilidad es el destino, y el destino se llama constancia; el conocimiento de la constancia equivale a ver con claridad; su desconocimiento equivale al desastre. El conocimiento de la constancia significa rectitud; rectitud significa camino real; camino real significa divino o camino eterno. Entonces, aunque mueras no perecerás.
17
En tiempos pasados los hombres ignoraban la existencia del gobernante, más tarde lo conocieron y lo veneraron, más tarde lo temieron, más tarde lo insultaron.
No creyendo en los hombres harás de ellos unos embusteros. A pesar de todo escucha sus palabras, y cuando alguien lleve a cabo una obra meritoria los hombres dirán:
Esa es nuestra obra.
18
Cuando el gran Camino empezó a decaer, existía moralidad y filantropia. Cuando la sabiduría y el intelecto aparecieron trajeron consigo hipocresía. Las relaciones familiares se desintegraron y se constituyó el código de fidelidad de hijos a padres. El estado cayó en desorden y aparecieron los vasallos.
19
Suprime sabiduría y rechaza intelecto, y el beneficio de los hombres aumentará cien veces. Suprime filantropía y rechaza justicia, y los hombres serán conscientes. Suprime industria y desecha provecho material, y los ladrones dejarán de existir.
Pero si estas tres afirmaciones no te satisfacen, alcanza el camino de una vida más simple, y limita tus aspiraciones y deseos.
20
Deja de aprender y deja de afligirte, La diferencia entre el afirmativo ¡si! y la conformidad del ¡bueno! es comparable a la diferencia entre lo bueno y lo malo. Es una idea absurda la de temer lo que los demás hombres temen.
Parece que los hombres encuentran gran placer en la mesa del festín y en la cama de la lujuria, pero yo quedo al margen, solo, aislado como un niño que aún no sabe sonreír o como un individuo lacio y caduco que no encuentra su hogar.
Los hombres tienen reservas de inteligencia, pero yo quedo rezagado como un ser loco y confuso. Las gentes vulgares son sagaces y triunfan; yo estoy en las tinieblas. Ellos parecen llenos de vida y confianza; yo me siento deprimido, inquieto como el vasto océano, no puedo detenerme. Los demás hombres tienen objetivos; yo soy testarudo e intratable. Yo quiero ser diferente y me contento con el alimento del pecho materno.
21
La Virtud se desenvuelve de acuerdo con el Camino. El objetivo del Camino es evasivo como un sueño, y es en el sueño y el éxtasis que vemos su imagen; en las sombras y en el crepúsculo se encuentra su esencia, sutil y real.
Desde la antigüedad hasta los tiempos presentes, bajo nombres distintos, se manifiesta el origen de todas las causas. ¿Cómo puedo saber que el Camino manifiesta el origen de todas las causas? ¡Por las causas mismas!
22
Lo torcido será enderezado; lo vacío se llenará; lo envejecido por el uso se renovará; lo poco aumentará; lo abundante será confuso.
Así el Hombre Justo adopta el principio de Unidad como medida del mundo. Sin ponerse en evidencia, se hace famoso; sin palabras, adquiere mérito; sin ser arrogante, es efectivo en sus acciones; sin ser altivo, sus cualidades lo hacen sobresalir. No queriendo pelear con nadie, nadie puede pelear con él.
El adagio antiguo que dice: Lo torcido será enderezado, es justo. Es lo que no ha de olvidar el que aspire a perfeccionarse.
23
Apaciguar el sonido de la voz es ley natural: el furioso vendaval cesa sus bramidos antes de que termine la mañana; la tormenta finaliza antes de que el día haya transcurrido. Esta es la manera de comportarse la Naturaleza. Y si la Naturaleza sabe apaciguar sus impulsos en un tiempo limitado, ¿por qué no ha de poder hacerlo el hombre?
Los que siguen el Camino pertenecen a él; los que siguen los principios de la Virtud son virtuosos. Si abandonas el Camino y la Virtud perderás ambos.
Pero el Camino acoge con placer a los que aceptan su sendero, así como la Virtud acoge a los que quieren ser virtuosos. Al mismo tiempo el Abandono hace presa de los que abandonan los principios justos.
Poca confianza merece el que no sabe tener confianza.
24
La posición del que se alza sobre la punta de sus pies será inestable; el paso del que anda a grandes zancadas será inseguro. Al presuntuoso no se le hace caso; al que ofende se le desprecia; el fanfarrón fracasa.
Los seguidores del Camino no pueden dar cabida a los que tienen defectos así como a los parásitos que sólo piensan en satisfacer sus deseos.
25
Antes de que existiera el cielo y la Tierra existía algo de forma indefinida, sin movimiento ni sonido, invariable e independiente; acaso se le pudiera considerar como la madre del Universo. Yo no sé su nombre, pero podemos llamarle el Camino; si he de definirlo más lo llamaré Grande. Grande significa progresivo; progresivo significa lejano; lo que está lejano vuelve al punto de partida.
El Camino es grande; el cielo es grande; la Tierra es grande; el Rey también es grande. Hay cuatro grandes en este reino, y , el Rey es uno de ellos.
El hombre sigue los postulados de la Tierra; la Tierra, los del cielo; el cielo, los del Camino; el Camino, los de la Naturaleza.
26
Lo pesado es la base de lo ligero; la quietud, de lo ruidoso. Por eso el Hombre Justo cuando viaja no se separa de su equipaje; por maravilloso que sea el paisaje por donde pasa, el Hombre Justo, tranquilo e impasible, no se mueve de su sitio.
El Rey no ha de dejarse influir por las frivolidades del mundo. Si el Rey es trivial puede perder a sus vasallos; si es exaltado puede perder su autoridad.
27
Un buen caminante no deja huellas; un buen discurso no da motivo de censura; un buen calculador no emplea ábacos; una buena puerta se puede cerrar perfectamente sin necesidad de cerrojos; el que sabe atar no precisa cuerda. Por consiguiente el Hombre Justo siempre ayuda a que los hombres no queden rezagados; el Hombre Justo conserva los objetos útiles para que no se desperdicien. Este es el principio de economía práctica.
El hombre perfecto enseña al imperfecto; asimismo el que aprende ayuda al hombre perfecto. Si aquél no respeta a su maestro y éste no tiene estima por su ayudante el resultado deja mucho que desear.
28
La virilidad es positiva, pero conservando la feminidad negativa harás del mundo un valle en donde la Virtud eterna permanece reapareciendo constantemente en forma de niño.
Aprecia las cualidades del intelecto sin olvidar que también hay demencia en el mundo. Si tu comportamiento es consecuente serás como el modelo de un mundo en donde la Virtud eterna triunfa y vuelve a un pasado infinito.
Sé consciente de la gloria y del honor, pero no ignores el oprobio; serás como un valle en el mundo en donde la Virtud eterna es suficiente y te conduce al tronco original.
Cuando el tronco original es hendido, de él se hacen objetos que luego dominarán al hombre. Por eso el Hombre Justo no hiende el tronco original.
29
Si alguien intentara apoderarse del mundo no lo conseguiría; el mundo es como el navío sagrado y no puede ser gobernado por el hombre. El que intente gobernarlo lo destrozará; el que intente acapararlo lo perderá.
En efecto, en el mundo hay quien va delante y hay rezagados; hay quien despide calor y hay quien se inmoviliza por el frío; algunos son vigorosos, otros son débiles; algunos construyen, otros destruyen.
Por eso el Hombre Justo evita los extremos y no se deja dominar ni por el exceso ni por la inactividad.
30
El que quiera ayudar al jefe de los pueblos por medio de los preceptos del Camino ha de rechazar la idea de conquistar el mundo por la fuerza militar si no quiere perecer bajo esta misma fuerza. Por donde pasa el ejército sólo crecen espinos; a la guerra le siguen años de hambre y miseria.
Cuando el hombre consciente ha alcanzado su objetivo ha de saber detenerse y no ser extremadamente ambicioso, ni fanfarrón, ni soberbio.
Todo tiene un límite: el vigor y la juventud. No reconocerlo es oponerse al Camino, y oponerse al Camino significa decadencia.
31
Los soldados eficaces son los instrumentos de la calamidad, por eso los seguidores del Camino los evitarán.
Los hombres virtuosos se sitúan en la izquierda en oposición a los guerreros, que se sitúan en la derecha. El ejército es el precursor de la desgracia, pero no de la Virtud. Cuando la necesidad obliga a recurrir al ejército, su uso ha de ser muy limitado, pues incluso en los momentos de gloria y de triunfo su influencia es desastrosa. Los que admiran la fuerza militar son seres que aceptan el crimen, y el que acepta el principio del crimen está por debajo de la moral humana.
Las buenas cualidades están en la izquierda, y las malas, en la derecha. Así vemos que en una formación militar el General está siempre a la derecha de un oficial de menor rango siguiendo el modelo de las normas practIcadas en una ceremonia fúnebre.
Los resultados de una guerra sangrienta son las lágrimas y el dolor, y la marcha del ejército victorioso es una marcha funebre.
32
El Camino eterno no tiene nombre. El tronco de árbol, aun pequeño, puede ser útil al ser humano. Si el Rey supiera conservar la pureza del tronco, la vida seria ideal, cielo y Tierra se armonizarian y aportarían la belleza del rocío, y los hombres serían iguales. Por primera vez el sistema tendria un nombre. Es el objetivo del Camino en su marcha constante comparable al camino que sigue el riachuelo hacia los valles, ríos y océanos.
33
Conocer a los demás es inteligencia; conocerse a sí mismo, sabiduría. El que conquista a los demás es poderoso; el que se conquista a sí mismo, fuerte. El que se contenta con lo que tiene es rico; el que desea más, ambicioso. Mantenerse significa conservar una posición; la vida eterna significa morir y no perecer.
34
El gran Camino conduce a todas partes. Todo lo que existe viene de él. Viste y nutre a todos los seres, pero no exije ser su dueño y señor. No muestra grandeza, pero es grande. Por eso el Hombre Justo no busca situarse sobre los demás y así alcanza las alturas de lo sublime.
35
Seguir el Camino es útil; en él se halla la paz y la tranquilidad. Transéuntes se detienen ante el sonido de la música y el olor de un plato exquisito, pero encuentran que las palabras del Camino son demasiado simples o insípidas. En él no hay nada atractivo para la vista ni para el oído, pero para el que practica sus principios su utilidad es inagotable.
36
Lo que se puede contraer se puede extender; lo que se puede debilitar se puede fortalecer; lo que se puede arrojar se puede recoger; lo que se puede negar se puede otorgar. Esta es la Luz Oculta. Lo suave vence a lo áspero, y lo delicado, a lo fuerte.
Así como el pez no sale de la profundidad del mar, las armas del reino no se han de hacer evidentes ante nadie.
37
El Camino es inactivo pero lo hace todo. Si Reyes y príncipes supieran comprender esa actitud para hacer el bien todo se transformaría favorablemente. Pero si una vez todo transformado insisten en intervenir, yo los pararía con el ejemplo de la simplicidad simbolizada por el tronco.
38
Los hombres virtuosos de antaño no se vanagloriaban de serlo, por eso sus virtudes eran reales. Los pretendidos virtuosos contemporáneos que no pierden oportunidad en exhibirse carecen de verdadera virtud. El virtuoso de antaño sentía la virtud; el pretendido virtuoso de hoy quiere sacar provecho de lo que el llama virtud. Los filántropos, los justos y los moralistas eran desinteresados en sus acciones, y así invitaban a los demás a seguir su ejemplo.
Perdido el Camino aparece la virtud; perdida la virtud aparece la filantropía; perdida la filantropía aparece la justicia; perdida la justicia aparece la moral, la moral que cubre toda creencia y toda fe, y la moral de la rebelión.
La sabiduría es la flor del Camino y el principió de lo absurdo. Por eso el hombre adulto coge el fruto y rechaza la flor.
39
En tiempos antiguos el Universo alcanzó el principio de la unidad. Por eso el cielo se tornó limpio, la tierra adquirió solidez y estabilidad, dios fue espiritual, los valles se llenaron, plantas y seres tomaron vida, los Reyes fueron modelos del mundo. Todo fue obra de la Unidad.
Sin su limpidez el cielo se hundiría, sin estabilidad la Tierra estallaria, sin espiritualidad dios perecería, si los valles no se hubieran llenado serían estériIes, sin vida seres y plantas desaparecerían, sin justicia los Reyes se derrumbarían.
La gente humilde soporta a los poderosos y los mantiene en sitios elevados. Sin los humildes los Reyes serían huérfanos y míseros. ¿No significa eso que su potencia depende de los humildes? Una rueda es mucho más que el conjunto de las partes que la componen.
40
El regreso es movimiento propio del Camino, la delicadeza es una de sus funciones. Todo en el mundo se produjo de la existencia, y la existencia es producto de la nada.
41
Cuando el hombre superior oye hablar del Camino, lo estudia y lo examina conscientemente; el hombre mediocre lo estudia y lo examina superficialmente; el hombre vulgar se ríe a carcajadas, y si no lo hace es porque no se trata del verdadero Camino.
Como dice el Libro de los Proverbios, Cuando la diferencia entre ir y regresar no es evidente es porque la senda está oscura. Asímismo el camino llano parece escabroso; la virtud noble, un valle vacío; la inocencia inmaculada, la mancha de la vergüenza; el poder inmenso, insuficiente; la bondad sincera, malvada; el color vivo, pálido.
El espacio inmenso no tiene ángulos, la fuerza es tardia, la música sublime es un sonido tenue, el fenómeno del Universo es amorfo.
Así el Camino es oscuro y sin nombre; no obstante es la base de toda realización.
42
El Camino creó la Unidad; la Unidad es uno; uno dio nacimiento a dos, y dos a tres; tres, a todo lo que existe. Todo lo que existe contiene elementos positivos y negativos y se equilibra en la atmósfera neutra.
La condición de ser huérfano y mísero es temida por los hombres, pero los Reyes, de esta condición se hacen un título. Lo que es malo para unos es bueno para otros y viceversa.
Las enseñanzas que me han dado son las enseñanzas que yo legaré. Si un hombre que busca la violencia no muere por la violencia que venga a mí y será mi maestro.
43
La materia blanda penetra fácilmente en la materia dura como la gota de agua taladra la roca, y lo sustancial penetra en donde no queda espacio. De eso deduzco que la acción lenta es útil y que nada iguala lo que nos dice el silencio ni nada nos da la satisfacción que nos porporciona la quietud.
44
¿Qué es más importante, el espíritu o el organismo?
¿Qué tiene más valor, el ser humano o sus riquezas materiales?
¿Qué aflige más, la ganancia o la pérdida?
El hombre paga un alto precio por lo que ambiciona y pierde mucho si acapara con avaricia. El que sabe contentarse con lo que tiene no se lamenta; si es moderado no arriesga mucho, y así vivirá mucho tiempo.
45
Un gran éxito parece incompleto e insuficiente, sin embargo es perfecto. Un pozo puede pareeer vacío, sin embargo es inagotable. Una línea recta puede parecer curva. La mejor elocuencia puede parecer balbuceo.
De la misma manera que el movimiento disminuye la sensación del frío, y la actividad atenúa la impresjón del calor, el Hombre Justo, con calma y paz, puede estabilizar al mundo.
46
Si en el mundo rigen los principios del Camino, se emplean los caballos para fertilizar los campos. Si los principios del Camino son olvidados, los caballos vivaquean en campos militares alrededor de las ciudades.
No hay mayor crimen que la envidia, ni mayor calamidad que la ignorancia, ni peor presagio que la ambición. Conténtate con lo que posees y serás dichoso.
47
Sin salir de la puerta se puede conocer el mundo; sin mirar por la ventana se puede ver el fIrmamento. Cuanto más se aleja el hombre, menos aprende.
Por eso el Hombre Justo aprende sin ir, sin mirar y lo realiza todo estando inactivo.
48
Aprender algo cada día es un provecho. El Camino se gana a base de perder a diario. Se acumulan las pérdidas hasta que se alcanza la inactividad.
Dejando de hacer, todo se hace. El mundo es para los que le dejan seguir su curso. Pero para los que intentan acapararlo el mundo está fuera de su alcance.
49
Los sentimientos del Hombre Justo están libres de prejuicios, pero se adaptan a los sentimientos de los otros hombres.
Estimo al hombre bueno y estimo al hombre malo; la Virtud es bondad infinita. Tengo confianza en el hombre sincero y también en el que miente; la Virtud es confianza completa.
El Hombre Justo en contacto con los hombres es imparcial; ni divide ni juzga; escucha y ve los hombres como lo haria un niño.
50
Se sale de la vida para entrar en el reino de la muerte. De trece elementos consta un cuerpo vivo. De trece elementos también consta un cuerpo que ha dejado de vivir. Trece puntos por donde el hombre ha de cruzar entre la vida y la muerte, ¿Por qué? Porque el hombre persiste en querer vivir demasiado intensamente.
He oído decir que un hombre inteligente cuando viaja por la selva virgen evita el encuentro con animales feroces, y en un ejército evita el contacto con las armas. Ni el rinoceronte encuentra lugar en donde clavar su cuerpo, ni el tigre puede poner sus garras, ni el soldado adverso logra herirle con su espada. ¿Por qué? Porque el hombre inteligente es invulnerable.
51
El Camino da vida a todo lo que existe, la Virtud lo alimenta, la materia le da forma, la energía lo perfecciona. Es por eso que lo que existe honra al camino y venera su poder. Honrar el Camino y venerar su poder no es obra de una orden o un decreto, es una ley de la Naturaleza.
En consecuencia el Camino le da vida; la Virtud lo perfecciona, permite que se desarrolle, lo educa, le da madurez, lo cultiva y lo protege.
Produce y no poseas; trabaja y sé independiente; sé el guía que dirige, pero nunca el amo absoluto.
A eso le llamaremos el poder místico.
52
El mundo tuvo un origen; ese origen es la madre del universo. Es una madre que reconoce a sus hijos. Mientras vivas estate cerca de la madre y protégela.
Mantén la boca cerrada y no abras la puerta, y así no llegarás nunca al agotamiento. Si abres la boca y te dedicas a una actividad agotadora sufrirás hasta el resto de tu vida.
Serás grande si sabes reconocer lo que es pequeño; serás fuerte si persistes en la delicadeza. Emplea la luz de la sabiduría y tus ojos verán claro y te alejarán del mal.
A eso le llamaremos constancia bien entendida.
53
Cuando ando por el Gran Camino no temo aplicar sus principios, pues el Camino es llano y derecho, aunque ciertos hombres prefieren senderos más estrechos.
La Corte está llena de riquezas mientras el campo está desierto. Las reservas de los productores están muy bajas, pero los nobles se visten de seda, lucen brillantes espadas y se sacían de comida y de bebida.
Robo insolente y contrario a los principios del Camino.
54
Una casa bien construida se mantiene firme; si los fundamentos son buenos nunca se hundirá y podrá ser utilizada por los descendientes.
Practica tú mismo los principios del Camino y tu virtud será genuina, practícalos en tu hogar y la virtud florecerá en él, practícalos en tu provincia y tu provincia perdurará, practícalos en tu reino y tu reino será próspero, practícalos en el mundo y la virtud será universal.
En consecuencia, el hombre será juzgado por el hombre que sigue el Camino; el hogar, según su virtud; la provincia se comparará a la provincia perdurable; el reino, al reino próspero; y el mundo, al mundo del Camino y de la Virtud.
55
Un niño recién nacido es rico en virtud; insectos nocivos no le picarán, animales salvajes no le atacarán, aves de rapiña no le clavarán las garras. Aunque sus huesos no están formados y sus músculos carecen de consistencia, sus manos agarran fuertemente. El problema sexual aún no le afecta, pero está provisto de órganos sexuales completamente formados. Aunque llora una buena parte del día su voz no se vuelve áspera, lo que prueba que es un ser bien equilibrado.
Estar bien equilibrado es prueba de constancia, y la constancia es prueba de inteligencia. Vitalidad exuberante es felicidad. Vehemencia es fuerza.
Si al pasar los años las cosas declinan es porque no se han seguido los preceptos del Camino, y no seguir los preceptos del Camino conduce a la muerte prematura.
56
El que sabe no habla. El que habla no sabe. Mantén la boca cerrada y no abras la puerta; elimina escabrosidades y soluciona sus complicaciones; armoniza la luz y asimila tumultos. Así es la unidad del misticismo en la que el Hombre Justo se desenvuelve sin dejarse influir por intimidad ni por aversión, ni por beneficio ni por pérdida, ni por afecto ni por odio. De esta manera el Hombre Justo gana la estima del mundo.
57
Administra el país con justicia y al ejército con estrategia. Ganarás el mundo si sabes controlar tus actos. ¿Cómo lo sé? Por lo siguiente:
A medida que aumentan las leyes limitando la acción de los hombres, éstos se empobrecen; si abundan armas poderosas el estado se vuelve caótico; si la técnica adelanta, la producción aumenta; a medida que aumenta el número de leyes y decretos aumenta también el número de ladrones.
Por eso el Hombre Justo declara:
Si yo controlo mis acciones los hombres evolucionarán, si adopto la quietud los hombres adoptarán el orden, si soy tolerante los hombres se enriquecerán, si no soy ambicioso los hombres se comportarán honestamente.
58
Un gobierno que limita sus atribuciones hace a los hombres felices; un gobierno demasiado riguroso hace a los hombres desgraciados. El infortunio es una consecuencia del bienestar; el bienestar da nacimiento al infortunio.
Pero, ¿quién sabe en dónde está el término medio y justo? La bondad y la justicia demasiado perfectas parecerán grotescas y como obra de magia, y los hombres tienden a ser supersticiosos.
Por eso el Hombre Justo quiere la justicia, pero no la rigidez; es perspicaz, pero no irónico; es estricto, pero no severo; es brillante, pero no alucinador.
59
Para gobernar a los hombres y para servir a la Naturaleza es necesario ser moderado en ambiciones. Ser moderado significa volver a los principios naturales, eso es, volver a la virtud absoluta, que es una fuerza invencible que permite mantener el reino en buen orden. Esta actitud es la madre de todas las acciones; sus raíces forman una base sólida, el fundamento del Camino que conduce a la eternidad.
60
Gobernar un país inmenso es como freír un pescadillo. Si se adoptan los principios del Camino para gobernar a un país los espíritus malignos pierden sus dones divinos. Pero aunque los espíritus malignos no pierdan su divinidad ya no pueden ser nocivos al hombre y, evidentemente, el Hombre Justo tampoco puede ser nocivo.
Y si el Hombre Justo y los demás hombres no son nocivos entre ellos, entonces sus virtudes se complementan.
61
Un país espacioso es lugar en donde acuden todos los ríos; el país espacioso es receptivo como la mujer. En efecto, la mujer con su pasividad y su humildad acaba por dominar al hombre.
Asimismo, pasiva y humildemente, el país grande domina al país pequeño y lo hace suyo, pero al mismo tiempo el país pequeño domina al grande.
El país grande necesita aumentar el número de sus habitantes; el país pequeño necesita más espacio para los suyos. De esta manera el uno ayuda al otro para conseguir respectivamente sus objetivos, pero es esencial que el país grande lo haga con humildad.
62
El Camino es un gran misterio, es un tesoro para los justos y un refugio para los pecadores.
Bellas palabras se venden en el mercado; las buenas acciones son las prendas con las que se viste el hombre.
Cuando los príncipes son elegidos en ceremonias en donde abundan joyas y carrozas reales, la mejor contribución del Hombre Justo será mostrar los preceptos del Camino.
¿Por qué razón los hombres de la antigüedad tendían a seguir el Camino? ¿No se decía entonces que los que buscaban el Camino lo encontraban, y que los pecadores que lo encontraban eran perdonados? Es que los hombres de entonces consideraban el Camino como algo por encima de todas las cosas.
63
Sé activo en pleno reposo; reposa cuando trabajes. Saborea lo que es insípido. Considera la grandeza de lo que es pequeño. Corresponde el odio con virtud. Inicia los trabajos difíciles empezando por lo más fácil. Considera las empresas grandes cuando éstas son aún pequeñas. Los grandes conflictos del mundo generalmente empiezan por una bagatela. Las grandes realizaciones de hoy han empezado con muy poca cosa. Por eso el Hombre Justo no intenta hacer cosas demasiado grandes, y es así como alcanza una verdadera grandeza.
Una promesa hecha ligeramente no inspira confianza, pues lo que se considera fácil se convierte en difícil. Es así que el Hombre Justo, considerando la dificultad de lo que va a realizar, acaba por encontrar fáciles las cosas.
64
Es fácil mantener cogido un objeto inmóvil. Sin mucha dificultad se puede planear un proyecto cuando no se oponen prejuicios. La materia blanda se funde fácilmente. Las partículas diminutas se pueden esparcir sin inconveniente. El tiempo apropiado para hacer bien las cosas es antes de que éstas estén ya terminadas. El orden se organiza antes de que la confusión sea comp1eta. El árbol cuyo tronco no puede ser abarcado con los brazos, empezó siendo un frágil arbusto. El más alto de los edificios empezó con un puñado de tierra. Una marcha de mil millas empieza con el primer paso.
El que intenta hacer las cosas prematuramente las estropea. Por eso el Hombre Justo no se apresura nunca, y asi no estropea nada. El Hombre Justo no intenta coger las cosas bruscamente y así no se le escapan de las manos.
Generalmente los hombres reducen a la nada los mejores proyectos si no tienen paciencia para llevarlos a buen término. Falta de cuidado, desde el principio hasta el fin, de lo que se realiza, destruye toda realización.
Por eso el Hombre Justo acoge lo que los demás han desechado, no se apresura en poseer lo que es dificil de adquirir, estudia lo que los demás han olvidado, se atribuye un lugar que otros han abandonado. Su objetivo es restablecer el orden natural de las cosas, pero para conseguirlo no emprende ninguna acción apresurada.
65
Los antiguos, que eran conocedores del Camino, no instruían a los hombres, preferían tenerlos en la ignorancia. Cuanto más conocían los hombres más difícil era gobernarlos.
Gobernar un reino con demasiados conocimientos era la ruina del reino; no gobernarlo era la felicidad. Lo ideal era conocer la diferencia entre gobernar y no gobernar. Conocer esta diferencia es lo que llamaremos la Virtud mística, que es una virtud profunda y muy lejana. Es la oposición a la materia y el regreso al gran ciclo de la vida.
66
Los ríos caudalosos y los mares son los reyes de los valles porque cubren las partes inferiores de éstos. Asimismo el Hombre Justo es superior gracias a la humildad y a la virtud. El Hombre Justo precede a los hombres colocándose detrás de ellos, está por encima de los hombres sin ser una carga para nadie, y los hombres se dejan aconsejar por él de buen grado.
El Hombre Justo no pelea con nadie, y así nadie puede pelear con él.
67
En todas partes dicen que soy grande, pero que mis principios son heterodoxos. Precisamente la grandeza se halla en la heterodoxia. Si me dejara llevar por los principios ortodoxos me limitaría a ser pequeño e insignificante.
Poseo tres tesoros que conservo preciosamente. El primero es el humanismo; el segundo, la frugalidad; el tercero, la convicción de que nunca pretende ser el jefe.supremo del mundo. Con humanismo me siento valeroso; con frugalidad siento la abundancia; siendo humilde me siento elevado intelectualmente.
La valentía desconoce al humanismo; la abundancia ignora la frugalidad; eminencia sin humildad representa la muerte.
Hoy día para triunfar es necesario el humanismo: el humanismo es el arma defensiva más eficaz y gracias a la cual se salvarán los hombres.
68
Un buen soldado no ea violento; un luchador hábil conserva siempre la calma; un conquistador efectivo no guerrea; un jefe capaz es humilde. Llamemos al conjunto de estas cualidades la virtud del pacifismo o la virtud del hombre que sabe dominar sus pabiones elevándose a los dones de la Naturaleza a la manera de nuestros antepasados.
69
Se atribuye a los estrategas militares lo siguiente: Si no puedo dominar, seguiré; si no puedo adelantar de una pulgada, retrocederé de un pie.
Eso es lo que se llama una campaña sin acción, atacar sin enemigo, o armarse sin armas.
No hay nada peor como perder la consideración por el enemigo indefenso; ignorar este principio equivale a perder el tesoro de la virtud. Por eso el que se opone al enemigo con humanismo será el verdero vencedor.
70
Mis principios son fáciles de explicar y fáciles de llevar a la práctica, no obstante parece que en el mundo no haya nadie capaz de comprender mis palabras ni de vivir de acuerdo con tales principios.
Mis palabras están basadas en preceptos nobles, pero los hombres las ignoran y me ignoran también a mí. Por eso cuando alguien viene a mi, aunque no sea muy a menudo, me siento satisfecho. Asimismo el Hombre Justo se viste de andrajos pero lleva consigo una joya.
71
Muchas veces es mejor saber que uno es ignorante; saber que se ignora algo es, en efecto, una enfermedad, pero el que conoce su enfermedad tiene la mente sana.
El Hombre Justo no se acongoja, porque sabe de donde viene la aflicción, y su mente siempre será sana.
72
Si los hombres no temen la autoridad del Rey, otra clase de autoritarismo peor pesará sobre ellos. Pero el Rey no deberá tomar venganza contra las posesiones de los hombres, ni incitar su cólera.
El Hombre Justo se ha de conocer a sí mismo pero no tiene necesidad de exteriorizar sus pensamientos. El Hombre Justo ha de pensar en él, pero no ha de caer en el egoísmo.
73
Un hombre audaz, si se decide a hacerlo, puede matar; un hombre audaz, si no se decide a hacerlo, no matará. Ambas cosas pueden ser buenas o malas. ¿Quién sabe cuáles son los motivos del odio? Hasta el Hombre Justo dudará antes de contestar a tal pregunta. Pero los principios del Camino inducen a evitar la lucha para poder vencer.
El Camino no emplea palabras para contestar, acude cuando es necesario y es imparcial; como si fuera una red natural, grandiosa y densa, lo abarca todo.
74
Los hombres no temen la muerte. ¿Qué se adelanta pues, cuando se les amenaza en castigar sus delitos con la pena capital? Si se considera la necesidad de matar a los hombres, los ejecutores sentirán sobre ellos mismos la amenaza de lo que ejecutan. Matar es como hacer un trabajo sin tener las capacidades necesarias para hacerlo; las personas inexpertas en trabajos difíciles, se hieren generalmente las manos con mucha facilidad.
75
El pueblo pasa hambre a causa de las tasas elevadas que ha de pagar, de las que se aprovecha la alta sociedad para consumir más de lo necesario.
El pueblo es difícil de gobernar porque los gobernantes son incapaces.
El pueblo no teme morir y por eso exige vivir más intensamente. Así los hombres sin los medios para vivir convenientemente son superiores en virtud a los hombres que valúan demasiado a la vida.
76
Cuando el hombre nace, sus carnes son tiernas y suaves; cuando el hombre muere, su cuerpo es rigido y duro. Los tallos de los árboles son flexibles y llenos de vigor, pero cuando se desarrollan, cuando mueren, se secan y se tornan mustios.
Asimismo la rigidez siempre acompaña a la muerte, y la suavidad es símbolo de vida. Los soldados demasiado rígidos nunca alcanzan víctorias; los árboles que han adquirido plena madurez y foltaleza son victimas del hacha; los fuertes y los poderosos caen mientras los que son suaves y flexibles siguen desarrollándose.
77
El Camino del cielo es como un arco. Cuando se estira la cuerda del arco la parte superior del mismo desciende, y la parte inferior asciende. La mayor dimensión disminuye mientras la parte estrecha se ensancha. Así es el Camino del cielo, que saca de donde hay demasiado y añade en donde hay poco. Pero no es así como se comporta el hombre; el que tiene poco pasa privaciones, y el rico goza de las riquezas del mundo.
¿Quién puede establecer la justicia y organizar la abundancia? Sólo el que vive según las normas del Camino, esto es, el Hombre Justo, el único que es bastante independiente y humilde para realizar algo sin dejarse influir por nadie, ni aspira a situarse por encima de los demás.
78
Nada ofrece tan poca resistencia como el agua; sin embargo nada puede oponerse a su potencia cuando, con fuerza inigualable, destruye fortalezas, ni nada puede alterar su camino cuando se desborda. Sin que nadie pueda demostrarlo es indiscutible que lo poco resistente prevalece sobre lo fuerte. Por eso el Hombre Justo dice: El que sabe cargar con los defectos de un país puede ser su Rey; el que puede adaptarse a los males que afectan al mundo puede gobernarlo.
Es paradógico, pero es cierto.
79
Solucionar un conflicto entre partes adversas es inadecuado si la solución da lugar a otros conflictos.
Por eso el Hombre Justo siempre escoge la parte izquierda del tallo de bambú, acepta la culpabilidad o la deuda, y así desarma a su adversario. El hombre virtuoso busca el acuerdo mutuo, el que no lo es procura cargar la falta sobre los demás valiéndose de la ley.
El Camino es imparcial, pero favorece al que es de buena fe.
80
Un país ideal ha de ser pequeño en superficie y poco poblado, en donde las cosas útiles abunden; un lugar en donde los hombres se mantienen hasta que mueren, pero no emigran; existen barcos y carruajes, pero nadie viaja; poseen armas y ejércitos que no se emplean; los hombres vuelven al uso de las cuerdas anudadas; todos comen a su gusto, visten bien y viven armoniosamente. Los países vecinos están tan cerca que se oyen los ladridos de los perros y el canto de los gallos, pero los hombres mueren de viejos sin que se visiten.
81
Así como ciertas palabras honestas no suenan bien, hay palabras con buen sonido que carecen de honestidad. El hombre noble no se lamenta; el que se lamenta no es noble. El que sabe no es siempre porque ha estudiado; hay quien ha estudiado y no sabe nada.
El Hombre Justo no acumula riquezas; reparte lo que tiene a los demás y le queda bastante para él. Dando lo que posee es inmensamente rico.
El Camino es provechoso y útil. El Hombre Justo sigue el Camino haciendo el bien, pero sin tener aspiraciones de grandeza.
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Extraído de: http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/filosofia/tao/3.html ,
y de: http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/filosofia/tao/4.html
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