Vida
Eihei Dôgen nace el 2 de enero de 1200 en Kyoto.
Perteneciente a la
aristocracia recibe una educación literaria muy buena, dedicando su
infancia a la lectura de los clásicos chinos y al aprendizaje del chino.
A los dos años pierde a su padre y a los siete a su madre.
En su
funeral comprende la transitoriedad de todos los fenómenos, surgiendo en
él una profunda determinación por comprender la Realidad.
En 1212 se refugia de su destino como aristócrata en casa de su tío
materno, el cual realizaba prácticas esotéricas, y que lo envía a un
monasterio en donde en 1213 es ordenado monje Tendai, recibiendo el
nombre de Dogên: origen de la Vía.
En 1217 ingresa en el monasterio Kennin-ji en donde se enseña una
mezcla de Tendai, Shigon y Zen Rinzai a manos de Ryonen Myozen
(1184-1225), recibiendo en 1221 la transmisión del Dharma.
En esta
época, surge en el joven Dôgen el interés sobre la relación entre la
naturaleza búdica y la iluminación:
¿por qué es necesario buscar la
iluminación si nuestra naturaleza ya es originariamente la del Buda?
Decididos a estudiar el Zen auténtico, Myozen y Dôgen, viajan a China
entrando en contacto con diferentes Escuelas.
Entre los monasterios que
visitan se encontraba el de Kuijojui-ji en donde había practicado y
recibido la transmisión Eisei.
Estudia con diligencia las escrituras Zen
aumentando su interés por dicha tradición, si bien se decepciona con el
Zen Linji o Rinzai debido al énfasis excesivo que muestra con el uso
del kôan.
En 1225 visita el templo Tiantong cuyo abad es el maestro Zen Caodong
Rujing (1163-1228), el cual basa su enseñanza en el estilo de vida
monástico y en la meditación sedente o zazen.
Enseña a Dôgen la meditación zhigan dazuo (shikan taza): el mero hecho de sentarse en zazen es ya en sí la iluminación.
En 1226, recibe el certificado de sucesión (shisho), retornando a Japón en 1227 como el primer patriarca de la Escuela Sôtô Zen, expresando el célebre
“he vuelto con las manos vacías pero traigo una mente abierta y flexible”.
Retorna a Kennin-ji para depositar los restos de Myozen, encontrando la
misma situación deplorable que cuando se había ido, lo que le motiva a
escribir el Fukanzazengi (Principios Universales para la
práctica de zazen).
En 1230, a causa de las presiones provenientes de
los monjes Tendai se retira a la ermita de Anyoin situada en las
montañas, pero debido al aumento de la comunidad se traslada en 1233 a
Uji donde se restaura un antiguo monasterio, el cual fue renombrado
Kosho-ji en 1236.
Se lleva a cabo la primera ceremonia en japonés,
siendo esta época cuando ingresa Koun Ejo.
En 1237 se materializa el
ideal de Dôgen, un auténtico templo Zen con tres salas: la del Buda, la
del Dharma y la de la Shanga.
La comunidad aumenta no sólo en número de
monjes, sino también en laicos.
El periodo que abarca desde 1233 hasta
1243 es el más fructífero de la vida de Dôgen, consiguiendo terminar el Shôbôgenzô y escribiendo el Bendowa y el Raihai tokuzui.
Pero debido a que persisten las amenazas de los monjes Tendai se ve
obligado a trasladarse en 1243 a Echizen donde funda Eihei-ji.
Su fama
se extiende, así como su comunidad de monjes y laicos.
Enferma
gravemente en 1252, dejando escrito antes de morir el 28 de agosto de
1253 los siguientes versos:
Cincuenta y cuatro años iluminando el cielo.
Un tembloroso salto aplasta cien mil mundos.
¡Ah! El cuerpo entero no busca nada.
Viviendo, me zambullo en manantiales amarillos.
Un tembloroso salto aplasta cien mil mundos.
¡Ah! El cuerpo entero no busca nada.
Viviendo, me zambullo en manantiales amarillos.
Aportaciones y enseñanzas
El Fukanzazengi recoge las principales condiciones para llevar a cabo correctamente la práctica de zazen:
- Espacio silencioso
- Comer y beber con moderación
- Abandono de todo compromiso, expectativa y preocupación, incluso la de ser un Buda
- No juzgar
El principio medular de su obra maestra Shôbôgenzô (El Tesoro del Verdadero Ojo del Dharma)
es ver y realizar todas las cosas tal y como el Buda lo hizo, para lo cual la práctica de zazen es
fundamental,
comportándose también en la vida cotidiana y sus
quehaceres con la misma actitud que cuando estamos sentados.
Estas son
las principales enseñanzas que recoge su obra:
(1) Zazen
Zazen es iluminación, iluminación es zazen; o lo que es lo mismo, Prajñá es el Uso de Dhyána, Dhyána es el Cuerpo de Prajñá.
Se trata de un acto sagrado en el que a través de él se toma conciencia
de la unidad de cuerpo y mente, de la unidad de todo:
toda la Realidad
es Buda, el Buda es la Realidad continuamente recreándose a sí misma sin
finalidad alguna.
Ello se condensa en el término shikatanza: solamente sentarse.
La forma apropiada de sentarse en zazen se basa en una postura correcta, una actitud justa y una respiración adecuada.
(2) Ver como el Buda vio
Zazen no difiere de la vida cotidiana. La atención hay que practicarla a cada instante,
a cada instante debemos de actuar como Budas, como lo que somos.
No se practica zazen para
convertirnos en Budas, sino para darse cuenta de que nuestro único
deber,
por lo que se nos ha otorgado la existencia, es para actuar como
Budas en todo momento.
(3) Sobre la naturaleza de Buda
La naturaleza de todos los seres es búdica. No hay nada más que ésto a lo que no se puede añadir ni quitar nada.
(4) Ser tiempo
Nada permanece, todo está continuamente cambiando en esta eterna danza
que es la Realidad.
Pero a su vez, todo se encuentra aquí y ahora, ya
sea como presencia o ausencia,
por lo que lo único que hay es este eterno presente en el que todo está contenido.
Comprender que somos este ahora continuo es realizar la Budeidad.
(5) Espiritualidad y devoción
La fe-confianza es la sensibilidad básica que nos impulsa hacia la
realización de nuestra propia naturaleza.
Y para ello es importante el
compromiso, la bondad, la entrega honesta y sincera, la confianza y
respeto hacia los maestros y la Shanga,
el cumplimiento de los preceptos y reglas y el desarrollo de la atención en cada momento.
(6) No obtención
La actitud justa de un Buda es mushotoku: no se puede obtener algo que ya somos.
Zazen consiste en actuar sin hacer, en trabajar sin esfuerzo, abandonando cuerpo y mente (shin jin datsu rau).
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Fukanzazengi - Las principales condiciones para llevar a cabo correctamente la práctica de zazen
Fukanzazengi - Las principales condiciones para llevar a cabo correctamente la práctica de zazen
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Citas de Eihei Dôgen
001. "... Estudiar la Vía es estudiarse a sí mismo. / Estudiarse a sí mismo es olvidarse de sí mismo. / Olvidarse de sí mismo es ser iluminado por todo. / Ser iluminado por todo es eliminar las barreras entre nuestro ser y los demás..."
002. "... No me preguntes adonde voy, ya que viajo por este mundo sin límites, donde cada paso que doy es mi hogar..."
003. "... Cuando encuentras tu lugar ahí donde estás, empieza la verdadera práctica..."
004. "... Los cerezos en flor, en primavera / En verano, el canto del hotogisu / La luna radiante de las noches de otoño / En invierno, la nieve pura y fría...".
005. "... No forzar las cosas. / No apegarse a ellas. / Dejar que las cosas se manifiesten, / se expresen tal como son. / Sin añadir nada. / Que se manifieste la naturaleza de cada cosa...".
006. "... ¡Qué lenta se desplaza esa triste nube! / ¡Qué dormidos estamos! / Despertar, la única gran verdad: / La lluvia negra cayendo sobre el tejado del templo...".
Si hay alguien en tu vida con quién te es más difícil relacionarte míralo como tu maestro, porque es quién te muestra el límite de tu amor, hasta donde eres capaz de amar a alguien...".
008. "... Si eres incapaz de encontrar la verdad justo donde estas, ¿dónde esperas encontrarla?...".
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