lunes, 24 de abril de 2017

Ascesis - Anexo - Mensajes de Silo con comentarios sobre la Entrada


Hi Danny.

Sin duda que los materiales (notas) sobre la Ascesis, consideran distintas variantes de las diferentes Disciplinas. Así, considerando la “Entrada” a las diferentes Disciplinas y también (posteriormente), 

la “Entrada” a la Ascesis tenemos ejemplos que has destacado como el “altar” que es propio de la Energética y que permite colocarse en un espacio interno a veces decorado como un lugar cerrado que contiene algunos elementos tradicionales como el “yoni-lingam”.

En el caso de la D. Morfológica se suele entrar desde un espacio amplio y vacío en el que se destaca un “Portal” (algo así como la representación de los portales japoneses) 

que no dan entrada a un espacio físico diferente sino que producen la sensación de cambio espacial a aquel que pasa debajo de él, entrando así en un espacio mental diferente.

En el caso de la D. Mental se suele “entrar” por la repetición de unas frases de lo que se conoce como “oración gnóstica” 

o también por la visión del “dorje” que representa los múltiples senderos de la Meditación. 

En la D. Material la “entrada” se realiza penetrando en el “taller” o “laboratorio” o en su representación,

para introducirse en esa suerte de “campaña” mental que separa el mundo cotidiano del mundo de la rutina (durante el ejercicio de la Disciplina),

o bien, el mundo cotidiano del mundo de la Ascesis.

De acuerdo a lo anterior, en los apuntes y notas aparecen designaciones y operaciones ligeramente diferentes (de acuerdo a la Disciplina considerada)

pero que siempre en la “Entrada” están aludiendo a esa “campana”, 

ese “ámbito” que separa el espacio mental cotidiano del espacio mental en el que se pretende operar de modo sostenido y progresivo.

La “Entrada” sobre todo a nivel de Ascesis, tiene ese carácter un tanto alucinatorio que permite “mover” la solidez del “yo” 

y sus contenidos hacia direcciones que el operador quiere dar a su Propósito como motor de su Ascesis. 

De no poder “entrar” es un poco difícil dar a la copresencia del Propósito el mando de un proceso que de otro modo queda en manos del “yo”. 

Desde luego que la “entrada” aproxima a esa dirección que debe haber sido trabajada a lo largo de la Disciplina 

y que llega a funcionar casi como un reflejo evocador del estado mental desde el cual hay que partir en la sesión de Trabajo.

Cuando hablamos de “Centro” nos referimos a lo que hemos designado en otras ocasiones como “centro de gravedad”

y que es una posición mental en la vida cotidiana que tiene que ver con el recuerdo de sí mismo y del trabajo en el que uno está inmerso.

La Ataraxia es una buena posición en el Centro de sí mismo,

o dicho de otro modo: es una buena forma de “estar centrado” y de recordarse a sí mismo.

Así es que las notas están redactadas pensando en los aportes de las distintas Disciplinas y con las diferencias de sus propios lenguajes 

pero uno termina comprendiendo los significados de cada caso, a veces consultando a los Maestros de las otras Disciplinas…

.

Hi Danny.

La frase se refiere a la necesidad de “entrar” adecuadamente, ya que ese es el modo en que se mueva de lugar, se desestabilice el “yo”. 

O sea que si se quiere que el Propósito se haga cargo de la dirección del proceso interno, 

es necesario un momento de “trance”, de suspensión de las actividades cotidianas del “yo” 

y tal cosa es posible gracias a la Entrada que permite cambiar la representación del espacio interno como totalidad, 

como “campana” dentro de la cual los contenidos se internalizan cenestésicamente (al tiempo que se separan del espacio de representación cotidiano) 

y toman la dirección que ha sido preparada durante un largo trabajo 

y que ahora tiene aptitud para manifestarse (“automáticamente”), desde la copresencia y no desde la presencia de contenidos dirigidos por la atención como sucede en la vigilia.

Esa es la gran magia de todo trance (aún del más primitivo e ignorante trance), que permite al operador quedar a merced de fuerzas, de espíritus, o de dioses

que no son otra cosa que el Propósito más o menos copresente (querido o temido en otros casos) 

y que por su potencia logra desplazar al “yo” en sus funciones cotidianas

y dejar listo (preparado) al psiquismo para que los “espíritus” o “dioses” se manifiesten y operen sus “milagros”. 

Existen muchos ejemplos en la literatura mundial, que hacen alusión a estos fenómenos de “entrada” al trance

y que deberían hacernos reflexionar sobre la “entrada”, a un proceso dirigido por un Propósito profundo.

En el libro VI de la Eneida, Virgilio escribe sobre el rapto de la Sibila de Cumas y sobre su “entrada” a las voces de: “ya viene, ya viene” (Apolo),

y entonces comienza a transformarse y a profetizar de acuerdo al pedido de los que consultan su misterio. 

Este reconocimiento, por parte de la Sibila, de que “el dios ya viene” e incluso la resistencia que hace a la posesión que el dios hace de ella,

recuerda al “aura” como fenómeno pre epiléptico que permite al paciente saber por anticipado y en plena vigilia que “ya viene, ya viene” el ataque del grand mal.

Es cierto que en la epilepsia, a diferencia del trance, el Propósito no juega un papel decisivo

pero en lo que hace a los fenómenos de conciencia que se desencadenan, la alteración psiquica y fisiológica es de la misma familia,

cosa que en la epilepsia puede corresponder a una sincronización neuronal de ciertas áreas cerebrales,

fenómeno capaz de multiplicar el microvoltaje que se descarga con mayor intensidad sobre el sistema muscular sometido a sucesivas contracciones y contorsiones como si recibiera “chispazos” eléctricos. 

El trance, desde luego, no es un fenómeno epiléptico; tiene distinta graduación y dirigido por un propósito importante,

se constituye simplemente en “entrada” de un proceso más amplio como ocurre en la Ascesis.

Te mando un gran abrazo.

Negro.

from an email of July/12/2006

En la “entrada” sea cual fuere de acuerdo a la Disciplina en que se trabaje o en las místicas en general

se pone especial énfasis en las técnicas de éxtasis descuidando la afectividad que, sin duda, impulsa hacia el interior de sí mismo (en cuanto registro cenestésico profundo).

Igualmente, en la Ascesis, si se ubica el registro físico hacia el centro de la cabeza y atrás 

(para entrar en el silencio interno que lleva hacia capas cada vez más profundas de “espacio sin representación”),

el pasaje hacia ese “espacio” es impulsado por una fuerte afectividad que se apoya en la copresencia del Propósito.

Cuando se trata de poner en marcha ese pasaje hacia el espacio interno, hacia lo Profundo,

no se puede operar con representaciones o atendiendo a técnicas sino “dejándose en manos del Propósito” en un silencio progresivo.

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Referencias.

Al final de algunos párrafos se encuentran referencias a los documentos de los cuales fueron extraídos. Dichas referencias se aplican a ese párrafo y los anteriores.

AE: Actas de Escuela. Los números de página siguen la paginación del documento “Actas de Escuela 2006-2010.pdf”, que refunde y formatea, en un único archivo, todas las actas de Escuela de ese período. Refundido realizado por A. Carretero, P. Segado y S. Volkoff.

C2: Capítulo 2, “La Ascesis”, en el documento “Apuntes de Escuela”.

C6: Capítulo 6, “La oración de corazón”, apartado “Mística Devocional”, en el documento “Apuntes de Escuela”.

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Ascesis - Comentarios de Silo sobre la Ascesis - Introducción - https://omarpal.blogspot.com.ar/2017/04/ascesis-comentarios-de-silo-sobre-la.html 


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