martes, 7 de diciembre de 2010
El Genocidio Contra Los Pueblos Originarios Continua – Tercera Fase: El Exterminio Total - Omar Paladini
Carta a una amiga, en relación al operativo de represión premeditado contra la Comunidad Qom de Formosa, Argentina, ocurrido el día 23 de Noviembre pasado, y que contó con planificación y tareas previas de infiltración y provocación para llegar luego a un brutal ataque de parte de la policía provincial sobre los desprovistos indígenas para desarticular y aplastar la protesta por la tierra, que ya llevaba más de 4 meses en forma ininterrumpida.
"... Hola Maria.
La verdad es que desde hace unos días, desde que ocurrieron los graves hechos de Formosa, con la represión al pueblo Qom de la Comunidad La Primavera, no ando muy bien de animo.
Hice mías las palabras de Jorge Tábano Mosquera a CFK, no se si las leíste, muy equilibrado, te paso el enlace:
http://omarpal.blogspot.com/2010/12/jorge-tabano-mosquera-cfk-argentina-02.html
Este hecho es el punto de quiebre de si en Argentina:
o se avanza en cambios más profundos,
o los cambios van a ser interesantes en todos los aspectos positivos que hemos vivido con gran alegría hasta ahora,
menos en uno:
Los derechos de los pueblos originarios, y de los trabajadores rurales
(que en la gran mayoría de los casos, son descendientes de esos mismos Pueblos Originarios)
¿Que hay detrás del hecho de Formosa? Para mi mucho mas que un hecho grave, y del pedido de justicia puntual. Lo que hay detrás es la tercera fase de un genocidio.
La primera fase del genocidio en America fue desde 1492 con la llegada de los españoles a America.
La segunda fase fue en las ultimas décadas del siglo XIX, con los blancos protestantes con su biblia en una mano y el fusil en la otra exterminando a los Pueblos Originarios de Norteamérica, o a el Genocida de Roca asesinándolos en la Patagonia, por ejemplo, para repoblarlas con “civilizados “ europeos.
Linda civilización... civilización de asesinos!!!.......
Y la tercera fase de ese genocidio es la que se ha venido llevando a cabo en las últimas décadas, un genocidio invisible que en palabras del juez de la Corte Suprema de Justicia Raúl Zaffaroni, dijo:
“... El genocidio indígena está invisibilizado por una cuestión de clase social y de etnia. (...)Todo depende del sector social que sufre la represión y de su capacidad para hacerse oír en público”.
Atrás de este genocidio están los grandes grupos económicos que
“... Cuando los grupos económicos ligados a la explotación de los recursos naturales agrícolas y mineros no pueden lograr sus objetivos por las "buenas", es decir, esclavizarnos o expulsarnos, cercarnos y matarnos de hambre, o por enfermedades ligadas al hambre o por el envenenamiento de la tierra y el agua. Si a todo eso ponemos resistencia, nos terminan matando con sus balas...”
Aparte de Genocidio, es también Ecocidio, con todo el daño, en muchos casos irreversibles a los ecosistemas que están produciendo los grandes grupos económicos ligados a la explotación de los recursos naturales agrícolas y mineros.
Esto María para mi es muy simple: Es Genocidio y Ecocidio, y entre otras cosas, hay que presentar un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia, no solo por los hechos lamentables de Formosa, sino por todo lo que hay detrás: El saqueo a los ecosistemas y el exterminio de los Pueblos Originarios.
Te mando un calido abrazo..."
Primera Fase del Genocidio de los Pueblos Originarios en Abya Yala (America)
Fray Bartolomé de las Casas, Breve Relación de la Destrucción de las Indias.
“entraban los españoles en los poblados y no dejaban niños,
ni viejos ni mujeres preñadas que no desbarrigaban e hicieran pedazos.
Hacían apuestas sobre quién de una cuchillada abría un indio por medio
o le cortaba la cabeza de un tajo…
arrancaban a las criaturas del pecho de sus madres y los lanzaban contra las piedras,
a los hombres les cortaban las manos, a otros amarraban con paja seca y los quemaban vivos…
para mantener a los perros amaestrados en matar, traían muchos indios en cadenas
y los mordían y los destrozaban y tenían carnicería pública de carne humana”.
Yo soy testigo de todo esto y de otras maneras de crueldad nunca vistas ni oídas.
“ellos construyeron una picota lo suficientemente larga como para que los pies
pudieran tocar el piso y de esta forma prevenir la estrangulación y así,
los colgaban de a trece indios por vez,
en honor de nuestro salvador Jesucristo y los doce apóstoles…
después la paja era envuelta alrededor de los cuerpos destrozados y quemados vivos...”
"... 1492: aproximadamente existían 90.000.000 de pobladores en toda América. Correspondiendo: 66,5 habitantes en Amér. del Sur, 13,5h en Amér. Central y 10h en Amér. del Norte.
En los primeros 10 años solo quedaban 40.000.000. Diariamente se aniquiló un promedio de 1096 nativos… 200 años después, la población no superaría los 4.500.000 de hab.
El despojo de tierras y riquezas minerales y humanas, más la destrucción de milenarias culturas se justifica aduciendo “el beneficio espiritual”, cambiando un culto por otro..."
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Extraído de: http://blogs.clarin.com/museoabierto/2008/10/02/descubrimiento-america-el-genocidi/comment-page-1/?sms_ss
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Segunda Fase del Genocidio de los Pueblos Originarios
Argentina - La Conquista del Desierto
La Conquista del Desierto fue una campaña militar llevada a cabo por el gobierno de la República Argentina contra los pueblos mapuche y tehuelche, con el objetivo de ejercer un real dominio sobre los territorios de la región pampeana y la Patagonia que la Argentina reclamaba haber heredado de España, pero que hasta ese entonces permanecían bajo el control de indígenas de diversas etnias.
En un sentido histórico más amplio, el término incluye también a las Campañas previas a la Conquista del Desierto, es decir, al conjunto de campañas militares llevadas a cabo por los colonizadores españoles y los gobiernos nacionales y provinciales argentinos que los sucedieron, en contra de esos mismos pueblos, antes de la gran campaña de 1879.
Pueblos indígenas involucrados en la campaña
Los pueblos indígenas que se vieron involucrados en la campaña, incluyendo a los aliados del gobierno, fueron los siguientes:
* Ranqueles, surgidos de la mapuchización de un sector de los tehuelches septentrionales, dominaban el sur de las provincias de Mendoza, Córdoba y San Luis y el norte de la de La Pampa.
* Salineros, gobernados desde las Salinas Grandes por la dinastía mapuche de los Curá, dominaban el sudeste de La Pampa y el oeste de Buenos Aires.
* Tribu de Pincén en el noroeste de Buenos Aires.
* Tribu de Coliqueo, eran el resto de los boroganos que se salvaron de la masacre de Masallé, se ubicaban en Los Toldos.
* Tribus de Catriel y de Cachul, tehuelches septentrionales mapuchizados que vivían en la zona de Azul y de Tapalqué.
* Manzaneros, tehuelches septentrionales mapuchizados ubicados en Río Negro, Neuquén y Chubut.
La campaña de Roca
Después de que Adolfo Alsina muriera en 1877, el general Julio A. Roca fue nombrado nuevo ministro de Guerra y prosiguió sus objetivos en el sur. Pero, en contraste con Alsina, Roca creía que la única solución contra la amenaza de los indígenas era subyugarlos, expulsarlos, o exterminarlos.
Para llevar a cabo este plan, el 4 de octubre de 1878 fue sancionada la ley N° 947, para el cumplimiento de la ley de 1867 que ordenaba llevar la frontera controlada efectivamente por el estado argentino hasta los ríos Negro, Neuquén y Agrio.
Mientras tanto, los jefes de sectores de fronteras realizaron diversas operaciones durante el año 1878 y comienzos de 1879, para preparar la ofensiva.
A finales de 1878, empezó la primera ola para dominar la zona entre la zanja de Alsina y el río Negro, a través de ataques sistemáticos y continuos a los establecimientos de los indígenas.
El coronel Nicolás Levalle, y luego el teniente coronel Freire, atacaron a las fuerzas encabezadas por Manuel Namuncurá, provocándole más de 200 muertos.
Mientras tanto, el coronel Lorenzo Vintter tomaba prisionero a Juan José Catriel y más de 500 de sus guerreros, a la vez que se hizo otro tanto con Pincén, cerca de Laguna Malal.
Estos caciques fueron confinados en la isla Martín García.
Posteriormente, el ranquel Epumer fue capturado en Leuvucó por el capitán Ambrosio.
Otras acciones fueron dirigidas por el mayor Camilo García, el teniente coronel Teodoro García, el coronel Rudecindo Roca, el coronel Nelson, el mayor Germán Sosa, el coronel Eduardo Racedo, el teniente coronel Rufino Ortega, y el teniente coronel Benito Herrero.
Por ley del 11 de octubre de 1878 se creó la Gobernación de la Patagonia al mando del coronel Álvaro Barros y con jurisdicción en todos los territorios fuera de las provincias hasta el cabo de Hornos.
Con 6.000 soldados en cinco divisiones en abril de 1879 comenzó la segunda ola, que alcanzó la isla de Choele Choel en dos meses, la cual fue entregada pacíficamente por los indígenas locales.
Desde otros puntos, las compañías del sur hicieron su camino hacia el río Negro y el río Neuquén, el tributario septentrional del río Negro.
* La primera división, al mando del general Roca, partió de Carhué el 29 de abril de 1879 con 1.900 soldados y 105 indígenas aliados, y el 24 de mayo entraron en la isla de Choele-Choel. En junio, Roca regresó a Buenos Aires, quedando al mando el coronel Conrado Villegas.
* La segunda división, al mando del coronel Nicolás Levalle, partió de Carhué con 325 soldados y 125 indígenas aliados pertenecientes al cacique Tripailao. Avanzó hacia Traru-Lauquen en la actual La Pampa, y enfrentó a Namuncurá.
* La tercera división, al mando de Eduardo Racedo, partió de Villa Mercedes hacia Potahue con 1.350 hombres, entre los que se contaban guerreros ranqueles de las tribus aliadas comandadas por los caciques Cuyapán y Simón. Esta división persiguió al cacique Baigorrita, no logrando capturarlo, aunque sí toma prisioneros a 500 de sus indígenas.
* La cuarta división, al mando de Napoleón Uriburu, partió desde San Rafael el 21 de abril, rumbo a la confluencia de los ríos Limay y Neuquén. Esta división dió muerte, en Chos Malal, al cacique ranquel Peyeumán; en el río Agrio toma prisionero al cacique Painé con 60 de sus guerreros; y finalmente da muerte al cacique Baigorrita. Estas acciones dejaron un saldo de 1.000 indígenas muertos, y 700 tomados prisioneros.
* La quinta división, al mando del teniente coronel Hilario Lagos, partió de Trenque Lauquen, y en Curu-Pichi-Cajuel el teniente coronel Godoy mató al capitanejo Lemumier y su hijo. Esta columna tomó a 629 indígenas como prisioneros.
De acuerdo con la Memoria del Departamento de Guerra y Marina de 1879, se tomaron prisioneros 5 caciques principales y uno fue muerto (Baigorrita), 1 271 indígenas de lanza fueron tomados prisioneros, 1 313 indios de lanza resultaron muertos, 10 513 indios de chusma fueron tomados prisioneros, y 1 049 indios fueron reducidos.
Campaña al Neuquén y Río Negro
Roca siguió a Nicolás Avellaneda como presidente. Creyó que era imperativo conquistar el territorio al sur del río Negro lo más pronto posible y ordenó la campaña de 1881 bajo el mando del coronel Conrado Villegas con 1.700 soldados en tres brigadas que comenzaron la campaña a principios de 1881. En un año, Villegas, ascendido a general, conquistó el territorio de la actual provincia del Neuquén y llegó hasta el río Limay.
* La primera brigada, al mando del teniente coronel Rufino Ortega, enfrentó a Tacumán, hijo del cacique Sayhueque. Alcanzó el lago Nahuel Huapi el 3 de abril, con un saldo de 23 indígenas muertos.
* La segunda brigada, al mando del coronel Lorenzo Vintter, tomó prisionero cerca del río Collon-Curá al cacique Molfinquéo con 48 de sus indígenas, mientras que otros 17 resultaron muertos.
* La tercera brigada, al mando del coronel Liborio Bernal, tomó prisioneros a 140 indígenas, mientras que otros 45 resultaron muertos.
Campaña a los Andes
A fines de 1882, el general Villegas inició una nueva campaña con tres brigadas (cerca de 1.400 hombres) y consiguió controlar la totalidad de la actual provincia del Neuquén:
* La primera brigada, al mando del teniente coronel Rufino Ortega, obtuvo la rendición de Millamán con casi 100 de sus indígenas. El teniente coronel Ruibal derrotó al cacique Queupo, mientras que el cacique Cayul fue capturado con cerca de 80 de sus guerreros. El mayor José Daza derrotó a Alvarito Rumay y capturó a los capitanejos Cayupán y Nahuelpán. Esta brigada tomó a 500 indígenas prisioneros, al tanto que otros 120 resultaron muertos.
* La segunda brigada, al mando del teniente coronel Godoy, persiguió a Namuncurá, a Reuque-Curá, el cual fue logrado tomar prisionero, y a Ñancuche, quien huyó a Chile. Esta brigada tomó a 700 indígenas prisioneros, mientras que otros 100 resultaron muertos.
* La tercera brigada, al mando del teniente coronel Nicolás Palacios, atacó a los caciques Sayhueque e Inacayal, tomando a 500 indígenas prisioneros, mientras que otros 145 resultaron muertos.
Las campañas finales
Se continuó presionando a los aborígenes que resistían más hacia el sur, hasta lograr la rendición de Manuel Namuncurá con 330 de sus guerreros.
El teniente coronel Lino Oris de Roa al mando de 100 soldados, llegó hasta el bajo río Chubut.
Mientras tanto, el mayor Miguel Vidal atacó a Sayhueque e Inacayal, librando la última batalla el 18 de octubre de 1884, en la que Inacayal y Foyel fueron derrotados por el teniente Insay, logrando la rendición de la mayoría de sus 3.000 indígenas.
El 1 de enero de 1885 Sayhueque se rindió al nuevo gobernador de la Patagonia, el general Lorenzo Vintter, en la actual provincia del Chubut. Inacayal y Foyel, junto con sus familiares, fueron llevados por Francisco Pascasio Moreno en 1886 a vivir al Museo de Ciencias Naturales de La Plata, en retribución a la hospitalidad que ellos le habían dado. Algunos grupos menores continuaron indómitos en Chubut hasta 1888.
Consecuencias
El Informe Oficial de la Comisión Científica que acompañó al Ejército Argentino es considerablemente específico respecto de los resultados de la guerra:
"... El año 1879 tendrá en los anales de la República Argentina una importancia mucho más considerable que la que le han atribuído los contemporáneos.
Ha visto realizarse un acontecimiento cuyas consecuencias sobre la historia nacional obligan más la gratitud de las generaciones venideras que la de la presente, y cuyo alcance, desconocido hoy, por transitorias cuestiones de personas y de partido, necesita, para revelarse en toda su magnitud, la imparcial perspectiva del porvenir.
Ese acontecimiento es la supresión de los indios ladrones que ocupaban el Sur de nuestro territorio y asolaban sus distritos fronterizos: es la campaña llevada a cabo con acierto y energía, que ha dado por resultado la ocupación de la línea del Río Negro y del Neuquén.
Se trataba de conquistar un área de 15.000 leguas cuadradas ocupadas cuando menos por unas 15.000 almas, pues pasa de 14.000 el número de muertos y prisioneros que ha reportado la campaña.
Se trataba de conquistarlas en el sentido más lato de la expresión.
No era cuestión de recorrerlas y de dominar con gran aparato, pero transitoriamente, como lo había hecho la expedición del Gral. Pacheco al Neuquén, el espacio que pisaban los cascos de los caballos del ejército y el círculo donde alcanzaban las balas de sus fusiles.
Era necesario conquistar real y eficazmente esas 15.000 leguas, limpiarlas de indios de un modo tan absoluto, tan incuestionable, que la más asustadiza de las asustadizas cosas del mundo, el capital destinado a vivificar las empresas de ganadería y agricultura, tuviera él mismo que tributar homenaje a la evidencia, que no experimentase recelo en lanzarse sobre las huellas del ejército expedicionario y sellar la toma de posesión por el hombre civilizado de tan dilatadas comarcas.
Y eran tan eficaces los nuevos principios de guerra fronteriza que habían dictado estas medidas, que hemos asistido a un espectáculo inesperado. Esas maniobras preliminares, que no eran sino la preparación de la campaña, fueron en el acto decisivas.
Quebraron el poder de los indios de un modo tan completo, que la expedición al Río Negro se encontró casi hecha antes de ser principiada.
No hubo una sola de esas columnas de exploración que no volviese con una tribu entera prisionera, y cuando llegó el momento señalado para el golpe final, no existían en toda la pampa central sino grupos de fugitivos sin cohesión y sin jefes.
Es evidente que en una gran parte de las llanuras recién abiertas al trabajo humano, la naturaleza no lo ha hecho todo, y que el arte y la ciencia deben intervenir en su cultivo, como han tenido parte en su conquista.
Pero se debe considerar, por una parte, que los esfuerzos que habría que hacer para transformar estos campos en valiosos elementos de riqueza y de progreso, no están fuera de proporción con las aspiraciones de una raza joven y emprendedora; por otra parte, que la superioridad intelectual, la actividad y la ilustración, que ensanchan los horizontes del porvenir y hacen brotar nuevas fuentes de producción para la humanidad, son los mejores títulos para el dominio de las tierras nuevas.
Precisamente al amparo de estos principios, se han quitado éstas a la raza estéril que las ocupaba..."
Las palabras con las que concluye el informe demuestran el desprecio que en aquel período mostraba el Estado argentino hacia las etnias indígenas que le oponían resistencia.
No es de extrañar que, en una época donde todavía había esclavitud en Sudamérica, y donde erradas reinterpretaciones de las teorías de Darwin dieron paso al darwinismo social,a los indígenas de las tribus que practicaban malones se los tratara como seres inferiores, sin los mismos derechos que los criollos o los europeos, al igual que ocurría en casi todos los rincones del globo con otros pueblos originarios, incluso con los no belicosos.
Roca, al mando de un ejército moderno y bien pertrechado,sometió la débil resistencia que pudieron ofrecer los otrora indomables mapuches, causando una gran cantidad de víctimas y desplazando a las poblaciones restantes a regiones periféricas.
En esos mismos años, la misma etnia de los mapuches fue también derrotada, en este caso por el estado chileno, en su misma tierra de origen, durante la Ocupación de la Araucanía, denominada en los documentos oficiales chilenos como «pacificación de la Araucanía».
Se estima que la campaña argentina fue causa directa de la muerte de más de mil indígenas (hombres, mujeres y niños).
Las tribus que sobrevivieron fueron desplazadas a las zonas más periféricas y estériles de la Patagonia.
Unos 10.000 nativosfueron tomados prisioneros y unos 3.000 enviados a Buenos Aires, donde los separaban por sexo, a fin de evitar que procrearan hijos:
a las mujeres las repartieron por los diferentes barrios de la ciudad como sirvientas, mientras una parte de los hombres se envió a la isla Martín García, donde murieron, en su gran mayoría, a los pocos años de reclusión.
Esta campaña se realizó, además, porque el persistente abandono que la Argentina había sometido a sus dominios patagónicos heredados de España, había provocado que los ojos de otros países se fijaran en esa región, en especial, Inglaterra, la cual ya le había arrebatado las Islas Malvinas, y Chile, que ya contaba con una próspera colonia austral posicionada en el sector del estrecho de Magallanes otorgado por el uti possidetis a las Provincias Unidas.
De esta manera, millones de hectáreas se sumaron así al control efectivo de la República Argentina. Estas enormes extensiones fueron adjudicadas a bajo precio, o directamente regaladas, a terratenientes y políticos influyentes.
Justificación de la campaña en la época
Por ejemplo, sostiene el historiador Jorge Charata:
"La conquista del desierto era una necesidad histórica. Las tentativas de una acción civilizadora pacífica, en la que habían sacrificado sus vidas jesuitas y franciscanos en los siglos anteriores, habían fracasado porque no tenían en cuenta que los indios no sometidos aún estaban en otro estadio de la organización social.
Se encontraban en una etapa preagraria,.... al nivel de cazadores-recolectores (incluyendo el robo de ganado como una novísima forma de caza) ....Contra esa naturaleza social de las tribus se estrellaron todos los esfuerzos por inculcarles formas más elevadas, que sólo podían ser producto de una larga evolución que la nación no podía esperar sin el peligro cierto de empobrecerse económicamente, perder la Patagonia a manos de Chile o ver surgir asomados a su frontera nuevos Estados bárbaros sometidos a la tutela imperialista.
Esto último ya lo había intentado el francés Aurelio Antonio Tounens, alias "Orllie-Antoine I", rey de Araucaria y Patagonia, en 1860/70"..."
Debate sobre la aplicación del concepto de genocidio
A mediados del siglo XX se forja el concepto de genocidio para designar los "actos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso".
En los últimos años, diversos estudiosos han trabajado para demostrar que es posible aplicar la definición de genocidio a los actos realizados por el Estado argentino durante esta etapa.
Argumentos de los que apoyan la tesis del genocidio
Dentro de los argumentos que apoyan esta tesis se citan los que tienen que ver con la declaración de las intenciones del Estado:
* En el Congreso se habla de “exterminar a los indios salvajes y bárbaros de Pampa y Patagonia”.
* Desde el gobierno de Martín Rodríguez en la provincia de Buenos Aires, década de 1820, se hablaba de exterminio. Él ya decía “primero exterminaremos a los nómades y luego a los sedentarios”.
También se citan los métodos utilizados en la campaña, que concuerdan con la definición de genocidio:
* Ataques a tolderías con mujeres y niños solos en momentos en que los hombres adultos estaban en otras partidas.
* Un campo de detención en Valcheta (Línea Sur de la actual provincia de Río Negro) con alambres de púas de tres metros de alto para encerrar a gente que acababa muriendo de hambre por no tener alimentos.
* Traslados por la fuerza de los prisioneros caminando hasta Carmen de Patagones (un puerto en la desembocadura del río Negro), en donde los embarcaban a Martín García (una isla en el río de la Plata enfrente de Buenos Aires). Estos traslados podían ser de hasta de mil kilómetros y exterminaron a miles de personas, ya que se mataba a los que no caminaban.
* Traslados forzosos de familias a otros sitios dentro del territorio, ocurridos después de la campaña por la «policía de frontera».
* Un segundo campo de detención en Martín García. Allí tuvieron que habilitar dos cementerios especiales en 1879.
* Separación de las familias.
* Cambios de nombres, de manera que no se pudiera reconstruir la historia familiar.
* La cifra de muertos varía mucho. Según los bajistas (apoyados por las cifras oficiales) los indígenas que vivían en esas tierras eran 29.000 personas y para los alcistas (apoyados por organizaciones indígenas) eran 150.000 indígenas[17] (60.000 de la Confederación de Sayhueque).
Según se estima, con la conquista murieron 14.000 a 90.000 nativos (20.000 a 35.000 en la campaña de 1879 y 55.000 en la de 1881,y al resto o se los redujo en reservas o se los separó de sus familias y culturas.
Según los más alcistas murieron 100.000 indígenas (incluidos también a los que cayeron en la Pacificación de la Araucanía en Chile).
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Extraído de: http://es.wikipedia.org/wiki/Conquista_del_Desierto
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