miércoles, 2 de septiembre de 2015

El Buen Desear - Necesidad y Compensación - Omar Paladini


El Buen Desear y los cambios en las creencias y valores que sostienen nuestra vida


Las creencias no se cambian porque si, por una elección consciente.

Las creencias que tenemos se nos presentan ante nuestra conciencia como la realidad misma, como parte de nosotros mismos.

Creencias con las cuales no nacimos sino que las hemos ido incorporando en nuestra interacción con el mundo.

Apoyados en nuestras creencias, teniéndolas como base, se despliegan las imágenes compensatorias a nuestras carencias, se despliegan nuestros deseos.

Habrá deseos hacia objetos tangibles; y habrá deseos hacia objetos intangibles, deseos de sentirnos de determinada manera, de felicidad, libertad, de amor, por ejemplo.

Con los objetos tangibles nos sera más fácil en algunos puntos ver la diferencia entre necesidad y simple deseo compensatorio.

Con otros objetos tangibles esa frontera sera más difusa y tendremos que bucear un poco para captar la diferencia entre necesidad y deseo compensatorio.

Una cosa es la utilidad practica de un objeto (un vehículo, un auto, por ejemplo), y otra es su carga simbólica psicológica (compensación a través del prestigio, por marca, modelo, precio, por ejemplo).

Con los objetos intangibles (objetos de conciencia) ya entramos en el terreno de una subjetividad plena. Plena, más de carga vital, ya que en su búsqueda comprometemos nuestra vida.

Si registramos en nuestra vida cotidiana falta de felicidad, de libertad, de amor, por ejemplo, ¿Hacia donde orientaremos la búsqueda de esos objetos? ¿En que supermercado los venden?

Todo un problema se nos presentara cuando representemos en objetos externos, en personas, en situaciones ideales, la respuesta a esas búsquedas.

Parece ser que no es el objeto el que me hace sentir de determinada manera, sino que soy yo mismo el responsable de ese sentir, según sea desde donde me relaciono, con esos objetos, con esas personas, con esas situaciones que vivo en el momento presente.

Un buen pensar, un pensar atento, una atención intencional activa, sera de ayuda también para poder diferenciar desde donde surge el acto en "búsqueda de...", y el objeto afán de esa búsqueda.

Diferenciar esto sera vital, ya que nos compromete en el buen hacer.

Habrá que tener en cuenta el buen pensar, y el buen desear, para arribar a un buen hacer.

Un buen hacer que es cotidiano, que puede estar presente en cada acto de nuestra vida,

Un buen hacer que se apoye en los registros positivos o negativos de cada acto. Y desde esos registros que vamos teniendo en el momento presente, un buen hacer que nos permita ir eligiendo el camino interno hacia mejores estados internos.

Seguramente ese buen pensar, ese buen desear, y ese buen hacer, apoyado en los registros que tengo de cada acto en el momento presente, tendrá sus frutos, y tendrá su impacto en las creencias y valores que sostienen nuestra vida.
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