A Platonito
Ya era de noche. Aristodemito se encontró con Socratito en el camino recién lavadito y cambiadito,
cosa que hacia regularmente cada tres meses aunque no le hiciera falta.
Ambos iban al banquetito de cumpleaños de Agatonito.
Ante el pórtico nada estoico, Socratito se quedo absorto mirando la luna llena.
La casa de Agatonito ya estaba repleta de amigos cenando.
__ Hola Aristodemito ¿como andas... y Socratito?
__ Socratito se quedo extático en el pórtico mirando la luna.
Al rato entra Socratito y se sienta al lado del cumpleañero Agatonito.
__ Dime Socratito ¿En que estabas pensando tan extático en el pórtico? cuéntanos.
__ Bueno, como ustedes saben, yo “Solo sé que no se nada y,
al saber que no sé nada, algo sé; porque sé que no sé nada".
Y estaba pensando que para aprender, a veces, o casi siempre, primero hay que desaprender.
Desaprender es poner en tela de juicio todo aquello que nos han enseñado.
Es poner en tela de juicio nuestra visión de la realidad,
es poner entre paréntesis todo juicio,
para que si hay Ser este se manifieste ante nuestra conciencia.
Si no se manifiesta no podemos negar, pero tampoco afirmar.
Afirmar sin manifestación es deshonestidad intelectual y solo una forma mas de autoengaño.
Quien se engaña a si mismo, sera fácilmente también engañado por otros,
y con esto nos perjudicamos todos.
Imagen: El Banquete de Platón - Giambattista Gigola - ca. 1790 - Musei Civici di Arte e
Storia, Brescia.
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