domingo, 23 de enero de 2011

Reflexiones Taoístas


Invisibilidad

La invisibilidad es la mayor ventaja.
Pero si eres forzado a una confrontación,
Sal a la luz con toda tu habilidad.

Había una vez un vendedor callejero que le vendía fórmulas para el reumatismo a los transeúntes.

Era un alegre viejo que estuvo fielmente en su puesto por años. Un día un joven matón comenzó a hostigar al vendedor.

El viejo trató por todos los medios de evitar la confrontación, pero eventualmente el matón se convenció de que tenía a un cobarde del que abusar a gusto.

Cuando llegó el momento del ataque, el viejo lo venció con habilidades superiores de boxeo. Significativamente, el viejo no fue visto nunca más.

Él había manifestado su superioridad en un momento crítico, pero una vez que se expuso a si mismo, desapareció.

En este mundo competitivo, es mejor ser invisible. Ve por la vida sin presumir, sin atraer la atención sobre ti, o hacer gestos ampulosos. Eso sólo atraerá la hostilidad de los demás.

Los sabios logran todo lo que quieren sin despertar la envidia o el desdén de otros. Tienen éxitos sólo con el propósito de cumplir sus íntimos anhelos.

Aún así es inevitable que tengas que probarte en un momento u otro. Cuando ello es necesario, debes reunir todas tus habilidades y hacerlo lo mejor que puedas.

Pruébate a ti mismo cuando sea una exigencia, y cuando debas probarte, sé superior.

En ese momento, no es el minuto para hablar de filosofía y humildad. Actúa. Haz. Luego desvanecete nuevamente en la invisibilidad.


Sin Expectativas

Medita sin pensar en los beneficios.
No esperes que ni ninguna ambición se realice;
Sólo entonces se manifestará la fuerza interior.

En el mundo competitivo, expresamos nuestras ambiciones, sagacidad y agresividad. Debemos hacerlo para sobrevivir.

En el mundo meditativo, no podemos usar estas actitudes. Lo que funciona bien en lo externo no nos servirá en lo interno.

Cuando meditamos, no debemos esperar beneficios. Si buscamos resultados, entonces esos resultados nos eludirán.

En contraste, si suspendemos nuestras ambiciones, los resultados se manifestarán muy rápidamente. Puede sonar a misticismo absurdo, pero es una verdad empírica innegable.

Si no tienes expectativas, sentirás lo divino. Si te esfuerzas y tienes deseos egoístas, sólo sentirás frustración.

Cuando la mente está ocupada en meditar por los beneficios, crea una barrera precisamente a los resultados que quieres.

La espiritualidad es un modo que está mucho más allá de las maquinaciones y la imaginación de la mente racional. Es creada por un aspecto de la mente que no es parte del pensamiento cotidiano.

De hecho, la parte de la mente que trae la espiritualidad es casi casi antitética a los modos comunes en los que pensamos.

Por lo tanto, sólo podemos alcanzar este tipo de espiritualidad al suspender nuestro pensamiento cotidiano.


Elegir

Un lado de la cadena de montañas es frío y nebuloso,
El otro es caluroso y seco.
Sólo por elegir dónde te sitúas,
Alteras tu destino.

Quienes siguen el Tao hablan del destino. Definen destino como el curso o la pauta de tu vida a medida de que espontáneamente toma forma.

No piensan en el destino como un juego de circunstancias predestinadas. No hay un guión rígido para esta loca obra teatral en la que estamos.

Quienes siguen el Tao hablan entonces de ubicación. Con esto se refieren a algo tan literal como a dónde sitúas tu casa o dónde te ubicas políticamente.

Piensan que esos factores son muy importantes. Imaginemos por un momento que tuvieras una oferta de trabajo en otra ciudad lejos de donde naciste.

Te mudas allá con tu familia. ¿Piensas que tu vida cambiaría?

Podemos refinar esta percepción:

Si hubieses ido a cierta escuela, habrías sido educado de diferente manera.

Si hubieses tenido una profesión diferente, habría cambiado tu perspectiva.

De vivir en un vecindario u otro, habrías sido una persona diferente.

Cada elección que haces te cambia.

No importa qué tan menor o cuán grande, debes hacer elecciones en todos y cada uno de los minutos que pasan.

La ironía de la vida es que es un viaje sólo de ida.

No puedes regresar, no puedes hacer comparaciones probando de una manera y luego de otra.

No hay estudios de comparación ciega cuando se trata de tu propia vida.

Por lo tanto, sólo la sabiduría será suficiente para guiarte.


Internalizar

La gente piensa que no tiene que aprender,
Porque hay tanta información disponible.
Pero el conocimiento es más que poseer información.
Sólo el sabio se mueve lo suficientemente rápido.

La cantidad de información disponible hoy en día no tiene precedentes.

En tiempos medievales unos pocos volúmenes podían formar una enciclopedia de todos los datos conocidos, o un déspota podía controlar a sus súbditos simplemente aislando o destruyendo una biblioteca.

Ahora la información está disponible para nosotros en proporciones monumentales.

Algunas personas abordan esta enormidad con letargo. Sienten que si hay tanto al alcance de la mano, en realidad no necesitan aprender nada. Van y lo encuentran cuando lo necesitan.

Pero la vida se mueve demasiado rápido como para confiar en esa holgazanería.

Tal como el flujo de información ha aumentado exponencialmente, también se ha acelerado el ritmo de la toma de decisiones.

No podemos ser pasivos; tenemos que internalizar la información y colocarnos precisamente en el flujo.

Se ha establecido que el ser humano promedio utiliza el 10 por ciento de su capacidad mental. Un genio usa sólo el 15 por ciento.

Así que definitivamente tenemos la capacidad para seguir el paso -si destrabamos nuestro potencial.

Eso requiere de educación, experiencia y determinación.

Uno nunca debería dejar de aprender, nunca dejar de explorar, nunca dejar de tener aventuras.

Sé como los exploradores de antaño. Lo que ellos aprendieron por sí mismos siempre superará a quienes meramente leen sobre sus proezas.

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