Todos
somos uno. No hay dos.
Somos parte de un todo indivisible.
No podemos mutilar una parte de ese todo universal sin lastimarnos a nosotros mismos.
Todos somos uno. La separación es solo una ilusión.
El aire que cruza por las puertas y ventanas no sabe de la separación.
El aire que entra en este momento en tus pulmones no sabe de la separación.
Todos somos uno. No hay dos.
Somos parte del conocimiento universal. Todos somos uno.
Somos parte de un todo indivisible.
No podemos mutilar una parte de ese todo universal sin lastimarnos a nosotros mismos.
Todos somos uno. La separación es solo una ilusión.
El aire que cruza por las puertas y ventanas no sabe de la separación.
El aire que entra en este momento en tus pulmones no sabe de la separación.
Todos somos uno. No hay dos.
Somos parte del conocimiento universal. Todos somos uno.
Aislados
no existimos. Todos somos uno, no hay dos.
Lo peligroso es la ilusión de la separación.
El sufrimiento y la contradicción es el fruto de la separación.
Lo peligroso es la ilusión de la separación.
El sufrimiento y la contradicción es el fruto de la separación.
¿Donde, donde, donde hay dos?
Somos todo en el uno, y uno en el todo, no hay dos.
Somos todo en el uno, y uno en el todo, no hay dos.
¿Donde, donde, donde esta la separación?
Respiramos el mismo aire, no hay dos.
Vivimos en el mismo lugar, no hay dos.
Vivimos en el mismo país, no hay dos.
Vivimos en el mismo planeta, no hay
dos.
Vivimos en el mismo sistema solar, no
hay dos.
Vivimos en el mismo universo, no hay
dos.
Vivimos en el uno universal, insertos y
conectados
con otros universos y seres vivos si
los hubiera, no hay dos.
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