¿Cómo hace uno para formular una pregunta correcta, sin condicionar la respuesta de antemano? - Silo - 14-04-2011

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¿Cómo hace uno para formular una pregunta correcta, sin condicionar la respuesta de antemano? - Silo - 1989

Cuando no tengo claras las preguntas, es porque están movidas por un motivo distinto. En las relaciones humanas, casi siempre las preguntas están movidas por cosas que nada tienen que ver. Otros factores mueven a las preguntas. A eso le llamamos antepredicativos. La raíz de la que surge la pregunta.

¿Cómo hace uno para formular una pregunta correcta, sin condicionar la respuesta de antemano?

Respuesta: Tengo que pensar lo que voy a responder. Del mismo modo el que pregunta, debería pensar lo que va a preguntar. Normalmente no se piensa lo que se va a preguntar, o se piensa bastante mal.

Por ejemplo, alguien puede preguntar algo poniendo otras cosas en la pregunta que nada tienen que ver con la pregunta. Algunas personas en una situación dada, preguntan por protagonismo.

Supongamos, en una conferencia, se levanta alguien por ah¡ y hace una pregunta. Como la pregunta está movida por el destacarse, entonces no la formula bien a la pregunta, él está preocupado por otras cosas. La respuesta que se le va a dar también va a ser confusa. Se va a hacer una complicación horrible. Es lo que pasa habitualmente.

Cuando yo quiero saber una cosa de una persona, y no tengo en claro qué es lo que quiero saber, yo tiro preguntas por distintos lados y el otro me larga respuestas también como tratando de calibrar lo que quiero saber del otro.

Nunca se‚ lo que pasa con el otro. Cuando no tengo claras las preguntas, es porque están movidas por un motivo distinto. En las relaciones humanas, casi siempre las preguntas están movidas por cosas que nada tienen que ver. No en ciencia o en matemáticas, no.

En ciencias o en matemáticas, las preguntas y las respuestas están enmarcadas. Pero en las relaciones humanas normalmente, no se sabe qué se pregunta ni qué se responde. No tienen el encuadre de la ciencia.

Supongamos una pelea entre dos personas, dos personas que se quieren y no se sabe quién empezó la pelea. Uno le atribuye al otro todo tipo de maldades. El otro, a su vez, al anterior. Y si uno le pregunta algo, esa pregunta ya está dirigida, está movida por otros motivos.

Las preguntas que se hacen y las respuestas que se dan son como distractivas, no son específicas, están mal hechas, o movidas por otra cosa.

Normalmente en las relaciones humanas pasa as¡. Otros factores mueven a las preguntas. A eso le llamamos antepredicativos. La raíz de la que surge la pregunta.

Alguien te pregunta una cosa y lo que tú haces normalmente es tratar de entender la pregunta y tratar de responder. Pero a veces, puedes ir mas lejos: alguien te hace la pregunta y tú puedes trata de ver de dónde sale la pregunta del otro.

Esa raíz de dónde sale la pregunta del otro, esa es la que permite entender más a las personas. No sólo qué pregunta sino desde dónde sale la pregunta.

Entonces, lo que tú decías al principio era cómo es posible preguntar sin condicionar la respuesta.

Eso no es posible si uno no sabe de qué raíz sale su pregunta. Uno tiene que tener en claro por qué está preguntando. Entonces tal vez no condicione la respuesta del otro. Yo digo por ejemplo, qué es mejor: esto o esto? Claro, estoy condicionando tu respuesta. Tú tendrás que arreglártelas para ver qué es mejor.

Inicié‚ mal la pregunta, el tema es qué estoy tratando de preguntar o qué estoy tratando de demostrar con esto.

Normalmente se hace así. No se sabe de qué raíz se sale. Y ahí empiezan todos los líos, la torre de Babel.

Así es que cuando hago una pregunta -no continuamente, no soy ningún neurótico, sólo en las cosas que considero importantes- en lugar de preocuparme de armar bien la pregunta, me preocupo por entender porqué ando preguntando eso, para qué me sirve preguntar eso, a quién le sirve que pregunte eso. Sobre las cosas importantes, claro está .

Si tengo que hacer todo este lío para preguntarle la hora a otro, me quedo paralizado. Estamos hablando de las cosas que uno cree que son importantes. Las cosas que son importantes no se entienden ni por las preguntas ni por las respuestas, sino por ir a la última raíz.

Ese ir a la última raíz quiere decir por qué pregunto eso, qué quiero saber, qué significa para mí. Entonces la pregunta se da vuelta.

Ya no me estoy preguntando por el armado de la pregunta externa, sino que me estoy preguntando a m¡ mismo para qué me sirve esto, qué es lo que quiero hacer? Eso es ir a la raíz. Eso sólo en cosas importantes. No seran muchas las cosas importantes.

Serán unas pocas. Sobre la vida, la muerte, el futuro, las relaciones que considero importantes con otras personas. No serán muchas las preguntas que considero importantes.

Entonces yo me suelo preguntar y responder como si hiciera un monólogo. Y no pasa nada, no voy a la raíz. No es posible llegar a la raíz. Para eso uno tiene que sacarse todo prejuicio de la cabeza.

Nadie puede ir a su propia raíz con prejuicios.

Por ejemplo, hay personas que se preguntan: Hay Dios o no hay Dios? Hay otras que van mas lejos. Preguntan si Dios tendrá barba o cabeza o ser una galaxia. Consideran que esa es una pregunta importante.

Deberían saber porqué‚ es importante, porqué‚ se hacen esa pregunta.

Descubrirían, por ejemplo, que tienen registros, que tienen angustias, o muchas otras cosas y que desde ah¡ salen esas cosas.

Entonces las preguntas fundamentales suelen salir del registro de la propia vida, y uno trata de solucionarlo con preguntas como armadas afuera. Pero no sabe nada de porqué‚ hace esas preguntas. No se acuerda de s¡ mismo, como si viera una película. No se registra a s¡ mismo, entonces pregunta mal, entonces no sabe, entonces no estudia...

Es desde adentro. Pero las preguntas importantes son muy pocas. Y las otras preguntas, cuanto más rápido, mejor. Es interesante esta historia, el tema de las preguntas es interesante. 

Pero, en todo caso, como forma de trabajo, es la atención y la imagen la que hay que comprender e imaginar. Y, seguramente, después las cosas complicadas se hacen más simples.

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Extraído del muro de Manuel Hidalgo en Facebook
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