Tú, Mesopotamia - Isaias Nobel

Mi cabeza reclinada en tu pecho
 
aspiro la fragancia de la vida,
 
entro en el Paraíso por la puerta más suave,
 
la puerta que se abre dulcemente
 
para que algo muy hondo me succione,
 
me lleve hacia el silencio y el gemido,
 
suspendido
 
sobre un abismo bueno
 
donde mi "yo" desaparece y deja su lugar
 
a una ebriedad sin nombre que corre por los ríos de tu cuerpo,
 
acuático espiral que me recibe y me sostiene
 
en tanto que furtivamente
 
me lleva a lo profundo,
 
hacia un vacío pleno de sentido
 
que tú conoces,
 
tu doble cuerpo hecho de leche y miel,
 
de los dos ríos
 
por los cuales navega la raíz misma de la vida.

 
Por cuanto Eufrates y Tigris tú eres
 
y en tu Mesopotamia
 
se abren y se abrazan la Raíz y la Esencia
 
y en el centro dulce y ardiente de tu cuerpo, en ese canto,
 
se abre el portal
 
que lleva al mágico Árbol de la Vida.

Quiero decir: al Paraíso.

 
Isaías

9 de noviembre de 2014. 

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Extraído del muro de Isaias Nobel en Facebook
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