Hay casos en que el "no", no tiene para el que lo experimenta un registro negativo, sino todo lo contrario.
Diógenes de Sinope un día vio como un niño bebía agua con las manos en una fuente:
“Este muchacho, dijo, me ha enseñado que todavía tengo cosas superfluas”, y tiró su cuenco para beber.
Esta es una experiencia de paz y liberación. De no dependencia.
Ese "no", no se refiere a la relación con los "objetos" del mundo externo o interno,
sino al "emplazamiento"interno desde donde nos relacionamos con ellos.
Ese "no", no es un "concepto", no es una simple experiencia con una idea que anda "flotando" dentro de nuestra cabeza.
Es una experiencia que tiene fuerte impacto en nuestra vida.
El "sí", creo que es positivo cuando es un "si a la vida".
Hay "sí" que son bastantes negativos, tanto para uno mismo como para quienes nos rodean.
En algunos aspectos yo prefiero el "no", como lo expuse hace unos días:
"... Sí... No servimos para nada.
No servimos para ser funcionales a un sistema que pone como valor central al "Dios Dinero" y al "Poder",
y que en su afán enfermo de lucro genera sufrimiento y destrucción a su paso. No servimos para eso.
No servimos para ser funcionales a la muerte.
Ellos crean ídolos de barro y después pretenden que nos arrodillemos a adorarlos. No servimos para eso.
No servimos para no tener conciencia de nosotros mismos y ser llevados de las narices hacia donde otros quieren. No servimos para eso.
No servimos para ser hamsters condicionados a girar hasta la muerte sin sentido. No servimos para eso.
Somos empecinados inclaudicables y fundamentalistas dadores de sentido y constructores del mundo en que queremos vivir.
Para eso sí servimos..."
En esta linea de trabajo, la de apoyarnos en la experiencia,
si es que vislumbramos mejores lugares internos a los cuales acceder,
Deva Prashanto dice, y comparto plenamente su opinión:
"... Un buddha no es para ser interpretado, porque la interpretación viene del "coco",
y el "coco" interpreta siempre parcialmente, nunca la totalidad. (...)
Tu no puedes interpretar un dulce, tienes que comerlo para saber como es su sabor, lo mismo con los budhas, (...)
el sabor de un buddha se conoce experimentando..."
Claro que previo a cualquier experiencia ¿como saber si aquello que dicen otros no son meras palabras sin sentido?...
No lo podemos saber. Lo podemos intuir.
Algún tipo de experiencia en la vida pudimos llegar a tener mas allá de la chatura de lo cotidiano.
Son emplazamientos mentales de difícil acceso a veces.
Y suele ser mas difícil para nuestra mentación de raiz cristiano-aristotélica dualista:
causa y efecto, bueno y malo, que son emplazamientos muy chatos y lineales.
En la literatura religiosa mundial hay infinidad de personas que relatan experiencias interesantes.
Rumi es uno de ellos: "... Solía ser tímido.Tú me hiciste cantar.
Solía rechazar cosas en la mesa ahora grito por más vino.
En solemne dignidad, solía sentarme sobre mi tapete a rezar.
Ahora los niños corren a mi lado y me hacen muecas..."
“... ¿Qué puedo hacer?, ¡Oh musulmanes!, pues no me reconozco a mí mismo.
No soy cristiano, ni judío, ni parsi, ni musulmán.
No soy del este, ni del oeste, ni de la tierra, ni del mar (…).
Estoy embriagado con la copa del amor, los dos mundos han desaparecido de mi vida.
No me resta sino danzar y celebrar...".
¿Seran solo palabras poéticas lo que expresa o es el relato de su experiencia interna?...
Algo "fuerte" le paso internamente, me parece...
y ese eco sigue resonando en mucha gente después de 7 siglos...
como resuenan ciertas cosas que dijo Buddha y Lao Tse hace 2.500 años...
y cada día hay mas resonancia... mas resonancia en una misma dirección...
y cuanto mas desorientada este la gente, mas buscara este tipo de referencias.
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Extraído de una charla con amigos en Facebook
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