sábado, 6 de julio de 2013
Desde Bacon a Hobbes y Vico - Pedro Echàrren
El despertar de la ciencia y sus consecuencias se remontan ya a Bacon con su método casi químico de introducción de naturalezas a un cuerpo dado
y a su vez estas características son comunes a los antiguos alquimistas que como sabemos son los precursores de la química.
Bacon dice:
“la tarea y el propósito del poder humano consiste en generar e introducir en un cuerpo dado una naturaleza nueva o varias naturalezas nuevas”.
En Bacon puede verse de alguna manera la inversión del condicional porque busca en los efectos el origen del conocimiento y no en la causalidad como la tradición,
es decir el consecuente es el que determina al antecedente.
A su vez la mente humana debe purificarse para transformarse en un espejo capaz de reflejar las estructuras de la naturaleza y no debe operar libremente,
debe despejarse de los ídolos (sombras) para captar las señales de la mente divina impuestas en las cosas.
Rossi plantea una discusión en torno a la utilidad y a la verdad en torno a Bacon, lo cual entre algunos interpretes han surgido diferencias.
Lo que Rossi plantea aquí es que ha pasado inadvertido un supuesto común:
la división en Bacon entre verdad y utilidad, en la cual dicho autor difiere porque para el hay identidad entre ambos términos.
“Un practicismo sin verdad es casual” esta frase resume la tesis de Rossi y nos pone en condiciones de avanzar un poco mas en consideraciones en torno a Bacon.
Así el hombre pasa a ser ministro e interprete de la naturaleza como rezan sus aforismos y debe darse una restauración del saber que presupone la suma de las voluntades,
por esto es esencial que dicho plan sea colectivo.
La teoría de los ídolos nos dice que estos son como fantasías que se apoderan de la mente humana y que constituyen la base de los errores,
por lo tanto hay un velo que debe descorrerse para descubrir a la naturaleza que se nos esconde.
Para introducirnos en Hobbes hagamos consideraciones con respecto al lenguaje porque como vemos hay una continuidad en ambos autores,
es decir los nombres de los particulares son notas o signo del pensamiento.
Desde aquí podemos dirigirnos el campo de la religión;
si bien en Bacon hay algún lugar para la religión aunque se puedan apreciar algunas contradicciones básicas como me parece que puede ser la capacidad humana de transformar lo dado,
es decir en esa introducción de naturalezas habría una corrupción y esto entraría en colisión con enunciados de tipo universales como “Dios es la causa de los cambios en los cuerpos”.
Para Hobbes no hay lugar para la teología, esta queda definitivamente excluida.
En Hobbes encontramos un determinismo donde el universo es concebido como una gran maquina viva.
De aquí pueden extraerse la reglas del mecanicismo donde los fenómenos han de explicarse a partir de elementos puramente cuantitativos:
la materia (extensión) el movimiento y los choques de materia en el espacio.
Cito una frase del Leviatán “El universo es corpóreo. Todo lo real es material y lo que no es material no es real”.
Es decir una postura tal nos indica que todos los fenómenos del universo están causalmente determinados, nada surge del azar, no hay lugar para tal cosa;
todo acontecer es el resultado necesario de la serie de causas, y por lo tanto podría ser previsto.
El énfasis esta puesto en necesario porque vemos una sutil diferencia con Bacon para quien primero se daba el consecuente,
aquí el conocimiento es determinado por el antecedente el cual nos proporciona un dominio de condiciones en las que deben necesariamente darse los fenómenos.
Este determinismo esta influenciado por el método racionalista cartesiano, matemático y geométrico que parte de la hipótesis de que las partes de un todo deben poder descomponerse y explicar el conjunto.
Volvemos a las partes ultimas simples de la realidad de la que Bacon es cómplice pero ahora con un matiz diferente.
En una parte digamos antropológica Hobbes también se planta con un materialismo, a diferencia de Descartes, postula la existencia de una sola sustancia material.
El hombre es un cuerpo y se comporta como tal, es decir como lo hacen todos los cuerpos maquinas.
El pensamiento o la conciencia no es una sustancia separada del cuerpo:
la entidad corporal que somos y su conocimiento de las cosas se reduce a la sensación.
Dicha sensación ha de explicarse a partir de postulados mecanicistas, como producto de los movimientos de los cuerpos.
Hasta aquí hemos considerado el aspecto epistemológico de Hobbes pero hay también una teoría social y política proporcionada por el Estado o Leviatán.
El hombre se encuentra en un estado de naturaleza salvaje, en la cual sobreviven los mas fuertes
y es esta misma naturaleza la que nos otorga una razón que debe proveer ciertas “leyes naturales”.
Por esto es el Estado el que proporciona el remedio para el estado de naturaleza salvaje.
Volviendo a la cuestión epistemológica y al Hacedor de conocimiento nos dice Hobbes:
“Pues nada hay fuera de los cuerpos,
es decir, de las cosas materiales, dotadas de dimensiones y circunscribibles espacialmente, que pueda ser movido”.
Es decir para el conocimiento científico del mundo no hay otra objetividad que la evidencia física del movimiento universal de los cuerpos.
Así podemos inferir que la filosofía para Hobbes es el conocimiento razonado de las causas por los efectos y de los efectos por sus causas.
Filosofar es pensar con exactitud;
pensar es unir lo que debe ser unido y distinguir lo que debe ser distinguido, es decir sumar y restar.
De aquí se desprenden dos consecuencias:
una relativa al contenido de la filosofía y otra a la existencia de la lógica y un método necesario , el deductivo o matemático.
El objeto de la filosofía son los seres corpóreos únicos capaces de ser descompuestos y divididos . Es decir tenemos la filosofía natural y la filosofía civil:
la primera comprende la lógica y la ontología y la segunda la moral y la política.
El método para ambas es el razonamiento deductivo; la única fuente de verdad proviene de la sensación.
El espacio lo identifica con la extensión y el tiempo con la duración y ambos son cosas indefinidas y divisibles.
Los accidentes no son cosas distintas de la sustancia o cuerpos.
La causa no es una sustancia activa sino un conjunto de accidentes que pertenecen a un mismo cuerpo;
no existen las esencias en sentido aristotélico.
La naturaleza del hombre es la suma de las facultades naturales: nutrición, sensibilidad y razón.
Todos los fenómenos del universo se reducen a movimientos o cambios de lugar en el espacio;
la geometría discute las leyes matemáticas del movimiento, la mecánica los efectos del movimiento, la física los movimientos de las partículas en los cuerpos y la política los movimientos en el animo de los hombres.
Todo movimiento es magnitud y por lo tanto puede medirse.
Para sumar y restar movimientos hay una unidad de medida que es la tendencia o conato a moverse, la reunión de magnitud constituye la fuerza.
En la filosofía natural se reduce todo a materia y movimiento.
El espíritu para Hobbes es algo así como el sistema nervioso o la vida cerebral.
Excluye del dominio científico los problemas de origen y finalidad con respecto a lo seres y al universo.
Dios por tanto no es objeto de conocimiento porque nada hay en El que puede descomponerse no obstante Hobbes no niega su existencia.
El pensamiento se reduce a imágenes y estas a sensaciones.
La sensación es un movimiento del cerebro producido por otros movimientos corporales y estos a su vez por movimientos exteriores.
La memoria constituye la experiencia.
Así tenemos los juicios que son enlaces de palabras, donde la doctrina lógica es nominalista.
Los sentimientos o la afección también provienen de lo externo y transita hacia el cerebro.
La diferencia notable que puede establecerse con Bacon es la siguiente:
convierte la filosofía de la experiencia en materialismo y por otro lado abandona la inducción de Bacon por su propio método deductivo.
Ahora pasaremos a examinar la propuesta de Vico y trataremos de extraer diferencias y como primera medida debemos decir que Vico expone partiendo de una diferencia notable con Hobbes:
solo Dios tiene certeza de las cosas, porque de El depende todo.
El verdadero saber con respecto al hombre corresponde al mundo ideal que es el que el mismo produce (matemática, metafísica, filosofía de la historia).
No hay otro objeto de estudio para la inteligencia que el que ella misma produce y por otra parte entender sin un objeto es entrar en contradicción;
así en el movimiento inicial no habiendo producido nada no puede haber nada entendido y por consiguiente la inteligencia es inexplicable para Vico.
El entendimiento conoce lo que hace y a u vez mas de lo que hace tal es el principio de contradicción de los hechos de la conciencia.
Aun así las ciencias ideales no crean todo el material del conocimiento que utilizan, en este caso están las verdades necesarias que toda demostración supone, es decir los datos.
La ciencia para Vico no se propone en definitiva algo distinto a lo que persigue la religión.
Dios y la Humanidad: los dos grandes objetos.
La ciencia humana ha nacido de un defecto del espíritu humano que en su extrema limitación esta fuera de todas las cosas,
no contiene nada de lo que quiere conocer y por consiguiente no puede hacer la verdad a la que aspira;
las ciencias mas cierta son las que se asimilan a la creación divina.
Todo el saber divino y humano se reduce a tres elementos:
conocer, querer y poder y estos al único principio que e la inteligencia recibida de Dios que ilumina con su luz eterna de la verdad que vuelve a El y esta en El.
Critica el sistema cartesiano en su Ciencia Nueva porque considera que falla en un aspecto que descuida y es el aspecto histórico;
el cogito le cierra las puertas a una nueva experiencia, es decir a lo social y practico.
Vico considera que hay tres grandes momentos en la historia de los pueblos, que es cíclica:
la divina que es la época de los mitos y Dioses; la heroica que es la de los bárbaros y por ultimo la civilización humana.
Su método puede caracterizarse como sintético, deductivo o matemático.
Se propone deducir del orden de los hechos las leyes fundamentales que han gobernado el mundo y que lo regirán en el futuro.
Por lo tanto su concepción de la historia es finalista y providencialista.
La historia de Vico tratara sobre lo que llama naturaleza común, análogo a Bacon (esencias uniformes de las cosas materiales).
La tesis de Vico es sumamente providencialista y puede resumirse en que Dios ha preestablecido la armonía en la historia de los pueblos entre razón y autoridad.
Cabe aclarar que para Vico lo único que el hombre puede conocer es el aspecto físico y matemático de las cosas pero que hay una realidad metafísica inalcanzable.
A su vez la teoría de los conatos en Vico difiere de la del determinismo en Hobbes
y aquí significa la posibilidad de la libre determinación de los seres humanos y en la cual Dios solamente interviene en el origen de tal movimiento.
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Extraído del muro de Pedro Echàrren en Faceebook
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