Es que yo era un Ser y un Humano... y no era lo mismo que simplemente decir que era un ser humano.
No, porque al decir sólo ser humano parece que lo que soy se limita a lo humano, a la experiencia de vivir como un humano en este planeta tan raro y hermoso.
No, yo no era sólo un Humano, yo era también un Ser. Y el Ser siempre esta ahí, permanente, siempre presente.
El Ser es anterior a mi dimensión de Humano. Soy un Humano encarnado en un Ser.
Son dos mundos, dos sistemas de realidad completamente diferentes. Vivo y respiro en este mundo de las cosas concretas.
Este mundo es el mundo de mi dimensión de Humano. Pero mi Ser no es de este mundo.
Mi ser no tiene mundos, mi Ser solo es consciencia pura, consciencia unificada a todo lo que existe y pueda existir.
Soy un Ser y un Humano... dos universos diferentes...
mi alegría consiste en que vivo en el Ser y actúo en el mundo de los humanos.
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Extraído del muro de Luis Salas en Facebook
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