Desde el comienzo a nuestra entrada en la escuela del Sufismo se nos han enseñado los siete niveles del ser. Estos siete niveles son como los grados en un sistema educacional que uno debe pasar para luego graduarse. Sin embargo en nuestro sistema las evaluaciones son realizadas por una Autoridad mas alta que un maestro.
Las calificaciones, pasar o fracasar son conocidas a través de los sueños que a través de su interpretación el maestro da nuevas responsabilidades y deberes al buscador. Pero más importante es que el buscador debe ser el mismo capaz de darse cuenta de su propio estado para que pueda estar a la altura del estado próximo al cual aspira. Por supuesto que primero es necesario que esté consciente, darse cuenta de su carácter y acciones y ser sincero al verse a sí mismo. Pero es también necesario conocer a fondo las características de cada nivel, especialmente el nivel en que el se supone está y el nivel siguiente en el cual espera estar.
Por lo tanto una vez mas debemos tratar de estudiar las características de los siete niveles del ser y tratar de ver donde estamos. Esperemos que esto incremente nuestros esfuerzos para llegar al siguiente nivel mas elevado y seamos cuidadosos de no volver atrás a un nivel inferior.
No se puede negar que está contenido en cada ser humano un completo potencial para la perfección; porque Allah el Altísimo ha puesto Sus propios Secretos Divinos en la esencia del hombre, para hacer evidente desde reinos desconocidos Sus Hermosos Nombres y Atributos; pero hemos olvidado la perfección puesta en nosotros antes de llegar a este mundo de barro, carne y hueso. Nuestro ser físico y su apego a este mundo en el cual vive lo cubre y deja en la obscuridad la belleza y la sabiduría oculta dentro de nosotros, nos ha hecho olvidar su origen y nos ha dejado en un estado de ignorancia.
Allah en Su misericordia ha revelado instrucciones en Sus Libros Divinos y ha enviado Sus profetas y santos como guías y ejemplo para enseñarnos y hacernos tomar conciencia, guiarnos desde la obscuridad con la que nos hemos cubierto, hacia la luz. Aquellos de nosotros que somos capaces de despertar, de volver a descubrir lo que es sagrado en nosotros y quieren y desean acercarse a nuestro Creador y origen, que es la perfección, se les promete que si: "Damos un paso hacia Allah, Él vendrá corriendo a encontrarse con nosotros."
El hombre tiene dos almas.
Una es llamada
Ruhu Hayvani, el alma animal,
y otra es Ruhu Insani, el alma humana.
El
alma animal es una substancia refinada creada que controla la vida, la
mente, los sentidos, sentimientos, emociones, la voluntad y el
movimiento físico del cuerpo.
Y nuestro ser que se relaciona con esta
alma animal, es llamado "el ser animal",
el ser que es regido por los
deseos de la carne o Nafsi Ammara,
el maligno ser dominador el cual es
el primer nivel y él mas bajo de los siete niveles del ser.
1 - Nafsi Ammara
es la manifestación del ser animal en el hombre, mientras que los seis
pasos posteriores al maligno ego dominador son el desarrollo del alma
humana la cual se le llama también Nafsi natiqa, el ser que puede
comunicarse con el lenguaje, o el Ser Racional.
Los niveles que siguen son:
2 - Nafsi Lawwama, cuando el hombre escucha la voz de su
conciencia y trata de resistirse a los deseos carnales;
3 - Nafsi Mulhima,
cuando el hombre recibe instruciones directas a través de inspiraciones
de su Señor;
4 - Nafsi Mutmaina, cuando el hombre está libre de auto
indulgencias y encuentra paz y tranquilidad en su estado de piedad y
obediencia a su Señor;
5 - Nafsi Radiyya, cuando el hombre acepta todo lo
que le sucede sin resentimiento ni dolor, cuando lo bueno y lo malo es
lo mismo para él y está satisfecho con su parte;
6 - Nafsi Mardiyya, cuando
el hombre asume los Atributos Divinos dejando su materialidad y
7- Nafsi
Safiyya, cuando el hombre llega a la pureza de la perfecta armonía.
1 - Nafsi Ammara
En este primer nivel del desarrollo del hombre, el ser racional y la conciencia humana han sido derrotadas por la lujuria y los deseos carnales. En este estado, nuestro ser no reconoce ninguna barrera racional ni moral para obtener lo que desea. Se expresa a sí misma en el egoísmo, la arrogancia, ambición, avaricia, envidia, ira, cinismo, flojera y estupidez. El origen del nafs, el ser, la identidad, la personalidad y realidad propias, es uno de los regalos del Creador, pero al dejar que se orienten hacia valores materiales, para obtener placer solo en esta vida mundana y por sucumbir a la lascivia carnal, se ha vuelto horrible y ha llegado a ser casi como un animal, mientras que su forma es aún como la de un ser humano. Es un camuflaje en la apariencia de hombre, un animal enloquecido, salvaje que se muerde y araña a sí mismo como también a los otros. Este ego es nuestro demonio personal, nuestro peor enemigo, que vive dentro de nosotros, dominándonos y tiranizándonos y manteniendo a nuestra alma humana prisionera y olvidada en las profundidades de nuestro subconsciente. Si somos afortunados y somos guiados a buscar un mejor estado, entonces el diablo nos susurra al oído: " ¿Que asunto tienes tú en este camino? ¿No te das cuenta que todos los que han estado en este camino tarde o temprano han muerto? Todo lo que queda de ellos son unas pocas palabras. Yo sé que tu quieres la Verdad, ¿Pero donde están los sabios que podrían ser capaces de enseñarte algo? ¡ Muéstrame un solo santo que recibe revelaciones, que puede mostrar milagros! Ellos pertenecían a otra época. Ahora es la época de hechos, de la ciencia, de prosperidad y de buena vida. Si quieres ser religioso, ¡Está bien! ¡Anda a las mezquitas, reza, ayuna y reza para que los espíritus de estos hombres santos del pasado te ayuden, pues no existe maestro vivo que valga la pena!"
Así el diablo esconde la verdad. Kufr, infidelidad, significa cubrir, esconder en Arabe. Kafir, el infiel, significa aquel que esconde algo. El diablo oculta el hecho de que en todos los tiempos hay hombres perfectos en el mundo y maestros loables que pueden guiarlo a uno a la salvación.
Nuestro Maestro, El Mensajero de Allah (saws) tiene dos aspectos. Uno es el ser profeta, hubuwwa; y el otro es su santidad, su amistad, cercanía con Allah, o walaya. Él es Hatemul Enbiya: el último, el Sello de los profetas, pero su otro aspecto de santidad siempre ha sido siempre y será heredado por hombres perfectos, que lo aman y lo imitan, y existirán en todos las épocas, hasta el final de los tiempos.
Pero si el buscador le presta atención a las insinuaciones del diablo, sufre dudas con respecto a su maestro, es llamado fuera del Camino, sus esfuerzos se detienen y le prestará oídos a los susurros del maldito diablo nuevamente. Esta ves el dirá: "Allah es perdonador, cuenta con Su Misericordia; a El no le disgustan las personas que hacen cosas que Él permite. Sé gentil contigo mismo y no te tiranices. ¡Si eres gentil con tu ego y le das lo que quiere, entonces el te obedecerá!" Si el buscador es engañado con estas tentaciones comenzará a tener dudas; estará entonces poco claro en que cosas son lícitas o ilícitas, que está bien o está mal. Cuando esto sucede él está más propenso a optar por lo ilícito, pues es a menudo más placentero para los sentidos. Y en cuanto más satisfechos estén sus sentidos, su corazón estará mas enceguecido y endurecido y será mas guiado hacia el mal.
En el nivel del maligno ego dominador, todas estas influencias pesan mucho; para salir de ellas alguien fuerte debe tomarte de la mano y librarte. Es muy difícil si no imposible hacerlo por ti mismo.
Pero con la ayuda de Allah, puede que escuches la voz de la razón que te dice:
" Hacer lo que Allah nos permite por su Misericordia, en ves de hacer lo que nos ordena hacer, es la profesión de criaturas que son perezosas." Para el verdadero servidor de Allah es una obligación vivir de acuerdo a las reglas de la Shariat y los ideales de la Tariqat.
Y si seguimos esta decisión racional, que es un regalo que no nos merecemos de Allah El Altísimo, o somos rescatados de nuestra miseria por un maestro fuerte, entonces puede que nos elevemos al segundo nivel de Nafsi Lawwama. Así el alma es sacada de los calabozos obscuros del ego a la luz de la conciencia, y veremos a nuestra arrogancia convertirse en humildad, la venganza y odio en amor, la ira en gentileza, la lujuria en castidad... Si es la voluntad de Allah.
2 - Nafsi Lawwama
Este es el segundo paso en el desarrollo del hombre, el hombre se da cuenta de sus acciones, es capaz de diferenciar entre lo correcto y lo incorrecto y se arrepiente de sus errores. Sin embargo aún no es capaz de dejar completamente de hacer mal porque le es muy difícil de romper el hábito de su estado anterior. Él intenta seguir las obligaciones de su religión, reza, ayuna, da caridad y trata de comportarse apropiadamente. Pero quiere ser reconocido como una persona reformada. El muestra su piedad, sus buenas acciones y espera reconocimiento de los demás. Esto hace que su comportamiento sea hipócrita.
Algunas veces se da cuenta de esto, se arrepiente y trata de cambiar. La hipocresía un pecado mayor, es el principal peligro en este nivel.
Hay otros dos grandes peligros: arrogancia e ira. Todo pequeño intento de ser bueno, en comparación con el estado anterior, parece ser un logro inmenso. Pensamos entonces que somos lo mejor y nos enojamos con los otros que parecen no respetarnos. La arrogancia, mentirse a sí mismo, hipocresía, ira e intolerancia son los soldados del diablo. En el nivel de Nafsi Lawwama no estamos a salvo del diablo, que nos inyecta su carácter de arrogancia en nuestras venas y nos susurra al oído: "Eres ahora tan bueno como tu maestro; no solo sabes tanto como él, sino que tu comportamiento es mejor. Si ellos fuesen capaces de aplicar lo que enseñan en sus propias vidas no serían ni la mitad de lo que tú eres. No necesitas de sus sermones o de su consejo. Deja que ahora la gente vea tu sabiduría y tus obras para que seas un ejemplo para ellos." No solo los susurros del diablo, sino que toda la vida mundana está en contra del buscador en esta etapa. Por cierto que el mundo no puede perder su atractivo para él; lo llama y lo tienta.
Si el propósito del buscador es débil, se volverá arrogante, no escuchará los buenos consejos, de hecho peleará con los demás que desean su bienestar, pues pensará que lo están empequeñeciendo y que están comportándose con superioridad. Enojado puede que intente hacer mucho más buenas obras, las cuales es incapaz de hacer y entonces fallará.
Él haber fallado lo enfurecerá aún
más. Su estado de ánimo se volverá obscuro, se sentirá decepcionado;
pensará que ha tomado el camino erróneo, que antes estaba mejor, puede
que culpe a aquellos que lo llevaron al camino, cayendo de vuelta a su
estado anterior de ser un animal en forma de ser humano.
Si es advertido sobre estos peligros al principio de este segundo paso de Nafsi Lawwama y si es lo suficientemente inteligente para no soltar la mano de aquel que lo guía y si sigue el consejo de cómo combatir los tres enemigos: hipocresía, ira y arrogancia, pasara este estado rápidamente. Mientras más tiempo uno se tarde en esta etapa transitoria, las pruebas serán peores.
La cura para la hipocresía es darse cuenta como el valor de todo en este mundo, incluyendo la opinión de los demás, es temporal, inconstante y subjetiva, cambia por minutos, depende del lugar, de la persona y finalmente desaparece. Por lo tanto uno debe optar por aquello que es permanente, eterno, y poderoso en vez de algo que puede estar aquí hoy pero haberse ido mañana. ¿Que tonto enciende una vela cuando brilla el sol? No cuentes con el respeto y la apreciación de los demás y no les temas. Pues se dice que: "Quien quiera te halague es tu enemigo, pues es aliado de tu enemigo y quien te hace ver lo que anda mal en ti es el enemigo de tu enemigo."
La cura para la arrogancia es recordar que has venido de una gota de semen de tu padre y de un óvulo de tu madre y que tu fin será un cadáver descompuesto en la tierra. La belleza, la fuerza, inteligencia pronto decaerán y desaparecerán. Toda tu fortuna, propiedades, reputación y amistades desaparecerán para ti cuando seas bajado solo en tu tumba. Tus oraciones, piedad y buenas obras si las hiciste para impresionar a otros se evaporarán y peor aún puede que se vuelvan contra ti.
Dense cuenta que todo lo que tienen incluyendo su cuerpo y su vida no es de ustedes, sino prestada y dada en confianza por su Creador. Sus acciones también son de Él si son buenas y cuando son malas, eres tu quien té estas tiranizando a ti mismo. Da las gracias por todo, y siente vergüenza por tus errores; entonces serás humilde. La caída de aquel que está mas abajo es menos dolorosa que la de aquel que se cae de mas arriba.
La cura para la ira se logra básicamente si curas tu arrogancia. Es el arrogante el que se irrita con la adversidad, o incluso por la falta de suficiente reconocimiento que él piensa le deben. La emoción negativa de la ira, cuando estalla es más rápida que el esfuerzo racional para controlarla. Una vez que la ira se ha encendido es difícil de apaciguarla. Como el fuego, quema todo lo que es humano en nosotros; compasión, amor, gentileza, generosidad y la habilidad de comunicarse, de pensar las consecuencias y la inteligencia quedan reducidas a cenizas. Todo lo que queda es un peligroso animal herido.
Como un remedio para recordar y volver a nuestra humanidad, el Mensajero de Allah (saws) nos sugiere que cuando nos golpee la ira, inmediatamente uno debe cambiar su postura. Si estas de pie, debes sentarte; si estas sentado debes caerte de rodillas. Es difícil gritar y maldecir si uno está arrodillado.
O bien debes tenderte de espaldas y rezar: " Oh señor, enriquéceme con conocimiento, enbelléceme con gentileza, dame el regalo de la piedad y el temor y el amor hacia Ti, dame sanidad y salud, Amin."
O bien debes tomar una ablución con agua fría.
Si somos capaces de evitar estos peligros, por la voluntad de Allah, la guía de nuestra religión y la ayuda de nuestro maestro; y nuestro deseo de avanzar, puede que nos elevemos al tercer nivel de Nafsi Mulhima, el nivel donde recibimos las inspiraciones del Señor.
3 - Nafsi Mulhima
Este es un estado donde el buscador es recompensado por sus esfuerzos, persistencia y obediencia a su maestro. En este estado él recibe ocasionalmente mensajes desde dentro de él mismo: inspiraciones sin sonido, sin palabras, que lo dirigen, incentivan y le dan la fortaleza para continuar avanzando. Sin embargo aún existen graves peligros, lo peor es que el diablo es capaz de imitar divinas inspiraciones, y puede que el buscador no sea capaz de diferenciar entre ambas. Es por esto que en esta etapa la guía de su maestro es tan necesaria, un maestro que sea capaz de distinguir la verdadera inspiración de la falsa imaginación inspirada por el diablo.
Es durante este período que la relación entre el buscador y su maestro debe ser lo más cercana posible. El buscador no debe ocultarle nada a su maestro: debe revelarle todas sus esperanzas; sus temores; incluso si siente resentimiento y oposición hacia él; debe confesarle esto a su maestro. Son como los síntomas de una enfermedad que una persona enferma debe decirle al médico en el cual ha depositado su confianza. Tal como sigue el consejo que le da o la dieta que le prescribe, o como cuidadosamente toma la medicina que le da, si él obedece a su maestro, será capaz de avanzar.
La voz del ego puede ser equivocadamente tomada como una inspiración, especialmente cuando el ego cambia su vocabulario de ser material a ser espiritual. Su objetivo es aislar al buscador de sus compañeros y de su maestro. Sus hermanos en el Camino le parecerán como esclavos obsesivos del maestro y el maestro la parecerá ensimismado, un tirano que se aprovecha de sus seguidores; realmente sus hermanos y hermanas son espejos en los cuales el ve su propia fealdad.
Cuando esto sucede, el maldito diablo le habla, pretendiendo ser una inspiración y le dice:
"Ahora has visto y
entendido todo. Ahora lo sabes todo; eres un hombre sabio, tu mismo eres
ya un maestro. ¿Por que tienes que obedecer y hacer todas las cosa
innecesarias que tu maestro te impone? Él está tratando de pretender que
aún está por sobre ti. Deja que el y sus seguidores que no han
penetrado en el significado profundo de las cosas sigan haciendo el
trabajo externo de rezar y servir. Tu estas ahora en el nivel en que tu
Señor te habla directamente. Haz entonces el trabajo interno: medita,
trata de escuchar los mensajes secretos que te están llegando..."
En esta tormenta el único salvavidas que lo salvará de hundirse serán las reglas de su religión. El debe rezar, ayunar y dar caridad con mas fervor y atención mas que nunca. Por sobre todo el debe revivir el sentimiento de amor en el que alguna vez sintió por su sheik y sus hermanos en el Camino. Pues el amor cura todas las enfermedades y el amante es capaz de seguir todos los deseos de su amado.
Otra aflicción durante este período es un cambio de entendimiento y sensibilidad. Es como si se olvidase de todo lo que sabía, incluso la idea sobre sí mismo. Las nuevas impresiones de las cosas no corresponden a las antiguas. Puede que vea las cosas de una forma diferente, mal entenderlas, cometer errores. Él siente como si no existiese. Puede que se imagine que ha llegado a la etapa final de Fana Fillah, perderse en Allah. Pero su sentimiento no tiene nada que ver con este elevado estado. Debe darse cuenta que es un estado de desamparo, de vacío, un estado de desesperada necesidad, de Fakr, el estado que es alabado por nuestro Profeta (saws), que dijo: "Estoy orgulloso de mi fakr."
Pero si el buscador se ha cansado de dar la batalla contra el ego y de mala gana realiza sus obligaciones religiosas, entonces escucha la voz del diablo nuevamente: "Tu Señor es tu secreto y tú eres el secreto de tu Señor. Has llegado al final de perderte en tu Dios, El Eterno. Todo lo que estaba prohibido o eran obligaciones para sus otros servidores ya no te corresponden a ti. Lo que sea te venga a la mente hazlo, pues todo lo que haces viene de Él y está bien. No tienes que dar cuentas."
Que Allah nos proteja de tal eventualidad, pues fallar en esta etapa es como caer de un techo muy alto. Es mortal. Mata el corazón. Aquel sin corazón no tiene conciencia alguna o temor a Dios; se convierte en un juguete del diablo. Roba, mata, bebe, seduce; no tienen límites los pecados que comete. También estará enceguecido cuando esté por caer en el agujero del infierno; cuando su sheik y sus hermanos del Camino traten de sujetarlo, él los pateará y forcejeará con ellos, y está el peligro que puede arrastrarlos a ellos también hacia abajo al infierno.
Pero Allah El Todopoderoso, salvará a aquellos que están atentos a estas advertencias, y que se mantienen firmes en su religión y de la mano de su maestro, y que alimentan el amor que sienten por su sheik y sus hermanos en el Camino por Allah. Y así seguro que serán llevados al nivel de paz y armonía en el reino de Nafsi Mutmaina
4 - Nafsi Mutmaina
Esta etapa es el lugar seguro que alcanza el buscador después de una batalla larga y difícil con su demonio privado, su ego y el ejército de demonios tentándolo en su vida mundana.
Para ser capaces de llegar a
este nivel, el debe haber subyugado a ambos. Así entonces está
relativamente fuera de peligro. Ahora está bajo las órdenes de su alma
humana, a la cual le complace seguir las reglas de su religión y el
ejemplo del Profeta (saws).
El posee las cualidades que Allah alaba:
Es
gentil, generoso, paciente, perdonador, sincero, agradecido, contento y
en paz:
ha escuchado a Allah decir:
"Oh aquel que ha encontrado la paz
vuelve a tu Señor, complacido con Él
Y Él contigo.
Y se uno de mis buenos siervos
Y entra al Paraíso."
El encuentra su paz, su felicidad, su deleite en su Señor. Se le ha dado el cielo en la tierra.
Él entra al Paraíso en esta misma vida.
Toda palabra que sale de su boca es del Sagrado Corán o de las tradiciones del Profeta(saws), o de las enseñanzas de los santos. Su devoción y adoración es su alimento para el crecimiento de su alma. Es un maestro no solo por sus palabras, sino a través de su ejemplo. Los milagros que ocurren a través de él, los atribuye a otras causas, jamás atribuyéndoselos, desconociéndolos hasta el punto de negarlos. Todas sus acciones corresponden a las reglas de la religión. Ha vuelto a ganarse el nombre de Insan, un verdadero ser humano, el nombre viene de la palabra uns, estar cerca, intimar con nuestro Señor. Así su Señor lo tomará de la mano y lo guiará sin mayor dificultad desde allí en adelante.
5 - Nafsi Radiyya
Muy pocos hombres pueden llegar a este elevado estado. Hasta e incluyendo este nivel el buscador ha sido enseñado por palabras y, o por ejemplo de otros, a través de Ilm al yaqin, conocimiento adquirido. Ahora a llegado al nivel de conocimiento a través de experiencias personales e inspiraciones: Ayn Al Yaqin, Certeza. Hasta ahora todo era relativo. Ahora le es ofrecido la Verdad. La manifestación de este estado es el amor, amor envolvente. Ve todo y cada cosa como actos perfectos de Allah, amándolos, como las acciones, fil, del Amado.
Él logra una sumisión perfecta con todo lo que sucede.
Esto es la "Verdad del Islam". Esto es perfecta armonía, de la cual está
consciente. No existe posibilidad de error, pues es el amo de su ego, y
su mismo ego se ha vuelto Musulmán, sometiéndose a su Señor. No quiere
nada aparte de lo que tiene. Por lo tanto no le pide nada para el mismo a
Allah. Pero cuando el pide por alguien mas, sus oraciones son
inmediatamente satisfechas. Él está sentado en el trono del reino
espiritual, mientras que el mundo exterior está siempre dispuesto a
servirlo. Su aceptación, sumisión, placer, agradecimiento y amor hacia
su Señor son tan perfectos que el Señor le responde con Su complacencia.
6 - Nafsi Mardiyya
6 - Nafsi Mardiyya
En este nivel se manifiesta la unión entre el Creador y lo creado, con un amor común en ambos. El Creador encuentra en el hombre perfecto las cualidades que Él le ha otorgado cuando lo creó, El dice:
"Ciertamente hemos creado al hombre en la mejor forma..."
Sus propios Hermosos Nombres, Sus atributos que le enseñó a nuestro padre Adán se han manifestado en el buscador. Así el hombre perfecto que ha logrado el nivel en que se merece la complacencia de Allah, ha perdido todas sus características físicas animal tanto como sus aspectos humanos imperfectos bajo las órdenes de su ego. Ahora los Divinos Atributos de Allah se manifiestan en él y ve la Real Realidad, la Verdad, porque ha sido bendecido con Ayn al Yaqin, certeza. Ve belleza en todo, ama a todos, perdona las faltas de aquellos que no saben, es compasivo, generoso, dando y nunca pidiendo, sirviendo con todo lo que tiene para traer a otros a la luz del alma y protegerlos de los peligros de sus egos y la obscuridad de su mundo. Todo esto lo hace por Allah y en Su nombre.
Es difícil reconocer a estos seres. Su estado no puede ser descrito con palabras. No pueden ser comparados con conceptos que comúnmente uno conoce. Una característica identificable particular de ellos es que siempre están en un estado de equilibrio perfecto, como el centro de un círculo, como el pivote de una balanza: justo en la mitad, ni más ni menos, el justo medio. Allah nos lo ha pedido, el Profeta(saws) nos lo ha aconsejado, todos desean este estado, pero nadie a tenido éxito en lograr esta meta de equilibrio excepto los perfectos.
7- Nafsi Safiyya
Estando en el centro de todo, habiendo encontrado el centro, el alma encuentra su propio lugar. Es un punto, sin largo ni ancho, que no cubre ningún espacio ni área. Entonces es puro. No hay deseo, ni reclamos. Es el comienzo y el fin. Como lo es el punto bajo la Ba y el punto sobre la Nun, todo conocimiento está contenido dentro. Cuando el ser que posee esta alma pura se mueve, su movimiento es poder benefíciente; cuando habla es sabiduría y música para los oídos; cuando aparece es belleza y alegría para el que lo ve. Su ser completo es adoración; cada célula en su cuerpo está en continua alabanza a su Señor. El es humilde. A pesar de no tener pecado, derrama lágrimas de arrepentimiento. Su alegría es ver al hombre llegar a su Señor; su dolor es verlo descarriado. El ama a quienes sirven a Allah. Se enoja con aquellos que se rebelan. Todo lo que quiere para la humanidad es lo que Allah quiere y teme por el destino de los sin fe. Es justo, ¡mas que justo! El es aquel que intercederá por los pecadores.
Allah es Quien más sabe. Que nos guíe hacia el Camino Recto y nos lleve a los niveles que se encuentran con Su aprobación y nos dé paciencia, perseverancia, fortaleza y sabiduría para tener éxito en el camino. Amin
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Extraído de: http://www.jerrahi.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=19:siete-niveles-del-ser&catid=2:lecturas&Itemid=2
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