Acabo de leer un artículo que lleva por nombre: "... Presentan un proyecto para evitar la manipulación psicológica por parte de sectas...", y me surgieron estas reflexiones:
Estoy de acuerdo. En este grupo sectorial incluiría a los grandes medios de (in)comunicación masiva, que deforman intencionadamente la información que transmiten y mienten descaradamente para beneficio de sus propios intereses.
Incluiría también a los sistemas educativos que, en vez de fomentar el libre pensamiento, el razonamiento integral y el desarrollo y equilibrio del ser humano, la integración interna y comunitaria, la igualdad de oportunidades, la creatividad y la libertad, hacen todo lo contrario.
Decía que, en estas sectas, en este grupo sectorial, incluiría a los procesos educativos que apuntan a reproducir los valores de la desigualdad, de la explotación, de la dependencia; y fomentan el miedo al cambio y el temor a vivir una vida plena sin prejuicios.
Ni hablar de las grandes sectas religiosas como la católica y protestante, por ejemplo, que tienen un pasado y presente manchado con la sangre de millones de seres humanos.
Estas sectas fueron cómplices del genocidio de los pueblos originarios de América y África, la justificación de innumerables guerras en el pasado y el presente, hogueras, torturas, desaparición de personas, y un sin fin de monstruosidades más.
Y por último, tenemos a la más grande de las sectas cuyas ramificaciones llegan a todo el mundo con sus tentáculos destructivos.
Donde sus acólitos gobiernan, la mentira y la destrucción se extiende por doquier.
El hambre, el dolor y el sufrimiento, son la epidemia que tortura, sumerge en la desesperación y mata sin piedad a millones de seres humanos.
Los sacerdotes de sus templos predican la salvación, mientras sus acciones los enriquecen cada vez más y desde sus templos dictan el destino de la humanidad.
Es la gran secta del omnipotente Dios Dinero.
Ingenuas criaturas ¿Quien, quienes se salvan de su hipnótico poder destructivo? ¿quien, quienes?...
Sí, estoy de acuerdo, hay que erradicar de raíz a estas sectas nefastas y criminales;
y lo mejor que podemos hacer es no ser cómplices de ellas y dejar de financiarlas, hacerles un completo vacío, dejar de ser cómplices de su doble moral, de su moral inmoral, discriminatoria y generadora de violencia, con sus moldes prefabricados conservadores e inhumanos.
Sí, estoy de acuerdo. Terminemos con las sectas.
Hermanémonos más allá de las diferencias.
.