viernes, 18 de septiembre de 2015

Imagen y Vida - Omar Paladini


Cuando una imagen es clara y bien definida, nos moviliza en una dirección precisa. Eso es interesante.

También es interesante el no ser esclavo de la imagen, que es cuando las imágenes de los ensueños compensatorios a nuestras carencias nos llevan de las narices de aquí para allá sin un sentido claro.

Difícil equilibrio suele ser este, el equilibrio de dar respuestas a las carencias del momento, y el ir más allá de ellas en una dirección superadora de la situación actual.

Hay un perfeccionismo interesante, amigo de los intentos superadores y de los actos cotidianos desde la generación creativa en el momento presente, que va transformando nuestra vida y el mundo viejo en uno nuevo, en cada respiración, en este mismo instante que estamos viviendo.

Hay también un perfeccionismo que podríamos llamar inhumano, que suele ser muy amigo de la discriminación y la intolerancia a todo lo que es diferente a esa imagen fija, estática e inalterable. Es u
na imagen rígida, un perfeccionismo sin vida, y sobre todo alucinatorio.

Las imágenes fijas no tienen nada que ver con la vida. 


La vida es movilidad instante tras instante; cambio, transformación; resiste toda definición; nos fue entregada, no sabemos en principio "para que", y es un enigma a dilucidar instante tras instante.

A la vida solo queda amarla, no hay imagen de perfección que pueda con ella, ya que la vida es permanente explosión creativa.
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