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Palotes - Arturo Jaque Rojas
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Por tres mil pesos
Una tarde de domingo, como cualquiera desde el principio y hasta el fin de los tiempos- debí decir de mi tiempo-: decido alcanzar hasta la farmacia, para comprar un ungüento, de aquellos milagrosos, que silencian la sonajera de articulaciones, coyunturas, huesos.
Pero, en el colectivo recibí un mazazo en la cabeza; de boca del conductor, escuché que tres patos malos que lo asaltaron, y le robaron tres mil pesos - con violencia-: fueron condenados a diez años de cárcel. ¿Es el país de Jean Valjean?.
Un momento
Un hombre de aspecto adusto, que parece ídolo olmeca, medita en un espacio de su hogar; y se deja llevar por la corriente.
Una pequeña de cuatro años, se acerca y le dice: es una música bonita; pero triste.
Él, la contempla con ojos de ternura que no es de esta vida; y le dice: te amo; y, ella contesta: y yo a ti, para luego volver a la música eterna.
Nuestra época
Una mujer en conflicto, que atraviesa varios continentes para retornar al pabellón donde pueda aclarar sus dudas: si lo ama todavía; si lo acepta tal como es; si no le importa que él haga lo que quiera como siempre lo ha hecho; si vale la pena el riesgo de seguir a su lado.
Por de pronto, es el cumpleaños de la pequeña; la madre, debe partir a comprar el pastel de la celebración; y, como no tiene a nadie que le cuide la cría: le pide al padre que lo haga, a través de Internet.
La niña mira el computador; le habla con amor; quiere abrazarlo, besarlo, jugar con él o eso; le muestra los juguetes que ya ha recibido.
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Extraído del muro de Arturo Jaque Rojas en Facebook
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