martes, 18 de junio de 2013
Argentina - Injustificable Justificación Cínica, Hipócrita, y Criminal del Actual Genocidio Hacia los Pueblos Originarios de Argentina - Omar Paladini -18-06-2013
Siguen intentando en el país Justificar lo Injustificable hasta el infinito con total inhumanidad hacia los que sufren y mueren por este sistema social de "capitalismo serio".
No existe el capitalismo serio.
El capitalismo es criminal en toda su extensión ya que pone al dinero y al poder como valor central y no a la gente. Es así de simple, más allá de lo complejo.
El capitalismo es mortal tanto para los seres humanos y humanas, para todos los seres vivos que habitamos esta tierra, como hacia la vida en general.
Las justificaciones a la inacción del gobierno y de su complicidad tácita o manifiesta en la discriminación,
Terrorismo de Estado solapado o no tanto por parte de los gobiernos provinciales hacia los pueblos originarios de Argentina
para quedarse con sus tierras ancestrales que le pertenecen de hecho y por derecho amparados por la Constitución Nacional,
es una clara muestra de la inhumanidad reinante en el país hacia quienes sufren las consecuencias de este sistema social injusto,
cruel hacia los desprotegidos y monstruoso en su hipocresía y cinismo,
que trata de arreglar con palabras lo que solo se arregla con hechos.
Así nos va cuando la realidad aparece por debajo de las mascaras y velos
con la que la tapa el pragmatismo traicionero de los que solo piensan en sus intereses personales
por encima de los que sufren y están siendo masacrados por un sistema social y de valores
que solo son basura inútil que ni siquiera sirve como abono.
Valores que solo causan sufrimiento y muerte.
Muerte todos los días; en forma cruda o sutil; muerte de los cuerpos y y de las mentes licuadas por la contradicción de vivir una vida externalizada comprando espejítos de colores para llenar una vida vacía y sin sentido.
Una vida externalizada en sus valores posesivos inhumana con el sufrimiento ajeno.
Todos somos uno, no hay dos, ni tres, ni cuatro, ni mil, ni cien mil, ni millones, ni miles de millones de otros seres humanas y humanos. Todos somo uno. No hay dos.
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