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Acerca de Divergencias
La mayoría de las actividades humanas colectivas comienzan alrededor de individuos carismáticos, capaces de ofrecer autoridad, liderazgo, ideas, aventuras o entretención. Estas actividades pueden dar lugar a una forma social conocida como culto, que corrientemente es generacional, pero que puede cruzar las generaciones. Si los cultos introducen fuertes elementos religiosos o místicos, pueden -si sobreviven-, desarrollarse como sectas y eventualmente, a largo plazo, como religiones (ej.: Mormones).
Si el elemento dominante es de carácter político, el culto puede convertirse en un movimiento y más tarde en un partido. Por supuesto, hay partidos políticos con fuertes implicaciones religiosas, pero en general, son subsirvientes de religiones o asociados a ellas (ej.: Democracia Cristiana).
Los movimientos liderados por fuertes personalidades, generalmente desaparecen poco después de la muerte o desgracia del líder respectivo y tienen pocas probabilidades de convertirse en partidos políticos de alguna importancia.
Socialmente aparecen como los boy-scouts de la política, con su pequeño Manual de Corta-palos y sus “consignas” epocales; pero en general, se les mira con menos simpatía...
El elemento común -entre numerosas diferencias- a cultos, sectas y movimientos, es su énfasis en alguna forma de vida comunitaria y un regimen interno fuerte y de tipo patriarcal. Las ciencias sociales explican este factor común, indicando que tales organizaciones ofrecen a sus miembros un cierto grado de apoyo social, que en muchos casos rivaliza con la familia, provee un sentido de pertenencer a algo y una ligera forma de identidad colectiva.
Todos estos tipos de organizaciones sufren tensiones internas y tarde o temprano, la disidencia se manifiesta y cuando ésta es ideológica, comienzan las purgas orquestradas por la estratificada o incipiente “ortodoxia”. Aún las revoluciones permanentes muestran la misma mano: a los gritos de ¡herejes! o ¡contras!, se pretende restablecer la higiene ideológica, olvidando el propio origen, que ha sido también, alguna forma de disención o inconformismo.
Cultos, sectas y movimientos pueden fácilmente desvanecerse sin dejar trazos, pues raramente pasan de la etapa inicial de diferenciación. Sin embargo, en épocas de coyuntura histórica, su rol puede ser más significativo si llegan a comprender que como conjunto podrían proporcionar un nuevo sentido y dirección al proceso histórico, al reinterpretar al hombre y al mundo. Pero ésto requiere visión, voluntad de compromiso y capacidad de convergencia ideológica... Y hay que ir al encuentro de la convergencia, no esperar que ésta ocurra.
Desgraciadamente la historia parece demostrar que, contrariamente al consenso general, la vaca y el toro jamás fueron terneros...
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Extraído de: http://omarpal.blogspot.com/2011/01/faq-1-quien-es-h.html
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